Lali se despertó con
una extraña sensación de calidez y seguridad. Un sentimiento que no había
experimentado desde hacía años.
De pronto, sintió un beso muy dulce sobre los párpados, como si alguien estuviese acariciándola con los labios. Unas manos fuertes y cálidas le tocaban el pelo.
¡Peter!
De pronto, sintió un beso muy dulce sobre los párpados, como si alguien estuviese acariciándola con los labios. Unas manos fuertes y cálidas le tocaban el pelo.
¡Peter!
Se incorporó tan rápido que se golpeó con su cabeza. Hasta sus oídos llegó el gemido de dolor de Peter. Frotándose la frente, abrió los ojos y vio que él la observaba con el ceño fruncido y obviamente molesto.
— Lo siento —se disculpó mientras se sentaba—. Me sobresaltaste.
Peter abrió la boca y se tocó los dientes con el pulgar para comprobar si el golpe los había aflojado.
Aquello fue peor aún para Lali, puesto que no pudo evitar contemplar el roce de su lengua sobre los dientes. Y la visión de esos blanquísimos dientes, increíblemente rectos, que a ella le gustaría tener mordisqueándole…
— ¿Qué quieres para desayunar? —le preguntó para alejarse un poco de sus pensamientos.
La mirada de él descendió hasta el profundo escote en V de su camisola. Siguiendo la dirección de sus ojos, Lali se dio cuenta de que, desde donde él estaba sentado, podría ver todo su cuerpo hasta llegar a las embarazosas braguitas de Mickey Mouse.
Antes de que pudiera moverse, Peter tiró de ella, hasta sentarla sobre sus muslos y reclamó sus labios.
Lali gimió de placer bajo el asalto de su boca, mientras su lengua le hacía las cosas más escandalosas. La cabeza comenzó a girarle con la intensidad del beso y con el cálido aliento de Peter mezclándose con el suyo.
Y pensar que nunca le había gustado besar…
¡Debía estar loca!
Los brazos de Peter intensificaron su abrazo. Miles de llamas lamían su cuerpo, encendiéndola e incitándola, mientras se agrupaban en la zona que más le dolía: entre los muslos, donde quería tenerle.
Sus labios la abandonaron para trazar con la lengua un rastro hasta su garganta, dibujando húmedos círculos sobre el mentón, el lóbulo de la oreja y finalmente el cuello.
¡El tipo parecía conocer todas las zonas erógenas del cuerpo de una mujer!
Mejor aún, sabía cómo usar las manos y la lengua para masajearlas hasta obtener el máximo placer.
Exhaló el aire suavemente sobre su oreja y, de inmediato, un escalofrío la recorrió de arriba a abajo; cuando pasó la lengua por el lóbulo, todo su cuerpo comenzó a temblar.
Un hormigueo le recorrió los pechos, que al instante se endurecieron, sobresaliendo como duros montículos que clamaban por ser besados.
— Peter —gimió, incapaz de reconocer su voz. Su mente le pedía que se detuviera, pero las palabras se quedaron atravesadas en la garganta.
Había mucho poder en sus caricias. Mucha magia. Le hacía ansiar, dolorosamente, mucho más.
Se dio la vuelta con ella en brazos y la aprisionó contra el colchón. Incluso a través del pijama, Lali percibía su erección, su miembro duro y ardiente que presionaba sobre la cadera, mientras con las manos le aferraba las nalgas y respiraba entrecortadamente junto a su oreja.
— Tienes que parar —consiguió decirle al fin con voz débil.
— ¿Parar el qué? —le preguntó—. ¿Esto? —y trazó con la
lengua el laberinto de su oreja. Lali siseó de placer. Los escalofríos se sucedían
y, como si se tratase de ascuas al rojo vivo, abrasaban cada centímetro de su
piel. Los pechos se hincharon aún más bajo el cuerpo de Peter—. ¿O esto? —e
introdujo una mano bajo la cinturilla elástica de sus braguitas para tocarla
donde más lo deseaba.
Lali se arqueó en respuesta a sus caricias y clavó los dedos en las sábanas ante la sensación de sus manos entre las piernas. ¡Dios, este hombre era increíble!
Peter comenzó a acariciar en círculos la trémula carne, utilizando un solo dedo, haciendo que se consumiera antes de introducirle dos dedos hasta el fondo.
Mientras rodeaba, acariciaba y atormentaba su interior, comenzó a masajearle muy suavemente el clítoris con el pulgar.
— ¡Ooooh! —gimió Lali, echando la cabeza hacia atrás por la intensidad del placer.
Se aferró a Peter, mientras él continuaba su implacable asalto utilizando sus manos y su lengua, dándole placer. Totalmente fuera de control, Lali se frotaba de forma desinhibida contra él, ansiando su pasión, sus caricias.
Peter cerró los ojos y saboreó el olor del cuerpo de Lali bajo el suyo; la sensación de sus brazos envolviéndolo. Era suya. Podía sentirla temblar y latir alrededor de su mano, mientras su cuerpo se retorcía bajo sus caricias.
En cualquier momento llegaría al clímax.
Con ese pensamiento ocupando su mente por completo, le quitó la camisola e inclinó la cabeza hasta atrapar un duro pezón y succionar suavemente toda la areola, deleitándose en la sensación de la rugosa piel bajo su lengua.
No recordaba que una mujer supiese tan bien como aquélla.
Su sabor se le quedaría grabado a fuego en la mente, jamás podría olvidarlo.
Y estaba completamente preparada para recibirlo: ardiente, húmeda y muy estrecha; exactamente como a él le gustaba una mujer.
Rasgó de un tirón la pequeña prenda que se ceñía a las caderas de Lali, y que le impedía un acceso total a aquel lugar que se moría por explorar completamente.
Y en toda su profundidad.
Ella escuchó cómo rompía las braguitas, pero no fue capaz de detenerlo. Su voluntad ya no le pertenecía; había sido engullida por unas sensaciones tan intensas, que lo único que quería era encontrar alivio.
¡Tenía que conseguirlo!
Alzando los brazos, enterró las manos en el pelo de Peter, incapaz de permitir que se alejara, aunque sólo fuese por un segundo.
Peter se quitó los pantalones a tirones y le separó los muslos.
Con el cuerpo envuelto en puro fuego, Lali aguantó la respiración mientras él colocaba su largo y duro cuerpo entre sus piernas.
La punta de su miembro presionaba justo sobre el centro de su feminidad. Arqueó las caderas acercándose aún más, aferrándose a sus amplios hombros. Deseaba sentirlo dentro con una desesperación tal, que desafiaba a todo entendimiento.
Lali se arqueó en respuesta a sus caricias y clavó los dedos en las sábanas ante la sensación de sus manos entre las piernas. ¡Dios, este hombre era increíble!
Peter comenzó a acariciar en círculos la trémula carne, utilizando un solo dedo, haciendo que se consumiera antes de introducirle dos dedos hasta el fondo.
Mientras rodeaba, acariciaba y atormentaba su interior, comenzó a masajearle muy suavemente el clítoris con el pulgar.
— ¡Ooooh! —gimió Lali, echando la cabeza hacia atrás por la intensidad del placer.
Se aferró a Peter, mientras él continuaba su implacable asalto utilizando sus manos y su lengua, dándole placer. Totalmente fuera de control, Lali se frotaba de forma desinhibida contra él, ansiando su pasión, sus caricias.
Peter cerró los ojos y saboreó el olor del cuerpo de Lali bajo el suyo; la sensación de sus brazos envolviéndolo. Era suya. Podía sentirla temblar y latir alrededor de su mano, mientras su cuerpo se retorcía bajo sus caricias.
En cualquier momento llegaría al clímax.
Con ese pensamiento ocupando su mente por completo, le quitó la camisola e inclinó la cabeza hasta atrapar un duro pezón y succionar suavemente toda la areola, deleitándose en la sensación de la rugosa piel bajo su lengua.
No recordaba que una mujer supiese tan bien como aquélla.
Su sabor se le quedaría grabado a fuego en la mente, jamás podría olvidarlo.
Y estaba completamente preparada para recibirlo: ardiente, húmeda y muy estrecha; exactamente como a él le gustaba una mujer.
Rasgó de un tirón la pequeña prenda que se ceñía a las caderas de Lali, y que le impedía un acceso total a aquel lugar que se moría por explorar completamente.
Y en toda su profundidad.
Ella escuchó cómo rompía las braguitas, pero no fue capaz de detenerlo. Su voluntad ya no le pertenecía; había sido engullida por unas sensaciones tan intensas, que lo único que quería era encontrar alivio.
¡Tenía que conseguirlo!
Alzando los brazos, enterró las manos en el pelo de Peter, incapaz de permitir que se alejara, aunque sólo fuese por un segundo.
Peter se quitó los pantalones a tirones y le separó los muslos.
Con el cuerpo envuelto en puro fuego, Lali aguantó la respiración mientras él colocaba su largo y duro cuerpo entre sus piernas.
La punta de su miembro presionaba justo sobre el centro de su feminidad. Arqueó las caderas acercándose aún más, aferrándose a sus amplios hombros. Deseaba sentirlo dentro con una desesperación tal, que desafiaba a todo entendimiento.
Continuara.....
Holaaaaaaaaa :)
Ayer no subí otro porque había pocas firmas cuando me fui a dormir....
Pero acá estoy firmen mucho y subo otro!
En el cap anterior no lo resalte pero se aclaró que Peter nunca puede satisfacerse, jamás alcanza el clímax solo puede proporcionarle placer a su invocadora! Por eso al final maldice al dios que lo maldijo! Lo repito por si alguien no tomó conciencia de lo que decía o no le dio bolilla! jajajaja
Y si, Peter no se iba a rendir tan fácilmente ¿Quieren saber como sigue?
Como nos podes dejar ahi!! me encanto el cap.... MAS NOVE
ResponderEliminarSe llegan a quemar estos dos? Más!!
ResponderEliminarMás.más más.quiero saber como van a racionar depues de esto
ResponderEliminarPense que esto se iba a demorar un tricito mas! O sorpresa... Que lindo mes van a pasar!
ResponderEliminarO si YO QUIERO SABER!!!
ResponderEliminarDeoos Juan Pedro de Macedonia es terrible!
Como ame todos estos libros!! ¿Es el único libro que adaptaras?
es que quedan tan genial con Lali y Peter que quiero leerlos otra vez ajaja
QUIERO OTRO!
PLIS
OTROO!!
CAPITULO 18!!!
ResponderEliminarCAPITULO 18!!!
CAPITULO 18!!!
CAPITULO 18!!!
CAPITULO 18!!!
Me encanta sube el que sigue!
Ay che yo quiero otroo!!!
ResponderEliminarQUIERO EL OTRO CAPITULO!!
No me parece encapricharme pero.. SUBE EL OTRO CAP SUBE EL OTRO CAP SUBE EL OTRO CAP!!
Dale dale dale Ya sube, up, come on, vamos, no seas malala!!
Сакам наредното поглавје!! (es macedonio aja! pega con cola no? ajaja xD
significa quiero el otro capitulo osea Сакам наредното поглавје!!! no intentes pronunciarlo porque es... impronunciable e.e
quiero mas que no paren porfa
ResponderEliminar@Angie_232alma
mas nove
ResponderEliminar@Angie_232alma
mas noveeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarmas noveeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarBásicamente quiero mas mas mas mas mas dale q subía mas mas mas mas
ResponderEliminarMas mas mas mas mas mas mas mas
ResponderEliminarbuenisimooo el cappp....
ResponderEliminarqueremos ver como sigue...
otro cap..
no nos podes dejar asi!!!!
@WilmaryAlex
Genial capitulo ! subi mas !
ResponderEliminarSubi mas porfavor
ResponderEliminarklasndwkjldnaa
ResponderEliminarme encanta
massss
Muy bueno! Será Lali la solucion a su problema?Veremos...
ResponderEliminarsubiiii maaaaaas! desesperoooo ajajaja
ResponderEliminaresta buenisimo el capitulo mas
ResponderEliminarMe mato el cap, porq si no mal recuerdo lali en un momento dijo q no lo utilizaria para eso a el xD, creo q se olvido de eso!
ResponderEliminarNo habia prestado atencion en eso q dijiste, mm creo q se van a romper las reglas con Lali, OJALA!
MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS!!
Beso,Anto
Ay estaba cn visitas por eso tarde en comentar u.u aaahhhhh me encanto el cap, seguro qe no concretan :/ jajajajaj
ResponderEliminarPobre Peter, me encanto el cap gracias por publicar nove esta buenisimaaa <3 @LuciaVega14
ResponderEliminarSube otroooooooooooo :DD
ResponderEliminarBesitoo
Arii
@AriadnaAyelen
Un seductor.
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