— Vale. Un voto a favor de arrojarse al cuello de la doctora, y otro en contra. ¿Alguna otra alternativa?
— ¿Qué tal una noche tranquila en casa, entonces?
— De acuerdo —respondió Lali, mientras se acercaba a la mesita de noche para coger el teléfono—. Déjame que compruebe los mensajes y después prepararemos la cena.
Peter siguió colocando su ropa, mientras ella llamaba al servicio de contestador y hablaba con ellos.
Acababa de doblar la última prenda cuando percibió una nota de alarma en la voz de Lali.
— ¿Dijo qué quería?
Peter se giró para poder observarla. Tenía los ojos ligeramente dilatados, y sujetaba el teléfono con demasiada fuerza.
— ¿Por qué le dio mi número de teléfono? —preguntó enfadada—. Mis pacientes jamás deben saber mi número privado. ¿Puedo hablar con su superior?
Peter se acercó a ella.
— ¿Algo va mal?
Lali alzó la mano, indicándole que permaneciera en silencio para poder escuchar lo que la otra persona le estaba diciendo.
— Muy bien —dijo tras una larga espera—. Tendré que cambiar el número de nuevo. Gracias —colgó el teléfono, frunciendo el ceño por la preocupación.
— ¿Qué ha pasado? —le preguntó él.
Lali resopló irritada mientras se frotaba el cuello.
— La compañía acaba de contratar a esta chica y, como es nueva, le dio mi número privado a uno de mis pacientes.
Hablaba tan rápido que a Peter le costaba trabajo seguirla.
— Bueno, en realidad, no es mi paciente —prosiguió sin detenerse—. Jamás habría aceptado a un hombre así, pero Luanne, la doctora Jenkins, no es tan selectiva. La semana pasada tuvo que marcharse de la ciudad a toda prisa, por una emergencia familiar. Así es que Beth y yo tuvimos que repartirnos sus pacientes para atenderlos mientras ella está fuera. Aún así, no quise quedarme con este hombre tan horripilante, pero Beth no pasa consulta los viernes, y él tiene que acudir los miércoles y los viernes debido al régimen de libertad condicional.
Lali lo miró con el pánico reflejado en sus pálidos ojos grises.
— Pero yo no quise atenderlo, y el supervisor de su caso me juró que no habría ningún problema. Dijo que el tipo no representaba una amenaza para nadie.
Peter sentía que le palpitaba la cabeza por la cantidad de información que Lali estaba soltando, y que él era incapaz de comprender en su mayor parte.
— ¿Eso es un problema?
— Es un poquito espeluznante —dijo con las manos temblorosas—. Es un acosador. Acaban de darle el alta de un hospital psiquiátrico.
— ¿Un acosador? ¿Un hospital psiquiátrico? ¿Qué es eso?
Al escuchar la explicación, Peter no pudo evitar quedarse con la boca abierta.
— ¿Permitís que estas personas se muevan a su antojo?
— Bueno, sí. La idea es ayudarlos.
Peter estaba horrorizado. ¿Qué clase de mundo era ése en el que los hombres se negaban a proteger a sus mujeres y niños de la depravación?
— En mi época, no permitíamos que personas así se acercaran
a nuestras familias. Nos asegurábamos de que no andarán sueltos por nuestras
calles.
— ¡Bienvenido al siglo veintiuno! —Exclamó Lali con amargura—. Aquí hacemos las cosas de un modo… distinto.
Peter movió la cabeza, ensimismado, mientras pensaba en todas las cosas de ésta época que le resultaban extrañas. No podía entender a esta gente, ni su modo de vida.
— No encajo en este mundo —masculló.
— Peter…
Se alejó cuando vio que Lali se acercaba a él.
— Lali, sabes que es así. Supongamos que rompemos la maldición; ¿de qué me va a servir? ¿Qué se supone que voy a hacer aquí? No puedo leer tu idioma, no sé conducir y no tengo posibilidades de trabajar. Hay demasiadas cosas que no entiendo. Me siento perdido…
Ella se estremeció ante la evidente angustia que Peter intentaba ocultar con todas sus fuerzas.
— Sólo estás un poco agobiado. Pero lo haremos pasito a pasito. Te enseñaré a conducir y a leer. Y con respecto al trabajo… sé que eres capaz de hacer muchas cosas.
— ¿Como qué?
— No lo sé. Además de ser un soldado, ¿a qué otra cosa te dedicabas en Macedonia?
— Era un general, Lali. Lo único que sé hacer es dirigir a un antiguo ejército en una batalla. Nada más.
Lali tomó su cara entre las manos y lo miró con dureza.
— No te atrevas a abandonar ahora. Me has dicho que no tenías miedo a luchar, ¿cómo puedes asustarte por esto?
— No lo sé, pero me asusta.
Algo extraño ocurrió entonces; Lali percibió que Peter le había permitido acercarse. No de forma muy íntima, pero por la expresión de su rostro se daba cuenta de que estaba admitiendo su vulnerabilidad ante ella. Y, en el fondo, sabía que no era el tipo de hombre que admite fácilmente ese hecho.
— Yo te ayudaré.
La duda que reflejaban los ojos azules hizo que se le revolviera el estómago.
— ¿Por qué?
— ¡Bienvenido al siglo veintiuno! —Exclamó Lali con amargura—. Aquí hacemos las cosas de un modo… distinto.
Peter movió la cabeza, ensimismado, mientras pensaba en todas las cosas de ésta época que le resultaban extrañas. No podía entender a esta gente, ni su modo de vida.
— No encajo en este mundo —masculló.
— Peter…
Se alejó cuando vio que Lali se acercaba a él.
— Lali, sabes que es así. Supongamos que rompemos la maldición; ¿de qué me va a servir? ¿Qué se supone que voy a hacer aquí? No puedo leer tu idioma, no sé conducir y no tengo posibilidades de trabajar. Hay demasiadas cosas que no entiendo. Me siento perdido…
Ella se estremeció ante la evidente angustia que Peter intentaba ocultar con todas sus fuerzas.
— Sólo estás un poco agobiado. Pero lo haremos pasito a pasito. Te enseñaré a conducir y a leer. Y con respecto al trabajo… sé que eres capaz de hacer muchas cosas.
— ¿Como qué?
— No lo sé. Además de ser un soldado, ¿a qué otra cosa te dedicabas en Macedonia?
— Era un general, Lali. Lo único que sé hacer es dirigir a un antiguo ejército en una batalla. Nada más.
Lali tomó su cara entre las manos y lo miró con dureza.
— No te atrevas a abandonar ahora. Me has dicho que no tenías miedo a luchar, ¿cómo puedes asustarte por esto?
— No lo sé, pero me asusta.
Algo extraño ocurrió entonces; Lali percibió que Peter le había permitido acercarse. No de forma muy íntima, pero por la expresión de su rostro se daba cuenta de que estaba admitiendo su vulnerabilidad ante ella. Y, en el fondo, sabía que no era el tipo de hombre que admite fácilmente ese hecho.
— Yo te ayudaré.
La duda que reflejaban los ojos azules hizo que se le revolviera el estómago.
— ¿Por qué?
Continuara....
¿Creen que ese tipo traiga problemas? :O
GRACIAS X TANTOS COMENTARIOS =D me pone feliz que les guste la nove y que dejen su opinión :)
Lu (cia14): No te preocupes terminala de leer cuando puedas, siempre va a estar ahi :) jajaja Gracias x firmar tantas veces :) me encantan tus comentarios!
Lina: Yo también pienso que es una ironía, pero yo creo que peter la ayudará a tener bastante experiencia ;) jajaja
Firmen y si puedo subo antes de irme, sino mas tarde :)
PD: SE VIENEN COSAS BUENAS :)
vos sabes qe cuando decis firmen yo ya hice 8 comentarios maso menos jajajajaja siii ya see :) muchas gracias po subirla!
ResponderEliminartu nove es una de las pocas en las que firmo primera jajajaj :P
ResponderEliminarestuve todo el dia mientras estudiaba actualizando a ver si habias publicado re vicio era yo xD pero es que la nove esta muy buena!!!
ResponderEliminarno se si no es la unica que firmo primera o la segunda(?
ResponderEliminaryo se que te hago reir con las pavadas que digo(? jjajajaja
ResponderEliminarmenos mal que estoy de mi compu ya extrañaba a Lupe :')
ResponderEliminarme re gusto el cap! espero qe nooo, no seas mala me la dejas picando porque me preguntas si ese hombre va a traer problemas y me dejas con la intrigaa malvada :( !!
ResponderEliminarjajajajaja menos mal que eran dos los que podian votar nada mas y fue empate :P
ResponderEliminarnoveeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarporrrrrrrrrr
ResponderEliminarfassssssssssssssssssss
ResponderEliminarme encsntaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarmm bueno lo que peter dice tiene un punto por que si se queda tiene uqe trabajar de algo o hacer algo
ResponderEliminarEspero que a lali no le pase nada y si le pasa que este peter para defenderla. jeje. MAS NOVE!!
ResponderEliminarSí sin dudas Peter la ayudará a ella a vencer sus miedos y sus tabues y ojalá ella pueda salvarlo a él!Esta muy interesante!
ResponderEliminarMmm ese hombre me da miedo, por algo Lali anda miedosa u.u pero ahi va a aparecer super Peter y la va a rescatar de los brazos del malisioso acosador ;)
ResponderEliminarDespues pobresito mi petersito q anda angustiado ya q no sabria q hacer en este mundo, pero ahi aparecera super Lali [jaja los creia superheroes la mina] y lo ayudara... haay [suspiro enamoradizo] me encanto!
MAAAAAS!
Beso,Anto
Como me gusta esta nove eh? Me encantaaaaa!!!
ResponderEliminarSubiiiii mas porfi!!!!
Un besito, @clau_carpediem
Aaa yo quiero maas :D ojala el hombre ese no traiga problemas!
ResponderEliminarBesitoos
Arii
@AriadnaAyelen
Recien termine de leer la mujer de los lazani y me encantooo
ResponderEliminar*lanzani
EliminarPara romper la maldición d Peter ,tiene k salvar a Lali Alexander, y x ahora solo está la amenaza d ese loco.
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