Peter vio como Agustín se paseaba en
su residencia privada en el tercer piso del Bed and Breakfast. Candela los
había dejado solos con el fin de hacerse cargo de algunos invitados que
llegaban. El espacio privado era moderno pero cálido y cómodo, con un diseño
náutico, que parecía repetirse por todo el piso. No era grande, pero ya que la
pareja probablemente pasaba la mayor parte de su tiempo en la planta baja donde
atendían a los invitados, un pequeño espacio privado era todo lo que
necesitaban.
—Creo que podemos eliminar la posibilidad
de que hayas perdido tu memoria, porque te golpeaste la cabeza.
—Pero probablemente me golpeé la
cabeza—, protestó Peter.
—Pero eso no habría sido lo que te
llevó a la amnesia. Un dios no puede simplemente ser herido de esa forma. Somos
inmunes a las enfermedades humanas.
—Pero estaba sangrando—. ¿No se
consideraba eso una lesión de mortales?
—Vivimos en cuerpos mortales que funcionan
igual que cualquier otro organismo. Por lo tanto sangramos, comemos, bebemos,
nuestra barba crece. Pero somos capaces de sanar este cuerpo con nuestros
poderes divinos. Cualquier lesión es efímera—, le explicó Agustín.
—Entonces, ¿qué hay de malo en mí?—
Ser un dios sonaba bien, pero ¿qué sentido tenía serlo si no recordaba nada de
su vida o lo que era capaz de hacer?
—Vamos a averiguarlo.
Peter asintió con la cabeza y se frotó
la mano por la parte de atrás de su cuello. —¿Qué se siente ser un dios?
Agustín sonrió. —Te encanta.
No pudo evitar que su propia sonrisa
brotara de sus labios. —De verdad, ¿no?
—No hay nadie que haga el ser un dios
tan divertido como tú.
—El dios del vino, eh? ¡No me jodas!—
Entonces se acordó de algo. — Supongo que eso significa que no tengo ningún
problema con la bebida, ¿no?
—¿Por el amor de Hades, por qué
tendrías un problema con la bebida?
—Lali, mi prometida, cree que sí. Ella
me arrastró a una reunión de AA, el otro día y...
La risa de Agustín lo interrumpió.
—Está bien, hay dos cosas fundamentalmente equivocadas aquí: En primer lugar,
no tienes cabida en una reunión de AA, y en segundo lugar, no tienes una
prometida.
El cuerpo de Peter se puso tenso.
—Estoy de acuerdo contigo sobre la reunión de AA, pero Lali y yo nos amamos el
uno al otro—. Simplemente no había vuelta de hoja.
—¿Se aman?— Agustín se acercó con un
paso y meneó la cabeza. —Peter, yo soy tu amigo, así que no te lo tomes a mal,
pero nunca has amado a nadie más que a ti mismo.
—¡No!— Él amaba a Lali, y nadie podría
convencerlo de lo contrario.
—Y te puedo garantizar que no estás
comprometido. Esta tal Lali, te digo, es una impostora.
¿Su Lali le estaba mintiendo? No, no
lo podía creer. No quería creerlo. —Si estás tratando de abrir una brecha entre
yo y Lali, entonces tú y yo no somos amigos. ¿Entiendes eso?— Él fulminó con la
mirada a Agustín, con toda intención de hacerle comprender que no renunciaría a
ella. Tenía que haber un malentendido que pronto se aclararía.
—Hemos sido amigos desde que éramos
niños, y ¿permitirás que una mujer se interponga entre nosotros? ¿Quieres que
te diga quién eres?— Agustín no esperó a que Peter respondiera. —Eres el peor
mujeriego que el mundo haya visto. Eres peor de lo que yo era antes de conocer
a Candela. Pasas cada noche con una mujer diferente. Tienes una regla estricta
de sólo una noche. ¿Debo continuar?
Peter retrocedió, chocando contra la
pared detrás de él, negando con la cabeza mientras Agustín continuaba: —Nunca
has estado en una relación. Todo lo que te importa es conquistar. Tan pronto
como tienes a una mujer en tu cama, ya has perdido el interés.
—Debes estar equivocado—. Él no quería
ser la persona que su amigo había descrito con tanto detalle. Él no quería ser
esa clase de idiota.
Agustín le dedicó una triste sonrisa.
—Peter, tú eres lo que eres. Eso no significa que no puedas cambiar. Sin
embargo, el Peter que estaba en mi boda la semana pasada, era la persona que he
descrito. Lo que me estás diciendo acerca de que tienes una prometida, no es
posible. No puedes haber cambiado ciento ochenta grados en una semana.
—Pero yo no siento lo que me estás
diciendo. No suena. Sí, sobre el vino, claro. Tienes razón. Siento una conexión
con el vino. Cuando estaba en la vinería de Lali, me sentí como en casa. Sentí
que las botellas me hablaban. Fue una sensación muy extraña—. Peter recordó el
momento en que había entrado en la tienda y al instante se sintió a gusto.
—Pero el resto, lo siento, el resto de tu historia no suena como yo.
—Si recordaras tu vida, sabrías que yo
estoy diciendo la verdad—. Hizo una pausa por un momento, contemplando algo.
—De alguna manera tenemos que restaurar tu memoria. Creo que necesitas ayuda—. Entonces
él levantó la cabeza.
—Hermes, trae tu trasero aquí. Con
urgencia.
Un momento después, apareció un hombre
en el centro de la habitación, de la nada.
Peter sintió una descarga de
adrenalina dispararse a través de su cuerpo, mientras su corazón latía como un
martillo neumático. Uno de estos días, estos tipos le darían un ataque al
corazón.
El tipo, que se suponía que era
Hermes, llevaba el atuendo más ridículo que Peter había visto jamás: una túnica
blanca hasta las rodillas y atado con un cinto dorado. En sus pies, llevaba
sandalias. Peter echó un vistazo más de cerca: ¿eran alas lo que tenía en sus
sandalias? Parpadeó, para reorientar sus ojos, pero las alas se quedaron donde
estaban, pegadas a las sandalias del hombre.
—Hey, Agustín, Peter, ¿qué es tan
urgente? Ni siquiera me dejaron cambiarme.
—Tenemos un problema: Peter tiene
amnesia.
Con el anuncio de Agustín, Hermes miró
a Peter sorprendido. —¡Me estás jodiendo!— Entonces dio un paso hacia él. —¿Es
este uno de tus chistes?
Agustín negó con la cabeza. —No. Él
realmente no sabe quién es.
Peter apoyó las manos en las caderas,
molesto por ser ignorado. —Estoy en la misma habitación que ustedes.
Hermes le lanzó una divertida mirada.
—Sin embargo, su actitud no ha cambiado.
¿Era realmente amigo de ese tipo con
alas? Parecía que llevaba un vestido.
—Oye, Peter, puedo ver lo que estás
pensando. Pero siendo el dios mensajero, este es mi uniforme—. Miró su túnica y
sandalias. —Confía en mí, no te ves mucho más varonil en tu túnica tampoco—
Luego chasqueó los dedos y voilà, estaba vestido con jeans y una camiseta.
Peter saltó nuevamente. —¡Mierda!
¡Dejen de hacer eso!
Hermes, intercambió una mirada con Agustín.
—Él realmente ha perdido la memoria, ¿no?
—¿Alguna idea de qué hacer al
respecto?—, preguntó Agustín en contestación.
—Llamaste al dios correcto—. Sonrió
Hermes. —Supongo que Peter molestó a algún dios olímpico y consiguió un
castigo. Ahora sólo tenemos que averiguar cuál es.
—¿Qué es un dios olímpico?—, preguntó Peter,
sintiéndose estúpido, porque no sabía de lo que Hermes estaba hablando.
—Un dios supremo—, contestó con
desdén. —Hay doce de nosotros.
—¿Yo soy uno de ellos?
Hermes se rio entre dientes. —Ya
quisieras. Pero yo sí lo soy, así que lo que uno de los otros dioses
olímpicos te haya hecho, debería ser capaz de revertirlo. A menos que el viejo
padre tenga las manos metidas en esto. Entonces estamos jodidos.
—¿Del padre de quién estás hablando?
—El nuestro—. Hermes hizo un gesto
entre él y Peter.
—¿Somos hermanos?— Peter barrió con su
mirada a Hermes, una vez más.
¿Él era hermano de un hombre que
llevaba sandalias aladas? ¡Raro!
—Medios hermanos—. Entonces él le
guiñó un ojo. —Y mejores amigos.
Si él era honesto consigo mismo, Peter
sentía simpatía por el tipo casi como la que sentía por Agustín. —¿Cuántos
mejores amigos tengo?
—Tres: Agustín, Eros y yo.
La curiosidad le hizo preguntar. —Y
este Eros, ¿qué clase de dios es?
Agustín sonrió. —Los romanos lo llaman
Cupido. Él es el dios del amor, y probablemente estará ocupado disparando sus
flechas a los mortales desprevenidos. Peter sacudió la cabeza. —Muchachos,
estoy completamente perplejo. Quiero decir, les creo. Cómo podría no hacerlo
con Hermes que se acaba de teletransportarse aquí, pero eso no me acerca para
nada a saber quién soy.
Hermes asintió con la cabeza, puso el
rostro serio. —Bueno, echemos un vistazo a los hechos. Agustín, ¿cuáles son los
hechos?
—Le dieron una paliza en un bar.
—¿Qué más hay de nuevo?— Interrumpió
Hermes.
¿De verdad se metía constantemente en
peleas de bar? Peter se preguntó qué clase de hombre era, si constantemente
tenía que luchar y vencer a la gente, o salir golpeado en el proceso. ¿Qué es
lo que tenía que probar?
—Y cuando recobró el conocimiento, no
podía recordar nada. Su supuesta prometida ayudó a vendarlo.
—¿Prometida?— Hermes le disparó una
mirada aturdida.
Peter se encogió de hombros, después
de haber pasado ya por eso con Agustín.
—Ni siquiera comiences. Agustín ya me
ha sometido al tercer grado por eso.
—Está bien. Más tarde tal vez.
Volvamos a los hechos. Yo te vi por última vez en la boda y me estuviste
hablando acerca de una chica con la que pensabas ligar esa noche.
¿Él iba a ligar con alguien?
¿Era realmente la forma en que él lo había dicho o Hermes estaba exagerando?
—Pero, Lali y yo... Quiero decir, yo no creo que la engañaría—. Sólo el
pensarlo le daba repugnancia.
Hermes puso los ojos en blanco, y
luego señaló a Agustín. —Si no me dices la historia completa más tarde, le
retorceré el cuello ahora mismo.
Los labios de Agustín se torcieron en
una reprimida sonrisa. —Cualquier cosa que quieras, sólo averigua cómo podemos
volverlo a la normalidad.
—¿Normal?— Protestó Peter.—Yo soy normal.
—No, no es así—, dijeron sus amigos al
unísono.
Haciendo caso omiso de su comentario, Peter
le preguntó: —¿Te dije algo más en la boda?
—Sólo que la ibas a votar en el
momento en que ya la hubieses tenido—. Hermes puso sus dedos en los labios.
—Mmm. Esto me recuerda, Hera estaba paseándose—. Miró a Agustín. —¿Crees que
podría haber escuchado a Peter y decidió intervenir de alguna manera?
—Lo odia a muerte, como todos sabemos.
No me extrañaría que lo hiciera ella.
Hermes asintió con la cabeza. —Y como
uno de los dioses olímpicos, tendría el poder suficiente para borrar la memoria
de Peter, sin que él pudiera hacer nada al respecto.
—¿Y qué hay de los otros olímpicos?
Zeus estaba allí.
—Estaba demasiado ocupado tratando de
hacerlo con Rocío. Poseidón también estaba en tu boda.
La protesta de Agustín fue
instantánea. —Mi padre nunca haría eso.
—¿Qué hay de Apolo?
—Estaba muy ocupado persiguiendo a una
de las camareras.
—Tienes razón. Creo que nuestra mejor
apuesta es Hera. Si alguien es realmente vengativa, es ella—. Hermes le dio una
mirada de reojo a Peter.—Nuestra madrastra tiene un corazón frío…
—Es mejor no decirlo—, aconsejó Agustín.
—No hay necesidad de hacerla venir aquí. Por lo tanto, ¿puedes revertir lo que
sea que haya hecho?
Peter tomó un paso hacia Hermes.
—¿Puedes?
—Por supuesto que puedo—. Había un
aire de confianza en su voz que hizo que Peter suspirara aliviado. Pronto, él
recordaría su pasado y su mundo se enderezaría. Luego, sólo tendría que convencer
a sus amigos que él se había enamorado y presentarlos a Lali. Todo sería
perfecto.
—Aquí vamos—. Hermes caminó hacia Peter,
y se detuvo a medio metro de él.
Entonces él puso sus manos sobre la
cabeza de Peter y cerró los ojos.
Una extraña sensación de calor se
apoderó de él, mientras estelas de energía pasaban desde las yemas de los dedos
de Hermes hasta el cráneo de Peter, penetrándolo. Al principio, él luchó contra
la invasión, pero la voz calmada de su amigo lo tranquilizó. —Tranquilo,
tranquilo. Sólo déjalo ir.
Peter se obligó a relajarse y dejó
caer los hombros, sin darse cuenta de que los había encorvado. Las cargas
eléctricas se infiltraban en la cabeza y se apoderaron de su cuerpo y mente.
Cuando la oscuridad amenazó con invadir, la luz blanca surgió de repente y
luchó contra la oscuridad, empujándolo hacia atrás.
Los ojos de Peter se abrieron de golpe.
—¡Esa maldita perra!
Continuara....
Las cosas que se vienen ¿Como reaccionará Peter? ¿Tomará venganza?
Maasss noveee!!!
ResponderEliminarQuiero mas aparte mira si nada mas no insulto a lali si no a su madrastra
ResponderEliminarMaaaaaaadddd nove0 pporfa
ResponderEliminarAaayyy nooo..lo que hará Peter.. esta vez será el en mentir??siguará con la farsa..haciendose lo q no se acuerda de nada??aayy las dudas me matan!!ya quieroo maas..@pl_mialma
ResponderEliminarmassssssss noveeee
ResponderEliminarque pasara , que hara peter?? ahiiii MASSS
ResponderEliminarME ENCANTA!!!!! :D
ahora si que OH OH sigue plis
ResponderEliminarNOOOOOO, No, Nos puedes dejar asi mas nove!!
ResponderEliminarupa lala!! la q se le viene a lali!!! pitt ya sabe todo!!! q pasara??!!
ResponderEliminarkiero saber!!! MAS MAS MAS!!
BELU
Maaaas
ResponderEliminarMás me encanta!
ResponderEliminarmas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas quiero saber que pasa!!!!!!!!!
ResponderEliminarmas mas mas plis
ResponderEliminarME ENCANTA!!!!!
a quien le dijo peter maldita perra ????
ahi no me dejas te muy intigrada
MASSSS!!!!!!!
Plis!!!!
maaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssss por favooooooooooooorrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!1111 no quiero que Lali y Peter se separen que sigan juntos!!!!
ResponderEliminarmas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminaroh oh!! jajajajaja pobre hera!! aunq no creo q le pueda hacer algo... pero la q si ´pagara las consecuencias es lali..x haber mentido taaaantooo!
ResponderEliminaraaaa no queria que se enterara todavia estaba bien como era
ResponderEliminar,, ,,,mmmmmmmmmmmmmmmmmmmaaaaaaaaaaaassssssssssss
ResponderEliminarmmm... espero que lo de maldita perra lo diga por Hera no por Lali :| @LuciaVega14
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