Gator se disculpó
mientras ataba mis piernas y me dejaba sentada en medio
del vacío almacén.
“Sólo has lo que te
diga y entonces esto terminará,” me dijo, corriendo mi
cabello tras la
oreja.
Estaba temblando,
pese a estar vestida con mi traje de esquiar. Mi cuerpo
se comportaba como
si tuviera una fiebre que intentaba disipar. Nada se sentí
bien. Gator tomó
posición a unos cuantos pies por detrás de mí, escudándose
detrás de una
barrerade cajas. Podía escucharlo revisar el cargador del arma.
Estaba él aquí para
defenderme? No podía recordarlo. Ni siquiera estaba
segura de quién era
él. Qué estaba mal conmigo? Mi cerebro se sentía como un
copo de algodón.
Luego de lo que
pareció una eternidad, se produjo un sonido ahogado a la
distancia. La
puerta corrediza se movió un par de centímetros.
“Somos nosotros.
Hemos venido solos como lo demandaron.” Era Xav
Lanzani. Mi
enemigo.
“Qué han hecho con Lali?
Se encuentra ella bien?” Su hermano, Peter. Lo
conocía, no es así?
Él era mi novio. Dijo que me amaba.
Él no te ama, sólo
está jugando contigo. Las palabras flotaban en mi
cerebro pero no
podía recordar por qué pensaba eso.
Me mantuve callada,
llevé mis rodillas a mi pecho.
Lali? Por favor
contesta! Me estoy volviendo loco aquí. Dime que estás bien.
Peter también
estaba en mi cabeza. No había lugar donde esconderme. No
pude contenerme,
dejé escapar un pequeño quejillo.
“Xav, es ella! Está
herida!”
Xav lo retuvo. “Es
una trampa, Peter. Hacemos como acordamos.”
Ellos aún no
estaban a la vista.
“Díganos qué quiere
a cambio de Lali y los suyos.” La voz de Peter era
inestable.
Nada de esto tenía
sentido. Yo les había disparado. Por qué estaban ellos
aquí? Por qué tenía
que revivir la pesadilla?
“Sólo salgan donde
pueda verlos y les diré,” dijo Gator.
“La cosa es, que no
somos estúpidos. Puede decírnoslo mientras nos
quedamos en donde
estamos.”
“Si no sales con
tus manos en alto, le pondré una bala a tu pequeña
noviecita.”
No se suponía que
fuera a ser así. Yo me quedé con el arma en el forcejeo con
Peter y le disperé
a ambos Lanzani. Lo ví pasar – estaba allí, en mi cerebro.
“Peter?” Mi voz era
débil y temblorosa en el vacío del almacén.
“Lali? Resiste
amor, vamos a sacarte de ésta.”
Mal – todo mal. Mi
memoria se sentía como una tira de historieta con los
marcos
despedazados. Los Lanzani me habían hecho daño – sí lo habían hecho.
Me encerraron en la
cajuela de su auto por horas.
“A…aléjate!” me
ahogué. Vi un movimiento en el extremo más lejano, la
punta de los dedos
de alguien mientras se elevaban de detrás del contenedor
donde se habían
estado escondiendo. Era Peter.
Mi cerebro parecía
explotar con las conflictivas emociones e imágenes – odio,
amor, risas,
tormento. Los colores en el almacén iban de simples a multitonales
y complejos.
Sus ojos se fijaron
en los míos. “No me mires así bebé, ya estoy aquí. Sólo
déjame hablar con
el hombre que te tiene y te liberaremos.”
Se acercó un paso.
Cuántos de ellos
hay? Me está apuntando con un arma? La voz de Peter hacía
eco en mi cabeza
otra vez.
Yo no le disparo a
la gente. Las imágenes de mis manos con el arma
parpadeaban como
carteles de neón.
Lali, qué te
sucede? Puedo ver lo que estás viendo. Tu mente se siente
diferente hacia mí.
“Él tiene un arma,”
dije en voz alta. “Gator, no le dispares a nadie. No
debemos. Yo ya los
he matado pero no mueren, ellos simplemente regresan.”
“Calla, Lali” dijo Gator desde detrás de mí. “Y tú ven a
donde pueda verte.
Estoy seguro que
prefieres que te tenga a ti a la vista antes que a tu novia.”
Peter se puso a
plena vista. No pude evitar devorarlo con mi mirada; se sentía
como si estuviera
alternando entre dos máscaras, con una él era dulce y tierno,
con la otra cruel y
malicioso. Su rostro oscilaba fuera de foco.
“Ahora tu hermano.
Quiero a ambos donde pueda verlos. Acércate un poco a
Lali. No quieres
ver lo que le hemos hecho?” se burló Gator.
Tenía que elegir. A
cuál le creía? Al Peter amable; o al Peter cruel.
Peter dio dos pasos
al frente, las manos se movían con firmeza en el aire. “No
la quieres. La
pelea de los Kelly es con los Lanzani no
con ella. Ella no tiene
nada que ver con
esto.”
Qué debía hacer? A
quién debería creerle? Lali tiene buenos instintos. Mi
mamá dijo eso, o
no? Instintos. Más que instinto. Podía leer a la gente, conocer
su culpabilidad,
diferenciar bueno de malo. Lo enterré pero estaba allí, muy
dentro mío, bajo
todos esos garabatos y cosas que tenía en mi cabeza desde los
seis. Encerradas.
Pero ahora tenía que alcanzarlas con mi don.
Cerré mis ojos,
sintiendo, buscando dentro la puerta que liberaría mis
poderes. Abrí mi mente
a ello.
Mi poder de
percepción se fue hasta el techo. Las sensaciones inundando
la habitación eran
formidables. Las veía como estelas de color. El rojo de
entusiasmo y un
poco de negro miedo por detrás de mí; el dorado destello de
amor y un tinte
verde de culpa que venía de Peter.
Soulfinder.
El conocimiento
estaba allí, tan profundamente enraizado en mí como el
ADN. Cómo es que no
lo había visto? Mi cuerpo respondió a la nota de Peter; una
pareja perfecta,
una armonía perfecta.
Entonces por qué
sentía él culpa? Probé el verde: Peter se sentía fatal porque
había permitido que
me llevaran y yo había sufrido en lugar suyo. Quería ser él
quien estuviera
sentado aquí con sangre en su rostro y su ropa.
No sabía por qué mi
cerebro estaba tan revuelto pero ahora sabía dónde me
encontraba.
“Peter!” grité.
“Agáchate!!”
El arma se disparó.
Peter ya estaba en movimiento, alertado por su capacidad
de ver el futuro.
Un segundo disparo. Había otro tirador – O’Halloran – arriba
en la viga, intentando
encargarse de Xav en la puerta. En lugar de meterse bajo
cubierta, Peter
corrió hacia mí. Grité – mi mente reproducía una versión de esto
en donde él me
atacaba y yo le disparaba. Pero mis manos estaban vacías. No
había ningún arma.
Víctor. Código Rojo!
Código Rojo! Xav envió el mensaje a través del escudo
de O’Halloran con
toda la fuerza que pudo reunir, emitiendo en uhn amplio
canal para que todo
telépata lo oyera.
Peter se tiró sobre
mí mientras me encontraba acurrucada sobre la silla,
sujetando mis
rodillas. “Lali, mantente agachada.”
“No disparen!”
rogué. “Por favor, no!”
Sentí la agresión
de Gator y la determinación de matar expandiéndose como
una inundación de
color rojo. La espalda de Peter se presentaba como un objetivo
seguro, su única vacilación
estaba en que la bala pudiera atravesarlo y me
llegara a mí
también.
“No!” Con una
explosión de fuerza nacida de la desesperación, usé mis
piernas para
impulsar a salvo a Peter. La bala que estaba destinada a su espalda
golpeó en el piso
entre nosotros, rebotando salvajemente en el concreto.
Entonces todo se
fue al demonio. Sonaron disparos; irrumpieron agentes por
la puerta, gritando
que eran del FBI. Algo golpeó en mi brazo derecho. El dolor
estalló a través
mío. Sirenas y más disparos. La policía. Me acurruqué en una
bola, sollozando.
En la confusión,
alguien se arrastró a mi lado y se inclinó sobre mí. Peter.
Estaba maldiciendo,
las lágrimas corrían por su rostro. Apretó su mano sobre la
herida en mi brazo.
Después de varias
explosiones, las armas quedaron en silencio. Sentí que dos
presencias se
habían ido de la habitación – O’Halloran y Gator. Habrían huído?
“Consígueme un
médico por aquí!” gritó Peter. “Le dieron a Lali!”
Yací en silencio,
mordiéndome las ganas de gritar. No, no habían huído.
Habían muerto en el
intercambio de disparos, su energía se había extinto.
Un paramédico de la
policía se acercó a toda prisa.
“Yo me encargo,” le
dijo a Peter.
Soltó su agarre
sobre mi brazo, mi sangre sobre sus manos. El médico me
abrió la manga de un
arrancón.
“Por como se ve,
fue sólo un roce. Posiblemente le pegó de rebote.”
“Están muertos,”
murmuré.
Peter me acarició
el cabello. “Seeh.”
“Qué me sucedió?”
El médico alzó la
vista de las curaciones en mi brazo. “También te golpeaste
la cabeza?” Vio la
sangre en mi cabello. “Cuándo pasó esto?”
“No lo sé.” Mis
ojos viraron hacia Peter. “Tú me encerraste en la cajuela de tu
auto. Por qué me
hiciste eso?”
Peter se vio
atónito.
“No, no lo hice, Lali.
Es eso lo que te hicieron? Oh Dios, bebé, lo siento.”
“Será mejor que la
llevemos para examinarla en caso de una contusión
cerebral,” dijo el
paramédico. “Sigue hablándole.” Hizo señas para que trajeran
una camilla. Peter
me desató las piernas.
“Yo te disparé,” le
dije.
“No, no lo hiciste,
Lali. Los hombres nos estaban disparando, lo recuerdas?”
Me rendí. “No sé
que pensar.”
“Sólo piensa en que
estás segura ahora.”
Tenía una imagen de
un hombre de piel anaranjada en traje, ingresando al
hospital para
salvarme. Quién era ese?
Dos médicos me
levantaron hasta la camilla. Peter me sostuvo la mano sana
mientras era
trasladada hacia la ambulancia.
“Lamento haberte
disparado,” le dije. “Pero me estabas atacando.”
Por qué me atacaría
mi Soulfinder?
Podía ver a los
otros Lanzani reuniéndose alrededor de mi camilla. Ellos
eran malos, no es
asi?
Peter limpió la
sangre de mi mejilla. “Yo no estaba atacándote y tú no me
disparaste.”
Lo último que vi de
la familia Lanzani fue a un Saúl de aspecto sombrío
mientras era
cargada en la ambulancia. Peter trató de meterse pero negué con la
cabeza.
“Le disparé, le
dije al médico con seriedad. “Él no puede venir conmigo; él
me odia.”
“Lo siento,” le
dijo la mujer a Peter. “Tu presencia la está alterando. Dónde
están sus padres?”
“Se hospedaron en
un hotel en la calle Strip,” dijo Saul. “Les haré saber. A
qué hospital la
llevan?”
“Los Cedros.”
“Bien, me mantendré
lejos, la dejaré que se calme si usted cree que es lo
mejor,” dijo Peter,
soltando a regañadientes mi mano. “Sally y Simon estarán allí.
Escuchaste eso,
Lali?”
No respondí. Hasta
donde podía recordar uno u otro de nosotros debía estar
muerto. Tal vez era
yo. Cerré mis ojos, mi mente estaba tan sobrecargada que
necesitaba apagarla
por un momento. Entonces me desvanecí.
Continuara.....
Hola! Si, al fin aparecí por acá. Perdón! Ando sin tiempo, se que por ahí ven que estoy en twitter, en ask o en face pero no por mucho tiempo o sino aprovecho a desconectarme un poco. Hoy a la noche si puedo hago maratón ya que mañana no tengo clases o subo cap largo dependiendo si hay gente....
Nos leemos!
Besos
Juli♥
@amorxca
lali tiene una ensalada en la cabeza xd ojala se solucione para bien, sube mas!!!
ResponderEliminarSisisisisi maratoooooooooon!
ResponderEliminar@22LULII
QUIERO MAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!
ResponderEliminarEsperemos que lali pueda aclarar su mente!!! Más!! Me encanta!!
ResponderEliminarmaratonnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn
ResponderEliminarSiii, hace maraton!!!!!
ResponderEliminarme enecanta mas
ResponderEliminarahhhhhhhhhhhh!!! que pasara...
ResponderEliminarMAS MAS MAS!!!!
Quierooo saber que va a pasarrrr
ResponderEliminar@22lulii
Mas nove!! Gracias por postear! Me encanto el cap... Me gusta mucho la firma en la que escribis el cap. Es muy entendible cuando uno lee el capitulo..massss
ResponderEliminar@nathies1024
:O aaaaaa masss pobre lali tiene 2 verciones de lo qe sucedio en la cabeza :/
ResponderEliminarMas!!!!! me voy a quedar sin uñas!!!
ResponderEliminarMARATON ... MARATON ... MARATON (8)
ResponderEliminarEeeeaaaa Maratoooon!!!! Siii
ResponderEliminarHaaaay pobresitoooos pobreee lali pobreee peteer ñlaghyuikm
ResponderEliminarMAS
BESO, ANTO
ssssssssiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii por favor mas!!!!!!!!!!! gracias a dios peter la salvo y lali descubrio sus dones (o su don no se bien jejej) espero que puedan sacarle esas imagines que tiene en su cabeza pobre lali...
ResponderEliminarPobre Lali tiene una licuadora en la cabeza :( espero que se recupere pronto :)
ResponderEliminarPobre lali, no entiende nada!
ResponderEliminarEspero el próximo!
Flor..
K cacao le metieron a Lali en la cabeza,lo bueno es k recuerda k es su soulfinder
ResponderEliminarmas noveeeeeeeeeeee
ResponderEliminarPobre Lali
ResponderEliminarMARATON TON TON
ResponderEliminarpobre lali su cabeza debe de estar igual que mi cuarto jajajjaaj......QUIERO MARATOOOOOOOON!!!!!
ResponderEliminarpor fin descubrio su poder!
ResponderEliminarnovela solo tu: http://morithalaliter.blogspot.mx/
CHANNNNNN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! :| NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO que recupere la memoriaaaa rapidoooo ♥ @LuciaVega14
ResponderEliminar