Capítulo 76:

Lali  vio cómo el rostro de Peter se ensombrecía.
— ¿Estás bien? —le preguntó.

Él le contestó con su sonrisa plagada de hoyuelos y a ella se le olvidó la pregunta.
Permanecieron sentados en silencio escuchando al grupo, mientras Peter y Lali se ofrecían nachos el uno al otro.
Cuando Lali apartó la mano de los labios de él, Peter la capturó y se la llevó de nuevo a la boca para chupar un poco de queso que se le había quedado pegado en la yema de un dedo. Pasó la lengua sobre su piel y Lali sintió que el cuerpo le estallaba en llamas.
No pudo más que reírse al notar cómo el deseo la consumía. Cómo deseaba haberse quedado en casa. ¡Le encantaría quitarle la ropa a Peter y lamer queso fundido sobre su cuerpo toda la noche!
Definitivamente, iba a añadir Cheez Whiz a la lista de la compra.
Con los ojos brillantes, Peter llevó la mano de Lali hasta su regazo y comenzó a mordisquearle el cuello antes de apartarse y tomar otro trago de cerveza.
— Candela —le dijo Victorio llamando la atención de su esposa, que estaba mirando a Lali y Peter. Le ofreció una servilleta—. Seguro que quieres limpiarte la baba que te gotea por la barbilla.
Candela puso los ojos en blanco.
— Lali, necesito ir al baño. Vamos.
Peter se echó hacia atrás para dejarla pasar. Observó cómo Lali se perdía entre la multitud y, casi al instante, las mujeres comenzaron a acercársele.
El estómago se le contrajo. ¿Por qué siempre tenían que revolotear a su alrededor? En ese momento, deseó que por una vez en su vida pudiera sentarse tranquilo sin tener que mantener a raya a un puñado de mujeres, de las cuales ni siquiera conocía sus nombres, antes de que empezaran a sobarlo.
— Hola nene —coqueteó una atractiva rubia, que fue la primera en llegar a su lado—. Me gusta cómo bailas. ¿Qué tal si…?
— No estoy solo —le contestó él, entrecerrando los ojos a modo de advertencia.
— ¿Con ella? —se rió la mujer mientras señalaba con un dedo hacia el lugar por donde Lali había desparecido—. Venga ya. Pensaba que habías perdido una apuesta o algo así.
— Yo pensé que lo hacía por pena —comentó otra mujer que se acercó junto a una morena.
Dos hombres surgieron en ese momento de entre la multitud.
— ¿Qué hacéis aquí vosotras tres? —preguntaron los tipos a sus compañeras.
Las mujeres contemplaron contritas a Peter.
— Nada —ronroneó la rubia, mirándolo por última vez antes de darse la vuelta y marcharse.
Los hombres lo miraron furiosos.
Él alzó una ceja con un gesto burlón y tomó otro trago de cerveza con total normalidad. Los tipos debieron darse cuenta de que la idea de pelear con él era bastante estúpida, porque se reunieron con sus chicas y se marcharon.
Peter suspiró, disgustado. Daba igual la época en la que se encontrara, algunas cosas no cambiaban.
— Oye —le increpó Victorio alzándose un poco por encima de la mesa—. Sé que últimamente has pasado mucho tiempo con mi mujer. Por tu bien, espero que no te estés metiendo en mi territorio. ¿Me has entendido?
Peter tomó una honda bocanada de aire.Victorio no; él no.
— Por si no lo has notado, sólo estoy interesado en Lali.
— Sí, claro —masculló Victorio—. No intentes confundirme; Lali me cae muy bien, pero no soy idiota. No puedo creer que seas el tipo de hombre que se conforma con una hamburguesa cuando tiene un montón de jugosos solomillos de ternera esperándolo.
— Sinceramente, me importa una mierda lo que creas.
Lali vaciló cuando Candela y ella regresaron junto a Peter y Victorio. La tensión de Peter era palpable. Sostenía la cerveza con tanta fuerza que se sorprendía de que la botella no hubiera estallado, hecha añicos.
—Victorio—le dijo Candela mientras le pasaba los brazos alrededor del cuello—. ¿Te importaría mucho si bailo con Peter?
— Joder, claro que me importa.
De inmediato, Peter se disculpó y se acercó a la barra.
Lali lo siguió con rapidez.
Pidió otra cerveza justo cuando ella llegó a su lado.
— ¿Estás bien? —le preguntó.
— Estupendamente.
Pero no lo parecía. Definitivamente, no parecía estar bien.
— ¿Sabes una cosa? Sé cuando no estás siendo sincero conmigo. Y ahora confiesa, Peter. ¿Qué pasa?
— Deberíamos marcharnos.
— ¿Por qué?
Peter lanzó una rápida mirada a Candela y Victorio.
— Creo que sería lo más sensato.
— ¿Por qué?
Peter gruñó.
Antes de que pudiera contestarle, tres hombres aparecieron tras él y, por sus expresiones, Lali  intuyó que no estaban muy contentos.
Peor aún, parecía que Peter era la fuente de todos sus problemas.
El más grande era un monstruoso culturista, siete centímetros más bajo que Peter, pero bastante más musculoso y voluminoso. Hizo una especie de mohín al mirar la espalda de Peter de arriba abajo. Y, en ese instante, Lali lo reconoció.
Pablo.

Continuara....

Holaaaaaaaaaa :) ¿Cómo empezaron la semana? Yo bien y mal a la vez :/ Hay que ver como termina el día ;)
Bueno al final era Pablo ¬¬ ¿Cómo creen que va a terminar este encuentro? :S Para mi que corre sangre eh! 
Odie a Victorio en estos dos ultimos caps ¬¬ se esta comportando como un idiota! 
Bueno si puedo a la noche les subo más ;)
Besos
Juli♥
@amorxca