No me desperté del
todo hasta media mañana. El cielo estaba de un azul
claro al otro lado
del vidrio tintado, diminutos cúmulos de nubes manchaban su
perfecta
superficie. Sintiéndome algo atontada, me lavé los dientes con el cepillo
y dentífrico que
proveía el hotel y me vestí.
Parecía extraño estar vistiendo
shorts en medio del
invierno pero el ambiente climatizado del hotel estaba
diseñado para que
fuera siempre verano en su interior. Mi estómago gruñó.
Investigué los
contenidos del frigobar y me serví un bocadillo de chocolate con
una Coca Cola,
luego me senté a esperar. Estaba en el medio de una crisis pero
las cosas estaban
extrañamente calmas. Como en el ojo de la tormenta.
No me atreví a
intentar contactar a Peter nuevamente. Probablemente
O’Halloran
estuviese despierto y atento y no sabía lo suficiente acerca de romper
escudos como para
intentarlo. Sólo esperaba que Peter haya recibido mi mensaje
de no venirse
corriendo. Necesitábamos un plan para que me sacaran, no un
segundo rehén.
Hubo un llamado a
la puerta. No la clase de comportamiento que esperaría
de mis
secuestradores. Se abrió para revelar a Gator trayendo una bandeja.
“Levántate y brilla,
pastelito. Dormiste bien?”
“No realmente.”
Ignorando esto,
Gator tiró la bandeja sobre la mesa junto a la ventana. “El
desayuno. Come
rápido. El jefe quiere verte.”
No estaba segura de
que pudiera entrarme algo. Habiendo decidido no
enfurecerlo al rehusarme
a cooperar por tan pequeña cosa, elevé la cubierta.
Nop, mi estómago no
pasaría esos huevos. En su lugar, bebí el jugo de naranja
y le di unos
mordiscos a la tostada. Gator no se fue. Se quedó de pie frente a la
ventana, fingiendo
ver las aves que volaban sobre los edificios, dándome una
buena visual de su
coleta, la cual tenía sujeta con una gomita de cuero. Parecía
de buen humor, para
nada crispado para alguien que era parte de un secuestro.
Caí entonces en la
cuenta de que, quien fuera que estuviera detrás de todo esto,
debía controlar
todo este hotel o de lo contrario Gator estaría menos relajado de
tenerme retenida
aquí.
“Ya tuve
suficiente, gracias.” Me paré. El hecho de que fuera a conocer al jefe
cara a cara, no
auguraba nada bueno para lo que tuvieran planeado para mí.
Intenté pensar en
un escenario en donde ellos no me mataran para proteger sus
identidades al
finalizar todo esto y no pude imaginar ninguno.
“Bien, vamos.” Me
tomó firmemente de la parte superior de mi brazo y
marchamos hacia el
pasillo. Giramos a la izquierda, pasamos junto al elevador
hasta una sala de
espera. A través de las ventanas escarchadas, pude ver a
personas sentadas
alrededor de una mesa de juntas. Gator tocó una vez, esperó
a la luz verde, y
luego entró conmigo a rastras.
El miedo hizo a las
imágenes más nítidas. Traté de absorver cuanta
información pude,
sólo en caso de que por milagro quedara libre. Tres personas
estaban sentadas en
la mesa. Mis ojos se desviaron hacia el más viejo: un
hombre con el
cabello teñido de negro y precario bronceado, maltratando a su
BlackBerry. Su
traje gritaba de diseñador, aunque sus elecciones de corbata no
lo hacían: la de
hoy era una de tonalidad mandarina que contrastaba con su
piel. Tenía el
asiento en la cabecera. Al otro lado se sentaban un hombre más
joven y una mujer.
El parecido familiar era bastante grande como para que me
arriesgara a pensar
que estos dos eran los hijos o parientes cercanos.
“Aquí está ella,
Sr. Kelly. Esperaré afuera.” Gator me dio un pequeño
empujón hacia la
mesa y salió. El sr. Kelly se me quedó mirando sentado por un
rato, sin hablar,
sus dedos tocándose en forma de arco. Los otros claramente
estaban esperando a
que él diera el primer paso, lo que me dejó a mí varada.
Sólo sabía que los Lanzani
habían ayudado a condenar a dos de la familia Kelly.
Por la forma en que
estaba sentado tranquila y confiadamente, en la cabecera
de la mesa de
conferencias, supuse que estaba en presencia del famoso Daniel
Kelly en persona.
Líder del imperio de negocios de los Kelly, el hombre cuyo
rostro aparecía con
más frecuencia en las páginas de negocios que los de Donald
Trump y Richard
Branson combinados.
“Ven aquí.” Kelly
me pidió que me acercara.
De mala gana,
caminé rodeando la mesa.
“O’Halloran
mencionó que tú eras una Savant?”
“No lo sé.” Me metí
las manos en los bolsillos para disimular el hecho de que
estaban temblando.
“Lo eres. Puedo
notarlo. En serio es una lástima que hayas quedado atrapada
en medio de esto.”
Me dio una sonrisa en lo absoluto arrepentida, mostrando
dientes
improbablemente parejos.
El hombre a su
derecha se movió. “Papá, estás seguros que los Lanzani se
van a intercambiar
a sí mismos por ella?”
“Sí, lo intentarán.
No serán capaces de contenerse de intentar proteger a una
inocente como
ella.”
El más joven de los
Kelly sirvió una tasa de café. “Y la policía? Ya debe estar
involucrada a estas
alturas.”
“Nunca serán
capaces de rastrear esto hasta nosotros. Y ella les dirá
exactamente lo que
yo le diga que tiene que decir.” El sr. Kelly se creclinó sobre
su asiento.
“Fascinante. Hay tantos espacios oscuros en su mente.”
Retrocedí un paso
alarmada. Él estaba de alguna forma leyendo mi cabeza.
Peter siempre había
dicho que yo dejaba ver demasiado a otros Savant. Construí
muros tan rápido
como pude.
Tamborilleó
perezosamente con los dedos sobre la mesa. “Turquesa. Un color
tan femenino, no lo
crees?”
“Aunque no muy
potente,” comentó la mujer más joven; tenía el aspecto
elegante de un
felino salvaje, prolijo pero mortífero. “Podrían derribarlos para
ti, papá.”
“Oh no, no la
quiero quebrada, no aún.”
El fondo de mi
mundo cayó. Los Lanzani habían creído que había sólo
un Savant
involucrado; lo que habían fallado en anticipar era que los Kelly
tenían poderes como
ellos. Todo esto se había tornado de repente mucho más
complicado.
“Te estás
preguntando qué es lo que vamos a hacer contigo, no es cierto,
Lali?” Kelly me
extendió una mano, su rostro marcado con insatisfacción. Lucía
como si estuviera
sufriendo una profunda decepción y quisiera que los otros la
sufran con él.
Prefería tocar una
serpiente así que mantuve mis manos en los bolsillos.
“No vamos a
matarte, si eso es lo que estás pensando. Tú no eres nuestro
enemigo.” Dejó caer
su mano. “Soy un hombre de negocios, no un asesino.”
“Entonces qué es lo
que van a hacer conmigo?”
Se puso de pie,
acomodando su saco. Acercándoseme, me rodeó,
evaluándome como un
crítico de arte a una muestra de una nueva obra. Su
presencia calaba
mis nervios como un fragmento de música discordante.
“Tú te vas a
convertir en una muy buena amiga, Lali. Le vas a decir a la policía
que ni mi familia
ni yo tuvimos nada que ver con tu secuestro, que fueron dos de
los chicos Lanzani
los que te llevaron de tu casa para sus propios, repugnantes
y malévolos fines.”
Sonrió con un malévolo deleite. “Sabes cómo los Savant
pueden fácilmente
tornarse malos – demasiado poder, muy poco que los
mantenenga cuerdos.
El hecho de que ellos murieran tratando de impedir que
escaparas no es
ninguna tragedia sino que le ahorra al contribuyente americano
el dinero de
tenerlos encerrados por el resto de sus vidas en la cárcel.
“Me gusta eso,”
comentó el hombre más joven. “Creo que deshonrarlos es
mejor que
simplemente matarlos.”
“Pensé que te
gustaría, Sean. Te dije que podías confiar en mí para planear
una venganza acorde
por tus tíos.”
Me les quedé
mirando con la boca abierta. “Están locos! No hay nada que
puedan hacer o
decir que me haga contarle a la policía semejante mentira,
incluso si me
amenazan!! Y no los dejaré que maten a Peter o….o a sus hermanos!
No lo haré!”
Kelly encontró mi
furia entretenida. “Tan encantadora pequeña extranjera,
no lo creen? Toda
chillando y escupiendo como un gatito enfurecido y casi tan
amenazante como
uno.” Se rió. “Por supuesto que dirás lo que te diga que digas,
LLI. Verás, es mi
don. Tú recordarás lo que yo quiera que recuerdes. La gente lo
hace, sabes?, como
los guardias de prisión que muy pronto dejarán salir a mis
hermanos de la
cárcel, pensando que recibieron una orden del gobernador de
liberarlos. No vale
la pena resistirse. Torcer a las personas a mi voluntad es en lo
que soy bueno.
Construí mi fortuna en base a ello y no será diferente contigo.”
Oh, Dios mío, él
era como Víctor. Pero podría en verdad obligarme a decir
y hacer algo tan
distante de mí? Podía imaginar cómo podía ser posible hacer
que un par de
guardias malinterpreten su deber, pero no el fabricar toda una
complicada mentira
que iba en contra de toda evidencia, de seguro yo no estaría
en acuerdo con eso,
no? Podía llegar a olvidar tanto lo que soy como para
traicionar a Peter?
Traicionar a mi Soulfinder?
Metí ese
pensamiento bien profundo bajo todos mis muros. Kelly no debía
enterarse lo que Peter
era para mí – explotaría esa ventaja sin piedad, sabiendo lo
que los Savant son
capaces de hacer por su otra mitad.
Absolutamente
brillante, Lali. Me pateé a mí misma. Vaya hora de aceptar
que Peter es tu
Soulfinder.
Había estado
atemorizada antes; ahora estaba aterrada.
“Veo que estás
comenzando a creer que puedo hacerlo.” Kelly metió su
BlackBerry en el bolsillo
de su saco. “No te preocupes: no sufrirás. Pensarás
que estás diciendo
la verdad. Tendré que mantenerte cerca, por supuesto, para
asegurarme de que
te mantengas cantando en el mismo tono por un año o dos,
hasta que todos lo
olviden, pero podremos ver a los que no pudieron, verdad
María?”
La mujer más joven
asintió. “Sí papi. Creo que podemos hacerle un lugar con
los del personal de
limpieza en uno de los hoteles cuando abandone la escuela
para venirse a
vivir a Las Vegas. Trágicamente, sus recuerdos de Wrickenridge
serán muy dolorosos
para ella como para regresar.”
“Pero mis padres….”
Esto era peor que una pesadilla.
Kelly me dio un
suspiro para nada sincero. “Pensarán que han fallado
en protegerte y los
persuadiré de que quieran darte el espacio que nuestros
doctores digan que
tú necesitas luego de tu trauma. Sabemos todo acerca de
ellos y de tu
adopción, de cuán frágil es tu condición mental. Estoy seguro que
estarán demasiado
ocupados con sus carreras como para ocuparse demasiado
siempre y cuando tú
les digas que estás feliz. – y tú se los dirás.”
Cómo es que sabían
tanto? “Me estás quitando mi vida.”
“Mejor eso que
matarte, y ésa es la única opción alternativa.”
Sean vino a
reunirse junto a su padre. Fácil, era una cabeza más alto,
pero mucho más gordo,
su panza se le salía por sobre el delgado cinturón de
cuero que mantenía
arriba sus abultados pantalones. Tenía bigotes como los
del ‘Zorro’ los
cuales lucían ridículos en alguien que tenía apenas unos años más
que yo; como si
alguien se los hubiera dibujado en broma mientras dormía y no
lo hubiese notado
aún. “Dijiste que ella tenía oscuridad dentro suyo?”
Kelly frunció el
ceño. “No puedes tú sentirla?”
Sean se apoderó de
mi mano y la llevó hasta su nariz, oliendo la palma, con
los ojos cerrados,
como olfateando en busca de un suave perfume. Intenté
librarme pero
sujetaba con fuerza. “Sí puedo sentirla ahora. Maravillosas
cicatrices de dolor
y abandono.”
Mientras me tocaba
pude sentir mi pánico elevarse, la calma que había
luchado por
mantener estaba siendo despedazada como el envoltorio en un
regalo.
“Por qué no me la
entregas? Disfrutaría drenándola de sus emociones,
puedo sentir que
proveerá de horas de entretenimiento.”
Daniel Kelly sonrió
con indulgencia a su hijo. “Es tan fuerte su energía
emocional?”
Asintió. “No he
sentido nada parecido.”
“Entonces podrás
tenerla luego de que haya servido a su propósito con los
Lanzani. Sólo
mantenla mínimamente bien como para convencer a su familia
de que está aquí
por su propia voluntad.”
“Me encargaré de ello.”
Sean Kelly besó la palma de mi mano y la soltó. Me
la limpié sobre los
shorts con un escalosfrío. “Mmm.” Se relamió. “Tú y yo nos
vamos a llegar a
conocernos muy bien, mi dulzura.”
“Qué eres?” Me
abracé a mí misma y me fui hasta la ventana. Quería gritarle
en la cara pero
sólo les mostraría cuán asustada estaba.
María Kelly puso
sus ojos en blanco impaciente. “Mi hermano es un minador
de emociones –
consigue su dosis de placer de extraerle cosas del cerebro de la
gente. Me hubiera
venido bien una nueva mucama, papi: no es justo. Ni siquiera
es buen negocio.
Ella no servirá de nada si Sean le pone las manos encima y tú
lo sabes. La última
sólo duró un mes antes de que nos tuviéramos que deshacer
de ella.” Su voz se
elevó en protesta.
“Te lo compensaré,
cariño.” Daniel Kelly puso el sello de autoridad sobre la
situación con un
movimiento de su mano. “Ahora basta de esto: debo trabajar
en nuestra
invitada. La búsqueda policial por ella está bien encaminada y
nuestra fuente ha
reportado que los Lanzani se han movido de su base. Es
hora de que se le
apunte a las autoridades en su dirección. Ven, Lali, tengo algo
que quiero que
recuerdes.” Daniel Kelly miró alrededor en busca mío pero
yo ya estaba
huyendo. De ninguna manera iba a sucumbir mansamente a su
manipulación
mental.
“Sean!” protestó.
Era más veloz que
el cabeza de rosquilla. Salí como refusilo por las puertas
y disparé corriendo
hacia los elevadores, esperando encontrar uno en espera o
al menos las
escaleras. Pero olvidé quien estaba afuera. Llegué hasta el pasillo
antes de que Gator
me bajara con un takle. Me tumbó, forzando a salir todo el
aire de mis
pulmones. Mi cabeza golpeó en las baldosas pero seguí pateando
y mordiendo
mientras me alzaba. Me sostuvo a un brazo de distancia y me
zamarreó.
“Detente,
pastelito. Si haces lo que el jefe dice, no saldrás lastimada.”
Goteaba sangre de
un corte que tenía a un lado de mi cabeza. Mi visión se
estaba torando gris
en los bordes.
“Tráela de regreso
aquí,” ordenó Kelly.
Gator me arrastró
hasta la sala de conferencias. “No se enoje mucho con ella,
Sr Kelly,” le rogó.
“La niña sólo está asustada.”
“Por el contrario,
no estoy enojado; ella está jugando a nuestro favor.”
Kelly miró a su
lujoso reloj Cartier. “Cuando la entreguemos a las autoridades
cubierta en sangre,
van a creerle más fácilmente. Ahora siéntala. Comenzaré con
ella ahora.” Era
tan frío, actuando como si yo fuera simplemente otro aburrido
item en su agenda
de reuniones del que quisiera deshacerse rápido.
Traté de librarme a
los arañazos. “No, déjenme en paz!”
Gator me tiró en
una silla y me ató a la misma con unos presintos plásticos.
Si quiera podía
limpiar la sangre de mi mejilla y tuve que dejarla correr
espesamente y caer
sobre mi pecho. Estaba temblando.
“Está en shock,”
dijo María con disgusto. “No conseguirás penetrar mucho en
su cerebro cuando
está así en blanco.”
Sean se deslizó
detrás de mí y puso sus manos sobre mis hombros, inhalando
profundamente.
“Ella no está en blanco. Encantador – temor, furia, y espantosa
anticipación – una
combinación maravillosa.”
María lo desestimó
con la mano. “No. Estás magnificando sus emociones. No
queremos que se nos
ponga catatónica.”
“Oh no, hay mucho
poder de lucha en ella como para que tome esa ruta tan
pronto.”
Gator se movió
incómodo. “Le va a hacer esa cosa de la mente a ella, sr.
Kelly?”
El empresario alzó
la vista. “Sí. Por?”
“Sólo que no me
parece correcto,” masculló Gator.
María lo apartó de
un empujón. “Oh, eres patético! Sabemos que odias
nuestros poderes
pero recuerda quién paga tu salario, Gator.”
“Debería dejarme
simplemente dispararle a un par de esos Lanzani,” se
quejó Gator.
“Pero fallaste,”
dijo María con aspereza. “Oh, he tenido suficiente de todo
esto. Papi, podemos
continuar? Tengo el inventario de ropa que supervisar.”
Daniel Kelly tomó
mi cabeza y la sujetó con firmeza. Podía sentir su presencia
empujándome,
intentando tomar control. Fusiones y adquisiciones. Elevé mis
muros, imaginando
que apilaba el tocador, la cama y todo lo que tuviera a mano
para retenerlo y
que no pasara mi escudo. No pude evitar captar destellos de
lo que él estaba
intentando implantar en mi cerebro. Él me estaba enviando
imágenes de Peter y
Xav atrayéndome hacia la calle y encerrándome en el
maletero de un auto
viejo y maltratado. Me mantenían allí mientras pretendían
unirse a mi
búsqueda, luego huyendo conmigo bajo las narices de la policía
local. Me mantenían
cautiva en un almacén abandonado, riéndose de mí por
creer que Peter me
amaba, atormentándome…
No! Le cerré de un
portazo a sus sugerencias. Los Lanzani no hacían eso,
nunca le harían eso
a nadie. Recuerda la verdad. Gator y O’Halloran. El avión.
El hotel. Piensa en
dónde estás.
Los Lanzani te
odian. Peter es demasiado para tí – demasiado genial,
demasiado apuesto –
por supuesto que debía ser una trampa. Tú lo
sospechaste. Él te
ha estado usando. Él y Xav le hacen esto a las chicas todo
el tiempo. Había
que detenerlos, oficial. Tuve que dispararles. Fue su arma la
que usé.
No, no, no. Podía
sentir a mi cerebro cediendo ante su asalto. Nunca le he
disparado a nadie.
La imagen del arma
en mi propia mano era tan intensa, hasta con las uñas
mordidas.
Esa no soy yo. Peter
y Xav aún están con vida. No les he disparado. Mis ojos se
abrieron de golpe.
“Tú vas a dispararle a Peter y a su hermano?”
Daniel Kelly no
pudo esconder la ráfaga de asombro de que me le hubiera
escapado de su
control. Su anillo de sello se hundió en mi mejilla, haciendo
aguar mis ojos.
“Puede que tú no aprietes el gatillo pero pensarás que sí lo
hiciste.”
Las imágenes
inundaron nuevamente mi cabeza, rojos intensos, negros
entintados, los
colores primarios dando vueltas. El peso de un arma de fuego en
mi palma. Peter muerto a mano mía. Xav también. Yo era una
asesina, aunque
había sido en
defensa propia.
No.
Sí. Así fue como
sucedió. Me equivoqué con ellos. Los Lanzani eran una
familia de
enfermos. Ellos sólo querían atormentar a aquellos que caían en sus
manos. Todos ellos
enfermos, enfermos, enfermos.
Esto estaba mal,
mal, mal.
Perdí el
conocimiento.
Durante las horas
siguientes, cada vez que recuperaba la conciencia, sentía
como si astillas de
vidrio se clavaran en mi cerebro. No podía pensar con
claridad. Tenía la
impresión de varias sesiones con los oscuros ojos de Daniel
Kelly sellados a
fuego en mi mente, con mi cabeza sujeta rígidamente bajo
su agarre. En
ocasiones Sean también estaba allí, bebiéndose la resaca de mi
angustia, haciendo
todo aún peor. Kelly parecía furioso de que todavía seguía
resistiendo pero
finalmente estuve tan confundida que mi mente gritaba por que
tomara la salida
fácil y accediera a lo que él insistía era la verdad.
“Dime otra vez qué
sucedió, Lali,” me ordenó por lo que parecía ya la
centésima vez.
“Usted…usted me
salvó.” Las imágenes de él entrando al hospital para
ofrecerme confort
luego del baño de sangre en el almacén parpadearon ante
mis ojos. Él había
venido al rescate de mis padres, nos encontró una habitación
privada, pagó por
el hospedaje. Siendo tan generoso con la pobre familia inglesa
de la que oyó
hablar en las noticias.
“Así es. Y quienes
te secuestraron?”
“Los Lanzani. Ellos
están enfermos y son malévolos.” No – sí. No
sabía. “Quiero irme
a casa.”
”No, no quieres.
Quieres quedarte aquí en Vegas donde te sientes segura.”
Una imagen forzó su
entrada a mi cabeza: una habitación con puertas
reforzadas y
ventanas enrejadas donde nadie podía alcanzarme.
“Me siento segura.”
”Con la gente que
te ayudó. Sean ha sido tan amable.”
“Amable. Gator ha
sido amable. Él me trajo el desayuno. Pidió que no me
hicieran daño.”
“No Gator. Mi hijo,
Sean. Él va a ayudarte a sanar.”
“Lo hará?”
“Sí, se llevará
toda esa desagradable emoción de dentro tuyo.”
Asentí. Eso sonaba
bien. No quería sentir. María entró en la habitación con
O’Halloran y Gator
detrás. “Está lista? Está tomando demasiado tiempo. Los
Lanzani ya están en
la ciudad y ese canalla de Víctor Lanzani ha solicitado una
orden de cateo para
buscar en nuestras propiedades.”
Daniel Kelly
pellizcó mi barbilla. “Sí, creo que lo está. Un poco de confusión
la hará más
convincente. Pónganla en posición y luego manden el mensaje a
los Lanzani de que
pueden hallarla en el almacén del viejo aeropuerto. Los dos
chicos tienen que
ir solos o no habrá trato.”
“No vendrán solos –
el resto no se los permitirá.”
“Intentarán hacer
parecer que están solos y eso será suficiente. Los otros
estarán demasiado
lejos para evitar lo que va a suceder. Nosotros mismos
alertaremos a la
policía. Un poco de confusión entre agencias en la mezcla
siempre ayuda.”
Alcé mi cabeza.
Esto no tenía sentido. Ya había sucedido, o no era así? Ya
había estado en el
almacén, sabía quién resultó disparado. Había sangre en
mis manos.
María sonrió. “A
nuestra pequeña Savant le está costando tener bien en claro
los hechos.”
“Ella estará bien.
Todo lo que tiene que hacer es sentarse allí con el arma en
su mano mientras el
FBI y la policía discuten de cómo pudo salir todo tan mal.
O’Halloran tú
tenías un freno a la telepatía?”
Él asintió. “Se
mantendrá hasta que ella se acerque a uno de ellos.”
“Asegúrate de
eliminarlos rápido. Tira el arma en sus manos y escapa antes
de que la policía y
el FBI lleguen. Los quiero preguntándose qué demonios
sucedió.”
“Seguro jefe.”
Kelly hizo tronar
sus nudillos. “Después de hoy, la Red Savant sabrá que
nadie interfiere
con mi gente y sale indemne. Nos dejarán en paz en un futuro.
Ahora, Lali, este
es un adiós hasta que nos encontremos de nuevo por primera
vez en el hospital.
Cuando diga la palabra, olvidarás todo lo sucedido desde
ayer y recordarás
sólo lo que te he dicho.”
Continuara....
mas noveeee
ResponderEliminarporque la dejas asiiii, no quiero que lali cambieee xd
ResponderEliminarNOOOOOOOOO!!! seguilaaaa quiero saber que pasa!!!!!
ResponderEliminarMAAAAAAAAAS!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMas nove!! Es muy buena esta nove!sunq lali sufre mucho.. Me hace acordar a la cuarta temporada de CA... Mass
ResponderEliminar@nathies1024
noooo!!!!!! PETER TIENE QUE HACER ALGO!!!! te juro estoy llorando!!! es la primera ves que leo una nove y me hace llorar sentite privilegiada jajajaj maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssss!!!!!!!!!1
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssssss!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!1
ResponderEliminarEsto esta muy mal! No me imagino lo que va a pasaaaar!!!
ResponderEliminarSubi mas por favor.
Todo esto me hizo acordar cuando en Casi Angeles les implantaban recuerdos falsos!
Subi mas capitulos, por faaaaas! Quiero saber que va a pasar!!
ResponderEliminarmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas Juliii maaaaaaaaaaaaaaas!!!!
ResponderEliminarno puedo creer que todoo eso este pasandooo pleaseeee que todo salga mal que lali recuerde que todo eso es mentira!!! por faaaa
ResponderEliminarmaaas julii por fa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!mas mas mas mas mas mas mas maaas subiras mas??
ResponderEliminarjuli subii!!!! por fis!!!! me muero de la intriga!!! decime por dios que Peter va a salir al rescate de Lali por faaaaaaaaaaaaassssssssssss!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! maaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssss!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarAh que genial esto.. SUBI OTRO YA MISMO YA
ResponderEliminarMAAAS
beso,Anto
Maaaaaaaaas! Buenisimoo! Que HDP Kelly! Pobree Lali, y Peter y Xav, y todos!!! Conchales todo mal les sale! Maaaaas Breen
ResponderEliminaray pobre lali :/
ResponderEliminarnovela solo tu: http://morithalaliter.blogspot.mx/
Noo no puede ser, quietosaber que va a pasaar ahora!! Beso
ResponderEliminarPd: no voy a usar mas el twitter asiqe no avises mas ahi, yo pasare por el blog directamente, el twitter es @AriadnaAyelen, gracias :)
Arii
U uuu no pobre Lali :( todo esta mal :(:/ quiero más
ResponderEliminarEsperemos que lali pueda con todo!!! Más me encanta!
ResponderEliminarMe encanta esta novela loco. Leia todo esto con nervios por lo que decia Lali
ResponderEliminarmas
ResponderEliminarnovela
ResponderEliminarPor
ResponderEliminarFavor
ResponderEliminarLali va a tener k desarrollar sus poderes Savant a pasos agigantados.
ResponderEliminarNO, POR FAVORRR NOOOOOOOO!!!!! :'| POR DIOSSSSS ME VOY A MORIRRRRRRRRRR NECESITO EL PROXIMO CAP JULII POR FASSS !!! @LuciaVega14
ResponderEliminarnuuuuuuuuuuu :(((( Por favor sube mas y que Lali se acuerde de la verdad cuando vea a PEter!!!!!
ResponderEliminarMAssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
Besos
maaaas noveeee por favor
ResponderEliminarhace ya 4 dias que no tenemos nuevos caps
JUUUULIII sorry desapareci pero mi escusa ya esta posteada en mi blog este si puedes pasar a leer estaria bueno y hoy te firmo para que sepas q me estoy adelantando y espero volver para el lunes de la otra semana ok bye besos
ResponderEliminar