domingo, 5 de agosto de 2012

Capítulo 33:




— Empiezo a creer que sí —respondió Candela, sentándose en el banco situado cara a la pared.
Lali se sentó enfrente, con el muro a su espalda. Como era de esperar, Peter ocupó un sitio a su lado.
Ella le ofreció el menú.
— No puedo leer esto —le dijo antes de devolvérselo.

— ¡Ah! —exclamó Lali, avergonzada por no haberlo pensando antes—. Supongo que no enseñaban a leer a los soldados de la antigüedad.
Peter se pasó una mano por la barbilla y pareció adoptar una actitud malhumorada ante el comentario.
— En realidad sí lo hacían. El problema es que me enseñaron a leer griego clásico, latín, sánscrito, jeroglíficos egipcios y otras lenguas que hace mucho que desaparecieron. Usando tus propias palabras, este menú está en griego para mí.
Lali se encogió.
— No vas a dejar de recordarme que escuchaste todo lo que dije antes de que aparecieras, ¿verdad?
— Me temo que no.
Apoyó el brazo en la mesa y, en ese momento, Candela apartó la vista del menú y le miró la mano. Entonces jadeó.
— ¿Eso es lo que yo creo? —preguntó mientras le alzaba la mano.
Para sorpresa de Lali, él permitió que le agarrara la mano y que mirara el anillo.
— Lali, ¿has visto esto?
Ella se incorporó en el asiento para poder verlo más de cerca.
— No, la verdad. He estado un tanto distraída.
Un tanto distraída, sí, claro. Eso es como decir que el Everest es un adoquín.
Aún bajo la tenue luz del local, el oro emitía luminosos destellos. La parte superior era plana y tenía grabada una espada rodeada de hojas de laurel, e incrustadas entre las hojas, había unas piedras preciosas que parecían ser diamantes y esmeraldas.
— Es hermoso —dijo Lali.
— Es un jodido anillo de general, ¿cierto? —preguntó Candela—. No eras un simple soldado de a pie. ¡Eras un puto general!
Peter asintió sobriamente.
— El término es equivalente.
Candela soltó el aire totalmente anonadada.
— Lali, ¡no tienes ni idea! Peter tuvo que ser alguien realmente relevante en su tiempo para tener este anillo. No se lo daban a cualquiera —y movió la cabeza—. Estoy muy impresionada.
— No lo estés —le contestó Peter.
Por primera vez en años, Lali envidió la licenciatura en Historia Antigua de su amiga. Cande sabía mucho más acerca de Peter y de su mundo de lo que ella jamás podría averiguar.
Pero no parecía necesitar ese grado de conocimiento para entender lo doloroso que debía haber sido para él pasar de ser un general que ordenaba a un ejército, a un esclavo gobernado por las mujeres.
— Apuesto a que eras un magnífico general —dijo Lali.
Peter la miró, captando la sinceridad con la que había pronunciado sus palabras. Por alguna inescrutable razón, su cumplido le reconfortó.
— Hice lo que pude.
— Apuesto a que les diste una patada en el culo a unos cuantos ejércitos —continuó ella.
Él sonrió. No había pensado en sus victorias desde hacía siglos.
— Pateé a unos cuantos romanos, sí.
Lali se rió ante el uso del vocabulario.
— Aprendes rápido.
— ¡Oye! —exclamó Candela, interrumpiéndolos—. ¿Puedo echarle un vistazo al arco de Cupido?
— ¡Sí! —exclamó Lali—. ¿Podemos?
Peter lo sacó de su bolsillo y lo dejó sobre la mesa.
— Con cuidado —advirtió a Candela  mientras alargaba el brazo—. La flecha dorada está cargada. Un pinchacito y te enamorarás de la primera persona que veas.
Ella retiró la mano.
Lali cogió el tenedor y con él arrastró el arco hasta tenerlo cerca.
— ¿Se supone que debe ser tan pequeño?
Peter sonrió.
— ¿Es que nunca has oído esa frase que dice: «El tamaño no importa»?
Lali  puso los ojos en blanco.
— No quiero ni escucharla de un hombre que la tiene tan grande como tú.
— ¡Lali! —jadeó Candela—. Jamás te había oído hablar así.
— He sido extremadamente comedida, considerando todo lo que vosotros me habéis dicho estos últimos días.
Peter  acarició el pelo que le caía sobre los hombros. Esta vez, Lali no se retiró. Estaba haciendo progresos.
— Entonces, dime cómo usa Cupido esto —le dijo ella. Peter dejó que sus dedos acariciaran los sedosos mechones de su pelo. Brillaban aun con la escasa luz del restaurante. Deseaba tanto sentir ese pelo extendiéndose sobre su pecho desnudo… Enterrar su rostro en él y dejar que le acariciara las mejillas.
Con la mirada ensombrecida, imaginó cómo se sentiría al tener el cuerpo de Lali rodeándolo. Y el sonido de su respiración junto al oído.
— ¿Peter? —preguntó ella, sacándolo de su ensoñación—. ¿Cómo lo utiliza Cupido?
— Puede adoptar un tamaño semejante al del arco, o puede hacer que el arma se haga más grande. Depende del momento.
— ¿En serio? —preguntó Candenla—. No lo sabía.
La camarera llegó corriendo y colocó la bandeja sobre la mesa, mientras devoraba con los ojos a Peter como si fuese el especial del día.
Muy discretamente, Peter recogió el arco de encima de la mesa y lo devolvió a su bolsillo.
— Siento mucho haberle hecho esperar. Si hubiese sabido que no iban a atenderle de inmediato, yo misma le habría tomado nota nada más sentarse.
Lali le dirigió a la chica una mirada ceñuda. ¡Joder!, ¿es que Peter no podía tener cinco minutos de tranquilidad, sin que una mujer se le ofreciera abiertamente?
¿Y eso no te incluye a ti?
Se quedó helada ante el giro de sus pensamientos. Ella se comportaba exactamente igual que las demás, mirándole el culo y babeando ante su cuerpo. Era un milagro que él soportara su presencia.
Hundiéndose en el asiento, se prometió a sí misma que no lo trataría de aquel modo. Peter no era un trozo de carne. Era una persona, y merecía ser tratado con respeto y dignidad.
Pidió el menú para los tres, y cuando la camarera regresó con las bebidas, trajo una bandeja de alitas de pollo al estilo Búfalo.
— Nosotros no hemos pedido esto —apuntó Candela.
— ¡Oh, ya lo sé! —respondió la chica, sonriendo a Peter—. Hay mucho trabajo en la cocina y tardaremos un poco más en poder servirle la comida. Pensé que debería estar hambriento y por eso le traje las alitas. Pero si no le gustan, puedo traer cualquier otra cosa; la casa invita, no se preocupe. ¿Preferiría otra cosa?
¡Puaj! El doble sentido era tan obvio que a Lali le entraron ganas de arrancarle de raíz el pelo cobrizo.
— Está bien así, gracias —le dijo Peter.
— ¡Ay, Dios mío!, ¿puede hablar un poco más? —le pidió la chica, a punto de desmayarse—. ¡Oh, por favor, diga mi nombre! Me llamo Mary.
— Gracias, Mary.
— ¡Ooooh! —exclamó la camarera—. Se me ha puesto la piel de gallina —y con una última mirada a Peter, cargada de deseo, se alejó de ellos.
— No puedo creerlo —comentó Lali—. ¿Las mujeres siempre se comportan así contigo?
— Sí —contestó él con la ira reflejada en la voz—. Por eso odio mostrarme en lugares públicos.
— No dejes que te moleste —le dijo Candela mientras cogía una alita de pollo—. Definitivamente, tu presencia resulta muy útil. De hecho, propongo que lo saquemos más a menudo.
Lali dejó escapar un bufido.
— Sí, bueno; si esa criatura anota su nombre y su número de teléfono en la cuenta antes de dárnosla, tendré que darle un bofetón.
Candela estalló en carcajadas.
Antes de que Lali pudiese preguntar cualquier otra cosa, Cupido entró sin prisas en el restaurante, y se acercó hasta ellos.
Tenía un ligero moretón en el lado izquierdo de la cara, donde Peter lo había golpeado. Intentó mostrarse indiferente, pero aun así, Lali percibió la tensión en su interior, como si estuviese preparado para huir en un momento dado. Arqueó una ceja ante el pelo corto de Peter, pero no dijo ni una palabra mientras tomaba asiento junto a Candela.
— ¿Y bien? —preguntó Peter.

Continuara...

Capitulo largo :) En el próximo cap sabremos si se puede o no revertir la maldición de Peter...
¿Les gustan los cambios del blog? :) 
Lucia: Re copadas las cosas de tu hermano! QUIERO jajaja ;) PD: Estas loca! jajaja se quejaba! 

19 comentarios:

  1. Me encanta!!!!! Espero el prox cap con ansiedad jajajaja
    Me encanta como has dejado el blog

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  2. Lina (@Lina_AR12)5 de agosto de 2012, 8:03

    Muy bueno,Lali se pone celosa,JAJA!Veremos q pasa en el prox!

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  3. Lali esta celosa. Espero que te encuentres mejor. MAS NOVE!!

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  4. awwwwwwwwww Lali se esta poniendo celosa!!! =$ mas tierna! ♥ jajajajaj ayyy ojala que se pueda revertir la maldicion!!! me mori de risa con la camarera jajajajaaj por dios cuando le pidio que diga su nombre! xD sii yo tambien pero no me las va a regalar ¬¬ jajajaja y bueno no es la primera vez qe me lo dicen eso hasta ya lo acepte :P gracias por subir otro cap! no segui comentando porquee estaba muy cansada de estudiar y me fui a dormir u.u Espero que te sientas mejor! ♥ pero vez por lo menos te hice reir cuando estabas media "pachucha" como dice mi cuñada jajaja un beso enormeee! @LuciaVega14

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  5. aHHH casi me olvido P.D: qedaron re bien me re gustaron los cambios del blog :) @LuciaVega14

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  6. AMO cuando paso la flecha del mouse en tu blog porque aprecen los brillitos @LuciVega14

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  7. mmmmmmmmmmmassssssssssssssss

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  8. nnnnnnnnnnooooooveeeeeeeeeeeeeee

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  9. ffffffffffffasssssssssssssss

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  10. re amor el estilo de la letra :) @LuciaVega14

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  11. Me encanta el cambio del fondo del blog y todo , y el cap tambien (:

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  12. Me encantaron estos caps, Lali celosa de la chica esa yo tambien lo estaria¬¬ mas alsada la camarera por Peter no podia estar no? osea un poco de cordura mujer!
    Me intriga lo q puede decir cupido aaaay maaaas maaas maaas!!
    Beso,Anto

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  13. Me encanta, es genial esta historia!!! Más!!!

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  14. jajaj alfin lali se vio jajaja celosa y se dejo por el pero me pregunto ya que dicen que la punta esta cargada por que peter se la mete en el bolsillo no se podri a pinchar//??? masssssss

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  15. Me gustan los colores ,y las estrellitas se ven d fábula.

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Gracias por leer. Espero tu comentario :)