Capítulo 28:

Mariana se deslizó en el asiento de detrás, junto a Peter, mientras que Juan se sentó delante. A pesar del calor del abrigo, temblaba. Principalmente, por los acontecimientos de la última hora.
A su lado, Peter se sacó el abrigo, quedando en una camisa que moldeaba perfectamente sus músculos.
Ella no quería nada más que esconderse en aquel pecho, pero dudó. Aún no estaba segura de que relación tenía con Peter. Parecía desconfiar de ella. Así que miró por la ventana y esperó la llegada de Thiago.
Tendría que ser idiota para no percibir las chispas entre Thiago y Maria, y eso la molestó. Mucho. ¿Fueron amantes? Había más que vago interés ardiendo en aquellos ojos. Entonces recordó su comentario sobre Peter y Juan, de que Thiago quería a Maria, pero ellos no.
Frunció el ceño y cerró los ojos. Estaba cansada y exhausta mentalmente, y no le gustaban los ardientes celos que sentía.
Apenas se dio cuenta que se abría la puerta y que entró Thiago. Él la miró, pero ella no encontró su mirada, no estaba segura de querer ver lo que había en ella. Se sentía demasiado insegura para intentar comprender lo que había entre Thiago y Maria.
Salieron del aparcamiento y comenzaron el viaje. Alejándose de Pablo.
Empezó a temblar, cuando la realidad de lo que hizo la golpeó. Se enfrentó al bastardo y ganó. Ahora quizá iba a desaparecer aquel terrible miedo.
Una mano caliente la alcanzó y masajeó su cuello. Levantó los ojos y vio a Peter, que la observaba fijamente. Buscó en su rostro alguna señal de lo que estaba pensando, pero no encontró ninguna pista.
—Ven aquí —dijo él.
Voló en sus brazos y enterró el rostro en su tórax. Brazos fuertes la envolvieron y una mano flotó su espalda.
—Estoy orgulloso de ti —susurró él.
Lágrimas bajaron por su rostro, mientras que el alivio se derramaba en su interior. Tantas semanas de miedo constante, habían dejado su huella. Ahora estaba libre.
Se enterró más hondo entre los brazos de Peter, abrazándolo lo más fuerte que podía.
La siguiente cosa que recordaba, fue que el coche paró y que el frío aire rozaba su rostro, mientras que se abría la puerta. ¿Se había quedado dormida? Todo lo que sabía era que no tenía ganas de moverse de los brazos de Peter. Con reticencia, levantó la cabeza. Llegaron a la cabaña.
Se deslizó, cuando Thiago abrió la puerta y bajó del jeep. Se metió más en el abrigo y se apresuró hacía la puerta, ansiosa para estar dentro, donde había calor.
—Tengo hambre —anunció ella, dándose cuenta que no había comido nada desde el día anterior.
—Ve a calentarte cerca del fuego, prepararé el almuerzo —dijo Juan, empujándola en dirección a la sala.
Thiago y Peter la siguieron. Thiago fue añadir más leña en las agonizantes llamas.
—¿Entonces, qué pasó allí? —preguntó Peter.
Thiago se paró y se volvió hacia Mariana, queriendo oír la respuesta.
—Pablo estaba allí cuando llegamos a la oficina —comenzó Mariana.
Thiago juró.
—Maria debía saber que estaba allí, desde el principio.
—Intentó salir inmediatamente, pero rechacé acompañarlo. Pensé que no me podía  forzar, que Maria no lo dejaría. Entonces pedí a Maria que nos dejara a solas durante algunos minutos.
—¿Hiciste qué? —preguntó Peter, y su expresión se oscureció.
—Era la única manera —dijo—. Le dije que sabía lo que hizo en el día de nuestra boda, que le vi matar a aquel hombre, le dije que quería el divorcio y él tenía que dármelo, si no, le diría al mundo entero lo que hizo.
—¡Mierda! —dijo Peter.
—Sí, mierda —asintió Thiago, masajeando su nuca.
Ella les miró sorprendida.
—Pensaba que queríais que me divorciara.
—Y lo queremos, cariño. —dijo Thiago, abrazándola—. Pero te queremos segura, y acabas de decir que el bastardo sabe que lo puedes sacar de tu vida.
—Era solo para convencerle de que me diera el divorcio —dijo ella defensivamente.
Thiago le acarició los hombros, con ternura.
—No te preocupes, cariño. Conseguiré tu divorcio, pero lo más importante, es que nunca más volverás a ver la cara del bastardo.
Juan les llamó de la entrada.
—He preparado unos bocadillos, vengan a comer.
Mariana se giró y caminó hacia la cocina. ¿Se equivocó al amenazar a Pablo? La preocupación volvió a su mente.
Se sentó y Juan le empujó un plato delante. Los hermanos tomaron asiento y empezaron a comer.
—¿Qué vamos a hacer? —preguntó, incapaz de detener la pregunta por más tiempo.
—¿Qué quieres decir? —preguntó Thiago
Ella hesitó, sintiéndose insegura con la entera situación.
—Con relación a mí... a nosotros.
—Vamos para Denver para ver a Carl y pedirle para que procese tu divorcio lo más rápido posible. Entonces iniciaremos nuestras vidas. Juntos.
Miró el plato y jugó con el bocadillo. Mil preguntas llenaban su mente y no sabía por cual empezar.
—¿Quieres cabalgar después del almuerzo? —la interrumpió Peter.
Ella lo miró aliviada. Aire fresco y una pausa, sonaban muy bien. Asintió, después se dio cuenta.
 —¿Quiere decir montar un caballo? Llevo mucho tiempo sin montar.
Peter encogió los hombros.

Continuara..... 

Holaaa :) perdon por no subir antes pero tuve ingles y a demas dormi siesta, estaba muerta! ¿ustedes como estan? 

Bueno sobre lo que dije ayer entiendo que muchas estan en época de examen y los tiempos son reducidos y a veces no llegan a firmar, pero yo tengo en cuenta cuantas firmas hay dependiendo de las visitas obviamente y hay muchas entonces como miran y leen el cap con que pongan mas, muy bueno o cualquiero cosa yo ya se que leyeron y asi me motivan a subir mas :) y tiene razón la chica que me dijo que yo a veces digo una cantidad de firmas y no subo nada al final asique les pido PERDON! muchas veces me cuelgo o no me da ganas de hacer la foto (soy un desastre lo se) pero a partir de ahora intentare de cuando ustedes cumplan hacerlo yo tambien :)

Bueno nada, solo queria aclarar!

Gracias x las firmas y por leer :)

Si llegan a las 30 firmas seguro subo otro porque no tengo que estudiar :) 

Un beso

Juli♥

@amorxca (si tienen ganas y les es mas facil me pueden firmar por ahi) gracias a las que lo hacen en los dos lugares! Geniasss!