AMO esta foto ♥ |
Con los esquís al
hombro, caminamos hacia la cola de ascenso. Los ojos de
Xav se ampliaron
cuando me vio en la boletería. Le echó a Cande una mirada de
pánico.
“Lali, cariño, no
crees que es algo prematuro como para hacer una corrida
desde la cima?” me
preguntó él.
“No, me siento con
ganas.” Contuve mi sonrisa.
“Cande, tienes que
convencerla de que no lo haga. Se podría matar.”
“No te preocupes
Xav, ella piensa que tiene un talento aún no descubierto.”
Cubrió el boletero
con su mano. “No te venderé uno, Lali.”
Hice rodar mis
ojos. “Por el amor de Dios, Xav, no soy completamente
estúpida. Sólo voy
arriba por el paseo. Cande es la que va a bajar esquiando.”
Se rió con alivio.
“Genial. Va sin cargo entonces. Pero sólo para estar seguros,
yo cuidaré de tus
esquíes.”
Cande mostró su
pase de temporada y nos subimos al coche. La vista era
espectacular.
Quedamos colgadas sobre el techo de la casa de los Lanzani
por un segundo,
luego partimos rozando la parte superior de los abetos hasta
que ellos también
se alejaron y nos quedamos balanceando atravesando un
desfiladero. Bajo
nosotras, como si fueran hormigas, pasaban a toda velocidad
los esquiadores,
haciendo a todo el asunto parecer tan sencillo. Diez minutos
más tarde nos
bajamos en la estación de la cima. Peter estaba ocupado cargando
los coches que
bajaban – había sólo unos pocos turistas como yo así que no
tomaría mucho
tiempo.
“Tómate un café.” Cande
me dio un empujoncito hacia el puesto de comidas y
bebidas. “Te veré
de nuevo en la bajada del teleférico en media hora.”
“Ok. Diviértete.”
Acomodando sus pies
sobre los esquís, se impulsó desde el inicio de la pista
negra.
“Un café con leche
y una dona, por favor,” le solicité al hombre de rostro
resplandeciente
ubicado en el puesto.
“No estás
esquiando, cariño?” preguntó, entregándome mi dona en una bolsa
blanca.
“Primera vez sobre
los esquís. Soy patética.”
Se rió. También lo
soy yo. Por eso me quedo sirviendo el café.”
“Cuánto le debo?”
“Va por cortesía de
la casa – para celebrar tu primera experiencia esquiando.”
“Gracias.”
Peter trotó por
detrás y me tomó por la cintura, levantándome en el aire,
forzándome a lanzar
un pequeño chillido.
“Cómo te está
yendo?”
“Soy malísima
esquiando.”
“Seeh, pensé que lo
serías.” Me giró. “Sólo tengo un minuto hasta que el
siguiente coche
llegue, lo suficiente como para robar un mordisco de lo que sea
que lleves allí
dentro.”
“Esta es tu chica, Peter?”
preguntó el puestero.
“Sí José.”
“Por qué será que
las mejores siempre están tomadas? Oh bueno.” Pasó una
taza de plástico y
me guiñó un ojo.
Peter me llevó
hacia su cabina, en la cabecera del teleférico. Podíamos escuchar
el crujido y gemido
de las ruedas recorriendo el ascenso. Estudié el rostro de
Peter mientras él
chequeaba algo en el panel de control – la amplitud de sus
hombros mientras se
estiraba para hacer un ajuste en la pantalla, los músculos
de sus brazos al
flexionarlos. No había comprendido antes por qué mis amigas
pasaban tanto
tiempo admirando a los chicos en mi vieja escuela; ahora me unía
por completo a la
fiesta. Era este hermoso chico realmente mío? Era difícil de
creer que había
sido tan afortunada.
“Cómo sabes dónde
está el coche?” pregunté mientras Peter distraídamente le
daba un mordisco a
la dona.
“Hey!”
Se rió, sosteniendo
la bolsa fuera de mi alcance, y señalando hacia la pantalla.
Había una serie de
luces que se iban apagando a medida que los coches pasaban
por ese punto. “Eso
me muestra que tengo cuatro minutos.”
Saltando, tomé la
dona de regreso y lamí su confitura.
“Adicta a los
dulces?”
“Lo has notado?”
“El chocolate
caliente con de todo un poco fue una pequeña pista.”
Le di un mordisco y
se la entregué otra vez. “Puedes terminarla.”
La devoró y luego
tomó un sorbo de café.
“Agh! Con leche.
Debí haberlo supuesto. Necesito algo para sacarme
el gusto.” Se dio
unos golpecitos en la barbilla, con un ojo puesto sobre el
monitor. “Ya sé!”
Se inclinó y mordisqueó mis labios. Sentí mi cuerpo cambiar,
una extraña pesadez
que me instaba a sujetarme con fuerza o colapsar a sus
pies. Él soltó un
gemido de placer y profundizó el beso.
Fuimos
interrumpidos por la llegada del siguiente lote de esquiadores.
Desafortunadamente,
se trataba principalmente de chicos de la secundaria,
quienes golpeaban
las puertas y silbaron cuando vieron lo que estaba
sucediendo en la
cabina.
“Aquí Peter, deja
de besuquearte y déjanos salir!” gritó una chica de mi clase de
ciencias.
“Abajo chico!”
protestó un chico del último año.
“Está bien, está
bien,” contestó Peter, dejándome sobre mis pies. Lucía
complacido más que
avergonzado mientras que mi cara exploraba todas las
posibilidades
dentro del espectro del colorado.
Una vez que los
esquiadores se largaron a sus pistas de preferencia, me quedé
con Peter por otros
diez minutos, luego tomé el coche de bajada.
“Gracias por venir
hasta arriba,” dijo Peter, cerrando la
puerta tras de
mí. “Todavía tienes
algo de azúcar en el labio.” Posó un suave beso sobre mi
boca, luego
enderezó mi chaqueta.
“Hmm, creo que
tendré que visitarte otra vez. Al parecer el teleférico va a ser
lo mío más que
esquiar.”
“Cuídate.”
“Lo intentaré.
Cuídate tú también.”
Cande persistió con
mis lecciones hasta el punto en que, el fin de semana
previo al Día de
Acción de Gracias, pude dar la vuelta por la pista infantil sin
caerme hasta llegar
a la base.
“Yupiiii!!!” Hizo
un pequeño baile sobre el lugar mientras lo
lograba.
“Caballeros Jedi, cuídense!”
Luché por quitarme
los esquís. “No creo que vaya a ser una amenaza para el
Imperio aún.”
“Es un inicio – no
lo derrumbes.” Recogió sus propios esquís. Este domingo
estaba mucho más
nublado que la primera vez sobre la pista, no se veía la cima,
el clima estaba
sombrío.
Nos colocamos en la
cola para el ascenso para encontrar a Saul en el
escritorio.
“Hola Cande, Lali.”
Dejó a Cande pasar por el molinete de acceso pero no
conmigo. Saul me
estaba reteniendo. “No tiene sentido que tú subas hoy, Lali.
Xav está de turno.
Le di a Peter el día libre para que vaya a hacer snowboard.”
“Oh, está bien.”
El teleférico
estaba a punto de partir. Cande me saludó. “Espera aquí. No
tardaré mucho en
esquiar de regreso. El clima está horrendo como para
quedarse.”
Me salí del camino.
El resto de la cola llenó el interior.
“No podemos
mantenerte a ti y a Peter separados, eh?” dijo Saul, viniendo a
sentarse a mi lado
en el banco del área de espera mientras el coche comenzada
su travesía hacia
la cima.
“Así parece.”
Sacudí la nieve. Tenía el extraño presentimiento de que Saul
sospechaba de mí.
“No queremos que
nada les suceda a ninguno de ustedes.” Estiró sus largas
piernas, el gesto,
recordándome al de su hijo.
“Lo sé. Ha estado
tranquilo, no es así?”
“Sí, lo ha estado.
No sabemos qué pensar. Me gustaría creer que la amenaza
ya se ha ido pero
mi cabeza me dice otra cosa.”
“Están a cubierto?”
“Ésa es mi
suposición. Siento que hayas quedado atrapada en esto. Esta
gente sabe que si
consiguen a un miembro de mi familia, nos debilitan a todos.”
Su perfil lucía
noble mirando a las montañas, su expresión resuelta. Sentí que
Saul pertenecía al
paisaje que nos rodeaba en una forma que pocos residentes
lo hacían; estaba a
tono con él, era parte de su melodía. Hombre-Montaña –
permaneciendo como
una barrera entre su familia y el peligro. “Víctor no cree
que les vaya a
importar a quien lastimen,” continuó, “siempre y cuando el resto
de nosotros esté
tan emocionalmente lisiado que no podamos funcionar como
un equipo. Tengo a
todos encerrados, no sólo Peter. Pero no podemos seguir
así. Nuestro
trabajo es duro y nuestros muchachos necesitan ser libres de
desahogarse, de
olvidar. No pueden hacerlo si no se les está permitido actuar
naturalmente.”
“Sé acerca del
encierro, Peter me lo dijo. Pero no está él algo expuesto aquí
fuera haciendo
snowboard? Y Xav en la cima de la montaña por su cuenta.”
Saul rascó la
costura de sus vaqueros un trozo de tierra. “no te preocupes por
los muchachos.
Tenemos seguridad en el lugar. Ahora que sabemos del savant
usando escudos,
sabemos lo que estamos buscando. Aquella vez en el bosque,
bueno, supongo que
podrías decir que nos agarró desprevenidos. No otra vez. Y
tú, tú estás siendo
cuidadosa?”
“Sí. No salgo sola.
Sally y Simon son conocidos por ser desconfiados de la
gente que no
reconocemos.”
“Bien. No bajes la
guardia.” Nos quedamos sentados en silencio por unos
minutos, las
palabras que no se dijeron colgando entre nosotros.
“Peter le contó, no
es cierto?”
Se estiró y apretó
mi mano. “Karla y yo sabemos. Y no podríamos estar más
contentos. No
pudimos evitar notar que algo monumental le había sucedido a
nuestro hijo. Por
tu bien, por el de Peter, por el de los otros, creemos que es lo
correcto mantenerlo
en secreto hasta que esto esté resuelto.”
“Los otros?”
“Lali, no creo que
entiendas en lo que te estás metiendo aquí. Tú ahora eres
la prioridad número
uno de Peter, tanto como Karla es la mía. Verlo que encontró
eso será duro para
los otros. Parecerá injusto, siendo él el más joven, que su
Soulfinder le haya
simplemente caído sobre el regazo mientras que los otros aún
tienen que buscar a
la suya. Estarán encantados por él, pero no serían humanos
si no estuvieran
algo celosos.”
“No quiero crear
problemas para su familia.”
Me dio unas
palmaditas sobre la mano. “Lo sé. Sólo danos tiempo para
atravesar esto y
estarán ansiosos por darte la bienvenida como a uno de
nosotros.”
“Pero todavía no sé
acerca de eso. Apenas me estoy acostumbrando a Peter; no
he pensado en nada
más allá de las próximas semanas.”
Saul me dio una
sonrisa cómplice. “No debes preocuparte, Lali, todo caerá en
su lugar a su
debido tiempo. No has considerado que Dios y la naturaleza están
trabajando en esto;
sentirás lo que debas sentir cuando estés lista.”
Espero que esté en
lo cierto. Mis sentimientos por Peter eran cada vez
mayores, pero
todavía no lo eran lo suficiente como para estar pensando en
términos de un
compromiso eterno, que es lo que ellos estaban esperando. Me
conocía a mí misma
lo suficiente como para darme cuenta que daría marcha
atrás a lo grande
si alguien forzaba el asunto. Hasta el momento, Peter parecía
entender eso, pero,
por cuánto tiempo duraría su paciencia?
Continuara....
Muchas de las que siempre firman en exceso no están asique yo les diría que todas se pongan las pilas y firmen si quieren más... por un rato más puedo subir asique aprovechen...
maaaaaaaaaaaaas
ResponderEliminarotroooo
ResponderEliminarMeee encanto son mas cuchis khjuimnj
ResponderEliminarMAAAAAAS
Beso,Anto
estoy metidisima en la historia :)
ResponderEliminarMaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas Nove, porfa subi mas caps mientras puedas ;)
ResponderEliminarM
ResponderEliminarM
ResponderEliminarA
S
N
O
V
E
quieroooo maaaaaas!!!!!
ResponderEliminarSUBI OTROOOOOO!!!!!
ResponderEliminarmassss!
ResponderEliminarAhora voy a leer, asi habra mas firmas :P jajjajaj
Besos
haaaaaaa!!! masss
ResponderEliminarmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!
ResponderEliminarjajjaj que lindos que son ♥♥
ResponderEliminary que tierna Cande, feliz porque su amiga pudo dar la vuelta por la pista infantil sin caerse! creo que yo ni en una semana lograria eso jajajja
La charla con Saul fue muy profunda y ¿el don de Lali los ayudara a vencer a estas personas que les esta persiguiendo? Espero solo que no tengan nada que ver con las personas de la vida pasada de Lali, aunque si tengo el presentimiento que si, tienen algo que ver :/
Besos
Quiero k Lali descubra su don , ya sabemos el d los Lanzani
ResponderEliminarbgldvijsljfvrk.flwokefñolw me encanto la charla de Lali con Saul ♥ y cuando lo fue a visitar arriba wfljwelfjwe :$ mas tiernooooooo mori de amorrrrrr @LuciaVega14
ResponderEliminareso es ser un suegro GAMBA jajajaj
ResponderEliminar