jueves, 13 de diciembre de 2012

Capítulo 9:




A la mañana siguiente, Mariana se despertó al sentir los rayos solares recaer sobre su cara. Se removió incomoda en la cama y se puso boca abajo, intentando ignorarlos. Suspiró resignada y se sentó en el colchón, descubriendo que no estaba en su cama; ni en el cuarto en el que supuestamente se tenía que quedar durmiendo en la casa del señor Lanzani.


Entonces las imágenes llegaron a su mente, en forma de cascada. Suspiró de nuevo, esta vez con un cansancio que comenzaba a hartarla. Retiro el cobertor de sus piernas y se levantó de la cama al tiempo que estiraba sus brazos y bostezaba. Observó a su alrededor pero no había señales de Juan Pedro.

Algo decepcionada, se paso las manos por los brazos intentando aplacar el insistente frió que había invadido sus huesos y piel. La noche anterior no llevaba pantuflas ni sandalias, por lo que le toco salir descalza de la habitación.

Camino lentamente, dándose cuenta de la cercanía de su habitación con la de Juan Pedro–algo en lo que no había reparado en los cuatro días que llevaba allí – Observó el reloj colgado de la pared y suspiro aliviada al ver que daban las siete de la mañana; algo bueno, ya que le daba tiempo de vestirse y arreglarse para llegar al colegió a las ocho, justo la hora en la que comenzaban las clases.

Rápidamente se introdujo en su recamara y abrió el armario. Saco una simple blusa de color blanco y un jean negro a juego. Unos zapatos deportivos y unas medias; con la toalla bajo el brazo se aproximo al baño, donde abrió la ducha con agua caliente y se introdujo dentro.

Lavo su cabello una vez y enjabono su cuerpo dos veces. Algo que le gustaba de la mansión Lanzani era la reserva de agua caliente que no parecía acabar nunca. Pero por más que deseara quedarse todo el día bajo la deliciosa temperatura del agua, su mente le rogó para que saliera… Y así lo hizo; Se envolvió rápidamente en la toalla y se seco en la habitación. Luego de hidratar su cuerpo con crema, se coloco la lencería y luego se vistió con rapidez.

Cuando volvió a ver el reloj, eran las ocho y veinte minutos. Suspirando aliviada, desenredo su maraña de cabello y se puso unas pulseras y unos aretes plateados que combinaban correctamente con su vestimenta. Ya completamente arreglada, salió de la habitación para chocar de lleno con Nicolas.

-Buenos días, señorita.

-Buenos días, Nicolas –Mariana no se sorprendió al ver la bandeja con todo tipo de nutrientes en las manos de él; pero aun así arqueó una ceja.

-¿Va a alguna parte?

Mariana asintió débilmente.

-En efecto. Estamos a martes, tengo que ir al instituto –Sonriendo intentó esquivarlo. Entonces se percató de algo, que no había tomado en cuenta al entrar en su habitación -¿Y Brownie?

Dándose vuelta comenzó a buscar a su cachorro, sin obtener mucho éxito volvió a mirarlo. Nicolas hizo una mueca.

-Está con el señor Lanzani.

-¿Ah sí? –Preguntó sorprendida. Brownie se había mostrado muy mal reaccionando delante de Juan Pedro; así que realmente se sorprendió al oír aquella respuesta por parte de Nicolas. Moviéndose y esquivando de manera rápida a Nicolas y a la bandeja de comida comenzó a caminar por el pasillo.

-¡Señorita Mariana, Espere! ¡Al señor Lanzani no le gustara que usted no haya comido!

Pero ya había avanzado por el pasillo lo suficiente como para alejarse de él. Sintiéndose algo mal por dejar hablando solo a Nicolas, salió por la puerta hacía la salida.



Juan Pedro deslizó sus dedos por entre las orejas del cachorro de Mariana. El pequeño Poddle abría la boca disfrutando de la caricia. Intentó mantenerse calmado al oír los pensamientos de Mariana y los de Nicolas desde la planta de arriba. Aspiro y espiro, mientras acariciaba a Brownie.

Era frustrante que ella no obedeciera a sus mandatos. Pero Mariana aun no le pertenecía como para hacer caso a sus órdenes. Pronto lo haría, pronto ella seria suya. Ethan lo observa fría y calculadoramente desde el otro lado de la oficina y Connor fruncía el ceño mientras mantenían las cortinas cerradas evitando que el sol se colara por la ventana.

Connor había cambiado su experiencia por la habilidad de caminar bajo la luz del sol. Pero Ethan prefirió quedarse en las sombras y cambiar su experiencia por poder. Uno humanidad y el otro todo lo contrario. Suspiró pesadamente.

-¿No vas a ir tras ella? –Preguntó Ethan.

Juan Pedro lo fulminó con la mirada.

-Me olvide de tu habilidad de oír cosas –Juan Pedro sonrió levemente –Y no, no iré tras ella. Ella vendrá a mí, solo tengo que esperar.

-Pero por tú expresión estás preocupado por otro ataque de asma.

-Tú habilidad es una mierda ¿Sabías? –Ethan sonrió.

-A mí no es como si me gustara la tuya. Si no bloqueo mi mente, la invadirás y sabrás que clase de pensamientos tengo –Juan Pedro observó claramente como Ethan se removía incómodamente en su asiento. A pesar de que solo tenía pocos años de vida, Ethan poseía experiencia como la de un vampiro de dos mil años de vida. Había veces que le hacía preguntarse las razones.

La puerta sonó.

-Adelante.

Cual fue su sorpresa al ver a Mariana entrar en la oficina. ¿No se había ido? Si a penas había descuidado los pensamientos durante unos minutos. ¿Cómo es que era posible que no leyera su cambió de opinión?

Avergonzada, al haberse dado cuenta de la presencia de los otros dos hombres, Mariana entró lentamente a la habitación.

-Buenos días, Señor Lanzani.

Estuvo a punto de corregirla, pero su expresión lo detuvo. Elevo las esquinas de sus labios en una sonrisa; abochornada, Mariana se veía sumamente hermosa y adorable.

-Buenos días, Mariana –Se volvió hacía sus compañeros y la invitó a entrar por completo a la oscura habitación. La única luz de la estancia, era la que se colaba por debajo de las cortinas –Mariana; Ellos son Ethan Rumsfeld y Connor Brown de R&B. Chicos, ella es Mariana Esposito; la hija de Charles.





A último momento, Mariana decidió que era muy buena idea ir a saludar a Juan Pedro. No, en realidad solo quería verlo e iba a poner como excusa que estaba buscando a Brownie, para dejarlo a cargo de Nicolas antes de irse. Pero jamás pensó en que tuviera visitas. ¿Es que quien viene tan temprano a hacer visitas?

Se percató de que Juan Pedro tenía la misma ropa de ayer. ¿Habría estado trabajando con los dos hombres? Apenada por haberlos interrumpido, retrocedió un paso.

-Bueno… Si ustedes están ocupados, podría irme y…

-Está bien, Mariana. ¿Pasa algo? –Otra vez, él la había llamado Mariana, desde luego, ese era su nombre… Pero le parecía raro que no lo hubiera acortado como normalmente acostumbraba a hacer. Tragó saliva y observó como Brownie se removía entre los brazos de Juan Pedro.

-Estaba buscando a Brownie.

Juan Pedro bajo la vista y sonrió. Levantó al cachorro de su regazo y lo coloco con cuidado en el suelo, en ese instante, Brownie caminó hacía ella. Mariana lo levantó en brazos y el perro comenzó a lamerle los dedos de la mano. Intentó aguantar la risita que estuvo tentada a soltar, debido a las cosquillas proporcionadas por el pequeño acto del cachorro.

La puerta se abrió y Mariana se sobresaltó. Nicolas apareció enseguida.

-Señorita Mariana, una chica llamada Candela Vetrano está afuera preguntando por usted.

Asintiendo, se dio vuelta.

-Gracias, Nicolas –Volvió la vista hacia Juan Pedro y le sonrió débilmente –Gracias a usted también, Juan Pedro. Y fue un gusto conocerlos, señor Rumsfeld y señor Brown.

Y Salió de la habitación apresuradamente con Brownie en los brazos.




Victorio se estrujo los ojos, al instante en que la limosina aparcó al frente de la mansión de Juan Pedro. Observó el entorno y espero unos instantes a que el cansancio acabara. No había bebido sangre en semanas y tampoco había tomado un día para descansar.

No es como si lo necesitara. Tampoco eran muy urgentes, las ganas de tomar sangre. Un vampiro puede durar sin tomar sangre, semanas completas, dependiendo de su resistencia y estado. Había algunos que con muy buena concentración mental, lograban aguantar meses. Otros que estaban débiles debido a heridas, tenían que tomar a diario.

Tampoco era buena idea, tomar mucha sangre… Con un par de sorbos bastaba. Si no lo hacían de ese modo, la sangre del vampiro quedaba contaminada convirtiéndolo en un monstruo descerebrado que solo sirve para matar y tomar sangre.

Algo llamó su atención. Levantó la vista y parada en la puerta estaba, Ella. Fue como si le golpearan en el estomago y el deseo ligado a la sed de sangre y al cansancio, se removieron en su interior. Vico había jurado mantenerse alejado de la chica que ni siquiera sabía quien era; así el dolor, la nostalgia y la soledad lo mataran… No haría daño a esa chica.

Era hermosa, no como las modelos o chicas de la TV. Por qué la chica que era su compañera era demasiado normal, para parecer extravagante y cargada de maquillaje. Con el cabello castaño oscuro, cortado en capaz y hasta los hombros; el cuerpo correctamente moldeado y las curvas perfectas que componían su cuerpo estaban ocultas bajo una holgada camiseta blanca y una falda hasta que se hondeaba en los tobillos. Era tan perfecta; tan pequeñita y mona… Pero no podía.

¿Por qué estaba allí? ¿Qué hacía ella en casa de Juan Pedro?

Entonces, Mariana Esposito salió por la puerta y se colgó del brazo de la otra muchacha. Tragó saliva y desvió la vista. ¿Era amiga de Mariana?

Levantó la vista y observó a ambas chicas caminar hacía el auto mientras hablaban. Observó la espalda de ella… Recordaba haberla visto en otro lugar.

A su mente llegó el día del funeral de Charles y Sara Esposito… Candela Vetrano; la había visto caminar dándole su espalda; recordó haberse sentido extraño cuando la vio de espalda y le preguntó a un hombre quien era. No era posible… ¿La amiga de Mariana?

Si la había visto… Solo de espaldas y nunca en las fiestas sociales… ¿Pero cómo? Se bajo del carro después de que la limosina de Candela se perdiera de vista y le pidió al chofer que aparcara en el jardín trasero por si tenía que salir huyendo. Ya era una costumbre. Y camino apresuradamente hacía la entrada… Dispuesto a comprobar lo que estaba pensando y con la amarga sensación de que si no se controlaba, buscaría las maneras de hacer suya a Candela Vetrano.

Continuara....

+ 40 y otro! ¿O dejamos acá la maratón?

Besos

Juli♥

@amorxca

Face: Amor X Casi Angeles http://www.facebook.com/amorx.casiangeles.3 suscribete :) -Tengo mi propia novela-


33 comentarios:

  1. Parece una oveja a punto de ser devoradad por un lobo!

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  2. otro maaaass......... uno ultimoo

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  3. no se te ocurra dejarme aca la maraton por dios!!! jajajajajaja me encanta la noveeee no me dejes asi Juliii ♥ @LuciaVega14

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  4. Segui con el maraton esta buenisimo!! me encata esta nove!! :)

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  5. MAAAAAAAAAAAS NO LA PODES DEJAR ACA, QUIERO CHAPE!

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  6. no la podes dejar asii...

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  7. Listo Juliii llegamos!!! :D @LuciaVega14

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  8. masssssssssssssssssssssssssssssss

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Gracias por leer. Espero tu comentario :)