Lali pisoteó a
través de la arena blanca con su pequeña cubeta de plástico
roja y se dirigió
hacia el agua.
Sólo por el hecho que Michael era dos meses mayor que ella, pensaba
que podía mandarla. Ahora quería que ella fuera a buscar agua para que él pudiera construir un castillo de
arena. Y, por supuesto él se
llevaría todo el crédito por
ello.
Tenía que
mostrarle a su pequeño primo, lo que podía hacer con su agua.
Ella la vertería
sobre él, en lugar de echarla en la arena. Eso le enseñaría a no
tratarla como su
esclava personal. Y después de ese verano, ella comenzaría la
escuela y se haría
de sus propios amigos y no tendría que jugar más con él.
¡Toma eso, Michael!
Lali se metió en
el agua poco profunda y sumergió la cubeta en ella,
llenándola hasta
el borde. Mientras se enderezaba, un movimiento llamó su
atención. Varios
metros más lejos en el océano, la aleta de la cola de un enorme pez
se hundió bajo la
superficie. Se tambaleó hacia atrás asustada. La cubeta resbaló de
su control. Esta
se hundió, y con la siguiente ola fue llevada lejos de su alcance.
Maldijo con la
única palabra con la que escuchó alguna vez maldecir a su tía
Eleni, — ¡Mierda!—
Y de inmediato puso su mano sobre su boca, rogando que
nadie la hubiese
escuchado. Lanzó una mirada nerviosa por encima de su hombro,
pero por suerte no
había nadie cerca. Según Eleni, las niñas de cinco años de edad
no debían usar
tales palabras.
Un chapoteo en el
agua la hizo girar a su derecha. Y entonces lo vio.
Estaba descansando
en una de las grandes rocas que sobresalían del agua. Al
igual que un león
marino, estaba allí tomando sol. Antes sólo había visto a lobos
marinos en el
zoológico, y no se parecía a ninguna criatura de esas. No, él parecía
una... sirena.
Pero eso no era posible, ¿verdad? Las sirenas eran mujeres y no
hombres.
Lali se metió a
través de las olas, para conseguir mirar más de cerca al
extraño hombre.
— ¿Eres una
sirena?, — preguntó en voz alta, agitando los brazos para que
él la viera.
Al instante él se
incorporó, le dio una mirada de asombro, y saltó de nuevo
al agua.
— ¡Espera, no te
vayas!, — ella gritó. No tenía intención de asustarlo.
De repente, sintió
que nuevas olas corrían a sus pies y perdió el equilibrio.
Cayó de espaldas,
y la corriente la arrastró hacia aguas más profundas. Pateó con
las piernas para
mantener la cabeza fuera del agua, pero tenía miedo... más del que
alguna vez hubiese
tenido. Antes de que la corriente pudiera llevarla hacia abajo
unos brazos la
agarraron y la levantaron. Lali se secó el agua de sus ojos y miró
a su salvador.
Era el hombre
sirena... había regresado. Ella le dio una gran sonrisa, y al
instante olvidó su
miedo.
— ¿Eres una
sirena?— Lali le preguntó de nuevo y lo miró. La parte
superior de su
cuerpo era el de un hombre grande, pero justo debajo de la superficie
del agua se podían
ver las escamas de un pez y una gran aleta en movimiento como
si pateara el
agua.
Él se rio entre
dientes. — No, pequeña, no soy una sirena.
— ¿Cuál es tu
nombre?— Eleni le había dicho que era de mala educación
hacer preguntas
extrañas, pero no le importaba.
— Yo soy Poseidón.
¿Cuál es el tuyo?
— Lali. Y tengo
cinco años. — Ella levantó la mano y le mostró los cinco
dedos para que
supiera a ciencia cierta, que tan crecida estaba ya.
— Bueno, Lali,
ahora que somos amigos, ¿me puedes hacer una
promesa?, — su
mirada era de complicidad, de la misma forma en que su tía
siempre se veía
cuando le decía un gran secreto.
— Sí, — susurró
ella y acercó la cabeza más hacia él.
— Prométeme que
nunca le dirás a nadie que me has visto. A nadie, porque
se supone que soy
invisible.
— Pero no es así.
Te puedo ver, — protestó ella.
Poseidón sonrió. —
Sí, y eso es un poco sorprendente. Entonces, ¿qué te
parece si te
ofrezco algo a cambio?
Lali había
escuchado bien. ¿Un regalo? ¿Un nuevo juguete? — ¿Está
bien?
—Tú me prometes
que no le dirás a nadie que me has visto, y yo te dejaré
jugar con mi hijo
un día. ¿Trato hecho?
Ella era una dura
negociadora. — ¿Cuándo?
— ¿Cuándo qué?
— ¿Cuándo jugaré
con él?
Poseidón frunció
el ceño. — Cuando él pase su faceta de muchacho malo.
— ¿Es malo?, — le
preguntó, y se cuestionó si él sería tan terrible como
Michael.
— No es tan malo, sólo un poco travieso. Te
gustará. Él es muy guapo también. Y tú
puedes ser justo el tipo de chica que él necesite, — la tentó Poseidón.
Lali frunció los
labios y consideró la propuesta de Poseidón. — Entonces,
está bien. Voy a
jugar con él.
—Esa es mi niña. —
Él metió la mano en el agua. Cuando la sacó
nuevamente, tenía
su cubeta roja.
— ¡Oh, la
encontraste! — Ahora podría empapar a Michael con agua
después de todo.
Un momento
después, ella estaba sentada sobre la arena mojada, las olas
chapoteando a sus
pies y la cubeta en sus manos. El hombre se había ido.
— Lali — La aguda
voz de su tía casi perforó el tímpano de Lali.
Ella se volvió y
vio a su tía Eleni correr hacia ella, Michael sobre sus talones.
— ¿Dónde has
estado? ¡He estado muy preocupada!
Lali se levantó y
echó sus brazos alrededor de las piernas de su tía. — No
te preocupes, él
me sacó del agua cuando caí.
Eleni la tomó por
los hombros y la hizo mirar hacia arriba. — ¿Te caíste al
agua? ¿No te dije
que te mantuvieras alejada de las olas? ¿Un hombre te sacó?
¿Dónde está?
¡Oh, no! Ella no
había tenido la intención de romper su promesa.
Simplemente se le
escapó. — Lo siento. — Bajo la mirada fija de Eleni, sintió que
sus lágrimas
empezaban a brotar.
— ¿Dónde está? —
La voz aguda de Eleni la hizo temblar.
Un momento
después, una lágrima rodó por la mejilla de Lali, mientras
su resistencia se
derrumbaba. — Se fue.
— ¡O me lo dices
ahora, Mariana Esposito o te voy a encerrar en el
sótano hasta que
me digas la verdad!, — advirtió Eleni, bajando la voz como
siempre lo hacía
cuando estaba enfadada.
Lali apretó los
labios y cruzó los brazos delante de su pecho. — Está bien.
Pero si él me
reclama la próxima vez, le diré que me forzaste. Él era un hombre
sirena.
La fuerte risa de
Michael la interrumpió. — Eres una mentirosa. Todas las
sirenas son
chicas.
— ¡No!, — protestó
Lali.
Eleni la levantó
en sus brazos. — No existe tal cosa. Tienes que dejar de
inventar esas
cosas.
— Él era real.
Hablé con él. Me dijo que si yo soy una niña buena, me dejará
jugar con su hijo.
— ¿Por qué no le creía Eleni?
Michael tiró la
falda de Eleni.
— ¿Qué?
— Ella está
mintiendo, está mintiendo.
— Ya está bien,
Michael. Ve a construir ese castillo de arena, y déjame
hablar con tu
prima un minuto.
A regañadientes,
Michael tomó su pala de plástico y se regresó hacia donde
estaba jugando
antes en la arena.
Eleni dio una
suave sonrisa a Lali. — No existen hombres que sean mitad
pez, mitad hombre.
Estabas soñando otra vez.
— No, no lo
estaba. Él me habló. Dijo que su nombre era Poseidón, y él era
bueno.
Ahora lo había
dicho y había roto su promesa. Eleni era la culpable. Ella la
había obligado a
hacerlo. Ahora, ella no podría jugar con el hijo de Poseidón.
Lali suspiró. No
importa, trató de consolarse, si él era realmente un niño
tan travieso, de
todas formas no querría jugar con él.
Continuara.....
Díganme a quien le aviso por twitter :) Así hago la lista nueva!
Si no también se pueden unir a este grupo en face http://www.facebook.com/groups/388802154516620/
Firmen y si puedo subo otro, besos.
Juli ♥
@amorxca
Ah y por cierto Feliz día internacional de Casi Angeles :) Es tan lindo recordarlos!
Amoooo esta novelaaa
ResponderEliminarme encantoo
ResponderEliminarhaaa ya me caen mal eleni y michael !! masss
ResponderEliminarMe encanta!! Ami avísame!
ResponderEliminarAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH LO LOGREEE JULIIIII <3 :') LLOREMOS JUNTAS(? LEIFJLQEWIJFLJEWLW ME ENCANTOOO EL CAP!!!
ResponderEliminarM
ResponderEliminarA
S
S
S
S
S
S
YA ODIO A LA TIA DE LALI Y A SU PRIMO ¬¬
ResponderEliminarM
ResponderEliminarA
S
S
S
S
N
ResponderEliminarO
V
E
E
E
E
E
P
ResponderEliminarO
R
R
R
R
R
Mmmmaass
ResponderEliminarF
ResponderEliminarA
S
S
S
S
S
holiiis
ResponderEliminarme encanto la noveee
subiii maaas
Besooos
J
ResponderEliminarU
L
I
I
I
I
I
C
ResponderEliminarA
ResponderEliminarP
ResponderEliminarI
ResponderEliminarT
ResponderEliminarO
ResponderEliminarMmmmaass
ResponderEliminarEs muy tierna Lali de pequeña me encanto que mala su tía como la amenaza con encerrarla....
ResponderEliminarMAS MAS MAS MAS!!!!
a ver como sigue esto nomas
ResponderEliminarflor..
bue...son cosas q uno se inventa es obvio q con 5 años no le iba a creer avisame pero ps me la voy a perder hasta q pueda adelantarme cuando vuelva
ResponderEliminarME ENCANTA!!! La mitologia griega siempre me apasiono, subi otro capitulo te lo suplico de rodillassssss. -Paz
ResponderEliminarPreciosa la historia k vivio d niña
ResponderEliminarMe encanto es hermosaaa quiero mas!!! Avisame por twitter por favor juli!! Feliz dia de Casi Angeles!!
ResponderEliminarBesitos
@casiamaia Amaia
Mas nove! Me gusto el.comienzo de la.historia..aunq no se xq lali no guardo el secreto... Masss...y x fa avisme x el.twitter.
ResponderEliminar@nathies1024
me encanta!!!!!!
ResponderEliminarmas!
INCREIBLEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
ResponderEliminarMmas nove! Me encanta!
ResponderEliminarBesos! Aby:)
me encanto espero massssssss
ResponderEliminaravisame a mi twitter @Todoxlali_TA
jajaja pobre lali!! le sakaron la verdad!! a veces las tias son asi! jajajaja o digo x experiencia!
ResponderEliminaraay q tierna :) subi más porfas
ResponderEliminar¿y ahora que hara poseidon?
ResponderEliminarnovela solo tu: http://morithalaliter.blogspot.mx/
me encanto quiero saber que sigue sube porfa
ResponderEliminarespero que haber revelado la verdad no le traiga consecuencias muy graves..
ResponderEliminarmas nove!!!! Avisame como siempre x tw porfi!!
ResponderEliminar@laliteronfire
Pobre LALI no le ponen atendió. Cree que esta loca jajaja se lee buenísima quiero massdd
ResponderEliminar¡Uuuooo! Amo cuando tratan de antiguos dioses griegos. Los que tienen algún personaje de la historia antigua son las mejores. Me encantó como empieza :)
ResponderEliminarPEter es el hijo de Poseidon ,¿verdad? jajjaaja
ResponderEliminarQue mala la tia y pobre Lali, ahora que conto la verdad que va a pasar?
Espero mas
Besos
Quiero novela a a a a. No veo la hora de leerla
ResponderEliminarBesos
Mer