sábado, 11 de mayo de 2013

Capítulo 41:




Orión maldijo.


Ese mortal Michael fue un idiota y completamente inútil para la tarea que le
había dado. En lugar de provocar conflictos entre Peter y Lali mediante la
siembra de sospechas acerca de Peter en la mente de Lali, los estaba llevando
justo a los brazos el uno del otro. ¿El hombre no tenía idea de que al iniciar
accidentes estúpidos, se despertaría el instinto protector de Peter y lo convertiría
en un héroe del que Lali fácilmente podría enamorarse?

Le había dado suficientes sugerencias a Michael, como ponerse en contacto
con la agencia de salud y saber más sobre el pasado de Peter… lo cual Orión sabía
que sería suficiente para que Lali borrara toda confianza que tuviera en Peter.

Pero Michael ni siquiera se había molestado en seguir esa sugerencia. ¿Para qué le
estaba pagando al idiota?

Orión resopló con enojo cuando se asomó a la habitación desde una
distancia segura en una pequeña nube. Dejar su plan en manos de un idiota mortal
como Michael, lo haría esfumarse. Ahora se daba cuenta de que si necesitaba que
algo se hiciera correctamente, tendría que hacerlo él mismo. Y además, ahora
tendría que limpiar lo que había hecho Michael para asegurarse de que nadie
comenzará a sospechar de lo que realmente estaba pasando.

Haciendo un plan, se tele-transportó a la calle de abajo. Tendría que socavar
la confianza de Lali en Peter y exponerlo por lo que era… un mentiroso y un
tramposo… sin revelar su condición de dios, pues si lo hacía, Zeus lo perseguiría.

No, exponer a Peter como un dios, sólo atraería la ira de Zeus hacia él mismo. Él
tenía una idea mucho mejor.

Y una mucho más simple. ¿Quién era el hermano más listo ahora?



Lali se había despertado en la cama de Peter. Él la había acunado en sus
brazos toda la noche como si hubiera temido que algo malo le pasara si la dejaba ir.

Si no hubiera estado tan conmocionada por los acontecimientos de la noche, ella
habría estado en el séptimo cielo por haber conocido a un hombre que se
preocupaba como él lo hacía.

Pero como iban las cosas, todavía estaba en shock. Primero el incidente en
la ducha, luego el accidente con el ventilador del techo. No, no era un accidente.

Peter no creía que fuese un accidente, y una vez que había plantado la sospecha en
su mente, no podía quitársela de encima. ¿Alguien realmente quería dañarla, o era
sólo otra de los fallas de Charlie por no hacer su trabajo correctamente? ¿Podría ser
que los atajos del contratista tuvieran la culpa, o había algo más siniestro detrás de
estos problemas?

Lali estaba en la cocina, apoyándose contra la isla de la cocina. A pesar
de que Peter le había pedido que se sentara en el jardín y descansara, no podía
estar inactiva en este momento. Necesitaba algo con qué ocupar su mente, mientras
que él estaba arriba con dos de sus amigos para ver la ducha y el ventilador de
techo.

Si tan sólo pudiera ocuparse con algo mientras esperaba. Pero Peter había
insistido en que le permitiera manejar esto. Por el tono de su voz, había deducido
que le resultaba mejor si ella no estaba ahí durante la investigación de por qué el
ventilador de techo se había caído y por qué el agua no se había cerrado.

—¿Señorita Esposito?— Ella giró al oír una voz femenina detrás de ella. —Soy
Alice, la esposa de Greg.

—¿Alice?— Lali rebuscó en su mente acerca de por qué la esposa de Greg
la visitaría. Sabía que era algo que ella había hablado con él ayer. Pero por un
momento, su mente se quedó en blanco.

—Greg se quedó hoy en casa enfermo pero me dijo que quería verme—. La
mujer hizo una pausa. —Acerca del puesto.

—Oh, por supuesto. Por favor, pase—. Ahora ella recordaba. A pesar de lo
que había sucedido la noche anterior… tanto lo bueno como lo malo, la vida
continuaba. Todavía tenía responsabilidades, y una de ellas era hacer que este
negocio funcionara. Y sin el personal no sería capaz de empezarlo.

Lali extendió su mano en dirección a Alice. La mujer le estrechó la
mano.

—Escribí mi currículum ayer por la noche—. Alice extendió una hoja de
papel en su dirección.

—No debió haberse molestado.

—Ah, ¿qué quiere decir con eso, que ya contrató a alguien para el puesto?—
Su voz estaba mezclada con la clase de pánico que sólo una persona desesperada
podía tener.

Lali inmediatamente se arrepintió de su comentario poco diplomático y
explicó: —No, no. No lo he hecho. No puedo leer. ¿Su esposo no le mencionó que
estoy casi ciega?

Hubo un suspiro de alivio. —Oh, gracias al Señor—. Entonces Alice parecía
haberse dado cuenta de lo que había dicho. —Quiero decir, no porque usted esté
ciega, sino sobre el trabajo. Lo siento. Quiero decir, siento escuchar que está ciega.
Quiero decir... —Sus balbuceos fueron testimonio de su nerviosismo.

Lali se acercó a ella y le dio unas palmaditas en el brazo de Alice. —No,
está bien. Necesita un trabajo, y yo necesito un ama de llaves y cocinera para el Bed
& Breakfast.

—Lo siento, realmente no fue mi intención…

—Alice, por favor, no se disculpe más. Ya que no puedo leer su currículum
vitae, ¿por qué no me dice de qué ha trabajado antes? Me parece recordar que
escuché que había trabajado para la señora Winterbottom.

Alice exhaló. —Sí, limpié la casa de la señora Winterbottom por más de
diez años. Y luego ella murió hace dos años. ¿Usted probablemente escuchó? De
neumonía. Por eso, cuando sus herederos cerraron la casa y la vendieron, conseguí
un trabajo en una panadería en la calle Broad, pero la cerraron tan sólo unos meses
después. Luego encontré otro trabajo de limpieza con la vieja señorita Carlisle, pero
sus hijos la pusieron en un hogar de ancianos. Fue una verdadera vergüenza.

Lali asintió con la cabeza. Había oído hablar de la señorita Carlisle, pero
no la había conocido personalmente. —¿Cocina y hornea?

—Claro que sí.

—El cocinero tiene que hacer el desayuno y luego hornear galletas para el té
de la tarde. No hay cena. ¿Cree que sería apta para eso?

—Espere aquí—. Por un momento, Alice desapareció de la cocina, luego
regresó con una bolsa en la mano. Buscó dentro de ella y sacó algo. Cuando abrió
una tapa, el dulce aroma de alimentos recién horneados, llegó a la nariz de Lali.

—Tome, pruebe esto. Lo hice anoche—. Alice puso un trozo de pastel en su
mano.

—¿Qué es?

—Pruébelo y verá.

Lali le dio un tentativo mordisco, luego dejó que el sabor del chocolate
derritiéndose se extendiera por su boca. —Mmm, brownies—. Ella masticó, por un
momento olvidándose de todo a su alrededor. Ese era el mejor brownie que jamás
había probado. Tragó, y luego se aclaró la voz. —Está contratada.

—Oh, gracias, señorita Esposito, no se arrepentirá.

—¿Puede empezar mañana? Todavía hay mucho que organizar antes de
abrir.

—Por supuesto. Estaré aquí a las 7 de la mañana.

Alice se volvió, pero Lali se lo impidió. —Y, ¿podría dejar el resto de los
brownies aquí?

—Por supuesto, señorita Esposito.

—Gracias, Alice, y por favor llámame Lali.

—Señorita Esposito—, se oyó la voz de uno de los trabajadores desde la puerta,
— Peter la quiere arriba.

Lali respiró hondo y se armó de valor. Ahora iba a saber cuál era la causa
de los incidentes de anoche.


Continuara....

Mañana si hay muchas firmas hacemos maratón! Besos

16 comentarios:

  1. MAAAAAAAAAAAAAAAS!
    ME ENCANTA TU NOVE :D
    SI, HAZ MARATON!

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  2. AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH ME ENCANTOOOOO ODIOO A ORION Y A MICHAEL ¬¬ jajaja que tierna Lali en contratar a la esposa de Greg, fue un gesto muy lindo muchas gracias por publicar nove Julii mas por fas @LuciaVega14

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  3. Subi dos caps mas por lo menos, ya que estas ocupada en la semanaaa asi ya tenemos jajjaja

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  4. si por favor!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  5. me cayo bien alice....QUIERO OTROOOOOOOOOOOOOOOO!!!!

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  6. me imagino que greg se sentira fatal de haber ayudado a michel despues de que lali le da trabajo a la esposa

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Gracias por leer. Espero tu comentario :)