Capítulo 18

Y de repente, sonó el teléfono.
Lali  dio un respingo al escucharlo, y su mente recobró repentinamente el control
— ¿Qué es ese ruido? —gruñó Peter.

Agradecida por la interrupción, Lali salió como pudo de debajo de Peter; le temblaban las piernas y le ardía todo el cuerpo.
— Es un teléfono —dijo, antes de inclinarse hacia la mesita de noche y coger el auricular.
La mano no dejaba de temblarle mientras se lo acercaba a la oreja.
Lanzando una maldición, Peter se puso de lado.
— Cande, gracias a Dios que eres tú —dijo Lali, tan pronto como escuchó su voz. ¡En ese momento agradecía muchísimo la habilidad que tenía Cande de saber el momento preciso en que llamar!
— ¿Qué pasa? —preguntó su amiga.
— Deja de hacer eso —le espetó a Peter que, en ese instante, se dedicaba a lamerle las nalgas en un movimiento descendente…
— Pero si no estoy haciendo nada —le dijo Cande.
— Tú no, Candela.
El silencio cayó sobre el otro extremo de la línea.
— Escucha —le dijo Lali a Cande con una dura advertencia en la voz—. Necesito que busques entre la ropa de Victorio y traigas unas cuantas cosas. Ahora.
— ¡Funcionó! —el agudo chillido estuvo a punto de perforarle el tímpano—. ¡Ay, Dios mío! ¡Funcionó!, ¡no puedo creerlo! ¡Voy para allá!
Lali  colgó el teléfono justo cuando la lengua de Peter bajaba desde sus nalgas hacia…
— ¡Para ya!
Él se echó hacia atrás y la miró con el ceño fruncido, estupefacto.
— ¿No te gusta que te haga eso?
— Yo no he dicho eso —contestó antes de poder detenerse.
Peter se acercó de nuevo a ella.
Lali  bajó de un salto de la cama.
— Tengo que irme a trabajar.
Peter se apoyó en un brazo, tendido sobre un costado, y la observó mientras recogía los pantalones del pijama y se los arrojaba. Los agarró con una mano mientras sus ojos se movían, perezosamente, sobre el cuerpo de Lali.
— ¿Por qué no llamas para decir que estás enferma?
— ¿Que estoy enferma? —repitió—. ¿Y tú cómo conoces ese truco?
Él se encogió de hombros.
— Ya te lo he dicho. Puedo escuchar mientras estoy encerrado en el libro. Por eso puedo aprender idiomas y entender los cambios en la sintaxis.
Con la misma elegancia de una pantera que se endereza tras estar agazapada, Peter apartó el edredón y salió lentamente de la cama. No llevaba los pantalones. Y su miembro estaba totalmente erecto.
Hipnotizada, Lali fue incapaz de moverse.
— No hemos acabado —dijo él con la voz ronca, mientras se acercaba a ella.
— ¡Pues claro que sí! —le contestó Lali , y huyó al cuarto de baño, encerrándose allí tras echar el pestillo a la puerta.
Con los dientes apretados, Peter tuvo la repentina necesidad de golpearse la cabeza contra la pared de tan frustrado como se sentía. ¿Por qué tenía que ser tan testaruda?
Se miró el miembro rígido y soltó un juramento.
— ¿Y tú no puedes comportarte durante cinco minutos al menos?
Lali se dio una larga ducha fría. ¿Qué tenía Peter que hacía que su sangre literalmente hirviera? Incluso ahora podía sentir el calor de su cuerpo sobre ella.
Sus labios sobre…
— ¡Para, para, para!
No era una ninfómana sin control sobre sí misma. Era una licenciada en Filosofía, con un cerebro; y sin hormonas.
Pero aun así, sería extremadamente fácil olvidarse de todo y pasar todo el mes en la cama con Peter.
— Muy bien —se dijo a sí misma—. Supongamos que te metes en la cama con él un mes. Y luego, ¿qué? —Se enjabonó el cuerpo mientras la irritación desvanecía los últimos rescoldos de su deseo—. Yo te diré qué pasará después. Él se irá y tú, colega, te quedarás sola otra vez.
» ¿Te acuerdas de lo que ocurrió cuando Pablo se marchó? ¿Te acuerdas de cómo te sentías cuando te paseabas por la habitación, con el estómago revuelto porque habías permitido que te utilizara? ¿Te acuerdas de la humillación que sentías?
Pero aún peor que esos recuerdos, era la imagen de Pablo mofándose de ella a carcajadas con sus amigos, mientras recogía el dinero de la apuesta. Cómo deseaba haber sido un hombre en ese momento, para poder abrir la puerta de su apartamento de una patada y golpearlo hasta hacerlo pedazos.
No, no dejaría que nadie más la utilizara.
Le había costado años superar la crueldad de Pablo, y no tenía ningún deseo de arruinar lo que había conseguido por un capricho. ¡Aunque fuese un fabuloso capricho!
No, no y no. La próxima vez que se entregara a un hombre, sería con uno que estuviese unido a ella. Alguien que la cuidara.
Alguien que no dejase a un lado su dolor y continuase usando su cuerpo buscando su propio placer, como si ella no importara nada —pensaba, mientras los recuerdos reprimidos regresaban a la superficie. Pablo se había comportado como si ella no hubiese estado presente. Como si no hubiese sido más que una muñeca sin emociones, diseñada sólo para proporcionarle placer.
Y no estaba dispuesta a dejar que la volviesen a tratar así, especialmente si se trataba de Peter.
Jamás.

Continuara....

Y bueno, no sucedió pero ya sabran porque ;) Tengo tantas ganas de adelantarles cosas sahsfkhsk pero me contengo!

Y si, Pablo es un hdp! Más adelante se cuenta un poco más sobre esa noche! ¬¬ 

En mi caso el cap que viene me encantaaaaaaaaaaa ;) Me causa mucha gracia ;)

¿Lo quieren leer? 

Firmen y subo más ;)

Besos

Juli♥

@amorxca
Me encanta que cada dia se copen nuevas lectoras :D

Anto es verdad que vas a participar en la voz?