Con el primer
toque, supe que el piano era una dulzura, completamente
entonado, poderoso,
capaz de un amplio rango. Me relajó como nada más
lo hacía,
proveyéndome de una barrera entre mí y el resto de la habitación.
Perdiéndome entre
la partitura despejé mis nervios y comencé a disfrutar. Vivía
por la música en la
misma forma que mis padres lo hacían por su arte. No era
acerca de la
presentación, prefería tocar en una habitación vacía; solo para mí,
era cuestión de ser
parte de la composición, absorbiendo las notas y trabajando
la magia para tejer
el hechizo. Cuando tocaba junto a otros, estaba consciente de
mis compañeros, no
como personas sino como música: Nico, suave y suelto,
Yves, el
clarinetista, lírico, inteligente, en ocasiones gracioso; Peter – bueno, Peter
era el latido,
dándole vigor a la música. Presentía que él comprendía la música
como yo, su
anticipación a los cambios en estado y tiempo, eran impecables.
“Muy bien, mejor
dicho, excelente!” pronunció el Sr. Keneally cuando
terminamos. “Me
temo que he sido echado de la banda de jazz.” Me dio una
guiñeada de ojo.
“Pasaste con
creces,” dijo Nico en voz baja mientras me pasaba por atrás.
El sr. Keneally
siguió con otros asuntos, organizando el coro y los ensayo
de la orquesta, pero
no se le pidió a nadie más que pasara al frente a tocar. No
dispuesta a
abandonar mi barrera me quedé donde estaba, mirando el reflejo
de mis manos sobre
la tapa levantada, con los dedos pretendiendo tocar sobre
las teclas. Sentí
un ligero toque sobre mi hombro. Los estudiantes se estaban
yendo pero Nico y
el clarinetista estaban detrás de mí, Peter más alejado, aún
luciendo como si
prefiriera no estar allí.
Nico gesticuló
hacia el clarinetista. “Lali, te presento a Yves.”
“Hola. Eres buena.”
Yves sonrió, reacomodando sus lentes.
“Gracias.”
“Ese idiota es mi
hermano, Peter.” Agitó una mano hacia el motociclista de
ceño fruncido.
“Vamos, Yves,”
gruñó Peter.
Yves lo ignoró. “No
le hagas caso. Es así con todo el mundo.”
Nico se rió y nos
dejó.
“Son mellizos?”
Tenían la misma coloreada y dorada piel tostada, pero Yves
tenía la cara
redondeada con pelo negro y lacio, como un joven Clark Kent. Peter
tenía facciones
bien definidas, nariz marcada, grandes ojos con largas pestañas,
y una cabeza llena
de rulos, más propensa a ser un colorido chico malo que de
ser encontrado
entre los aburridos buenos. Un héroe caído, de esos del tipo
trágico que caen al
lado oscuro como Anakin Skywalker…..
Mantente en
programa, Lali.
Yves negó con la
cabeza. “De ninguna manera. Le llevo un año. Estoy en el
último año. Él es
el bebé de la familia.”
Nunca había visto a
alguien lucir con tan poca apariencia de bebé. Mis
respetos para con
Yves se dispararon, era evidente que no era intimidado por su
hermano.
“Cielos, gracias,
hermano, estoy seguro que ella quería saber eso.” Peter se
cruzó de brazos,
los pies golpeteando.
“Te veo en la
práctica de banda.” Yves tiró de Peter.
“Seeh, seguro,”
murmuré, observando a los hermanos. “Apuesto a que no
pueden esperar.”
Tarareé una irónica pequeña melodía, imaginándomelos a
los dos brincando
hacia el cielo al tiempo que partían de nuestra vista, la de los
simples mortales.
Esa misma tarde, Cande
me alcanzó hasta casa en su auto,
diciendo que quería
conocer dónde
vivía. Pienso que en realidad estaba a la pesca de una invitación
para conocer a mis
padres. Su vehículo sólo tenía dos asientos, el maletero
estaba dedicado a
espacio de herramientas para el negocio de plomería de su
hermano. Aún podías
distinguir las palabras Reparaciones Monterey a un lado.
“Me lo dio cuando
lo cambió por un camión,” me explicó alegremente,
tocando la bocina
para quitar del camino al grupo de adolescentes. “Él es
oficialmente mi
hermano favorito por al menos otro mes más.”
“Cuántos hermanos
tienes?”
“Dos. Mas que
suficiente. Tú?”
“Soy yo sola.”
Siguió conversando
mientras vagábamos ruidosamente por la ciudad. Su
familia sonaba
fabulosa un poco caótica pero unidos. Con razón ella tenía
toneladas de
confianza con eso detrás.
Pisó a fondo el
acelerador y salimos disparadas por la colina.
“Conocí a Yves y Peter
Lanzani en la práctica de música,” dije casualmente,
tratando de ignorar
el hecho de que estaba siendo jalada contra el asiento como
un astronauta en
despegue.
“Acaso no es Peter guapísimo!”
lanzó besos al aire con entusiasmo, esquivando
a un gato que se
había atrevido a cruzar la ruta frente a ella.
“Sí, supongo.”
“No hay nada que
suponer. Esa cara, ese cuerpo – qué más podría querer una
chica?”
Alguien que la
note? Pensé.
“Pero tiene
bastante carácter vuelve locos a los
profesores. Dos de sus
hermanos eran
similares pero dicen que él es el peor. El año pasado casi
consigue que lo
expulsen por faltarle el respeto a un miembro del personal. Si
me perdonas, a
ninguno de nosotros nos gustaba el Sr Lomas. Resultó ser que
a él le gustaban
demasiado algunos de nosotros, si es entiendes a lo que me
refiero. Fue
despedido al finalizar el período.”
“Qué asco.”
“Seeh, como sea.
Son siete hijos en la familia. Tres aún permanecen en el
hogar en la casa
que está en la cima del pueblo junto a la estación del teleférico y
los mayores en
Denver.”
“Teleférico?”
“Sí, su papá lo
dirige durante la temporada; su mamá es instructora de esquí.
Todos consideramos
que los chicos Lanzani son los reyes de las pistas.”
“Hay siete de
ellos?”
Le tocó bocina a un
peatón y saludó. “Los Lanzani mantienen un patrón:
Trace, Uriel,
Victor, Will, Xavier, Yves, y Peter. Ayuda a recordarlos, supongo.”
“Nombres raros.”
“Familia extraña,
pero son geniales.”
Simon y Sally
estaban desempacando los suministros de arte cuando
llegamos de
regreso. Podía notar que estaban encantados de que haya llevado a
una amiga a casa
tan pronto. Se preocupaban por mi timidez incluso más de lo
que yo lo hacía.
“Lamentamos no
tener nada para ofrecerte excepto galletas compradas en
la tienda,” dijo mi
madre, robando algunos refrescos de la caja del almacén de
sobre la mesada.
Como si fuera la clase de madre que cocina!
“Y yo que esperaba
una completa merienda inglesa con té,” dijo Cande con un
destello en sus
ojos. “Saben, con esos diminutos sándwiches de pepino y esos
pasteles de crema y
jalea.”
“Quieres decir
scones y mermelada,” dijo Simon.
“Es-con-es,” Sally
y yo lo corregimos automáticamente.
“Perdonen, me perdí
de algo?” preguntó Cande cuando todos
nos reímos.
“Chiste viej, nada gracioso,” dijo Simon brevemente.
“Córtenla, chicas.
Cande, Lali nos
contó que te gusta el arte. Qué has oído acerca del nuevo Centro?”
“He visto el
edificio absolutamente impresionante. El
sr. Rodenheim tenía
grandes ambiciones
para el lugar.” Furtivamente le echó una ojeada al cuaderno
de bocetos que
Sally acababa de desempacar. Lucía impresionada, tomándose el
tiempo para
estudiar a cada uno. “Esto es fabuloso, son de Carbonilla?”
Sally se paró y
acomodó su pañoleta sobre su hombro. “Sí, me gusta ese
medio para
bosquejar.”
“Vas a dar clases?”
“Eso es parte del
trato,” confirmó Sally, dándole a Simon una mirada
complacida.
“Me gustaría ir,
Sra. Bright, si es que puedo.”
“Por supuesto, Cande.
Y por favor, llámame Sally.”
“Sally y Simon,”
agregó mi papá.
“Está bien.” Cande
apoyó el cuaderno de dibujo y metió sus manos en los
bolsillos. “Así que
Lali aquí presente contrajo los genes artísticos de uds,
supongo?”
“Ehh....no.” Sally
me sonrió, un poco avergonzada. Siempre era así cuando
la gente
preguntaba. Habíamos acordado nunca fingir ser otra cosa de lo que
éramos.
“Cande, soy
adoptada,” expliqué. “Mi vida era un poco complicada antes de que
ellos me
acogieran.”
Entiéndase
‘verdaderamente desastrosa’. Había sido abandonada en una
gasolinera de
autopista cuando tenía seis; nadie había sido capaz de rastrear a
mis padres
biológicos. Había estado traumatizada, siquiera capaz de recordar
mi nombre. La única
forma en la que me había comunicado en los siguientes
cuatro años fue a
través de la música. No eran tiempos que me gustara recordar.
Me habían dejado
con la inquietante sensación de que tal vez, algún día, alguien
apareciera y me
reclamara como a una maleta perdida en alguna aerolínea.
Sabía que no quería
ser rastreada.
“Oh, lo siento no
tenía la intención de entrometerme. Tus padres son
asombrosos.”
“Está todo bien.”
Ella recogió su
bolso. “Genial. Me tengo que ir. Te veo mañana.” Con un
alegre saludo, se
marchó.
“Me gusta Cande,”
anunció Sally, abrazándome.
“Y ella piensa que
son asombrosos.”
Simon negó con la
cabeza. “Los americanos piensan que los zapatos son
asombrosos, que
alguien ofreciéndoles una aventada es asombroso: qué van
a hacer cuando
conozcan algo verdaderamente digno de asombro? Se habrán
quedado cortos con
esa palabra.”
“Simón, deja de ser
un viejo gruñón.” Sally lo abofeteó en las costillas. “Cómo
estubo tu día, Lali?”
“Bien. No, más que
bien. Asombroso.” Le sonreí a Sally. “Creo que voy a estar
bien aquí.” Siempre
y cuando me mantenga alejada de las porristas de la sra.
Green.
La práctica de la
banda de jazz cayó sobre el final de la semana. En el tiempo
transcurrido, no me
crucé con dos los hermanos Lanzani en los corredores por
lo que al parecer
nuestros horarios no solapaban. Sí vi a Yves a la distancia una
vez, cuando estaba
jugando al vóley, pero el horario de Peter no coincidía con el
mío.
Cande lo vio.
Nico había disparado algunos lanzamientos al cesto
con él. Hombre
valiente.
Pero yo no. No es
que me pasara todo el tiempo buscándolo, claro.
Había escuchado
mucho más acerca suyo. Él y su familia eran uno de los
tópicos favoritos
de chismes. Tres de los chicos Lanzani – Trace, Victor, y ahora
el más joven, Peter–
eran conocidos por andar a los rugidos con sus motocicletas
por Wrickendridge,
involucrarse en peleas en los bares locales, y dejar un
rastro de corazones
rotos entre la población femenina – en su mayor parte por
su negación a salir
con chicas locales. Los dos más grandes, Trace y Victor,
habían sentado
cabeza un poco ahora que tenían trabajos fuera de la ciudad,
irónicamente, ambos
haciendo cumplir las leyes, pero eso no impedía que sus
grandes hazañas
pasadas no fueran relatadas con gran entusiasmo y algo de
añoranza.
“Chicos malos pero
no malvados,” parecía ser el veredicto.
La síntesis de Cande
parecía ser más sucinta: “como el chocolate Belga –
absolutamente
pecaminosos y completamente irresistibles.”
Culpable a
sabiendas de que estaba demasiado interesada en alguien que
había visto sólo
una vez, intenté quitarme en hábito de buscarlo. Este no era
mi comportamiento
normal en Inglaterra, rara vez había
tenido interés
en chicos, y si
hubiera escogido a un candidato para hacer el cambio, por así
decirlo, no habría
sido Peter. Qué había para que te gustara? Nada a excepción de
desprecio. Eso me
hacía superficial por tomarle tanto interés. Puede que él se
haya convertido en
el anti-héroe de mi novela gráfica en marcha, pero eso no lo
hacía buen
candidato de mis atenciones en la vida real. Tal vez el hecho de que
estuviera tan lejos
de alcance lo hacía extrañamente ‘seguro’ de fantasear; no
iría más allá
porque la luna se caería del cielo antes de que él me notara.
Nuestros caminos se
cruzaron una vez, pero eso fue fuera de la escuela y
definitivamente no
a mi favor. Pasé por la tienda de camino a casa para recoger
algo de leche y terminé
acorralada por la sra. Hoffman. Entre interrogarme en
cómo me estaba
yendo en todas y cada una de mis asignaturas, también me
enlistó para que le
alcanzara algunos víveres.
“Lali, cariño, me
gustaría un frasco de salsa de eneldo,” dijo, haciendo
señas hacia la
pequeña botella verde en el mismísimo extremo superior de la
estantería.”
“Bueno,” puse mis
manos sobre las caderas y miré hacia arriba. Estaba fuera
del alcance de
ambas.
“Por qué harán
estos molestos estantes tan altos?” resopló la sra.
Hoffman. “Tengo en
mente llamar al gerente.”
“No, no.” No quería
estar allí para ese episodio en particular. “Puedo
hacerlo.” Eché un
vistazo a la góndola, preguntándome si habría alguna escalera
de mano disponible
y ví a Peter en el otro extremo.
La sra. Hoffman
también lo vio. “Bueno, mira allí, si es el muchacho Lanzani
– Xav – no, Peter
Nombres tontos, si me lo preguntas.”
No lo pregunté
porque no tenía dudas de que ella tendría algo que decir
respecto del mío.
“Deberíamos
llamarlo para que venga?” preguntó.
Eso sería
grandioso: “Disculpe, Sr Hombre-lobo Alto-y-Apuesto, pero podría
usted ayudar a la
enana Inglesa a alcanzar la salsa?” mejor no.
“Está bien, creo
que puedo alcanzarla.” Me trepé al estante de más abajo,
dándome impulso con
el del medio y estirándome en puntas de pies. Mis dedos
se cerraron sobre
la botella de más arriba –casi…
Entonces mi pie se
desliza y yo aterrizo sobre mi trasero, el frasco
volando de mi mano
y rompiéndose sobre las baldosas. La hilera de salsa de
eneldo se sacudió
precariamente, luciendo como dispuestas a caerse, pero
milagrosamente se
mantuvieron en la estantería.
“Qué fastidio!”
“Lali Rinaldi, no
toleraré semejante lenguaje tan poco femenino!” dijo la sra.
Hoffman.
El asistente llegó,
remolcando un trapeador y una cubeta sobre ruedas detrás
de ella como perro
salchicha.
“No pagaré por eso,
Leanne,” anunció inmediatamente la sra. Hoffman,
señalando al lío
que yo había hecho con el frasco.
Me esforcé en
ponerme de pie, sintiendo el moretón ya formarse en la base
de mi columna, pero
resistí la tentación de frotar la parte agraviada. “Ha sido mi
culpa.” Excavé en
mi bolsillo y saqué un billete de cinco dólares. Allí se iban mis
chocolates de
premio.
“Guarda tu dinero,
cariño”, dijo la auxiliar de la tienda. “Fue un accidente.
Todos lo vimos.”
Sin decir una
palabra, Peter se paseó por allí y sacó otro frasco de la estantería
sin ninguna clase
de dificultad y lo metió en la canasta de la sra. Hoffman.
La sra. Hoffman le
sonrió embobada, tal vez no dándose cuenta de que
le estaba sonriendo
al chico malo de la escuela. “Gracias, Peter. Es Peter, no es
cierto?”
Asintió con la
cabeza bruscamente, echándome un ojo sobre mí con algo así
como burla.
Zas!- él paralizó a
su enemigo con un mínimo movimiento de pestaña.
“Cómo están tus
padres, mi querido Peter?”
Maravilloso! La
sra. Hoffman había hallado otra víctima para interrogar.
“Ellos están bien,”
dijo, agregando luego de pensarlo mejor, “señora.”
Wow, sí que América
era extraña! Hasta el chico malo del pueblo tenía un
dejo de cortesía
rasgando dentro no como su equivalente británico a quien ni
se le hubiese
ocurrido llamar a alguien ‘señora’.
“Y tus hermanos
mayores, qué están haciendo por estos días?”
Me escabullí con un
bajo “adiós”. No lo juraría, pero me pareció escuchar a
Peter mascullar
“traidora” mientras lo abandonaba, lo que me hizo sentir mucho
mejor por haber
caído estúpidamente frente a sus ojos.
No había llegado
demasiado lejos cuando escuché una moto detrás de mí.
Miré por sobre mi
hombro para encontrar a Peter maniobrando una Honda negra
por la calle,
pasando expertamente entre el flujo de tránsito que retornaba
a casa por la
noche. Él era evidentemente mejor que yo en eso de cortar
conversaciones
breves con la sra. Hoffman. Aminoró la marcha cuando me vio
pero no se detuvo.
Seguí caminando,
tratando de no preocuparme de que estuviera oscureciendo
y él esté aún tras
de mí. Siguió hasta que llegué a mi portón, luego salió
zumbando, haciendo
un wheelie que hizo que el pequeño poodle del vecino
saltara ladrando
como si hubiera sido electrocutado.
Para qué había sido
eso? Intimidación? Curiosidad? Supuse que la primera
opción era la más
probable. Moriría de la vergüenza si él alguna vez supiera
cuánto tiempo me he
pasado preguntándome acerca suyo esa semana. Tenía que
parar.
Viernes por la
mañana y el noticiero local seguía sin parar la cobertura
acerca de un
tiroteo de bandas en la ciudad más cercana, Denver. Familiares
habían quedado
atrapados en el fuego cruzado ahora
todos en la morgue.
Parecía lejano de
las preocupaciones de nuestra comunidad montañesa así que
me sorprendí de
encontrar a todo el mundo hablando de ello. La violencia del
tipo ‘ka-bum!’
medio que estaba bien en el imaginario, pero la verdadera era
enfermiza. No
quería ahondar en ella pero mis compañeros estaban imparables.
“Dicen que fue una
venta de drogas que salió realmente mal,” nos contó Zoe,
una amiga de Cande,
durante el almuerzo. Tenía una actitud irreverente hacia la
vida y a mí en
particular, ella me agradaba porque era apenas un poco más alta
que yo, gracias a
su pequeña madre china. “Pero cinco miembros de la misma
familia fueron
asesinados incluyendo al bebé. Cuánto más repugnante puede
ser?”
“Escuché que los
hombres armados se dieron a la fuga. Han mandado un
boletín informativo
a todo el estado,” agregó Cande, en conocimiento de causa. Su
hermano mayor
trabajaba en la oficina del alguacil. “Brad se anotó para horas
extra.”
“Dile a tu hermano
que no se preocupe: la sra. Hoffman los verá si vienen
para aquí.” Zoe
partió su apio y lo bañó en sal, hábilmente apartando su
cabellera por
detrás del hombro con su mano libre. “Ya puedo imaginármela
encargándose de
ellos.”
“Seh, los tendrá
rogando piedad,” acordó Cande.
La sra. Hoffman Jueza
despiadada, impartiendo justicia con su cucharón de
madera de la
Perdición, ensoñé.
“Crees que los
hombres armados vengan para aquí?”
Las dos chicas se
me quedaron mirando.
“Qué? Algo
excitante pasando en Wrickenridge? Sé realista,” se rió Zoe.
“No, Lali,” dijo Cande.
“No hay posibilidad. Estamos al final del camino en
medio de la nada.
Por qué alguien querría venir aquí a menos que tuvieran
esquíes aferrados a
sus pies?”
Era una buena
pregunta. Me di cuenta demasiado tarde de que había sido
estúpida en no
adivinar que estaban bromeando en eso de que Wrickenridge
vaya a estar
involucrado en alguna historia importante, pero Cande y Zoe
estaban más
entretenidas que siendo despectivas acerca de mi inteligencia. Ser
extranjera me daba
una ventaja extra.
Dando excusas para
alejarme de esta charla de asesinatos, llegué al salón
de práctica cinco
minutos más temprano. Tenía el lugar para mí sola y me
di el gusto de
vagar mis dedos por el piano de cola, entrando y saliendo de
un nocturno de
Chopin. Me ayudaba a deshacerme del estremecimiento que
me agarró cuando
pensé en el tiroteo de Denver. La violencia siempre me
hacía sentir
pánico, como si estuviera a punto de soltar un tigre enjaulado
de recuerdos en mi
interior algo a lo que no podía pelear o
sobrevivir. No
pensaba iba a ir
allí.
Todavía no teníamos
un piano en casa y estaba teniendo serios síntomas de
abstinencia.
Mientras vagaba por las notas, me distraje preguntándome qué
recibimiento me
daría hoy Peter. Chopin se fusionaba en algo más modernoso,
con un
entrelazamiento al tema de Misión Imposible.
La puerta se abrió
de golpe y me di la vuelta con expectativa, mi pulso
sobresaltado, pero
sólo era Nico.
“Hey, Lali Yves y Peter no están en la escuela.” El
hombre Elástico entró
rebotando y sacó su
instrumento de su estuche.
Sentí una gran ola
de desilusión, la cual me dije a mí misma que era por
ser negada la
oportunidad de tocar y no porque me estaba perdiendo de la
oportunidad de ver
al objeto de mi secreta obsesión.
“Quieres de probar
algunas cosas juntos de todos modos?”
Pasé mis dedos
sobre las teclas.
Nico frunció la boca. “Qué clase de cosas tienes en
mente, dulzura?”
“Em…estoy segura de
que hay algunas canciones aquí que podemos tomar
para una prueba.”
Me paré y hurgué sobre la pila de música de la mesa.
Él se rió. “Auch,
apesta, me estás cortando el rostro!”
“Lo hago? Lo estoy
haciendo?” podía sentir mi rubor ascendiendo a escalas
embarazosas. “Qué
tal ésta? Le tiré una pieza al azar.
La miró. “Canciones
populares? Quiero decir, Oklahoma tiene algunas
buenas pero- ”
“Oh,”se la arrebaté
de nuevo, poniéndome más nerviosa a sabiendas de que lo
estaba divirtiendo.
“Tómalo con calma, Lali.
Tengo una mejor idea, por qué no me dejas elegir a
mí?”
Aliviada, abandoné
las partituras y me retiré hacia mi banqueta del piano
donde me sentía más
en control de las cosas.
“Acaso te pongo
nerviosa?” me preguntó Nico seriamente, lanzándome una
mirada curiosa. “No
deberías hacerme caso estaba tonteando.”
Tiré de mi larga
trenza y la envolví alrededor de mi puño. Tenía que
mantenerse trenzada
o se saldría de control. “No eres tú.”
“Sólo con los
chicos?”
Golpeé ligeramente
mi cabeza con la tapa del piano. “Soy así de evidente?”
Nico negó con la
cabeza. “No. Soy un alma muy sensible para reconocerlo.”
Sonrió.
“Tengo algunos
problemas.” Arrugué la nariz en disgusto conmigo misma.
Mis problemas eran
muchos, todos arraigados en mi profundo sentimiento
de inseguridad de
acuerdo al psicólogo infantil al que había está yendo desde
que tenía seis.
Bueno, caramba, como si no hubiera podido descifrarlo por mi
cuenta, en vista de
que había sido abandonada y todo eso. “Estoy algo fuera de
mi zona de
confort.”
“Pero yo te cubro,
recuérdalo.” Nico sacó su elección y me la mostró para
mi aprobación.
“Puedes respirar
tranquila a mi alrededor. No tengo ningún designio nefario
para contigo.”
“Qué es nefario?”
“No lo sé, pero mi
abuela me acusa de tenerlo cuando piensa que he hecho
algo malo y suena
bien.”
Me reí, relajándome
un poquito. “Eso es verdad puedo
acusarte con ella si
te sales de la
raya.”
Simuló
estremecerse. “Ni siquiera tú serías tan cruel, chica británica. Ahora,
nos vamos a sentar
aquí todo el día sin hacer nada o tocamos algo de música?”
Nico tomó su saxo y
probó la entonación.
“Música.” Abrí la
partitura, la coloqué en su soporte y me metí de lleno.
Continuara....
Capítulo larguito para terminar/comenzar el día :)
Cada vez más cerca de las cosas interesantes!
Los pequeños detalles cuentan.tengan eso presente ;)
me cae bien nico
ResponderEliminarnovela solo tu: http://morithalaliter.blogspot.mx/
Me encanta! Más!!
ResponderEliminarO dios mio! No me digas que uno de los hombres armados es Peter!? No no no, por favor no puede ser, ok rebelde pero asesino no..verdad??! :S Aay, estoy ansiosa! @susonrisa_pl
ResponderEliminarHay Lali y Peter tuvieron su primera conexión que lindo aunque ella no se dio cuenta, pero al parecer Peter si como la acompaño a su casa....
ResponderEliminarMAS MAS MAS MAS!!!!
seguiiiilaaaa!!!! quiero maaaa!!!!
ResponderEliminarpeter no le dijo traidora lo penso y lali escucho su mente o.O rjrjrjr terminar son las 9 aca :P me encanta ya qiero el proximo
ResponderEliminar¬¬ no quiero que Lali este con Nico quiero que este con Peter, pero capaz que si pasa algo con Nico se da cuenta de que no siente nada por el. Si me parecio que si, por eso estuve prestando atencion a cada detalle de la nove ajajaja RE largo el cap me re gusto encima me lo re imagine con la señora Hoffman!!!! ♥.♥ LO AMOOO ME ENCANTAAAAA MASSS POR FASSSSSSS @LuciaVega14
ResponderEliminarMe Encanto,
ResponderEliminarRe Misterioso Peter,
nooooo lali y nico no! lali y peter si ajajja! estoy atenta a los detalles eh.. Mucho misterio!besos! espero mas, Giu
ResponderEliminarme encantoo la noveee seguilaa mas.... chicas pasense por este blog nueva nove laliter como nos gusta http://pensandoencosficl.blogspot.com/2013/02/capitulo-2.html besos las espero
ResponderEliminarMe encantooo!!!!! Muy buen capitulo
ResponderEliminar@Fio_JPL
Me gustaron estos dos caps por algo importante, comprendi todo xD Ahora quiero encuentros laliter, algo asi jaja porq me embola leer sino
ResponderEliminarMaaaaas
Beso,Anto
wou vaya capitulo jajajaja fue interesante quiero saber como el se entera eso de q ella debe ser su compañera mas juli y yo ya te comente en el otro creo q hasta fue desesperado jajajaj
ResponderEliminarwou muy buen capitulo quiero saber como hace el para decir q ella es la indicada
ResponderEliminarwouu q cap largo!
ResponderEliminarmassss ♥
Buenísimo y largo el CAP quiero más
ResponderEliminarSi podes pasate por mi blog! Es nuevo y necesito que lo recomienden!
ResponderEliminarhttp://fiolaliter.blogspot.com.ar/
graciaas
Pobre Lali (cuando cayo) :/
ResponderEliminarQue lindo Peter acompañandola a su casa! jajjaja Para mi que ya se creo algo entre esos dos o Peter sintio que LAli es "especial"! jajja
Me encanta Nico :)
Peter y sus hermanos tendran algo que ver con lo del los hombre armados?
Quiero saber!!!
jajajj espero el proximo
Besos
No recuerdo si pase a decirte k ya os puedo leer xvla play pero no comentarbxk se bloquea.Mi torre se quemo y comobhabras leidoven otras novelas estoy bien .Queria comentar cuandobterminase d leer tus novelas pero solo he leido la d Oscura inocencia completavy veo k la siyuiente son 26 y la otra unos cuantos .Mas tu otro blogs x eso he decidido escribirte ahora.Se me complica con el movil tanto leer x la cantidad d caps(buscarlosves un follon) como comentar en cuanto me ponga al dia procurare comentar siempre.Gracias x preguntar x mi.Gracias x escribir tantos caps .A leer para darte alcance
ResponderEliminarAaahhh y sigue subiendo caps k yo te alcanzo en breve .Al menos eso espero.K estes bien.Un beso.Si quieres mi numero no tengo inconveniente ya lo deje a alguna d las chicas k me lo pidieron x si pasa otro pequño incidente jsjaja el pu...t...ordenata me hizo la puñeta dos meses.Voy muy atrasada con todas Gracias a Dios xk escribisteis bastante.
ResponderEliminarHola Chari :) Sabia que estabas bien pero no sabia que había pasado ni nada :/ Que bueno que no te haya pasado nada! estaba preocupada! No te preocupes ponte al dia cuando puedas, tranquila que por eso no hay problema :)
EliminarMe encantaría tener tu numero :)
Ojala ya no desaparezcas!
Me alegro que estes bien!
Besos
Ok puse otro comentario per veo k algo no hice bien xk no aparece.jajaja.entro a diario en el d Cami hay veo si subis.Mi numero es 606560769 con wap.si avisas x ahi.D momento me temi k un nuevo ordenador va para laaaaaaaargo.Un beso .Aaasshhh ahora mismo voy x cap 24 ,casi casi te alcanzo.
EliminarK cabecita con + 34 606560769.
EliminarSiento como si leyera harry potter jaja pero me gusta la historia, espero que lali no este con nico
ResponderEliminarMasi_ruth