viernes, 13 de julio de 2012

Capítulo 6:



Bueno, definitivamente la cosa iba progresando. No conseguía recordar la última vez que Lali le había dedicado un cumplido a un hombre. Movió juguetonamente el libro frente al rostro de su amiga.
— Venga, Lali. Admítelo. Deseas a este bombón.

— Si te digo que no le dejaría salir de mi cama ni a cambio de unas galletas saladas, ¿me dejarías en paz?
— Puede. ¿A qué más renunciarías por mantenerlo en tu cama?
Lali puso los ojos en blanco y apoyó la cabeza sobre un cojín.
— ¿A comer sesos de mono a la plancha?
— Ahora soy yo la que va a vomitar.
— No estás prestando atención a la película.
— Lo haré si pronuncias este hechizo tan cortito.
Lali alzó las manos y suspiró. Sabía que no merecía la pena discutir con Candela… tenía aquella expresión. No se detendría hasta salirse con la suya, ni aunque cayese un meteorito sobre ellas en ese mismo momento.
Además, ¿qué había de malo? Ya hacía mucho tiempo que sabía que ninguno de los estúpidos rituales y encantamientos de Candela funcionaban.
— Vale, si así te sientes mejor, lo haré.
— ¡Sí! —gritó Cande y la agarró de un brazo para ponerla en pie—. Necesitamos salir al porche.
— Muy bien, pero no voy a cortarle el cuello a un pollo, ni voy a beber nada asqueroso.
Con la sensación de ser una niña a la que habían dejado dormir en casa de una amiga, y que acababa de perder en el juego de Verdad-Atrevimiento, dejó que Cande la precediera a través de la puerta corredera de cristal que daba al porche. El aire húmedo llenó sus pulmones, escuchó a los grillos cantar y descubrió miles de estrellas brillando sobre su cabeza. Lali supuso que era una noche perfecta para invocar a un esclavo sexual.
Se rió por lo bajo.
— ¿Qué quieres que haga? —le preguntó a Candela—. ¿Pedir un deseo a un planeta?
Cande negó con la cabeza y la colocó en mitad de un rayo de luna que se colaba entre los árboles y el alero del tejado. Le ofreció el libro.
— Apóyalo en el pecho y abrázalo con fuerza.
— ¡Oh, nene! —dijo Lali con fingido deseo mientras envolvía amorosamente el libro con sus brazos y lo acercaba a su pecho, como si de un amante se tratara—. Me pones tan cachonda… No puedo esperar a hundir mis dientes en ese maravilloso cuerpo que tienes.
Cande se rió.
— Para. ¡Esto es serio!
— ¿Serio? Por favor. Estoy aquí fuera en mitad del porche, el día de mi trigésimo cumpleaños, descalza, con unos vaqueros a los que mi madre les prendería fuego y abrazando un estúpido libro para invocar a un esclavo sexual griego que está en el más allá —miró a Candela—. Sólo conozco una manera de hacer que esto sea aún más ridículo…
Sosteniendo el libro con una sola mano, extendió los brazos a ambos lados, echó la cabeza hacia atrás y comenzó a rogar al oscuro cielo:
— ¡Oh! Fabuloso esclavo sexual, llévame contigo y hazme todas las cosas escandalosas que sepas. Te ordeno que te levantes —dijo, alzando las cejas.
Candela resopló.
— Así no es como debes hacerlo. Tienes que decir su nombre tres veces.
Lali se enderezó.
— Esclavo sexual, esclavo sexual, esclavo sexual.
Con los brazos en jarras, Cande le lanzó una furiosa mirada.
— Juan Pedro Lanzani de Macedonia.
— ¡Oh! Lo siento —dijo Lali volviendo a apretar el libro sobre el pecho, y cerrando los ojos—. Ven y alivia el dolor que siento en mis partes bajas, ¡Oh! Gran Juan Pedro Lanzani de Macedonia, Juan Pedro Lanzani de Macedonia, Juan Pedro Lanzani de Macedonia —se giró para mirar a Candela—. ¿Sabes? Esto es un poco difícil de pronunciar tres veces seguidas, y tan rápido.
Pero su amiga no le prestaba la más mínima atención. Estaba muy ocupada mirando por todos lados, esperando la aparición de un apuesto extraño.
Lali acababa de poner otra vez los ojos en blanco, cuando un ligero soplo de viento cruzó el patio y un suave aroma a sándalo las envolvió. Volvió a inhalar para recrearse de nuevo en el agradable olor antes de que se evaporara, y entonces la brisa desapareció, dejando de nuevo el caluroso y húmedo bochorno, típico de una noche de agosto.
De repente, se escuchó un débil sonido procedente del patio trasero, y las hojas de los arbustos se movieron.
Arqueando una ceja, Lali contempló como las plantas se mecían. Y entonces, el diablillo que había en ella cobró vida.
— ¡Oh, Dios mío! —Farfulló y señaló a un arbusto del patio trasero—. ¡Cande, mira allí!
Candela se giró a toda prisa ante el nerviosismo de Lali. Un enorme seto se mecía como si hubiese alguien detrás.
— ¿Juan Pedro? —le llamó Selena, y dio un paso hacia delante.
El arbusto se inclinó y, súbitamente, un siseo y un miau rompieron el silencio, un segundo antes de que dos gatos cruzaran el patio como una exhalación.
— Mira, Cande. Es el señor Don Gato que viene a poner fin a mi celibato —sostuvo el libro con un brazo y se llevó el dorso de la mano a la frente, en un simulacro de desmayo—. ¡Oh, ayúdeme Señora de la Luna! ¿Qué voy a hacer con las atenciones de tan desacertado pretendiente? Ayúdeme rápido, antes de que me mate a causa de la alergia.
— Dame ese libro —le espetó Candela quitándoselo de un tirón. Regresó a la casa mientras pasaba las páginas—. ¡Joder!, ¿qué he hecho mal?
Lali abrió la puerta para que Candela pasara al fresco interior de la sala.
— No hiciste nada mal, cielo. Esto es absurdo. ¿Cuántas veces tengo que decirte que hay un viejecillo sentado en la parte trasera de un almacén, escribiendo toda esta porquería? Apostaría a que ahora mismo está partiéndose de la risa por lo imbéciles que hemos sido.
— Quizás era necesario hacer algo más. Me juego lo que sea a que hay algo en los primeros párrafos que no puedo interpretar. Debe ser eso.
Lali cerró la puerta de cristal y suplicó un poco más de paciencia.
Y me llama testaruda, ¡a mí!
El teléfono sonó en ese instante y, al contestarlo, Lali escuchó la voz de Victorio preguntado por Candela.
— Es para ti —dijo alargándole el auricular.
Cande lo cogió.
— ¿Sí? —se mantuvo en silencio unos minutos. Lali podía escuchar la voz nerviosa de Victorio. Por la repentina palidez del rostro de su amiga, dedujo que algo había pasado.
— Vale, vale. Llegaré enseguida. ¿Estás seguro de que te encuentras bien? Vale, te quiero. Voy de camino… no hagas nada hasta que yo llegue.
Lali sintió un horrible nudo en el estómago. Una y otra vez, volvía a ver al policía en la puerta de su dormitorio, y a escuchar su desapasionada voz: Siento mucho informarle…
— ¿Qué pasa? —preguntó Lali.
— Victorio se ha caído jugando a baloncesto y se ha roto un brazo.
Dejó escapar el aliento más tranquila. Gracias Señor, no ha sido un accidente de coche.
— ¿Se encuentra bien?
— Dice que sí. Sus amigos le llevaron a un médico de guardia que le hizo una radiografía antes de que se marcharan. Me dijo que no me preocupara, pero creo que es mejor que vuelva a casa.
— ¿Quieres que te lleve en mi coche?
Cande negó con la cabeza.
— No, has tomado demasiado vino; yo he bebido menos. Además, estoy segura de que no es nada serio. Pero ya sabes lo aprensiva que soy. Quédate aquí y disfruta de lo que queda de película. Te llamaré mañana por la mañana.
— Vale. Avísame si es grave.
Cande cogió el bolso y sacó las llaves. Se detuvo a mitad de camino y le alargó el libro a Lali.
— ¡Qué demonios! Quédatelo. Supongo que en los próximos días te ayudará a reírte a carcajadas cada vez que te acuerdes de lo idiota que soy.
— No eres idiota. Simplemente, un poco excéntrica.
— Eso es lo que decían de Mary Todd Lincoln . Hasta que la encerraron.
Lali cogió el libro, riéndose a carcajadas, y observó como Candela caminaba hacia su coche.
— Ten cuidado —gritó desde la puerta—. Y gracias por el regalo, y por lo que esté por venir.
Cande le dijo adiós con la mano antes de subirse a su Jeep Cherokee de color rojo brillante y alejarse.
Con un suspiro de cansancio, Lali cerró la puerta, echó el pestillo y arrojó el libro al sofá.
— No te vayas a ningún lado, esclavo sexual.
Lali se rió de su propia estupidez. ¿Acabaría alguna vez Candela con todas aquellas majaderías?
Apagó el televisor y llevó los platos sucios al fregadero. Mientras lavaba las copas, vio un repentino fogonazo.
Durante un segundo, pensó que se trataba de un relámpago.
Hasta que se dio cuenta de que había sido dentro de la casa.
— ¿Qué dem…?
Soltó la copa y fue hacia la salita de estar. Al principio no vio nada. Pero según se acercaba a la puerta, percibió una presencia extraña. Algo que le puso la piel de gallina.
Entró en la estancia con mucho cuidado y vio una figura alta, de pie delante del sofá. Era un hombre. Un hombre muy apuesto. ¡Un hombre desnudo!

Continuara....

Holaaaa :) ¿Cómo están? Bueno creo que no puedo subirles más hoy pero por las dudas firmen y veo si llegó :)
Pensé que el cap me habia quedado mas largo =/ , vuelvo antes de lo pensado asique en dos o tres días sigo  con la novela :) 
Espero les guste, lo que no entiendan me pregunta y mil gracias por leer y firmar :)
Besos
Juli♥
@amorxca

24 comentarios:

  1. aahhhhhhhh!!! me muero! no puedo creerlo! yo me muero con peter desnudo en mi casa, no lo suelto nunca mas ;) nahh mentira!!

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  2. Me encanta esta novela espero que puedas subir mas hoy y si no volve pronto:)

    @Angie_232alma

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  3. AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH MUCHSISISISISISISISISISISISMAS GRACIAS POR PUBLICARRR!!!!!!! UN HOMBRE DESNUDO???? O.O A LO ENVOCO RE BIEN! YA SALGO A MI PATIO A GRITARLO !!!!!! :D JAJAJAJJA

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  4. MASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS NOVEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE POR FAS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!1

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  5. ME RE ENCANTO EL CAP, LA NOVE TODO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  6. CAPITULOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO 7 Y NO JODO MAS!!! CAPITULOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO 7 Y NO JODO MAS CAPITULOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO 7 Y NO JODO MAS!!!! :D

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  7. QUIERO SABER COMO SIGUEEEE POR FASSSSS :) ♥

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  8. YA APARECIO PETER!!!!!!!!!!!!!!!!!!! QUIERO SABER COMO SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE POR FASSSSSSSSSSS :)♥

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  9. UNO MAS Y NO JODO MAS!!! UNO MAS Y NO JODO MAS!!! UNO MAS Y NO JODO MAS!!! ♥

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  10. sos mala porqe me decis qe aparece uno hombre desnudo en la casa y la dejas ahi!!!! xD jajajajajaja

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  11. quiero a peter desnudo en mi casa
    ajajajajaaj
    @sweetlaliter

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  12. Apareció el esclavo sexual,YA LISTO!

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  13. uuui estuvo re bueno el final jaj
    Espero mas :)
    Besitoo


    Arii
    @AriadnaAyelen

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  14. Hahaha mas mas ama mas mas mas mas mas apareció ;0

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  15. Apareció!.Apareció!.Apareció!.

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  16. Pobre Cande ,ella si k cree en todas esas cosas,y a ella no le pasan,jajaja,k lo hubiera invocado ella.

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  17. jajajajajajajajjaa me encantoooooooooo
    muy buena esta noveeeeee quiero maaaaas
    besos

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  18. Por fin aparecerá Peter y les aseguro que más de una quisiéramos tenerlo con nosotras, será que si hago lo mismo se me cumple jaja:).
    Masi_ruth

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  19. jjaja llego Peter!! Creo que la proxima vez le va a creer a Cande :P
    No es poco tiempo un mes? Aunque si creo que encontraran algun medio para que se quede :P jaja
    Espero el proximo y espero que estes disfrutandode tus vacaciones!
    Besos
    Giada

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  20. buenisimooo el cap...
    ya llego peter jajaja...
    mass novee...
    @WilmaryAlex

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Gracias por leer. Espero tu comentario :)