Cuando la
‘limpieza’ como él la llamó, se terminó, dimos la vuelta hacia mi
calle. Mientras lo
hacíamos, dos muchachos vestidos como asesinos con hachas
salieron corriendo
de entre la neblina, gritando a viva voz. Sus manos estaban
ensangrentadas y
tenían cuchillos de mentira atravesándoles las cabezas. Uno
llevaba una navaja
en sus manos.
“Aquí hay algo más
que masacrar! Mata al lobo! Mata al esqueleto!”
gritó él. “A la
carga!” corrió directo hacia mí; su bolsa de dulces estalló,
desparramando
dulces por toda la acera. No aminoró la marcha, su sed de
sangre era muy
convincente. El cuchillo vino hundiéndose hacia mí incluso
mientras trataba de
salirme del camino. Grité, un poco asustada.
Peter se volvió
loco. Tomó la muñeca del muchacho y la retorció de modo que
dejara caer el
cuchillo al piso. Luego él le saltó encima, aplastándolo contra el
piso, doblándole el
brazo sobre su espalda.
“Detente, Peter!”
grité, quitándome la máscara. “Él no me quería hacer ningún
daño – es una
farsa.”
El otro chico saltó
sobre Peter y los puñetazos comenzaron a volar, los tres
rodando de un lado
a otro en una mezcla de sangre falsa y tritura de caramelos.
No podía ni
acercarme para sacar a los chicos de encima de Peter. Mis gritos y
las
maldiciones que
salían de la pelea atrajeron corriendo a los vecinos.
La sra. Hoffman
salió apresurada. “Policía! Llamaré a la policía!” Desapareció
entrando
nuevamente.
“No! No lo haga!
Para, Peter detente!”
Peor aún, mis
padres salieron, reconociendo mi voz por sobre la del resto.
“Lali, qué demonios
está sucediendo?” gritó Simon, corriendo hacia mí.
“Detenlos, Simon,
detenlos!”
Simon se metió y
sacó al más pequeño de los tres por la parte trasera de sus
vaqueros. El
pequeñito volvió a la carga justo al momento que el patrullero
doblaba en nuestra
calle. Hubo un corto estallido de la sirena, luego las luces
giratorias
iluminaron la escena. Otros dos de los vecinos llegaron a la pelea
antes de que el
policía pudiera salir de su vehículo; ellos separaron a Peter del
otro chico del
hacha.
El policía echó un
vistazo al caos y suspiró. “Quién va a decirme de qué
va todo esto?” Sacó
su anotador. “Te conozco, Peter Lanzani, y estos son los
mellizos Gordano,
no? Y esta pequeña...em...señorita esqueleto?”
“Su nombre es Lali,
Lali Rinaldi, mi hija,” dijo Simon con frialdad. ”Ella no
estaba peleando.”
“Ustedes son la
familia inglesa, cierto?”
“Sí, señor.”
“Conozco a estos
chicos son buenos muchachos,” dijo,
mirando a los
mellizos. “Nunca
tuve problemas con ellos. Quién inició esto?”
La mirada del
policía se dirigió hacia Peter y hacia mí. Pensó que sabía a quién
debía culpar.
“Él atacó a Lali.” Peter
se limpió la sangre del labio partido.
“Bueno, duh! Estaba
simplemente jugando hombre: es Ha-llo-ween,
recuerdas? Peter se puso como loco, oficial Hussein.” El chico
del hacha se abrazó
así mismo sobre las
costillas.
“Llevemos esto
hasta la estación, muchachos. Conseguiré al doctor de turno
para que les eche
una mirada y llamen a sus padres.”
“Aw, oficial!!”
gimotearon los mellizos.
“Al auto.”
Peter me dio una
mirada desesperada. Nuestra cita secreta estaba a punto de
quedar expuesta y a
lo grande.
“Y usted,
jovencita, creo que necesitaremos su versión de esto también.
Tal vez sus padres
puedan traerla. Parece que tengo mis manos llenas con
psicópatas asesinos
y hombres lobo.”
“Yo la llevaré,”
dijo Simon con tono cortante.
Genial. Cita número
dos termina en la estación de policía.
El oficial Hussein
no nos dejó hablar entre nosotros hasta después de que
tuviera la
oportunidad de conseguir nuestra propia versión de los hechos. No
me atreví a
arriesgarme con la telepatía, aunque la tentación era enorme. Pero
había tanta furia
emanando de Simon que dudé de que cualquier mensaje
pudiera penetrar la
nube de tormenta.
“No voy a preguntar
qué estabas haciendo con él hasta que regresemos
a casa,” dijo Simon
furioso, mientras se aferraba al volante, de camino a la
comisaría.
Ahora había algo
por lo que esperar con ansias..
“Pero estás en
problemas, Lali. Quebrantaste nuestra confianza. Te pedimos
que te mantuvieras
alejada de él por tu propio bien.”
Él estaba en lo
cierto. Por supuesto, estaba en lo cierto. Pero no era como si
yo lo hubiera
planeado todo. Sólo me dejé llevar por el momento. Pensamos que
habíamos tomado
suficientes precauciones como para convertir una simple cita
en un café en algo
razonable de hacer.
“Y no esperaba
tener que pasar mi noche transportándote a la cárcel del
pueblo!”
Me abracé las piernas,
con mi cabeza zumbando.
“Estamos intentando
hacernos de una buena reputación aquí en
Wrickenridge, Lali.
Y tus travesuras no están ayudando. El sr. Rodenheim puede
enviarnos empacando
de regreso si le damos una mala imagen para su centro.”
Dejé caer mi frente
sobre mis rodillas. Había sido mala.
Simon me miró desde
el otro extremo, alertado por mi silencio de que nada
andaba bien.
“Oh, maldición,
cariño, no hagas eso.” Estacionó el auto y acarició mi
cabeza. “Sólo estoy
asustado por ti.”
“Lo siento.”
“Me haces sentir
como a un monstruo. Estoy enojado, pero es más con esos
muchachos idiotas
que contigo. Sé que tú no tuviste nada que ver con eso. Por
favor.”
Lo miré. Él debió
de haber visto las lágrimas en mis ojos. “Sólo quería estar
con él.”
“Lo sé, amor.”
“Acaso es eso
malo?”
“No, en el curso
normal de las cosas, no.”
“Simplemente fuimos
a la cafetería. Nos dejamos las máscaras puestas casi
todo el tiempo
cuando estuvimos por la calle.”
Simon soltó un
suspiro. “Oh, lo que es tener dieciséis otra vez. Un simple café
y se convierte en
asunto policial.”
“Peter está
alterado por lo que sucedió en el bosque. El chico del hacha fue
realmente
convincente y grite no pude contenerme. Peter pensó que estaba en
peligro.”
“De modo que él
sobrerreaccionó. Puedo comprender eso en vista de que es
mi fatal defecto.
Vayamos y averigüemos qué podemos hacer por él entonces.”
Peter estaba
sentado en el área de espera pero el oficial a cargo me instó a
pasar de largo sin
dejarnos hablar. Fui llevada a la oficina del Ofcial Hussein
al tiempo que los
mellizos Gordano se estaban yendo en custodia de su madre.
Deseé haber tenido
tiempo como para cambiarme mi disfraz de esqueleto.
“No es su culpa,”
murmuró el más grande de los mellizos.
“Luce como una
cualquiera para mí,” dijo la sra Gordano, con su nariz
respingada.
“Lali, toma
asiento.” El Oficial Hussein empujó una botella de agua hacia
mí. “Creo que ahora
tengo el panorama completo, pero por qué no me cuentas
tu historia?”
Brevemente recorrí
los eventos desde que abandonamos el café.
“Lo que no puedo
comprender,” dijo el oficial, rascándose el pecho con
cansancio había sido una larga noche y apenas era
medianoche, “es por
qué Peter no pudo
ver que se trataba de una broma? Es un muchacho grande,
agarrándoselas con
un muchachito al que le lleva una cabeza. Simplemente no
me cierra.”
“Peter Lanzani estaba
cuidando de su chica, oficial,” dijo Simon,
sorprendiéndome de
que saltara en defensa de Peter. “Puede que sea una cabeza
más alto que ese
jovencito, pero Lali es más pequeña que cualquiera de ellos. Él
debió de haber
visto al muchacho ir por ella con un cuchillo. A veces uno no lo
piensa con claridad
cuando está asustado por alguien.”
“Alguien salió
herido?” pregunté.
El oficial Hussein
anotó en su libreta. “No de gravedad. Ben Gordon tiene un
par de dientes
sueltos pero el dentista será capaz de reparárselos. Aunque será
costoso.”
“Tal vez Peter
pueda hacerse cargo de la mitad del costo? Parece un castigo
apropiado,” sugirió
Simon.
El oficial Hussein
se puso en pie.
“Seeh, supongo que
tiene razón. Nadie necesita irse con un prontuario por
esto.”
Nos guió de regreso
a la sala de espera. La familia de Peter había aparecido en
ese entretiempo estaban
todos allí, los padres, Xav, Yves, y Víctor y se había
tenido que quedar
sentado durante todo un sermón acerca de escabullirse fuera
de la casa y
pelearse en la calle. Se lo veía frustrado más que arrepentido, de
regreso al sombrío
Hombre-Lobo de los primeros días de conocernos.
El oficial Hussein
aplaudió para llamar su atención. “Está bien, está bien,
gente, prosigamos
con esto. Quiero tener unas palabras con Peter, luego podrán
irse todos.”
Se llevó a Peter a
la oficina trasera, dejándome con los Lanzani.
Víctor se acercó.
“Mamá, papá, éste es el señor Rinaldi, el padre de Lali.”
Nuestros padres
intercambiaron toscos saludos. No creía que Saul siguiera
pensando que yo era
dulce. Parecía más como si les hubiera dejado un sabor
amargo en sus
bocas. Sólo Yves y Xav me dieron una sonrisa amistosa.
“Me gusta el
disfraz,” susurró Xav. “Tú y tu papá están pensando en iniciar
una nueva moda?”
Yves se rascó la
barbilla. “Fascinante. Sabes que cada hueso está
anatómicamente
correcto? Quien quiera que sea quien hizo esto tiene la cabeza
de un médico.”
Sólo entonces caí
en la cuenta de que tampoco Simon se había cambiado. Se
había tirado encima
un sobretodo pero estaba inequívoca evidencia asomándose
que hacía ver que
él también estaba vistiendo huesos luminiscentes.
Gimoteé. “Mátenme
ahora y entiérrenme.”
“Pensé que la idea
del esqueleto era de que alguien ya había hecho eso,”
bromeó Xav.
“Se va a correr la
voz, sabes.” Los ojos de Yves brillaban tras sus lentes.
“Bueno, no es eso
un pensamiento reconfortante?”
Xav se frotó las
manos. “Seeh, todos van a estar hablando acerca de cómo Peter
terminó esposado y
embutido.”
“Él no fue
esposado.”
“Pero fue embutido
en la parte trasera de un patrullero. Además lo de las
esposas hace mejor
la historia. Ustedes dos van a ser bastante famosos. Pienso
que a Peter le
gustará el nuevo toque a su reputación.” Reacomodó el despeinado
final de mi trenza.
“No te preocupes Lali, te seguiré hablando.”
“Gracias. Eres un
héroe.”
Nuestra partida de
los Lanzani me recordó a un intercambio de prisioneros
hostiles en uno de
esos filmes viejos acerca de la guerra. Peter y yo fuimos
separados y luego
marchamos por la fuerza hacia nuestros respectivos
vehículos. Él lucía
abatido.
Me siento como si
hubiera sido apaleado por todos lados. Se arriesgó él a
enviar pese a que
podíamos llegar a ser oídos. No podía dejarte sin decirte que
lo siento. Otra
vez.
Qué pasó?
Me descontrolé, me
volví loco todo gracias a mi maldito
don. Verás, ví lo
te iba a suceder,
meses atrás. Te ví siendo atacada con un cuchillo. No me di
cuenta de que era
de mentira. No me había dado cuenta de que era una farsa.
Pero eso es bueno,
no? La amenaza no era real.
Seeh, pero tú
acabas de cambiar mi imaginaria amenaza por la verdadera
de los asesinos.
Felicitaciones y bienvenida al maravilloso mundo de la familia
Lanzani. Será mejor
que deje de hablar. Papá me está mirando extraño.
Peter?
Si?
Cuídate.
Tú también. Te amo.
Cortó comunicación.
“Lali, te
encuentras bien?” preguntó Simon, dándole el encendido al
motor. “Luces algo
pálida.”
Peter acababa de
decir que me amaba. Fue sólo un comentario al pasar o en
verdad lo decía en
serio?
“Estoy bien. Sólo
necesito dormir un poco.”
Simon bostezó.
“Tendremos que reportarnos antes con el jefe.”
Peter me amaba quizás.
No estaba segura de si quería creerle. Lo último que
quería era
enamorarme porque, en el fondo, recordaba que el amor duele.
Continuara....
¿y ahora? la dejamos acá, seguimos ¿qué hacemos?
HAY QUE SEGUIIIR
ResponderEliminarquieroooo maaaaaasss!!!!
ResponderEliminarMaaaaas! Moriiii!!! Jajahahha Me encantaaaa! Breen
ResponderEliminarAhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh le dijo que la amabaaaaaaa!!!!
ResponderEliminarEn mi país son las 2 de la mañana...mañana Sabadoo (o mas bien la rato) me tengo que levantar alas 8 de la maañana !!!! y aun asi quiero seguir
ResponderEliminarCreoo que muchas ya se fueron a dormir..aunque a mi me encantaria seguir
ResponderEliminarmasss noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarseguilaaaaaa
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ResponderEliminarMas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas!Mas!Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas!Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas!Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas!Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas!Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas!Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas!
ResponderEliminar5:20 de la mañana y quiero seguir!!! Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas!!!!!!!
ResponderEliminaru.u pobrecitos!!!!! todo lo que tuvieron de pasar :'| no quiero que los separen y que los papas de Peter lo reten jajajaja me encantoooooooo @LuciaVega14
ResponderEliminar:O quede sin palabras ash todo por dos pendejos jajajaj ay Dios no sabes como me he reido
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