Capítulo 77:

El corazón empezó a latirle con rapidez. Físicamente, había cambiado muchísimo con los años. Tenía la cara más redonda, con arrugas prematuras alrededor de los ojos, y había perdido mucho pelo. Pero aún conservaba la misma sonrisa burlona.

— Éste era el que estaba con Amber —le dijo uno de sus acólitos.
Una calma mortal rodeó a Peter, haciendo que Lali se estremeciera de miedo. Ella no sabía de lo que era capaz y, por lo que estaba viendo, Pablo no había cambiado por dentro tanto como por fuera. Un niñato de anuncio, rodeado de seguidores, que siempre se movía con su séquito. Todo lo que hacía tenía que ser notorio para dejar claro su poder. Con ese ego de chulo de playa, estaba claro que no se iría hasta que consiguiera enredar a Peter en una pelea.
Lo único que esperaba era que su general tuviera más sentido común y no cayera en la trampa.
— ¿Necesitáis algo? —preguntó, sin mirar a Pablo ni a sus amigos.
Pablo se rió y palmeó a uno de los suyos en el pecho.
— ¿Qué acento es ése? Tiene voz de pito. Pensaba que el niño bonito iba detrás de mi chica, pero por su pinta y por su voz, creo que iba detrás de uno de vosotros.
Peter se giró y miró furioso a Pablo. A cualquier otra persona con más entendederas, esa mirada la habría hecho retirarse.
Pablo, por supuesto, carecía de entendederas. No había tenido nunca ni una pizca de sentido común.
— ¿Qué pasa contigo, niño bonito? —se burló Pablo—. ¿Te he ofendido? —Miró a sus amigos y meneó la cabeza—. Lo que pensaba; es un mariquita cobarde con voz de pito.
Peter soltó una carcajada siniestra.
— Venga Peter —le increpó Lali, cogiéndolo del brazo antes de que las cosas se pusieran peor—. Vámonos.
Pablo la miró con aquella risita burlona y entonces la reconoció.
— Vaya, vaya, vaya. Mariana Esposito. Hace mucho que no nos vemos. —Le dio una palmada en la espalda al tipo moreno que estaba a su lado—. Oye, Tom, ¿te acuerdas de Lali, la de la facultad? Sus braguitas blancas me hicieron ganar nuestra apuesta.
Peter se quedó paralizado ante sus palabras.
Lali sentía que el viejo dolor volvía, pero se negó a demostrarlo. Jamás le daría ese gusto a Pablo de nuevo.
— No me extraña que fuera detrás de Amber —siguió Pablo—. Probablemente quería probar a una mujer que no estuviese todo el rato llorando mientras se la tira.
Peter giró hacia Pablol con tal rapidez que Lali apenas si fue capaz de percibir el movimiento. Pablo se movió un poco pero Peter se agachó y le lanzó un puñetazo a las costillas que lo envió hasta la multitud, que se agolpaba unos metros detrás de ellos. Con una maldición, se arrojó a plena carrera hacia Peter. Él se ladeó un poco, le puso la zancadilla y lo empujó haciéndolo volar por los aires.
Pablo aterrizó sobre la espalda.
Antes de que pudiera moverse, Peter colocó el pie sobre su garganta y le sonrió con tal frialdad que Lali comenzó a temblar de la cabeza a los pies.
Pablo agarró el pie de Peter con las dos manos e intentó apartarlo. Comenzó a agitarse por el esfuerzo, pero Peter no se apartó.
— ¿Sabías…—le preguntó Peter con un tono de voz tan pragmático que era realmente atemorizante—…que sólo son necesarios poco más de dos kilos para aplastarte el esófago por completo?
Los ojos y los brazos de Pablo comenzaron a hincharse cuando Peter ejerció más presión sobre su cuello.
— Tío, por favor —suplicó Pablo mientras intentaba quitarse el pie de Peter de encima—. Por favor, no me hagas daño, ¿vale?
Lali  contuvo el aliento, aterrada, al ver que Peter le pisaba aún con más fuerza.
Tom se acercó a ellos.
— Hazlo —le advirtió Peter— y te saco el corazón para que tu amigo se lo coma.
Lali  se quedó helada al ver la mirada de los ojos de Peter. Éste no era el hombre tierno que le hacía el amor por las noches. Éste era el rostro del general que una vez había mandado al infierno a los romanos más valientes.
No dudaba ni por un solo instante que Peter podía llevar a cabo la amenaza. Y por lo rápido que la sangre abandonó el rostro de Tom, Lali supo que el hombre también lo creyó.
— Por favor —volvió a implorar Pablo, comenzando a llorar—. Por favor, no me hagas daño.
Lali tragó saliva mientras esas palabras la asaltaban; las mismas que ella pronunció llorando en la cama de Pablo.
Fue entonces cuando Peter la miró a los ojos. Ella vio la furia y el deseo de acabar con Pablo. Por ella.
— Déjalo, Peter—le dijo en voz baja—. No merece la pena. A tu lado no vale nada.
Peter miró a Pablo con los ojos entrecerrados.
— Los cobardes inútiles como tú son descuartizados como entrenamiento allí de donde vengo.
Cuando Lali pensaba que iba a matarlo, Peter apartó el pie.
— Levántate.
Frotándose el cuello, Pablo se puso en pie lentamente.
La mirada gélida y letal de Peter hizo que Pablo se encogiera.
— Le debes una disculpa a mi mujer.
Pablo se limpió la nariz con el dorso de la mano.
— Lo siento.
— Dilo como si lo sintieras de verdad —lo amenazó Peter en voz baja.
— Lo siento, Lali. De verdad. Lo siento muchísimo.
Antes de que ella pudiese responder, Peter pasó un brazo por sus brazos en un gesto posesivo y salieron a paso tranquilo del local. 

Continuara....

Holaaa! ¿Como andan? Lo se, yo re desaparecida y encima dejandolas con intriga! ¬¬ Pero estos dias tenia que estudiar! 
No es muy largo este cap pero firmen y en un ratito subo otro ;)
Les parece si mañana hacemos maratón? díganme si pueden y a que hora (en Argentina)
Besos
Juli♥
@amorxca
En los proximas caps les digo sobre que es lo que necesito ayuda :) Gracias a las que se ofrecieron a ayudarme ;)