sábado, 2 de marzo de 2013

Capítulo 28:




Cuando la ‘limpieza’ como él la llamó, se terminó, dimos la vuelta hacia mi
calle. Mientras lo hacíamos, dos muchachos vestidos como asesinos con hachas
salieron corriendo de entre la neblina, gritando a viva voz. Sus manos estaban
ensangrentadas y tenían cuchillos de mentira atravesándoles las cabezas. Uno
llevaba una navaja en sus manos.

“Aquí hay algo más que masacrar! Mata al lobo! Mata al esqueleto!”
gritó él. “A la carga!” corrió directo hacia mí; su bolsa de dulces estalló,
desparramando dulces por toda la acera. No aminoró la marcha, su sed de
sangre era muy convincente. El cuchillo vino hundiéndose hacia mí incluso
mientras trataba de salirme del camino. Grité, un poco asustada.
Peter se volvió loco. Tomó la muñeca del muchacho y la retorció de modo que
dejara caer el cuchillo al piso. Luego él le saltó encima, aplastándolo contra el
piso, doblándole el brazo sobre su espalda.
“Detente, Peter!” grité, quitándome la máscara. “Él no me quería hacer ningún
daño – es una farsa.”
El otro chico saltó sobre Peter y los puñetazos comenzaron a volar, los tres
rodando de un lado a otro en una mezcla de sangre falsa y tritura de caramelos.
No podía ni acercarme para sacar a los chicos de encima de Peter. Mis gritos y las
maldiciones que salían de la pelea atrajeron corriendo a los vecinos.
La sra. Hoffman salió apresurada. “Policía! Llamaré a la policía!” Desapareció
entrando nuevamente.
“No! No lo haga! Para, Peter  detente!”
Peor aún, mis padres salieron, reconociendo mi voz por sobre la del resto.
“Lali, qué demonios está sucediendo?” gritó Simon, corriendo hacia mí.
“Detenlos, Simon, detenlos!”
Simon se metió y sacó al más pequeño de los tres por la parte trasera de sus
vaqueros. El pequeñito volvió a la carga justo al momento que el patrullero
doblaba en nuestra calle. Hubo un corto estallido de la sirena, luego las luces
giratorias iluminaron la escena. Otros dos de los vecinos llegaron a la pelea
antes de que el policía pudiera salir de su vehículo; ellos separaron a Peter del
otro chico del hacha.
El policía echó un vistazo al caos y suspiró. “Quién va a decirme de qué
va todo esto?” Sacó su anotador. “Te conozco, Peter Lanzani, y estos son los
mellizos Gordano, no? Y esta pequeña...em...señorita esqueleto?”
“Su nombre es Lali, Lali Rinaldi, mi hija,” dijo Simon con frialdad. ”Ella no
estaba peleando.”
“Ustedes son la familia inglesa, cierto?”
“Sí, señor.”
“Conozco a estos chicos  son buenos muchachos,” dijo, mirando a los
mellizos. “Nunca tuve problemas con ellos. Quién inició esto?”
La mirada del policía se dirigió hacia Peter y hacia mí. Pensó que sabía a quién
debía culpar.
“Él atacó a Lali.” Peter se limpió la sangre del labio partido.
“Bueno, duh! Estaba simplemente jugando hombre: es Ha-llo-ween,
recuerdas? Peter se puso como loco, oficial Hussein.” El chico del hacha se abrazó
así mismo sobre las costillas.
“Llevemos esto hasta la estación, muchachos. Conseguiré al doctor de turno
para que les eche una mirada y llamen a sus padres.”
“Aw, oficial!!” gimotearon los mellizos.
“Al auto.”
Peter me dio una mirada desesperada. Nuestra cita secreta estaba a punto de
quedar expuesta y a lo grande.
“Y usted, jovencita, creo que necesitaremos su versión de esto también.
Tal vez sus padres puedan traerla. Parece que tengo mis manos llenas con
psicópatas asesinos y hombres lobo.”
“Yo la llevaré,” dijo Simon con tono cortante.
Genial. Cita número dos termina en la estación de policía.

El oficial Hussein no nos dejó hablar entre nosotros hasta después de que
tuviera la oportunidad de conseguir nuestra propia versión de los hechos. No
me atreví a arriesgarme con la telepatía, aunque la tentación era enorme. Pero
había tanta furia emanando de Simon que dudé de que cualquier mensaje
pudiera penetrar la nube de tormenta.
“No voy a preguntar qué estabas haciendo con él hasta que regresemos
a casa,” dijo Simon furioso, mientras se aferraba al volante, de camino a la
comisaría.
Ahora había algo por lo que esperar con ansias..
“Pero estás en problemas, Lali. Quebrantaste nuestra confianza. Te pedimos
que te mantuvieras alejada de él por tu propio bien.”
Él estaba en lo cierto. Por supuesto, estaba en lo cierto. Pero no era como si
yo lo hubiera planeado todo. Sólo me dejé llevar por el momento. Pensamos que
habíamos tomado suficientes precauciones como para convertir una simple cita
en un café en algo razonable de hacer.
“Y no esperaba tener que pasar mi noche transportándote a la cárcel del
pueblo!”
Me abracé las piernas, con mi cabeza zumbando.
“Estamos intentando hacernos de una buena reputación aquí en
Wrickenridge, Lali. Y tus travesuras no están ayudando. El sr. Rodenheim puede
enviarnos empacando de regreso si le damos una mala imagen para su centro.”
Dejé caer mi frente sobre mis rodillas. Había sido mala.
Simon me miró desde el otro extremo, alertado por mi silencio de que nada
andaba bien.
“Oh, maldición, cariño, no hagas eso.” Estacionó el auto y acarició mi
cabeza. “Sólo estoy asustado por ti.”
“Lo siento.”
“Me haces sentir como a un monstruo. Estoy enojado, pero es más con esos
muchachos idiotas que contigo. Sé que tú no tuviste nada que ver con eso. Por
favor.”
Lo miré. Él debió de haber visto las lágrimas en mis ojos. “Sólo quería estar
con él.”
“Lo sé, amor.”
“Acaso es eso malo?”
“No, en el curso normal de las cosas, no.”
“Simplemente fuimos a la cafetería. Nos dejamos las máscaras puestas casi
todo el tiempo cuando estuvimos por la calle.”
Simon soltó un suspiro. “Oh, lo que es tener dieciséis otra vez. Un simple café
y se convierte en asunto policial.”
“Peter está alterado por lo que sucedió en el bosque. El chico del hacha fue
realmente convincente  y grite no pude contenerme. Peter pensó que estaba en
peligro.”
“De modo que él sobrerreaccionó. Puedo comprender eso en vista de que es
mi fatal defecto. Vayamos y averigüemos qué podemos hacer por él entonces.”
Peter estaba sentado en el área de espera pero el oficial a cargo me instó a
pasar de largo sin dejarnos hablar. Fui llevada a la oficina del Ofcial Hussein
al tiempo que los mellizos Gordano se estaban yendo en custodia de su madre.
Deseé haber tenido tiempo como para cambiarme mi disfraz de esqueleto.
“No es su culpa,” murmuró el más grande de los mellizos.
“Luce como una cualquiera para mí,” dijo la sra Gordano, con su nariz
respingada.
“Lali, toma asiento.” El Oficial Hussein empujó una botella de agua hacia
mí. “Creo que ahora tengo el panorama completo, pero por qué no me cuentas
tu historia?”
Brevemente recorrí los eventos desde que abandonamos el café.
“Lo que no puedo comprender,” dijo el oficial, rascándose el pecho con
cansancio  había sido una larga noche y apenas era medianoche, “es por
qué Peter no pudo ver que se trataba de una broma? Es un muchacho grande,
agarrándoselas con un muchachito al que le lleva una cabeza. Simplemente no
me cierra.”
“Peter Lanzani estaba cuidando de su chica, oficial,” dijo Simon,
sorprendiéndome de que saltara en defensa de Peter. “Puede que sea una cabeza
más alto que ese jovencito, pero Lali es más pequeña que cualquiera de ellos. Él
debió de haber visto al muchacho ir por ella con un cuchillo. A veces uno no lo
piensa con claridad cuando está asustado por alguien.”
“Alguien salió herido?” pregunté.
El oficial Hussein anotó en su libreta. “No de gravedad. Ben Gordon tiene un
par de dientes sueltos pero el dentista será capaz de reparárselos. Aunque será
costoso.”
“Tal vez Peter pueda hacerse cargo de la mitad del costo? Parece un castigo
apropiado,” sugirió Simon.
El oficial Hussein se puso en pie.
“Seeh, supongo que tiene razón. Nadie necesita irse con un prontuario por
esto.”
Nos guió de regreso a la sala de espera. La familia de Peter había aparecido en
ese entretiempo estaban todos allí, los padres, Xav, Yves, y Víctor  y se había
tenido que quedar sentado durante todo un sermón acerca de escabullirse fuera
de la casa y pelearse en la calle. Se lo veía frustrado más que arrepentido, de
regreso al sombrío Hombre-Lobo de los primeros días de conocernos.
El oficial Hussein aplaudió para llamar su atención. “Está bien, está bien,
gente, prosigamos con esto. Quiero tener unas palabras con Peter, luego podrán
irse todos.”
Se llevó a Peter a la oficina trasera, dejándome con los Lanzani.
Víctor se acercó. “Mamá, papá, éste es el señor Rinaldi, el padre de Lali.”
Nuestros padres intercambiaron toscos saludos. No creía que Saul siguiera
pensando que yo era dulce. Parecía más como si les hubiera dejado un sabor
amargo en sus bocas. Sólo Yves y Xav me dieron una sonrisa amistosa.
“Me gusta el disfraz,” susurró Xav. “Tú y tu papá están pensando en iniciar
una nueva moda?”
Yves se rascó la barbilla. “Fascinante. Sabes que cada hueso está
anatómicamente correcto? Quien quiera que sea quien hizo esto tiene la cabeza
de un médico.”
Sólo entonces caí en la cuenta de que tampoco Simon se había cambiado. Se
había tirado encima un sobretodo pero estaba inequívoca evidencia asomándose
que hacía ver que él también estaba vistiendo huesos luminiscentes.
Gimoteé. “Mátenme ahora y entiérrenme.”
“Pensé que la idea del esqueleto era de que alguien ya había hecho eso,”
bromeó Xav.
“Se va a correr la voz, sabes.” Los ojos de Yves brillaban tras sus lentes.
“Bueno, no es eso un pensamiento reconfortante?”
Xav se frotó las manos. “Seeh, todos van a estar hablando acerca de cómo Peter
terminó esposado y embutido.”
“Él no fue esposado.”
“Pero fue embutido en la parte trasera de un patrullero. Además lo de las
esposas hace mejor la historia. Ustedes dos van a ser bastante famosos. Pienso
que a Peter le gustará el nuevo toque a su reputación.” Reacomodó el despeinado
final de mi trenza. “No te preocupes Lali, te seguiré hablando.”
“Gracias. Eres un héroe.”
Nuestra partida de los Lanzani me recordó a un intercambio de prisioneros
hostiles en uno de esos filmes viejos acerca de la guerra. Peter y yo fuimos
separados y luego marchamos por la fuerza hacia nuestros respectivos
vehículos. Él lucía abatido.
Me siento como si hubiera sido apaleado por todos lados. Se arriesgó él a
enviar pese a que podíamos llegar a ser oídos. No podía dejarte sin decirte que
lo siento. Otra vez.
Qué pasó?
Me descontrolé, me volví loco  todo gracias a mi maldito don. Verás, ví lo
te iba a suceder, meses atrás. Te ví siendo atacada con un cuchillo. No me di
cuenta de que era de mentira. No me había dado cuenta de que era una farsa.
Pero eso es bueno, no? La amenaza no era real.
Seeh, pero tú acabas de cambiar mi imaginaria amenaza por la verdadera
de los asesinos. Felicitaciones y bienvenida al maravilloso mundo de la familia
Lanzani. Será mejor que deje de hablar. Papá me está mirando extraño.
Peter?
Si?
Cuídate.
Tú también. Te amo.
Cortó comunicación.
“Lali, te encuentras bien?” preguntó Simon, dándole el encendido al
motor. “Luces algo pálida.”
Peter acababa de decir que me amaba. Fue sólo un comentario al pasar o en
verdad lo decía en serio?
“Estoy bien. Sólo necesito dormir un poco.”
Simon bostezó. “Tendremos que reportarnos antes con el jefe.”
Peter me amaba quizás. No estaba segura de si quería creerle. Lo último que
quería era enamorarme porque, en el fondo, recordaba que el amor duele.


Continuara....

¿y ahora? la dejamos acá, seguimos ¿qué hacemos?

22 comentarios:

  1. quieroooo maaaaaasss!!!!

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  2. Maaaaas! Moriiii!!! Jajahahha Me encantaaaa! Breen

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  3. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh le dijo que la amabaaaaaaa!!!!

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  4. En mi país son las 2 de la mañana...mañana Sabadoo (o mas bien la rato) me tengo que levantar alas 8 de la maañana !!!! y aun asi quiero seguir

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  5. Creoo que muchas ya se fueron a dormir..aunque a mi me encantaria seguir

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  6. Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas!Mas!Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas!Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas!Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas!Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas!Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas!Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas! Mas!

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  7. 5:20 de la mañana y quiero seguir!!! Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas Mas!!!!!!!

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  8. u.u pobrecitos!!!!! todo lo que tuvieron de pasar :'| no quiero que los separen y que los papas de Peter lo reten jajajaja me encantoooooooo @LuciaVega14

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  9. :O quede sin palabras ash todo por dos pendejos jajajaj ay Dios no sabes como me he reido

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Gracias por leer. Espero tu comentario :)