domingo, 16 de junio de 2013

Capítulo 9:



— ¿Célibes?— Peter sintió la palabra hacer eco en su cabeza. Él no pudo haber oído bien. Tal vez sus oídos habían sufrido un duro golpe durante la pelea y estaban distorsionando su oído. Algo estaba muy mal y sonaba extraño sobre esa palabra. Sabía instintivamente que él nunca habría aceptado tal cosa, en particular, no cuando su cuerpo estaba reaccionando a ella como lo hacía.


Durante todo el tiempo desde que salieron del estacionamiento, había estado duro.

¿Cómo iba a durar un día a su alrededor con tal erección? Por un instante, se preguntó si en su memoria sería como una mujer nueva para él y por lo tanto la emoción de estar con ella era nueva. ¿Podría eso haberlo llevado a tener esa semejante erección? Pero desechó la idea rápidamente. Si estaba comprometido con Lali, no podía imaginarse no estar en un constante estado de excitación, cuando estaba cerca de él.

Ella era hermosa, con un cuerpo tan sensual y curvas tan exuberantes, que sabía que tenía que sumergirse en ella. Era imposible no hacerlo.

— ¿Quieres decir que nunca...?— Él dejó suspendida la pregunta ahí, sin poder siquiera decir una cosa tan imposible.

Ella evitó su escrutinio y fingió interés en la toalla ensangrentada en la mano. —No, nos pusimos de acuerdo en que sería mejor esperar hasta que estuviéramos casados. Los dos somos muy religiosos.

— ¿Lo somos?— Religiosidad no era exactamente lo que sentía en estos momentos.

Lali asintió con la cabeza y procedió a lavar la toalla en el lavabo, el agua se volvía roja por su sangre. —Dijiste que lo haría aún más dulce cuando nos casáramos.

No había nada dulce en esperar. —He cambiado de opinión.

Su postura se puso rígida. —No puedes hacerlo. Ambos estuvimos de acuerdo. Simplemente no lo recuerdas.

Peter apretó los puños en frustración. —Vamos a hablar de ello.

—No hay nada de qué hablar, Peter—. Ella escurrió la toalla y la colgó sobre el lado de la pileta. —Mejor me voy—. Se alejó más de él.

—Pero, no has terminado aquí—. Señaló su cara y rápidamente se miró en el espejo.

Pero él no parecía estar tan mal como esperaba. Ahora que ya no tenía sangre en la cara, se dio cuenta de que los cortes y las contusiones eran de menor importancia. Casi no había hinchazón alrededor de su ojo, aunque podría haber jurado que apenas había sido capaz de abrirlo cuando había vuelto en sí en el estacionamiento.

—Estarás bien. Sólo hay que ponerte un poco de hielo por un rato.

Luego salió del cuarto de baño. Unos segundos más tarde, la puerta principal se cerró.

Atónito, Peter se quedó parado en medio del pequeño cuarto de baño y pasó su mano por el pelo.

Ella se había ido sin siquiera un beso de buenas noches. ¿Cómo era eso posible?

¿Estaba enojada con él por algo que había hecho? Ciertamente eso era lo que parecía.

A veces, ella parecía estar un poco molesta, ahora que lo pensaba. Tal vez habían peleado poco antes de que él fuera golpeado. Eso explicaría su renuencia a quedarse con él. Porque incluso si hubieran acordado no tener relaciones sexuales antes del matrimonio, él estaba seguro de que la había besado y tocado antes. No había manera en el infierno que él no hubiese probado su dulce boca y explorado su sensual cuerpo.

Pero sin importar el por qué había accedido a esta idea absurda de abstenerse de tener relaciones sexuales antes de casarse, no se apegaría a ella en el futuro. Le dolía el cuerpo por unirse con el de ella, y de alguna manera había que hacerle entender que no podía esperar. ¿Tenía miedo de que si se iba a la cama con él, creería que perdería interés en ella y no querría casarse más? ¿Podría ser el motivo de su resistencia a ceder a sus demandas? Y estaba seguro de que había hecho demandas, a pesar de que no tenía ningún recuerdo de ellas.

El cual era el otro problema: ¿por qué no podía recordar siquiera la más mínima cosa sobre su vida antes de esa noche? ¿Y por qué, en realidad, no estaba más preocupado por ello? Por extraño que pareciera perder la memoria, no tenía el tipo de pánico con el que tendría que estar, dadas las circunstancias. A pesar de la falta de conocimiento acerca de Lali y su relación, o el vacío que experimentaba en lo que respecta a su pasado, se sentía extrañamente contento… bueno tan contento como un hombre que no había tenido sexo en Dios sabe cuánto tiempo, pudiera sentirse.

Además, tal vez simplemente necesitaba un poco de descanso. Para mañana por la mañana, todos sus recuerdos podrían estar de regreso, y su antigua vida estaría restablecida. Sin embargo, se prometió una cosa, que no volvería a ser célibe: haría todo lo posible para seducir a Lali para llevarla a la cama. Después de todo, ella sería su esposa, y no había nada de malo en probar el producto antes de hacer la compra final.

***
El sueño de Peter fue cualquier cosa menos tranquilo. Dio vueltas en la cama toda la noche, plagado de sueños extraños. Estaban habitados por monstruos y extrañas criaturas míticas, sin embargo, parecían extrañamente familiares y reconfortantes.

Truenos y relámpagos iluminaban el cielo nocturno, mientras las olas se agitaban en el mar, olas chocaban contra la costa hasta que una criatura, mitad hombre mitad pez, se ponía un caracol en los labios y tocaba una suave melodía.

Cuando las ondas se calmaron, también lo hizo Peter, encontrando consuelo al saber de que estaba rodeado de amigos. Y a lo lejos, vio a Lali quien no corría hacia él, sino alejándose de él, sus lágrimas manchaban su rostro.

Peter se levantó de golpe de su posición de acostado, con los ojos abriéndose en el mismo instante. La luz del sol se filtraba por las persianas medio abiertas y bañaba la habitación haciéndola brillar. Era un hermoso día de verano. El trueno y  el relámpago de la noche anterior, habían estado sólo en sus sueños. Ninguna nube empañaba el cielo perfecto. Y si su habitación hubiera proporcionado una vista del agua, habría visto que ninguna ola perturbaba la calma superficie.

Por un momento, simplemente se sentó en una cama que no reconoció, en una habitación con la que no estaba familiarizado. Cerró los ojos, tratando de que su mente retrocediera en el tiempo y encontrara recuerdos perdidos, pero lo único que podía recordar era el momento en que había despertado en el estacionamiento y cómo Lali había cuidado de él.

Al pensar en ella, la sábana que cubría su mitad inferior, se convirtió en una tienda de campaña. Supuso: con sólo pensar en ella, estaba tan duro como una barra de hierro, y aproximadamente la mitad de inteligente. Su mano se dirigió a su verga, acariciándose a sí mismo para aliviar el dolor que sentía, pero su mano no era un sustituto de lo que realmente quería.

Con un frustrado enfado, saltó de la cama y se dirigió a la ducha. Tal vez una ducha fría se haría cargo de ella. Se preguntó qué habría hecho antes para mantener sus hormonas aceleradas bajo control. Seguramente él habría tenido que idear algún método para no sentirse como un polvorín a punto de estallar cuando estaba a su alrededor.

Deseaba que pudiera recordar al menos esa parte de la información.

Al pasar por el lavabo en el baño y alcanzar la cortina de la ducha, se detuvo en seco y volvió la cabeza hacia el espejo. Un choque lo catapultó de nuevo contra la pared detrás de él.

¡Por los dioses!

Se acercó al espejo con cuidado, volteando su cara y luego del otro. Pero sin importar cuánto tiempo estudiara su rostro, no había evidencia de sus heridas. El corte al lado de su ojo ni siquiera había dejado una cicatriz, y sus labios estaban perfectamente lisos.

Pasó el dedo sobre su boca, pero no hubo sensibilidad en la carne, no había marcas.

Todo se veía y sentía curado perfectamente, como si la pelea de anoche nunca hubiera sucedido.

Mientras se daba cuenta, un pensamiento terrible se arraigó en su cabeza. ¿Y si había soñado el incidente? ¿Y si nunca le habían dado una paliza? ¿Y si Lali era simplemente un producto de su imaginación?

Con ese pensamiento, su corazón dio un vuelco. La idea no era solo inquietante, era aterradora.

Giró sobre sus talones y abandonó el cuarto de baño. Sus ojos buscaron sus pantalones.

Los encontró en una silla en el dormitorio y buscó en los bolsillos. El alivio lo inundó cuando encontró su teléfono celular y lo sacó. Empezó a escribir la primera letra de su nombre, con la esperanza que hubiera programado su número.

El primer nombre que surgió fue Apolo, a continuación, Ares, pero a medida que se desplazaba más hacia abajo, y veía unos cuantos nombres más que empezaban
con A, hasta que se encontró con ella: Lali Esposito. Por lo menos el nombre era real.

Ahora tenía que asegurarse de que era ella y no una mujer que había creado en sus sueños.

Pulsó el botón y dejó que el teléfono marcara, conteniendo la respiración en todo ese tiempo.

— ¿Hola?— Era la misma voz que había soñado. Tenía que ser ella.

— ¿Lali? Soy yo, Peter.

Hubo una breve pausa, pero para toda la tensión que contenía, bien podría haber durado una hora. —Buenos días. ¿Cómo te sientes?

—Mejor, supongo—, respondió tímidamente.

—Así que, ¿ya te acuerdas?

Aliviado por la dirección que tomaba la conversación, dijo, —Todo lo que recuerdo es que me cuidaste ayer por la noche y te fuiste. Te extrañé.

—Oh.

— ¿Fue eso un “oh, yo también te extrañé”, corazón?

—Sí. Por supuesto—. Sin embargo, su voz no sonó tan segura.

Se aventuró a adivinar. — ¿Todavía estás enojada conmigo, no?

— ¿Quién dice que estoy enojada contigo?

—Te me escapaste muy rápido ayer por la noche. Oye, lo que sea que haya pasado, lo siento. Estoy seguro que dije algo que no te gustó, y si yo lo recordase, probablemente me horrorizaría de haberlo dicho—. Tal vez ella había tratado de impedirle entrar en esa lucha que le había dejado sin memoria.

—Eh, ¿por qué no descansas?

—Quiero volver a verte—. Su corazón latía en la garganta mientras lo decía, y se dio cuenta cómo la sola idea de verla, lo excitaba.

—No puedo en este momento.

Él no la dejaría escaparse de esa manera. —Esta noche entonces.

Hubo duda en su voz. —Voy a pasar por ahí esta noche.

—Bien.


Se oyó el tono en la línea, y ella se había ido.



Continuara....

Yo dije lo de terminarla rápido porque por los pocos comentarios pareciera que no les gustara. 

Firmen y subo mas! 

Juli ♥

@amorxca

24 comentarios:

  1. Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!!!!!!

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  2. mas mas mas!!! q sufra q sufra ese malvado! jajajaja
    saludos!
    belu

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  3. mas!!!!!!
    pliss!!!
    MAS!!!!!!!!
    <3

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  4. No sabes como me tenten cuando lei lo de celibe jajaja me causo MUCHO
    QUERIDAA QUIEEERO MAS MAS MAS
    MAAAAS
    Beso, yo anto

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  5. pd: a mii me gustaaa la noveee querida!!

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  6. Copito duerme pero entre sus sueños dice guaw guaw guaw osea MAS MAS MAS

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  7. Che si Peter esta muy preocupado porque no recuerda mandale mi dire que yo me ocupo...

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  8. Hay que pedirle MAS MAS MAS a Juli asi nos subee novelilililitaa MAS MAS MAS a la vida...

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  9. Juuuuliiiiiiiiiiietaaaa quieeero maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas

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  10. nooooo esta genial y quiero un cap mas se puede????

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  11. Nooooo no quiero que Lali salga huyendo u.u buuuuuu jajaja igual quiero que Peter se arrepienta de todo lo que le dijo pobrecita, en sintesis que recuerde tdo y se disculpe con ella! @LuciaVega14

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Gracias por leer. Espero tu comentario :)