miércoles, 6 de marzo de 2013

Capítulo 35:




No me desperté del todo hasta media mañana. El cielo estaba de un azul
claro al otro lado del vidrio tintado, diminutos cúmulos de nubes manchaban su
perfecta superficie. Sintiéndome algo atontada, me lavé los dientes con el cepillo
y dentífrico que proveía el hotel y me vestí.
Parecía extraño estar vistiendo
shorts en medio del invierno pero el ambiente climatizado del hotel estaba
diseñado para que fuera siempre verano en su interior. Mi estómago gruñó.
Investigué los contenidos del frigobar y me serví un bocadillo de chocolate con
una Coca Cola, luego me senté a esperar. Estaba en el medio de una crisis pero
las cosas estaban extrañamente calmas. Como en el ojo de la tormenta.
No me atreví a intentar contactar a Peter nuevamente. Probablemente
O’Halloran estuviese despierto y atento y no sabía lo suficiente acerca de romper
escudos como para intentarlo. Sólo esperaba que Peter haya recibido mi mensaje
de no venirse corriendo. Necesitábamos un plan para que me sacaran, no un
segundo rehén.
Hubo un llamado a la puerta. No la clase de comportamiento que esperaría
de mis secuestradores. Se abrió para revelar a Gator trayendo una bandeja.
“Levántate y brilla, pastelito. Dormiste bien?”
“No realmente.”
Ignorando esto, Gator tiró la bandeja sobre la mesa junto a la ventana. “El
desayuno. Come rápido. El jefe quiere verte.”
No estaba segura de que pudiera entrarme algo. Habiendo decidido no
enfurecerlo al rehusarme a cooperar por tan pequeña cosa, elevé la cubierta.
Nop, mi estómago no pasaría esos huevos. En su lugar, bebí el jugo de naranja
y le di unos mordiscos a la tostada. Gator no se fue. Se quedó de pie frente a la
ventana, fingiendo ver las aves que volaban sobre los edificios, dándome una
buena visual de su coleta, la cual tenía sujeta con una gomita de cuero. Parecía
de buen humor, para nada crispado para alguien que era parte de un secuestro.
Caí entonces en la cuenta de que, quien fuera que estuviera detrás de todo esto,
debía controlar todo este hotel o de lo contrario Gator estaría menos relajado de
tenerme retenida aquí.
“Ya tuve suficiente, gracias.” Me paré. El hecho de que fuera a conocer al jefe
cara a cara, no auguraba nada bueno para lo que tuvieran planeado para mí.
Intenté pensar en un escenario en donde ellos no me mataran para proteger sus
identidades al finalizar todo esto y no pude imaginar ninguno.
“Bien, vamos.” Me tomó firmemente de la parte superior de mi brazo y
marchamos hacia el pasillo. Giramos a la izquierda, pasamos junto al elevador
hasta una sala de espera. A través de las ventanas escarchadas, pude ver a
personas sentadas alrededor de una mesa de juntas. Gator tocó una vez, esperó
a la luz verde, y luego entró conmigo a rastras.
El miedo hizo a las imágenes más nítidas. Traté de absorver cuanta
información pude, sólo en caso de que por milagro quedara libre. Tres personas
estaban sentadas en la mesa. Mis ojos se desviaron hacia el más viejo: un
hombre con el cabello teñido de negro y precario bronceado, maltratando a su
BlackBerry. Su traje gritaba de diseñador, aunque sus elecciones de corbata no
lo hacían: la de hoy era una de tonalidad mandarina que contrastaba con su
piel. Tenía el asiento en la cabecera. Al otro lado se sentaban un hombre más
joven y una mujer. El parecido familiar era bastante grande como para que me
arriesgara a pensar que estos dos eran los hijos o parientes cercanos.
“Aquí está ella, Sr. Kelly. Esperaré afuera.” Gator me dio un pequeño
empujón hacia la mesa y salió. El sr. Kelly se me quedó mirando sentado por un
rato, sin hablar, sus dedos tocándose en forma de arco. Los otros claramente
estaban esperando a que él diera el primer paso, lo que me dejó a mí varada.
Sólo sabía que los Lanzani habían ayudado a condenar a dos de la familia Kelly.
Por la forma en que estaba sentado tranquila y confiadamente, en la cabecera
de la mesa de conferencias, supuse que estaba en presencia del famoso Daniel
Kelly en persona. Líder del imperio de negocios de los Kelly, el hombre cuyo
rostro aparecía con más frecuencia en las páginas de negocios que los de Donald
Trump y Richard Branson combinados.
“Ven aquí.” Kelly me pidió que me acercara.
De mala gana, caminé rodeando la mesa.
“O’Halloran mencionó que tú eras una Savant?”
“No lo sé.” Me metí las manos en los bolsillos para disimular el hecho de que
estaban temblando.
“Lo eres. Puedo notarlo. En serio es una lástima que hayas quedado atrapada
en medio de esto.” Me dio una sonrisa en lo absoluto arrepentida, mostrando
dientes improbablemente parejos.
El hombre a su derecha se movió. “Papá, estás seguros que los Lanzani se
van a intercambiar a sí mismos por ella?”
“Sí, lo intentarán. No serán capaces de contenerse de intentar proteger a una
inocente como ella.”
El más joven de los Kelly sirvió una tasa de café. “Y la policía? Ya debe estar
involucrada a estas alturas.”
“Nunca serán capaces de rastrear esto hasta nosotros. Y ella les dirá
exactamente lo que yo le diga que tiene que decir.” El sr. Kelly se creclinó sobre
su asiento. “Fascinante. Hay tantos espacios oscuros en su mente.”
Retrocedí un paso alarmada. Él estaba de alguna forma leyendo mi cabeza.
Peter siempre había dicho que yo dejaba ver demasiado a otros Savant. Construí
muros tan rápido como pude.
Tamborilleó perezosamente con los dedos sobre la mesa. “Turquesa. Un color
tan femenino, no lo crees?”
“Aunque no muy potente,” comentó la mujer más joven; tenía el aspecto
elegante de un felino salvaje, prolijo pero mortífero. “Podrían derribarlos para
ti, papá.”
“Oh no, no la quiero quebrada, no aún.”
El fondo de mi mundo cayó. Los Lanzani habían creído que había sólo
un Savant involucrado; lo que habían fallado en anticipar era que los Kelly
tenían poderes como ellos. Todo esto se había tornado de repente mucho más
complicado.
“Te estás preguntando qué es lo que vamos a hacer contigo, no es cierto,
Lali?” Kelly me extendió una mano, su rostro marcado con insatisfacción. Lucía
como si estuviera sufriendo una profunda decepción y quisiera que los otros la
sufran con él.
Prefería tocar una serpiente así que mantuve mis manos en los bolsillos.
“No vamos a matarte, si eso es lo que estás pensando. Tú no eres nuestro
enemigo.” Dejó caer su mano. “Soy un hombre de negocios, no un asesino.”
“Entonces qué es lo que van a hacer conmigo?”
Se puso de pie, acomodando su saco. Acercándoseme, me rodeó,
evaluándome como un crítico de arte a una muestra de una nueva obra. Su
presencia calaba mis nervios como un fragmento de música discordante.
“Tú te vas a convertir en una muy buena amiga, Lali. Le vas a decir a la policía
que ni mi familia ni yo tuvimos nada que ver con tu secuestro, que fueron dos de
los chicos Lanzani los que te llevaron de tu casa para sus propios, repugnantes
y malévolos fines.” Sonrió con un malévolo deleite. “Sabes cómo los Savant
pueden fácilmente tornarse malos – demasiado poder, muy poco que los
mantenenga cuerdos. El hecho de que ellos murieran tratando de impedir que
escaparas no es ninguna tragedia sino que le ahorra al contribuyente americano
el dinero de tenerlos encerrados por el resto de sus vidas en la cárcel.
“Me gusta eso,” comentó el hombre más joven. “Creo que deshonrarlos es
mejor que simplemente matarlos.”
“Pensé que te gustaría, Sean. Te dije que podías confiar en mí para planear
una venganza acorde por tus tíos.”
Me les quedé mirando con la boca abierta. “Están locos! No hay nada que
puedan hacer o decir que me haga contarle a la policía semejante mentira,
incluso si me amenazan!! Y no los dejaré que maten a Peter o….o a sus hermanos!
No lo haré!”
Kelly encontró mi furia entretenida. “Tan encantadora pequeña extranjera,
no lo creen? Toda chillando y escupiendo como un gatito enfurecido y casi tan
amenazante como uno.” Se rió. “Por supuesto que dirás lo que te diga que digas,
LLI. Verás, es mi don. Tú recordarás lo que yo quiera que recuerdes. La gente lo
hace, sabes?, como los guardias de prisión que muy pronto dejarán salir a mis
hermanos de la cárcel, pensando que recibieron una orden del gobernador de
liberarlos. No vale la pena resistirse. Torcer a las personas a mi voluntad es en lo
que soy bueno. Construí mi fortuna en base a ello y no será diferente contigo.”
Oh, Dios mío, él era como Víctor. Pero podría en verdad obligarme a decir
y hacer algo tan distante de mí? Podía imaginar cómo podía ser posible hacer
que un par de guardias malinterpreten su deber, pero no el fabricar toda una
complicada mentira que iba en contra de toda evidencia, de seguro yo no estaría
en acuerdo con eso, no? Podía llegar a olvidar tanto lo que soy como para
traicionar a Peter? Traicionar a mi Soulfinder?
Metí ese pensamiento bien profundo bajo todos mis muros. Kelly no debía
enterarse lo que Peter era para mí – explotaría esa ventaja sin piedad, sabiendo lo
que los Savant son capaces de hacer por su otra mitad.
Absolutamente brillante, Lali. Me pateé a mí misma. Vaya hora de aceptar
que Peter es tu Soulfinder.
Había estado atemorizada antes; ahora estaba aterrada.
“Veo que estás comenzando a creer que puedo hacerlo.” Kelly metió su
BlackBerry en el bolsillo de su saco. “No te preocupes: no sufrirás. Pensarás
que estás diciendo la verdad. Tendré que mantenerte cerca, por supuesto, para
asegurarme de que te mantengas cantando en el mismo tono por un año o dos,
hasta que todos lo olviden, pero podremos ver a los que no pudieron, verdad
María?”
La mujer más joven asintió. “Sí papi. Creo que podemos hacerle un lugar con
los del personal de limpieza en uno de los hoteles cuando abandone la escuela
para venirse a vivir a Las Vegas. Trágicamente, sus recuerdos de Wrickenridge
serán muy dolorosos para ella como para regresar.”
“Pero mis padres….” Esto era peor que una pesadilla.
Kelly me dio un suspiro para nada sincero. “Pensarán que han fallado
en protegerte y los persuadiré de que quieran darte el espacio que nuestros
doctores digan que tú necesitas luego de tu trauma. Sabemos todo acerca de
ellos y de tu adopción, de cuán frágil es tu condición mental. Estoy seguro que
estarán demasiado ocupados con sus carreras como para ocuparse demasiado
siempre y cuando tú les digas que estás feliz. – y tú se los dirás.”
Cómo es que sabían tanto? “Me estás quitando mi vida.”
“Mejor eso que matarte, y ésa es la única opción alternativa.”
Sean vino a reunirse junto a su padre. Fácil, era una cabeza más alto,
pero mucho más gordo, su panza se le salía por sobre el delgado cinturón de
cuero que mantenía arriba sus abultados pantalones. Tenía bigotes como los
del ‘Zorro’ los cuales lucían ridículos en alguien que tenía apenas unos años más
que yo; como si alguien se los hubiera dibujado en broma mientras dormía y no
lo hubiese notado aún. “Dijiste que ella tenía oscuridad dentro suyo?”
Kelly frunció el ceño. “No puedes tú sentirla?”
Sean se apoderó de mi mano y la llevó hasta su nariz, oliendo la palma, con
los ojos cerrados, como olfateando en busca de un suave perfume. Intenté
librarme pero sujetaba con fuerza. “Sí puedo sentirla ahora. Maravillosas
cicatrices de dolor y abandono.”
Mientras me tocaba pude sentir mi pánico elevarse, la calma que había
luchado por mantener estaba siendo despedazada como el envoltorio en un
regalo.
“Por qué no me la entregas? Disfrutaría drenándola de sus emociones,
puedo sentir que proveerá de horas de entretenimiento.”
Daniel Kelly sonrió con indulgencia a su hijo. “Es tan fuerte su energía
emocional?”
Asintió. “No he sentido nada parecido.”
“Entonces podrás tenerla luego de que haya servido a su propósito con los
Lanzani. Sólo mantenla mínimamente bien como para convencer a su familia
de que está aquí por su propia voluntad.”
“Me encargaré de ello.” Sean Kelly besó la palma de mi mano y la soltó. Me
la limpié sobre los shorts con un escalosfrío. “Mmm.” Se relamió. “Tú y yo nos
vamos a llegar a conocernos muy bien, mi dulzura.”
“Qué eres?” Me abracé a mí misma y me fui hasta la ventana. Quería gritarle
en la cara pero sólo les mostraría cuán asustada estaba.
María Kelly puso sus ojos en blanco impaciente. “Mi hermano es un minador
de emociones – consigue su dosis de placer de extraerle cosas del cerebro de la
gente. Me hubiera venido bien una nueva mucama, papi: no es justo. Ni siquiera
es buen negocio. Ella no servirá de nada si Sean le pone las manos encima y tú
lo sabes. La última sólo duró un mes antes de que nos tuviéramos que deshacer
de ella.” Su voz se elevó en protesta.
“Te lo compensaré, cariño.” Daniel Kelly puso el sello de autoridad sobre la
situación con un movimiento de su mano. “Ahora basta de esto: debo trabajar
en nuestra invitada. La búsqueda policial por ella está bien encaminada y
nuestra fuente ha reportado que los Lanzani se han movido de su base. Es
hora de que se le apunte a las autoridades en su dirección. Ven, Lali, tengo algo
que quiero que recuerdes.” Daniel Kelly miró alrededor en busca mío pero
yo ya estaba huyendo. De ninguna manera iba a sucumbir mansamente a su
manipulación mental.
“Sean!” protestó.
Era más veloz que el cabeza de rosquilla. Salí como refusilo por las puertas
y disparé corriendo hacia los elevadores, esperando encontrar uno en espera o
al menos las escaleras. Pero olvidé quien estaba afuera. Llegué hasta el pasillo
antes de que Gator me bajara con un takle. Me tumbó, forzando a salir todo el
aire de mis pulmones. Mi cabeza golpeó en las baldosas pero seguí pateando
y mordiendo mientras me alzaba. Me sostuvo a un brazo de distancia y me
zamarreó.
“Detente, pastelito. Si haces lo que el jefe dice, no saldrás lastimada.”
Goteaba sangre de un corte que tenía a un lado de mi cabeza. Mi visión se
estaba torando gris en los bordes.
“Tráela de regreso aquí,” ordenó Kelly.
Gator me arrastró hasta la sala de conferencias. “No se enoje mucho con ella,
Sr Kelly,” le rogó. “La niña sólo está asustada.”
“Por el contrario, no estoy enojado; ella está jugando a nuestro favor.”
Kelly miró a su lujoso reloj Cartier. “Cuando la entreguemos a las autoridades
cubierta en sangre, van a creerle más fácilmente. Ahora siéntala. Comenzaré con
ella ahora.” Era tan frío, actuando como si yo fuera simplemente otro aburrido
item en su agenda de reuniones del que quisiera deshacerse rápido.
Traté de librarme a los arañazos. “No, déjenme en paz!”
Gator me tiró en una silla y me ató a la misma con unos presintos plásticos.
Si quiera podía limpiar la sangre de mi mejilla y tuve que dejarla correr
espesamente y caer sobre mi pecho. Estaba temblando.
“Está en shock,” dijo María con disgusto. “No conseguirás penetrar mucho en
su cerebro cuando está así en blanco.”
Sean se deslizó detrás de mí y puso sus manos sobre mis hombros, inhalando
profundamente. “Ella no está en blanco. Encantador – temor, furia, y espantosa
anticipación – una combinación maravillosa.”
María lo desestimó con la mano. “No. Estás magnificando sus emociones. No
queremos que se nos ponga catatónica.”
“Oh no, hay mucho poder de lucha en ella como para que tome esa ruta tan
pronto.”
Gator se movió incómodo. “Le va a hacer esa cosa de la mente a ella, sr.
Kelly?”
El empresario alzó la vista. “Sí. Por?”
“Sólo que no me parece correcto,” masculló Gator.
María lo apartó de un empujón. “Oh, eres patético! Sabemos que odias
nuestros poderes pero recuerda quién paga tu salario, Gator.”
“Debería dejarme simplemente dispararle a un par de esos Lanzani,” se
quejó Gator.
“Pero fallaste,” dijo María con aspereza. “Oh, he tenido suficiente de todo
esto. Papi, podemos continuar? Tengo el inventario de ropa que supervisar.”
Daniel Kelly tomó mi cabeza y la sujetó con firmeza. Podía sentir su presencia
empujándome, intentando tomar control. Fusiones y adquisiciones. Elevé mis
muros, imaginando que apilaba el tocador, la cama y todo lo que tuviera a mano
para retenerlo y que no pasara mi escudo. No pude evitar captar destellos de
lo que él estaba intentando implantar en mi cerebro. Él me estaba enviando
imágenes de Peter y Xav atrayéndome hacia la calle y encerrándome en el
maletero de un auto viejo y maltratado. Me mantenían allí mientras pretendían
unirse a mi búsqueda, luego huyendo conmigo bajo las narices de la policía
local. Me mantenían cautiva en un almacén abandonado, riéndose de mí por
creer que Peter me amaba, atormentándome…
No! Le cerré de un portazo a sus sugerencias. Los Lanzani no hacían eso,
nunca le harían eso a nadie. Recuerda la verdad. Gator y O’Halloran. El avión.
El hotel. Piensa en dónde estás.
Los Lanzani te odian. Peter es demasiado para tí – demasiado genial,
demasiado apuesto – por supuesto que debía ser una trampa. Tú lo
sospechaste. Él te ha estado usando. Él y Xav le hacen esto a las chicas todo
el tiempo. Había que detenerlos, oficial. Tuve que dispararles. Fue su arma la
que usé.
No, no, no. Podía sentir a mi cerebro cediendo ante su asalto. Nunca le he
disparado a nadie.
La imagen del arma en mi propia mano era tan intensa, hasta con las uñas
mordidas.
Esa no soy yo. Peter y Xav aún están con vida. No les he disparado. Mis ojos se
abrieron de golpe. “Tú vas a dispararle a Peter y a su hermano?”
Daniel Kelly no pudo esconder la ráfaga de asombro de que me le hubiera
escapado de su control. Su anillo de sello se hundió en mi mejilla, haciendo
aguar mis ojos. “Puede que tú no aprietes el gatillo pero pensarás que sí lo
hiciste.”
Las imágenes inundaron nuevamente mi cabeza, rojos intensos, negros
entintados, los colores primarios dando vueltas. El peso de un arma de fuego en
mi palma. Peter muerto a mano mía. Xav también. Yo era una asesina, aunque
había sido en defensa propia.
No.
Sí. Así fue como sucedió. Me equivoqué con ellos. Los Lanzani eran una
familia de enfermos. Ellos sólo querían atormentar a aquellos que caían en sus
manos. Todos ellos enfermos, enfermos, enfermos.
Esto estaba mal, mal, mal.
Perdí el conocimiento.
Durante las horas siguientes, cada vez que recuperaba la conciencia, sentía
como si astillas de vidrio se clavaran en mi cerebro. No podía pensar con
claridad. Tenía la impresión de varias sesiones con los oscuros ojos de Daniel
Kelly sellados a fuego en mi mente, con mi cabeza sujeta rígidamente bajo
su agarre. En ocasiones Sean también estaba allí, bebiéndose la resaca de mi
angustia, haciendo todo aún peor. Kelly parecía furioso de que todavía seguía
resistiendo pero finalmente estuve tan confundida que mi mente gritaba por que
tomara la salida fácil y accediera a lo que él insistía era la verdad.
“Dime otra vez qué sucedió, Lali,” me ordenó por lo que parecía ya la
centésima vez.
“Usted…usted me salvó.” Las imágenes de él entrando al hospital para
ofrecerme confort luego del baño de sangre en el almacén parpadearon ante
mis ojos. Él había venido al rescate de mis padres, nos encontró una habitación
privada, pagó por el hospedaje. Siendo tan generoso con la pobre familia inglesa
de la que oyó hablar en las noticias.
“Así es. Y quienes te secuestraron?”
“Los Lanzani. Ellos están enfermos y son malévolos.” No – sí. No
sabía. “Quiero irme a casa.”
”No, no quieres. Quieres quedarte aquí en Vegas donde te sientes segura.”
Una imagen forzó su entrada a mi cabeza: una habitación con puertas
reforzadas y ventanas enrejadas donde nadie podía alcanzarme.
“Me siento segura.”
”Con la gente que te ayudó. Sean ha sido tan amable.”
“Amable. Gator ha sido amable. Él me trajo el desayuno. Pidió que no me
hicieran daño.”
“No Gator. Mi hijo, Sean. Él va a ayudarte a sanar.”
“Lo hará?”
“Sí, se llevará toda esa desagradable emoción de dentro tuyo.”
Asentí. Eso sonaba bien. No quería sentir. María entró en la habitación con
O’Halloran y Gator detrás. “Está lista? Está tomando demasiado tiempo. Los
Lanzani ya están en la ciudad y ese canalla de Víctor Lanzani ha solicitado una
orden de cateo para buscar en nuestras propiedades.”
Daniel Kelly pellizcó mi barbilla. “Sí, creo que lo está. Un poco de confusión
la hará más convincente. Pónganla en posición y luego manden el mensaje a
los Lanzani de que pueden hallarla en el almacén del viejo aeropuerto. Los dos
chicos tienen que ir solos o no habrá trato.”
“No vendrán solos – el resto no se los permitirá.”
“Intentarán hacer parecer que están solos y eso será suficiente. Los otros
estarán demasiado lejos para evitar lo que va a suceder. Nosotros mismos
alertaremos a la policía. Un poco de confusión entre agencias en la mezcla
siempre ayuda.”
Alcé mi cabeza. Esto no tenía sentido. Ya había sucedido, o no era así? Ya
había estado en el almacén, sabía quién resultó disparado. Había sangre en
mis manos.
María sonrió. “A nuestra pequeña Savant le está costando tener bien en claro
los hechos.”
“Ella estará bien. Todo lo que tiene que hacer es sentarse allí con el arma en
su mano mientras el FBI y la policía discuten de cómo pudo salir todo tan mal.
O’Halloran tú tenías un freno a la telepatía?”
Él asintió. “Se mantendrá hasta que ella se acerque a uno de ellos.”
“Asegúrate de eliminarlos rápido. Tira el arma en sus manos y escapa antes
de que la policía y el FBI lleguen. Los quiero preguntándose qué demonios
sucedió.”
“Seguro jefe.”
Kelly hizo tronar sus nudillos. “Después de hoy, la Red Savant sabrá que
nadie interfiere con mi gente y sale indemne. Nos dejarán en paz en un futuro.
Ahora, Lali, este es un adiós hasta que nos encontremos de nuevo por primera
vez en el hospital. Cuando diga la palabra, olvidarás todo lo sucedido desde
ayer y recordarás sólo lo que te he dicho.”


Continuara....

30 comentarios:

  1. porque la dejas asiiii, no quiero que lali cambieee xd

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  2. NOOOOOOOOO!!! seguilaaaa quiero saber que pasa!!!!!

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  3. MAAAAAAAAAS!!!!!!!!!!!!!

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  4. Mas nove!! Es muy buena esta nove!sunq lali sufre mucho.. Me hace acordar a la cuarta temporada de CA... Mass


    @nathies1024

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  5. noooo!!!!!! PETER TIENE QUE HACER ALGO!!!! te juro estoy llorando!!! es la primera ves que leo una nove y me hace llorar sentite privilegiada jajajaj maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssss!!!!!!!!!1

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssssss!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!1

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  8. Esto esta muy mal! No me imagino lo que va a pasaaaar!!!
    Subi mas por favor.
    Todo esto me hizo acordar cuando en Casi Angeles les implantaban recuerdos falsos!

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  9. Subi mas capitulos, por faaaaas! Quiero saber que va a pasar!!

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  10. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas Juliii maaaaaaaaaaaaaaas!!!!

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  11. no puedo creer que todoo eso este pasandooo pleaseeee que todo salga mal que lali recuerde que todo eso es mentira!!! por faaaa

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  12. maaas julii por fa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!mas mas mas mas mas mas mas maaas subiras mas??

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  13. juli subii!!!! por fis!!!! me muero de la intriga!!! decime por dios que Peter va a salir al rescate de Lali por faaaaaaaaaaaaassssssssssss!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! maaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssss!!!!!!!!!!!

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  14. Ah que genial esto.. SUBI OTRO YA MISMO YA
    MAAAS
    beso,Anto

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  15. Maaaaaaaaas! Buenisimoo! Que HDP Kelly! Pobree Lali, y Peter y Xav, y todos!!! Conchales todo mal les sale! Maaaaas Breen

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  16. ay pobre lali :/

    novela solo tu: http://morithalaliter.blogspot.mx/

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  17. Noo no puede ser, quietosaber que va a pasaar ahora!! Beso

    Pd: no voy a usar mas el twitter asiqe no avises mas ahi, yo pasare por el blog directamente, el twitter es @AriadnaAyelen, gracias :)

    Arii

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  18. U uuu no pobre Lali :( todo esta mal :(:/ quiero más

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  19. Esperemos que lali pueda con todo!!! Más me encanta!

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  20. Me encanta esta novela loco. Leia todo esto con nervios por lo que decia Lali

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  21. Lali va a tener k desarrollar sus poderes Savant a pasos agigantados.

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  22. NO, POR FAVORRR NOOOOOOOO!!!!! :'| POR DIOSSSSS ME VOY A MORIRRRRRRRRRR NECESITO EL PROXIMO CAP JULII POR FASSS !!! @LuciaVega14

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  23. nuuuuuuuuuuu :(((( Por favor sube mas y que Lali se acuerde de la verdad cuando vea a PEter!!!!!
    MAssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
    Besos

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  24. maaaas noveeee por favor
    hace ya 4 dias que no tenemos nuevos caps

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  25. JUUUULIII sorry desapareci pero mi escusa ya esta posteada en mi blog este si puedes pasar a leer estaria bueno y hoy te firmo para que sepas q me estoy adelantando y espero volver para el lunes de la otra semana ok bye besos

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Gracias por leer. Espero tu comentario :)