sábado, 2 de marzo de 2013

Capítulo 31:

AMO esta foto ♥



Con los esquís al hombro, caminamos hacia la cola de ascenso. Los ojos de
Xav se ampliaron cuando me vio en la boletería. Le echó a Cande una mirada de
pánico.

“Lali, cariño, no crees que es algo prematuro como para hacer una corrida
desde la cima?” me preguntó él.
“No, me siento con ganas.” Contuve mi sonrisa.
“Cande, tienes que convencerla de que no lo haga. Se podría matar.”
“No te preocupes Xav, ella piensa que tiene un talento aún no descubierto.”
Cubrió el boletero con su mano. “No te venderé uno, Lali.”
Hice rodar mis ojos. “Por el amor de Dios, Xav, no soy completamente
estúpida. Sólo voy arriba por el paseo. Cande es la que va a bajar esquiando.”
Se rió con alivio. “Genial. Va sin cargo entonces. Pero sólo para estar seguros,
yo cuidaré de tus esquíes.”
Cande mostró su pase de temporada y nos subimos al coche. La vista era
espectacular. Quedamos colgadas sobre el techo de la casa de los Lanzani
por un segundo, luego partimos rozando la parte superior de los abetos hasta
que ellos también se alejaron y nos quedamos balanceando atravesando un
desfiladero. Bajo nosotras, como si fueran hormigas, pasaban a toda velocidad
los esquiadores, haciendo a todo el asunto parecer tan sencillo. Diez minutos
más tarde nos bajamos en la estación de la cima. Peter estaba ocupado cargando
los coches que bajaban – había sólo unos pocos turistas como yo así que no
tomaría mucho tiempo.
“Tómate un café.” Cande me dio un empujoncito hacia el puesto de comidas y
bebidas. “Te veré de nuevo en la bajada del teleférico en media hora.”
“Ok. Diviértete.”
Acomodando sus pies sobre los esquís, se impulsó desde el inicio de la pista
negra.
“Un café con leche y una dona, por favor,” le solicité al hombre de rostro
resplandeciente ubicado en el puesto.
“No estás esquiando, cariño?” preguntó, entregándome mi dona en una bolsa
blanca.
“Primera vez sobre los esquís. Soy patética.”
Se rió. También lo soy yo. Por eso me quedo sirviendo el café.”
“Cuánto le debo?”
“Va por cortesía de la casa – para celebrar tu primera experiencia esquiando.”
“Gracias.”
Peter trotó por detrás y me tomó por la cintura, levantándome en el aire,
forzándome a lanzar un pequeño chillido.
“Cómo te está yendo?”
“Soy malísima esquiando.”
“Seeh, pensé que lo serías.” Me giró. “Sólo tengo un minuto hasta que el
siguiente coche llegue, lo suficiente como para robar un mordisco de lo que sea
que lleves allí dentro.”
“Esta es tu chica, Peter?” preguntó el puestero.
“Sí José.”
“Por qué será que las mejores siempre están tomadas? Oh bueno.” Pasó una
taza de plástico y me guiñó un ojo.
Peter me llevó hacia su cabina, en la cabecera del teleférico. Podíamos escuchar
el crujido y gemido de las ruedas recorriendo el ascenso. Estudié el rostro de
Peter mientras él chequeaba algo en el panel de control – la amplitud de sus
hombros mientras se estiraba para hacer un ajuste en la pantalla, los músculos
de sus brazos al flexionarlos. No había comprendido antes por qué mis amigas
pasaban tanto tiempo admirando a los chicos en mi vieja escuela; ahora me unía
por completo a la fiesta. Era este hermoso chico realmente mío? Era difícil de
creer que había sido tan afortunada.
“Cómo sabes dónde está el coche?” pregunté mientras Peter distraídamente le
daba un mordisco a la dona.
“Hey!”
Se rió, sosteniendo la bolsa fuera de mi alcance, y señalando hacia la pantalla.
Había una serie de luces que se iban apagando a medida que los coches pasaban
por ese punto. “Eso me muestra que tengo cuatro minutos.”
Saltando, tomé la dona de regreso y lamí su confitura.
“Adicta a los dulces?”
“Lo has notado?”
“El chocolate caliente con de todo un poco fue una pequeña pista.”
Le di un mordisco y se la entregué otra vez. “Puedes terminarla.”
La devoró y luego tomó un sorbo de café.
“Agh! Con leche. Debí haberlo supuesto. Necesito algo para sacarme
el gusto.” Se dio unos golpecitos en la barbilla, con un ojo puesto sobre el
monitor. “Ya sé!” Se inclinó y mordisqueó mis labios. Sentí mi cuerpo cambiar,
una extraña pesadez que me instaba a sujetarme con fuerza o colapsar a sus
pies. Él soltó un gemido de placer y profundizó el beso.
Fuimos interrumpidos por la llegada del siguiente lote de esquiadores.
Desafortunadamente, se trataba principalmente de chicos de la secundaria,
quienes golpeaban las puertas y silbaron cuando vieron lo que estaba
sucediendo en la cabina.
“Aquí Peter, deja de besuquearte y déjanos salir!” gritó una chica de mi clase de
ciencias.
“Abajo chico!” protestó un chico del último año.
“Está bien, está bien,” contestó Peter, dejándome sobre mis pies. Lucía
complacido más que avergonzado mientras que mi cara exploraba todas las
posibilidades dentro del espectro del colorado.
Una vez que los esquiadores se largaron a sus pistas de preferencia, me quedé
con Peter por otros diez minutos, luego tomé el coche de bajada.
“Gracias por venir hasta arriba,” dijo Peter, cerrando la puerta tras de
mí. “Todavía tienes algo de azúcar en el labio.” Posó un suave beso sobre mi
boca, luego enderezó mi chaqueta.
“Hmm, creo que tendré que visitarte otra vez. Al parecer el teleférico va a ser
lo mío más que esquiar.”
“Cuídate.”
“Lo intentaré. Cuídate tú también.”

Cande persistió con mis lecciones hasta el punto en que, el fin de semana
previo al Día de Acción de Gracias, pude dar la vuelta por la pista infantil sin
caerme hasta llegar a la base.
“Yupiiii!!!” Hizo un pequeño baile sobre el lugar mientras lo
lograba. “Caballeros Jedi, cuídense!”
Luché por quitarme los esquís. “No creo que vaya a ser una amenaza para el
Imperio aún.”
“Es un inicio – no lo derrumbes.” Recogió sus propios esquís. Este domingo
estaba mucho más nublado que la primera vez sobre la pista, no se veía la cima,
el clima estaba sombrío.
Nos colocamos en la cola para el ascenso para encontrar a Saul en el
escritorio.
“Hola Cande, Lali.” Dejó a Cande pasar por el molinete de acceso pero no
conmigo. Saul me estaba reteniendo. “No tiene sentido que tú subas hoy, Lali.
Xav está de turno. Le di a Peter el día libre para que vaya a hacer snowboard.”
“Oh, está bien.”
El teleférico estaba a punto de partir. Cande me saludó. “Espera aquí. No
tardaré mucho en esquiar de regreso. El clima está horrendo como para
quedarse.”
Me salí del camino. El resto de la cola llenó el interior.
“No podemos mantenerte a ti y a Peter separados, eh?” dijo Saul, viniendo a
sentarse a mi lado en el banco del área de espera mientras el coche comenzada
su travesía hacia la cima.
“Así parece.” Sacudí la nieve. Tenía el extraño presentimiento de que Saul
sospechaba de mí.
“No queremos que nada les suceda a ninguno de ustedes.” Estiró sus largas
piernas, el gesto, recordándome al de su hijo.
“Lo sé. Ha estado tranquilo, no es así?”
“Sí, lo ha estado. No sabemos qué pensar. Me gustaría creer que la amenaza
ya se ha ido pero mi cabeza me dice otra cosa.”
“Están a cubierto?”
“Ésa es mi suposición. Siento que hayas quedado atrapada en esto. Esta
gente sabe que si consiguen a un miembro de mi familia, nos debilitan a todos.”
Su perfil lucía noble mirando a las montañas, su expresión resuelta. Sentí que
Saul pertenecía al paisaje que nos rodeaba en una forma que pocos residentes
lo hacían; estaba a tono con él, era parte de su melodía. Hombre-Montaña –
permaneciendo como una barrera entre su familia y el peligro. “Víctor no cree
que les vaya a importar a quien lastimen,” continuó, “siempre y cuando el resto
de nosotros esté tan emocionalmente lisiado que no podamos funcionar como
un equipo. Tengo a todos encerrados, no sólo Peter. Pero no podemos seguir
así. Nuestro trabajo es duro y nuestros muchachos necesitan ser libres de
desahogarse, de olvidar. No pueden hacerlo si no se les está permitido actuar
naturalmente.”
“Sé acerca del encierro, Peter me lo dijo. Pero no está él algo expuesto aquí
fuera haciendo snowboard? Y Xav en la cima de la montaña por su cuenta.”
Saul rascó la costura de sus vaqueros un trozo de tierra. “no te preocupes por
los muchachos. Tenemos seguridad en el lugar. Ahora que sabemos del savant
usando escudos, sabemos lo que estamos buscando. Aquella vez en el bosque,
bueno, supongo que podrías decir que nos agarró desprevenidos. No otra vez. Y
tú, tú estás siendo cuidadosa?”
“Sí. No salgo sola. Sally y Simon son conocidos por ser desconfiados de la
gente que no reconocemos.”
“Bien. No bajes la guardia.” Nos quedamos sentados en silencio por unos
minutos, las palabras que no se dijeron colgando entre nosotros.
“Peter le contó, no es cierto?”
Se estiró y apretó mi mano. “Karla y yo sabemos. Y no podríamos estar más 
contentos. No pudimos evitar notar que algo monumental le había sucedido a
nuestro hijo. Por tu bien, por el de Peter, por el de los otros, creemos que es lo
correcto mantenerlo en secreto hasta que esto esté resuelto.”
“Los otros?”
“Lali, no creo que entiendas en lo que te estás metiendo aquí. Tú ahora eres
la prioridad número uno de Peter, tanto como Karla es la mía. Verlo que encontró
eso será duro para los otros. Parecerá injusto, siendo él el más joven, que su
Soulfinder le haya simplemente caído sobre el regazo mientras que los otros aún
tienen que buscar a la suya. Estarán encantados por él, pero no serían humanos
si no estuvieran algo celosos.”
“No quiero crear problemas para su familia.”
Me dio unas palmaditas sobre la mano. “Lo sé. Sólo danos tiempo para
atravesar esto y estarán ansiosos por darte la bienvenida como a uno de
nosotros.”
“Pero todavía no sé acerca de eso. Apenas me estoy acostumbrando a Peter; no
he pensado en nada más allá de las próximas semanas.”
Saul me dio una sonrisa cómplice. “No debes preocuparte, Lali, todo caerá en
su lugar a su debido tiempo. No has considerado que Dios y la naturaleza están
trabajando en esto; sentirás lo que debas sentir cuando estés lista.”
Espero que esté en lo cierto. Mis sentimientos por Peter eran cada vez
mayores, pero todavía no lo eran lo suficiente como para estar pensando en
términos de un compromiso eterno, que es lo que ellos estaban esperando. Me
conocía a mí misma lo suficiente como para darme cuenta que daría marcha
atrás a lo grande si alguien forzaba el asunto. Hasta el momento, Peter parecía
entender eso, pero, por cuánto tiempo duraría su paciencia?


Continuara....

Muchas de las que siempre firman en exceso no están asique yo les diría que todas se pongan las pilas y firmen si quieren más... por un rato más puedo subir asique aprovechen...

16 comentarios:

  1. Meee encanto son mas cuchis khjuimnj
    MAAAAAAS
    Beso,Anto

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  2. estoy metidisima en la historia :)

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  3. Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas Nove, porfa subi mas caps mientras puedas ;)

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  4. massss!
    Ahora voy a leer, asi habra mas firmas :P jajjajaj
    Besos

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  5. jajjaj que lindos que son ♥♥
    y que tierna Cande, feliz porque su amiga pudo dar la vuelta por la pista infantil sin caerse! creo que yo ni en una semana lograria eso jajajja

    La charla con Saul fue muy profunda y ¿el don de Lali los ayudara a vencer a estas personas que les esta persiguiendo? Espero solo que no tengan nada que ver con las personas de la vida pasada de Lali, aunque si tengo el presentimiento que si, tienen algo que ver :/
    Besos

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  6. Quiero k Lali descubra su don , ya sabemos el d los Lanzani

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  7. bgldvijsljfvrk.flwokefñolw me encanto la charla de Lali con Saul ♥ y cuando lo fue a visitar arriba wfljwelfjwe :$ mas tiernooooooo mori de amorrrrrr @LuciaVega14

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  8. eso es ser un suegro GAMBA jajajaj

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Gracias por leer. Espero tu comentario :)