viernes, 15 de febrero de 2013

Capítulo 5:

A la que no se paso le exijo YA que pase por mi otro blog ---> http://amorisallyouneed.blogspot.com.ar/ y a las que leen, simplemente gracias por el apoyo y la buena onda :)




Con el primer toque, supe que el piano era una dulzura, completamente
entonado, poderoso, capaz de un amplio rango. Me relajó como nada más
lo hacía, proveyéndome de una barrera entre mí y el resto de la habitación.

Perdiéndome entre la partitura despejé mis nervios y comencé a disfrutar. Vivía
por la música en la misma forma que mis padres lo hacían por su arte. No era
acerca de la presentación, prefería tocar en una habitación vacía; solo para mí,
era cuestión de ser parte de la composición, absorbiendo las notas y trabajando
la magia para tejer el hechizo. Cuando tocaba junto a otros, estaba consciente de
mis compañeros, no como personas sino como música: Nico, suave y suelto,
Yves, el clarinetista, lírico, inteligente, en ocasiones gracioso; Peter – bueno, Peter
era el latido, dándole vigor a la música. Presentía que él comprendía la música
como yo, su anticipación a los cambios en estado y tiempo, eran impecables.
“Muy bien, mejor dicho, excelente!” pronunció el Sr. Keneally cuando
terminamos. “Me temo que he sido echado de la banda de jazz.” Me dio una
guiñeada de ojo.
“Pasaste con creces,” dijo Nico en voz baja mientras me pasaba por atrás.
El sr. Keneally siguió con otros asuntos, organizando el coro y los ensayo
de la orquesta, pero no se le pidió a nadie más que pasara al frente a tocar. No
dispuesta a abandonar mi barrera me quedé donde estaba, mirando el reflejo
de mis manos sobre la tapa levantada, con los dedos pretendiendo tocar sobre
las teclas. Sentí un ligero toque sobre mi hombro. Los estudiantes se estaban
yendo pero Nico y el clarinetista estaban detrás de mí, Peter más alejado, aún
luciendo como si prefiriera no estar allí.
Nico gesticuló hacia el clarinetista. “Lali, te presento a Yves.”
“Hola. Eres buena.” Yves sonrió, reacomodando sus lentes.
“Gracias.”
“Ese idiota es mi hermano, Peter.” Agitó una mano hacia el motociclista de
ceño fruncido.
“Vamos, Yves,” gruñó Peter.
Yves lo ignoró. “No le hagas caso. Es así con todo el mundo.”
Nico se rió y nos dejó.
“Son mellizos?” Tenían la misma coloreada y dorada piel tostada, pero Yves
tenía la cara redondeada con pelo negro y lacio, como un joven Clark Kent. Peter
tenía facciones bien definidas, nariz marcada, grandes ojos con largas pestañas,
y una cabeza llena de rulos, más propensa a ser un colorido chico malo que de
ser encontrado entre los aburridos buenos. Un héroe caído, de esos del tipo
trágico que caen al lado oscuro como Anakin Skywalker…..
Mantente en programa, Lali.
Yves negó con la cabeza. “De ninguna manera. Le llevo un año. Estoy en el
último año. Él es el bebé de la familia.”
Nunca había visto a alguien lucir con tan poca apariencia de bebé. Mis
respetos para con Yves se dispararon, era evidente que no era intimidado por su
hermano.
“Cielos, gracias, hermano, estoy seguro que ella quería saber eso.” Peter se
cruzó de brazos, los pies golpeteando.
“Te veo en la práctica de banda.” Yves tiró de Peter.
“Seeh, seguro,” murmuré, observando a los hermanos. “Apuesto a que no
pueden esperar.” Tarareé una irónica pequeña melodía, imaginándomelos a
los dos brincando hacia el cielo al tiempo que partían de nuestra vista, la de los
simples mortales.

Esa misma tarde, Cande  me alcanzó hasta casa en su auto, diciendo que quería
conocer dónde vivía. Pienso que en realidad estaba a la pesca de una invitación
para conocer a mis padres. Su vehículo sólo tenía dos asientos, el maletero
estaba dedicado a espacio de herramientas para el negocio de plomería de su
hermano. Aún podías distinguir las palabras Reparaciones Monterey a un lado.
“Me lo dio cuando lo cambió por un camión,” me explicó alegremente,
tocando la bocina para quitar del camino al grupo de adolescentes. “Él es
oficialmente mi hermano favorito por al menos otro mes más.”
“Cuántos hermanos tienes?”
“Dos. Mas que suficiente. Tú?”
“Soy yo sola.”
Siguió conversando mientras vagábamos ruidosamente por la ciudad. Su
familia sonaba fabulosa un poco caótica pero unidos. Con razón ella tenía
toneladas de confianza con eso detrás.
Pisó a fondo el acelerador y salimos disparadas por la colina.
“Conocí a Yves y Peter Lanzani en la práctica de música,” dije casualmente,
tratando de ignorar el hecho de que estaba siendo jalada contra el asiento como
un astronauta en despegue.
“Acaso no es Peter guapísimo!” lanzó besos al aire con entusiasmo, esquivando
a un gato que se había atrevido a cruzar la ruta frente a ella.
“Sí, supongo.”
“No hay nada que suponer. Esa cara, ese cuerpo – qué más podría querer una
chica?”
Alguien que la note? Pensé.
“Pero tiene bastante carácter  vuelve locos a los profesores. Dos de sus
hermanos eran similares pero dicen que él es el peor. El año pasado casi
consigue que lo expulsen por faltarle el respeto a un miembro del personal. Si
me perdonas, a ninguno de nosotros nos gustaba el Sr Lomas. Resultó ser que
a él le gustaban demasiado algunos de nosotros, si es entiendes a lo que me
refiero. Fue despedido al finalizar el período.”
“Qué asco.”
“Seeh, como sea. Son siete hijos en la familia. Tres aún permanecen en el
hogar en la casa que está en la cima del pueblo junto a la estación del teleférico y
los mayores en Denver.”
“Teleférico?”
“Sí, su papá lo dirige durante la temporada; su mamá es instructora de esquí.
Todos consideramos que los chicos Lanzani son los reyes de las pistas.”
“Hay siete de ellos?”
Le tocó bocina a un peatón y saludó. “Los Lanzani mantienen un patrón:
Trace, Uriel, Victor, Will, Xavier, Yves, y Peter. Ayuda a recordarlos, supongo.”
“Nombres raros.”
“Familia extraña, pero son geniales.”
Simon y Sally estaban desempacando los suministros de arte cuando
llegamos de regreso. Podía notar que estaban encantados de que haya llevado a
una amiga a casa tan pronto. Se preocupaban por mi timidez incluso más de lo
que yo lo hacía.
“Lamentamos no tener nada para ofrecerte excepto galletas compradas en
la tienda,” dijo mi madre, robando algunos refrescos de la caja del almacén de
sobre la mesada. Como si fuera la clase de madre que cocina!
“Y yo que esperaba una completa merienda inglesa con té,” dijo Cande con un
destello en sus ojos. “Saben, con esos diminutos sándwiches de pepino y esos
pasteles de crema y jalea.”
“Quieres decir scones y mermelada,” dijo Simon.
“Es-con-es,” Sally y yo lo corregimos automáticamente.
“Perdonen, me perdí de algo?” preguntó  Cande cuando todos nos reímos.
“Chiste viej,  nada gracioso,” dijo Simon brevemente. “Córtenla, chicas.
Cande, Lali nos contó que te gusta el arte. Qué has oído acerca del nuevo Centro?”
“He visto el edificio  absolutamente impresionante. El sr. Rodenheim tenía
grandes ambiciones para el lugar.” Furtivamente le echó una ojeada al cuaderno
de bocetos que Sally acababa de desempacar. Lucía impresionada, tomándose el
tiempo para estudiar a cada uno. “Esto es fabuloso, son de Carbonilla?”
Sally se paró y acomodó su pañoleta sobre su hombro. “Sí, me gusta ese
medio para bosquejar.”
“Vas a dar clases?”
“Eso es parte del trato,” confirmó Sally, dándole a Simon una mirada
complacida.
“Me gustaría ir, Sra. Bright, si es que puedo.”
“Por supuesto, Cande. Y por favor, llámame Sally.”
“Sally y Simon,” agregó mi papá.
“Está bien.” Cande apoyó el cuaderno de dibujo y metió sus manos en los
bolsillos. “Así que Lali aquí presente contrajo los genes artísticos de uds,
supongo?”
“Ehh....no.” Sally me sonrió, un poco avergonzada. Siempre era así cuando
la gente preguntaba. Habíamos acordado nunca fingir ser otra cosa de lo que
éramos.
“Cande, soy adoptada,” expliqué. “Mi vida era un poco complicada antes de que
ellos me acogieran.”
Entiéndase ‘verdaderamente desastrosa’. Había sido abandonada en una
gasolinera de autopista cuando tenía seis; nadie había sido capaz de rastrear a
mis padres biológicos. Había estado traumatizada, siquiera capaz de recordar
mi nombre. La única forma en la que me había comunicado en los siguientes
cuatro años fue a través de la música. No eran tiempos que me gustara recordar.
Me habían dejado con la inquietante sensación de que tal vez, algún día, alguien
apareciera y me reclamara como a una maleta perdida en alguna aerolínea.
Sabía que no quería ser rastreada.
“Oh, lo siento no tenía la intención de entrometerme. Tus padres son
asombrosos.”
“Está todo bien.”
Ella recogió su bolso. “Genial. Me tengo que ir. Te veo mañana.” Con un
alegre saludo, se marchó.
“Me gusta Cande,” anunció Sally, abrazándome.
“Y ella piensa que son asombrosos.”
Simon negó con la cabeza. “Los americanos piensan que los zapatos son
asombrosos, que alguien ofreciéndoles una aventada es asombroso: qué van
a hacer cuando conozcan algo verdaderamente digno de asombro? Se habrán
quedado cortos con esa palabra.”
“Simón, deja de ser un viejo gruñón.” Sally lo abofeteó en las costillas. “Cómo
estubo tu día, Lali?”
“Bien. No, más que bien. Asombroso.” Le sonreí a Sally. “Creo que voy a estar
bien aquí.” Siempre y cuando me mantenga alejada de las porristas de la sra.
Green.
La práctica de la banda de jazz cayó sobre el final de la semana. En el tiempo
transcurrido, no me crucé con dos los hermanos  Lanzani  en los corredores por
lo que al parecer nuestros horarios no solapaban. Sí vi a Yves a la distancia una
vez, cuando estaba jugando al vóley, pero el horario de Peter no coincidía con el
mío.
Cande lo vio.
Nico  había disparado algunos lanzamientos al cesto con él. Hombre
valiente.
Pero yo no. No es que me pasara todo el tiempo buscándolo, claro.
Había escuchado mucho más acerca suyo. Él y su familia eran uno de los
tópicos favoritos de chismes. Tres de los chicos Lanzani – Trace, Victor, y ahora
el más joven, Peter– eran conocidos por andar a los rugidos con sus motocicletas
por Wrickendridge, involucrarse en peleas en los bares locales, y dejar un
rastro de corazones rotos entre la población femenina – en su mayor parte por
su negación a salir con chicas locales. Los dos más grandes, Trace y Victor,
habían sentado cabeza un poco ahora que tenían trabajos fuera de la ciudad,
irónicamente, ambos haciendo cumplir las leyes, pero eso no impedía que sus
grandes hazañas pasadas no fueran relatadas con gran entusiasmo y algo de
añoranza.
“Chicos malos pero no malvados,” parecía ser el veredicto.
La síntesis de Cande parecía ser más sucinta: “como el chocolate Belga –
absolutamente pecaminosos y completamente irresistibles.”
Culpable a sabiendas de que estaba demasiado interesada en alguien que
había visto sólo una vez, intenté quitarme en hábito de buscarlo. Este no era
mi comportamiento normal  en Inglaterra, rara vez había tenido interés
en chicos, y si hubiera escogido a un candidato para hacer el cambio, por así
decirlo, no habría sido Peter. Qué había para que te gustara? Nada a excepción de
desprecio. Eso me hacía superficial por tomarle tanto interés. Puede que él se
haya convertido en el anti-héroe de mi novela gráfica en marcha, pero eso no lo
hacía buen candidato de mis atenciones en la vida real. Tal vez el hecho de que
estuviera tan lejos de alcance lo hacía extrañamente ‘seguro’ de fantasear; no
iría más allá porque la luna se caería del cielo antes de que él me notara.
Nuestros caminos se cruzaron una vez, pero eso fue fuera de la escuela  y
definitivamente no a mi favor. Pasé por la tienda de camino a casa para recoger
algo de leche y terminé acorralada por la sra. Hoffman. Entre interrogarme en
cómo me estaba yendo en todas y cada una de mis asignaturas, también me
enlistó para que le alcanzara algunos víveres.
“Lali, cariño, me gustaría un frasco de salsa de eneldo,” dijo, haciendo
señas hacia la pequeña botella verde en el mismísimo extremo superior de la
estantería.”
“Bueno,” puse mis manos sobre las caderas y miré hacia arriba. Estaba fuera
del alcance de ambas.
“Por qué harán estos molestos estantes tan altos?” resopló la sra.
Hoffman. “Tengo en mente llamar al gerente.”
“No, no.” No quería estar allí para ese episodio en particular. “Puedo
hacerlo.” Eché un vistazo a la góndola, preguntándome si habría alguna escalera
de mano disponible y ví a Peter en el otro extremo.
La sra. Hoffman también lo vio. “Bueno, mira allí, si es el muchacho Lanzani
– Xav – no, Peter Nombres tontos, si me lo preguntas.”
No lo pregunté porque no tenía dudas de que ella tendría algo que decir
respecto del mío.
“Deberíamos llamarlo para que venga?” preguntó.
Eso sería grandioso: “Disculpe, Sr Hombre-lobo Alto-y-Apuesto, pero podría
usted ayudar a la enana Inglesa a alcanzar la salsa?” mejor no.
“Está bien, creo que puedo alcanzarla.” Me trepé al estante de más abajo,
dándome impulso con el del medio y estirándome en puntas de pies. Mis dedos
se cerraron sobre la botella de más arriba –casi…
Entonces mi pie se desliza y yo aterrizo sobre mi trasero, el frasco
volando de mi mano y rompiéndose sobre las baldosas. La hilera de salsa de
eneldo se sacudió precariamente, luciendo como dispuestas a caerse, pero
milagrosamente se mantuvieron en la estantería.
“Qué fastidio!”
“Lali Rinaldi, no toleraré semejante lenguaje tan poco femenino!” dijo la sra.
Hoffman.
El asistente llegó, remolcando un trapeador y una cubeta sobre ruedas detrás
de ella como perro salchicha.
“No pagaré por eso, Leanne,” anunció inmediatamente la sra. Hoffman,
señalando al lío que yo había hecho con el frasco.
Me esforcé en ponerme de pie, sintiendo el moretón ya formarse en la base
de mi columna, pero resistí la tentación de frotar la parte agraviada. “Ha sido mi
culpa.” Excavé en mi bolsillo y saqué un billete de cinco dólares. Allí se iban mis
chocolates de premio.
“Guarda tu dinero, cariño”, dijo la auxiliar de la tienda. “Fue un accidente.
Todos lo vimos.”
Sin decir una palabra, Peter se paseó por allí y sacó otro frasco de la estantería
sin ninguna clase de dificultad y lo metió en la canasta de la sra. Hoffman.
La sra. Hoffman le sonrió embobada, tal vez no dándose cuenta de que
le estaba sonriendo al chico malo de la escuela. “Gracias, Peter. Es Peter, no es
cierto?”
Asintió con la cabeza bruscamente, echándome un ojo sobre mí con algo así
como burla.
Zas!- él paralizó a su enemigo con un mínimo movimiento de pestaña.
“Cómo están tus padres, mi querido Peter?”
Maravilloso! La sra. Hoffman había hallado otra víctima para interrogar.
“Ellos están bien,” dijo, agregando luego de pensarlo mejor, “señora.”
Wow, sí que América era extraña! Hasta el chico malo del pueblo tenía un
dejo de cortesía rasgando dentro no como su equivalente británico a quien ni
se le hubiese ocurrido llamar a alguien ‘señora’.
“Y tus hermanos mayores, qué están haciendo por estos días?”
Me escabullí con un bajo “adiós”. No lo juraría, pero me pareció escuchar a
Peter mascullar “traidora” mientras lo abandonaba, lo que me hizo sentir mucho
mejor por haber caído estúpidamente frente a sus ojos.
No había llegado demasiado lejos cuando escuché una moto detrás de mí.
Miré por sobre mi hombro para encontrar a Peter maniobrando una Honda negra
por la calle, pasando expertamente entre el flujo de tránsito que retornaba
a casa por la noche. Él era evidentemente mejor que yo en eso de cortar
conversaciones breves con la sra. Hoffman. Aminoró la marcha cuando me vio
pero no se detuvo.
Seguí caminando, tratando de no preocuparme de que estuviera oscureciendo
y él esté aún tras de mí. Siguió hasta que llegué a mi portón, luego salió
zumbando, haciendo un wheelie que hizo que el pequeño poodle del vecino
saltara ladrando como si hubiera sido electrocutado.
Para qué había sido eso? Intimidación? Curiosidad? Supuse que la primera
opción era la más probable. Moriría de la vergüenza si él alguna vez supiera
cuánto tiempo me he pasado preguntándome acerca suyo esa semana. Tenía que
parar.
Viernes por la mañana y el noticiero local seguía sin parar la cobertura
acerca de un tiroteo de bandas en la ciudad más cercana, Denver. Familiares
habían quedado atrapados en el fuego cruzado  ahora todos en la morgue.
Parecía lejano de las preocupaciones de nuestra comunidad montañesa así que
me sorprendí de encontrar a todo el mundo hablando de ello. La violencia del
tipo ‘ka-bum!’ medio que estaba bien en el imaginario, pero la verdadera era
enfermiza. No quería ahondar en ella pero mis compañeros estaban imparables.
“Dicen que fue una venta de drogas que salió realmente mal,” nos contó Zoe,
una amiga de Cande, durante el almuerzo. Tenía una actitud irreverente hacia la
vida y a mí en particular, ella me agradaba porque era apenas un poco más alta
que yo, gracias a su pequeña madre china. “Pero cinco miembros de la misma
familia fueron asesinados incluyendo al bebé. Cuánto más repugnante puede
ser?”
“Escuché que los hombres armados se dieron a la fuga. Han mandado un
boletín informativo a todo el estado,” agregó Cande, en conocimiento de causa. Su
hermano mayor trabajaba en la oficina del alguacil. “Brad se anotó para horas
extra.”
“Dile a tu hermano que no se preocupe: la sra. Hoffman los verá si vienen
para aquí.” Zoe partió su apio y lo bañó en sal, hábilmente apartando su
cabellera por detrás del hombro con su mano libre. “Ya puedo imaginármela
encargándose de ellos.”
“Seh, los tendrá rogando piedad,” acordó Cande.
La sra. Hoffman Jueza despiadada, impartiendo justicia con su cucharón de
madera de la Perdición, ensoñé.
“Crees que los hombres armados vengan para aquí?”
Las dos chicas se me quedaron mirando.
“Qué? Algo excitante pasando en Wrickenridge? Sé realista,” se rió Zoe.
“No, Lali,” dijo Cande. “No hay posibilidad. Estamos al final del camino en
medio de la nada. Por qué alguien querría venir aquí a menos que tuvieran
esquíes aferrados a sus pies?”
Era una buena pregunta. Me di cuenta demasiado tarde de que había sido
estúpida en no adivinar que estaban bromeando en eso de que Wrickenridge
vaya a estar involucrado en alguna historia importante, pero Cande y Zoe
estaban más entretenidas que siendo despectivas acerca de mi inteligencia. Ser
extranjera me daba una ventaja extra.
Dando excusas para alejarme de esta charla de asesinatos, llegué al salón
de práctica cinco minutos más temprano. Tenía el lugar para mí sola y me
di el gusto de vagar mis dedos por el piano de cola, entrando y saliendo de
un nocturno de Chopin. Me ayudaba a deshacerme del estremecimiento que
me agarró cuando pensé en el tiroteo de Denver. La violencia siempre me
hacía sentir pánico, como si estuviera a punto de soltar un tigre enjaulado
de recuerdos en mi interior  algo a lo que no podía pelear o sobrevivir. No
pensaba iba a ir allí.
Todavía no teníamos un piano en casa y estaba teniendo serios síntomas de
abstinencia. Mientras vagaba por las notas, me distraje preguntándome qué
recibimiento me daría hoy Peter. Chopin se fusionaba en algo más modernoso,
con un entrelazamiento al tema de Misión Imposible.
La puerta se abrió de golpe y me di la vuelta con expectativa, mi pulso
sobresaltado, pero sólo era Nico.
“Hey, Lali  Yves y Peter no están en la escuela.” El hombre Elástico entró
rebotando y sacó su instrumento de su estuche.
Sentí una gran ola de desilusión, la cual me dije a mí misma que era por
ser negada la oportunidad de tocar y no porque me estaba perdiendo de la
oportunidad de ver al objeto de mi secreta obsesión.
“Quieres de probar algunas cosas juntos de todos modos?”
Pasé mis dedos sobre las teclas.
Nico  frunció la boca. “Qué clase de cosas tienes en mente, dulzura?”
“Em…estoy segura de que hay algunas canciones aquí que podemos tomar
para una prueba.” Me paré y hurgué sobre la pila de música de la mesa.
Él se rió. “Auch, apesta, me estás cortando el rostro!”
“Lo hago? Lo estoy haciendo?” podía sentir mi rubor ascendiendo a escalas
embarazosas. “Qué tal ésta? Le tiré una pieza al azar.
La miró. “Canciones populares? Quiero decir, Oklahoma tiene algunas
buenas pero- ”
“Oh,”se la arrebaté de nuevo, poniéndome más nerviosa a sabiendas de que lo
estaba divirtiendo.
“Tómalo con calma, Lali. Tengo una mejor idea, por qué no me dejas elegir a
mí?”
Aliviada, abandoné las partituras y me retiré hacia mi banqueta del piano
donde me sentía más en control de las cosas.
“Acaso te pongo nerviosa?” me preguntó Nico seriamente, lanzándome una
mirada curiosa. “No deberías hacerme caso  estaba tonteando.”
Tiré de mi larga trenza y la envolví alrededor de mi puño. Tenía que
mantenerse trenzada o se saldría de control. “No eres tú.”
“Sólo con los chicos?”
Golpeé ligeramente mi cabeza con la tapa del piano. “Soy así de evidente?”
Nico negó con la cabeza. “No. Soy un alma muy sensible para reconocerlo.”
Sonrió.
“Tengo algunos problemas.” Arrugué la nariz en disgusto conmigo misma.
Mis problemas eran muchos, todos arraigados en mi profundo sentimiento
de inseguridad de acuerdo al psicólogo infantil al que había está yendo desde
que tenía seis. Bueno, caramba, como si no hubiera podido descifrarlo por mi
cuenta, en vista de que había sido abandonada y todo eso. “Estoy algo fuera de
mi zona de confort.”
“Pero yo te cubro, recuérdalo.” Nico sacó su elección y me la mostró para
mi aprobación.
“Puedes respirar tranquila a mi alrededor. No tengo ningún designio nefario
para contigo.”
“Qué es nefario?”
“No lo sé, pero mi abuela me acusa de tenerlo cuando piensa que he hecho
algo malo y suena bien.”
Me reí, relajándome un poquito. “Eso es verdad  puedo acusarte con ella si
te sales de la raya.”
Simuló estremecerse. “Ni siquiera tú serías tan cruel, chica británica. Ahora,
nos vamos a sentar aquí todo el día sin hacer nada o tocamos algo de música?”
Nico tomó su saxo y probó la entonación.
“Música.” Abrí la partitura, la coloqué en su soporte y me metí de lleno.


Continuara....

Capítulo larguito para terminar/comenzar el día :)

Cada vez más cerca de las cosas interesantes! 

Los pequeños detalles cuentan.tengan eso presente ;) 


24 comentarios:

  1. me cae bien nico

    novela solo tu: http://morithalaliter.blogspot.mx/

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  2. O dios mio! No me digas que uno de los hombres armados es Peter!? No no no, por favor no puede ser, ok rebelde pero asesino no..verdad??! :S Aay, estoy ansiosa! @susonrisa_pl

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  3. Hay Lali y Peter tuvieron su primera conexión que lindo aunque ella no se dio cuenta, pero al parecer Peter si como la acompaño a su casa....

    MAS MAS MAS MAS!!!!

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  4. seguiiiilaaaa!!!! quiero maaaa!!!!

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  5. peter no le dijo traidora lo penso y lali escucho su mente o.O rjrjrjr terminar son las 9 aca :P me encanta ya qiero el proximo

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  6. ¬¬ no quiero que Lali este con Nico quiero que este con Peter, pero capaz que si pasa algo con Nico se da cuenta de que no siente nada por el. Si me parecio que si, por eso estuve prestando atencion a cada detalle de la nove ajajaja RE largo el cap me re gusto encima me lo re imagine con la señora Hoffman!!!! ♥.♥ LO AMOOO ME ENCANTAAAAA MASSS POR FASSSSSSS @LuciaVega14

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  7. nooooo lali y nico no! lali y peter si ajajja! estoy atenta a los detalles eh.. Mucho misterio!besos! espero mas, Giu

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  8. me encantoo la noveee seguilaa mas.... chicas pasense por este blog nueva nove laliter como nos gusta http://pensandoencosficl.blogspot.com/2013/02/capitulo-2.html besos las espero

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  9. Me encantooo!!!!! Muy buen capitulo
    @Fio_JPL

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  10. Me gustaron estos dos caps por algo importante, comprendi todo xD Ahora quiero encuentros laliter, algo asi jaja porq me embola leer sino
    Maaaaas
    Beso,Anto

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  11. wou vaya capitulo jajajaja fue interesante quiero saber como el se entera eso de q ella debe ser su compañera mas juli y yo ya te comente en el otro creo q hasta fue desesperado jajajaj

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  12. wou muy buen capitulo quiero saber como hace el para decir q ella es la indicada

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  13. Buenísimo y largo el CAP quiero más

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  14. Si podes pasate por mi blog! Es nuevo y necesito que lo recomienden!
    http://fiolaliter.blogspot.com.ar/
    graciaas

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  15. Pobre Lali (cuando cayo) :/
    Que lindo Peter acompañandola a su casa! jajjaja Para mi que ya se creo algo entre esos dos o Peter sintio que LAli es "especial"! jajja
    Me encanta Nico :)

    Peter y sus hermanos tendran algo que ver con lo del los hombre armados?
    Quiero saber!!!
    jajajj espero el proximo
    Besos

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  16. No recuerdo si pase a decirte k ya os puedo leer xvla play pero no comentarbxk se bloquea.Mi torre se quemo y comobhabras leidoven otras novelas estoy bien .Queria comentar cuandobterminase d leer tus novelas pero solo he leido la d Oscura inocencia completavy veo k la siyuiente son 26 y la otra unos cuantos .Mas tu otro blogs x eso he decidido escribirte ahora.Se me complica con el movil tanto leer x la cantidad d caps(buscarlosves un follon) como comentar en cuanto me ponga al dia procurare comentar siempre.Gracias x preguntar x mi.Gracias x escribir tantos caps .A leer para darte alcance

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  17. Aaahhh y sigue subiendo caps k yo te alcanzo en breve .Al menos eso espero.K estes bien.Un beso.Si quieres mi numero no tengo inconveniente ya lo deje a alguna d las chicas k me lo pidieron x si pasa otro pequño incidente jsjaja el pu...t...ordenata me hizo la puñeta dos meses.Voy muy atrasada con todas Gracias a Dios xk escribisteis bastante.

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    1. Hola Chari :) Sabia que estabas bien pero no sabia que había pasado ni nada :/ Que bueno que no te haya pasado nada! estaba preocupada! No te preocupes ponte al dia cuando puedas, tranquila que por eso no hay problema :)
      Me encantaría tener tu numero :)
      Ojala ya no desaparezcas!
      Me alegro que estes bien!
      Besos

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    2. Ok puse otro comentario per veo k algo no hice bien xk no aparece.jajaja.entro a diario en el d Cami hay veo si subis.Mi numero es 606560769 con wap.si avisas x ahi.D momento me temi k un nuevo ordenador va para laaaaaaaargo.Un beso .Aaasshhh ahora mismo voy x cap 24 ,casi casi te alcanzo.

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    3. K cabecita con + 34 606560769.

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  18. Siento como si leyera harry potter jaja pero me gusta la historia, espero que lali no este con nico
    Masi_ruth

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Gracias por leer. Espero tu comentario :)