lunes, 13 de mayo de 2013

Capítulo 49:




Michael sintió una sacudida a través de su cuerpo.
Un momento después, todo quedó a oscuras, pero él sabía que no se había desmayado, porque el gigoló de
Lali seguía sosteniendo sus brazos hacia atrás. Sentía la tensión en sus hombros,
ya que el hombre había decidido, obviamente, causarle un poco de dolor.

Cómo carajos se habían metido esos dos matones en su apartamento, y para
el caso, ¿cómo siquiera lo habían encontrado? Ni siquiera Lali sabía dónde vivía
en la actualidad, y le gustaba de esa manera. Los dos tipos de seguro no eran de la
policía, de la mafia más bien, teniendo en cuenta sus métodos.

Tenía que darle el crédito a Lali, ella se había encontrado un buen
protector. Tal vez él la había subestimado. ¿Lali había hecho las paces, luego
que lo había echado?

Peter y su amigo Hermes, sí, que nombres más ridículos tenían, esos dos le
deben haber dado algo, sino, ¿por qué no podía ver nada y sentía su cuerpo tirado
en cien direcciones diferentes, casi como si estuviera cayendo en una secadora?

Pero no había sentido ninguna inyección o visto ningún tipo de aerosol con el que
pudieran haberlo drogado.

¿O era la droga que se había fumado antes la que estaba haciendo efecto?

Mierda, esa cosa nunca había tenido tal tipo de efecto en él. ¿Le había puesto algo
más a la droga su distribuidor? Justo en el momento en que necesitaba mantener
todos sus sentidos, para tratar de sacar a esos idiotas de su apartamento antes de
que lo lastimaran.

Un momento después, otra sacudida atravesó su cuerpo, y Michael sintió
tierra firme bajo sus pies. Él no se había dado cuenta de que se había sentido como
si flotara, hasta que se había terminado. ¡Qué viaje! Esta sería la última vez que
compraba marihuana de alguien que apenas conocía.

Las luces bailaban delante de sus ojos, y voces llegaban a sus oídos.

—Parece que está volviendo en sí—, escuchó la voz de Peter en la
distancia.

Michael escuchó la lluvia y sintió la humedad metiéndose en sus ropas. Sus
ojos se acostumbraron. Estaban de pie bajo un toldo en un muelle, y delante de
ellos estaba el cartel brillante de un barco casino. ¿Cómo demonios habían llegado
hasta allí? Estaba claro para Michael ahora de que él debió haberse desmayado. Ah,
mierda, ¿qué otra cosa esos dos harían con él? ¿Tuvieron que llevarlo a su mejor
lugar de tentación, su propio infierno personal? ¿Un casino, de entre todos los
lugares?

—Este es el trato, Michael. Vamos a caminar por allí sin causar ninguna
perturbación, o mi amigo aquí tendrá que hacerte lo que le hizo a tu teléfono. ¿Nos
entendemos?

Michael asintió con la cabeza de forma automática en respuesta a la
amenaza de Peter. ¿Qué otra cosa podía hacer? Si se había desmayado en el
camino hasta ahí, ¿cómo tendría la fuerza para combatir a esos dos hijos de puta?

Además, había dos de ellos, y los tipos eran grandes.

Peter y Hermes no lo detuvieron, mientras caminaban por la puerta con él,
uno a cada lado, lo suficientemente cerca para agarrarlo y abofetearlo si trataba de
correr. No, él tenía que tratar de engañarlos de alguna manera.

Cuando entraron en la sala de juego, el sonido de las campanas y silbatos
asaltaron sus sentidos. Las luces brillaban en las filas de las máquinas
tragamonedas. Unos constantes “bing, ping, ding”, sonaban en la sala grande. Las
máquinas prácticamente zumbaban, atrayéndolo a que se sentara y a que acariciara
las teclas, tentándolo con sus colores brillantes y luces intermitentes.

—¿Estás seguro de que sabes cómo llegar al Hades desde aquí?—, Peter
preguntó a su amigo.

—Por supuesto. Cada casino tiene un portal directo al mismo. El tío Hades
pensó que sería apropiado—. Hermes se echó a reír.

Michael no encontraba divertida la broma. Demonios, ni siquiera era una
broma. Lo que los dos estaban hablando, Michael no podía entenderlo. Toda la
charla del Hades. Primero, Peter había dicho que el Hades significaba infierno,
ahora el otro tipo lo llamaba: tío Hades. Claramente le estaban tomando el pelo,
tratando de confundirlo. Ni siquiera podían seguir sus propias mentiras. Y Michael
todavía no sabía lo que querían, a pesar de que podía adivinarlo.

El casino estaba lleno, aunque fuera por la tarde. Michael había pasado
muchas noches ahí, tratando de ganar a lo grande, sólo para encontrarse en las
mañanas que la suerte no le había sonreído. Pero sabía que, algún día podría
sacarse la grande y todas sus preocupaciones se habrían acabado. Finalmente,
podría vivir con lujos, de la forma en que Lali lo hacía... sin merecerlo. No era
justo que Eleni le hubiera dado la casa para ella sola.

Michael apenas observó hacia dónde se dirigían, mientras se fijaba en sus
escasas probabilidades. La sala de juego estaba detrás de ellos ahora, y habían
entrado en un corredor claramente perteneciente a los empleados solamente.

Cuando se detuvieron frente a una puerta de la habitación marcada como
“caldera”, Michael miró hacia arriba.

—Debí haberlo adivinado—, se rio entre dientes Peter, apuntando al
letrero. —Él tiene sentido del humor, ¿no?

¿De quién carajos estaban hablando esos dos ahora?

Hermes le dio un codazo a Michael. —Después de ti.

Se abrió la puerta por sí misma. Tenía que ser un truco. Hermes o Peter
habían presionado un botón en alguna parte, probablemente, uno de esos botones
que abren las puertas para personas discapacitadas. Michael no caería en esa
trampa barata, se prometió a sí mismo mientras ponía un pie en el umbral.

En el momento en que entró en el cuarto oscuro, olía a aceite y alguna otra
cosa que no podía reconocer, Michael se preguntó por qué ambos no lo habían
golpeado en su apartamento. ¿Por qué traerlo ahí en primer lugar? ¿Era una de las
tácticas de sus actos de intimidación? Pero mantuvo la boca cerrada, siguió
esperando una oportunidad para escaparse que se le presentara. En todo caso, era
paciente.

Sintió una mano en la espalda, empujándolo más adentro de la habitación.

Entonces la puerta se cerró detrás de ellos. Michael sólo escuchó el sonido de la
caldera trabajando y la respiración de los dos tipos detrás de él. Se preparó para los
golpes que vendrían en cualquier momento. Allí era donde le darían una paliza... ¿y
luego?

—Unos cuantos pasos más hacia delante—, le ordenó Hermes.

Delante de él sólo estaba la pared. —No puedo ir más—, protestó Michael y
se detuvo. Otro empujón por la espalda, y Michael chocó contra la pared. Se echó
hacia atrás.

—Relájate—. La voz de Hermes detrás de él estaba sorprendentemente
tranquila y relajada. ¿Qué demonios? —Respira.


Un momento después, la pared cedió y su cuerpo se deslizó a través de
ella… sí, a través de la maldita pared de hormigón. Michael entró en pánico. Ahora
sabía a ciencia cierta que esos cabrones lo habían drogado. ¿Qué habían utilizado?

¿LSD? ¿Ácido? ¡Mierda!

Segundos más tarde, estaba libre de la pared, después de haber empujado a
través de ella. Peter y Hermes estaban detrás de él. La sala de calderas se había
ido. Delante de él había algo que nunca había visto antes: un río subterráneo, de
color rojo sangre y en llamas.

Michael sintió el vil olor con mayor intensidad ahora. Y provenía del río
delante de él. Oh, no, él no iría a ninguna parte cerca de esa vía fluvial traicionera.

—¡Puaj!

—Ese olor que estás tratando de identificar es el azufre—, susurró Hermes
detrás de él. ¿Podría ese imbécil leer sus pensamientos? —Bienvenido a mi mundo.

Michael se apartó y se volvió hacia los dos matones que lo habían
secuestrado. Tenía que luchar contra ellos, ahora. —Malditos imbéciles. Sáquenme
de aquí. No sé cómo hicieron esto, pero no es gracioso.

—La intención nunca fue ser graciosos—, respondió Peter con un tono
tranquilo. —¿O es que te parece que estoy bromeando?

—¿Qué es esto? ¿Con qué me drogaste? —Michael sintió su ritmo cardíaco
aumentar. Tenía que salir de ese maldito infierno.

—Nosotros no te dimos ninguna droga. Y confía en mí, el trozo de hierba
que fumaste no habría sido capaz de hacerte alucinar. Sólo tienes que abrir los ojos
y mirar a tu alrededor—, Peter lo invitó y extendió los brazos hacia el ardiente río.

—Esta es la realidad... una realidad que tendrás que vivir si no dejas de lastimar a
Lali.

¡Ah, mierda! Peter lo sabía. ¿O lo había descubierto, o lo acababa de
adivinar? Michael tenía que desmentir la acusación. —No le he hecho ningún daño
a Lali—. La mentira salió de sus labios con tanta facilidad como un trago de
cerveza se deslizaría por su garganta. Había estado mintiendo durante toda su vida.
Ya era una reacción automática para él. No había razón para detenerse ahora.

Peter dio un paso hacia él, su gran figura cerniéndose amenazadoramente
por encima de Michael. —Yo sé lo que has hecho, y me aseguraré de que nunca
intentes algo más—. Entonces giró su cabeza hacia su amigo. —Hermes, creo que
está listo para una vista previa de lo que va a pasar con él, si vuelve a perjudicar a
Lali otra vez.

A Michael no le gustaba el sonido de la voz de Peter. Negar lo que había
hecho no le ayudaría ahora. Él sabía que tenía que negociar. —No fue mi idea—.

Bueno, lo era, ¿pero qué mejor manera que culpar a alguien más?

Peter volvió la cabeza hacia él. Sus ojos se estrecharon. —Estoy
escuchando.

—Ese tipo, me ofreció dinero. Y yo lo necesitaba. Quiero decir, mi tía me
sacó de su testamento. Yo no tenía dinero. Lali tiene todo. No es lo justo…

—Deja de culpar a Lali—, silbó Peter con los dientes apretados.

Mal movimiento. —No, no, por supuesto que no. Es ese tipo. Él no quería
que ustedes dos se volvieran todos melosos. Él es el que quiere hacerle daño—.

Bueno, no era exactamente lo que el tipo había dicho, ya que todo lo que él quería,
era evitar que haya una relación entre Peter y Lali, pero ¿cómo Peter descubriría la verdad?

—¿Quién es él?

Michael se encogió de hombros. —Yo no lo sé. Él nunca me dijo su nombre.

De verdad—. Fue la primera frase honesta que había salido de sus labios durante
toda la noche. Era verdad, el hombre nunca había mencionado su nombre. Ahora
que lo pensaba, le pareció bastante extraño.

—¿Qué aspecto tenía?—, continuó el interrogatorio Peter.

—No sé.

—Piensa, y piensa rápido. Se me está acabando la paciencia.

Michael se estremeció a pesar del calor que subía desde el río ardiente. — Alto, pelo castaño.

—Eso no es muy descriptivo.

—Estaba vestido muy raro—, añadió Michael, ahora desesperado por
detener todo esto.

—¿Raro?

—Sí, como si él se iba al bosque, para cazar o algo así. Quiero decir, en el
centro de la ciudad, eso es…

—Orión—, Peter y Hermes dijeron al unísono.

¿Ellos conocían al tipo? Demonios, esto no era una buena noticia. ¿Le
habían tendido una trampa? Esto no tenía ningún sentido.

—Ni siquiera Orión trataría de matar a un mortal sólo para vengarse de mí.
Oh, creo que trató de introducir una brecha entre Lali y yo, y te usó para ello,
pero el resto, todos los accidentes, los causaste tú—. Peter se volvió a Hermes. —
Dale un recorrido por el Hades, y tráelo de vuelta con vida. Tengo cosas de las
cuales hacerme cargo.

Entonces Peter le dio una mirada a Michael. —Si alguna vez te cruzas en
mi camino o en el de Lali de nuevo, volverás al Hades... de forma permanente.

Échale una buena mirada a tus alrededores. La elección es tuya.



Continuara....



Al fin Michael recibirá su merecido?

+ 20 y otro! 


32 comentarios:

  1. Mas me encanta la nove :)
    Kenia

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  2. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas

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  3. me encanta, subi otro!

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  4. me encanta tu nove,
    subi mas por fas :D
    Luisa

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  5. Che Hermesito de mi vida de mi corazon si tenes un errror y lo dejas amichelsito ahi permamenentemente NO ME ENOJO EH!
    Che Petersin podrias ir a buscar a llai ni y explicarle TODO DALE DALE DALE DALE
    MAAS
    beso,anto

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  6. holiiiis
    me encanta la novee
    muyy buenaa
    subis maaas xfaaaas
    besooos

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  7. Me quedo con vos yo sigo de largo voy a buscarte que noche magica ciudad de buenos aires...nanararna MAS NOVELA

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  8. Maaaaaaaas!!!!!!!!!!!!

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  9. Grr copito se esta enojando eeh!

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  10. bien!!! no soy la unica que quiere nove!!! mas nove! mas!!!!

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  11. haaaaaaaaaa jajajja se lo tenia bine merecido mmmmm asiqe fue orio eee nomas una duda cual es el nombre original de peter osea en el libro si editar tng la duda massssssss!

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  12. espero que esta vez si reciba su merecido!!!

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  13. Me gusta mucho el peter matón !!! Más! Me encanta!!!

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  14. MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS!!!!!!!!!!!!!!

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  15. Me encantaaaa! Maaaas porfaaa!!! :) Breen <3

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  16. QUIERO MAAAAAAAAAAAAAAAAAS!!!!

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  17. no me movi y me volvi a atrasar jajajja q pasa con migo???

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  18. Awwwww como la cuida siempre, me ahce morir de amorrr este chicoooo me encantoo @LuciaVega14

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Gracias por leer. Espero tu comentario :)