Lali entró al restaurante de Eugenia y
entró en caos. Caía la tarde, y mientras que el restaurante estaba
prácticamente desprovisto de comensales, un par de paramédicos atendían a una
camarera que estaba en el suelo, su pierna se había doblado hacia atrás en un
ángulo incómodo. Su rostro estaba contorsionado por el dolor.
Un paramédico estaba ocupado tratando
de enderezar la pierna de la mujer, mientras que el otro preparaba la camilla. Lali
desvió la mirada cuando la camarera gritó de dolor y en su lugar buscó en el
comedor a Eugenia, encontrándola apoyada contra la barra, con el rostro
sombrío.
Lali se acercó a ella y le puso una
mano sobre su brazo, por lo que su amiga giro su mirada hacia ella.
—Le dije que no se parara en la silla.
Yo habría traído la escalera, pero ella no escuchó.
—Tal vez no es tan malo como parece en
este momento—, trató Lali de aliviar la preocupación de su amiga.
—Ella pudo haberse roto el cuello—.
Sus ojos se movieron de nuevo a la camarera. Ella había dejado de gritar, y los
dos paramédicos la estaban levantando en la camilla.
—Estará bien en un momento—, uno de
ellos le aseguró. —Te llevaremos al hospital. Te cuidarán muy bien—. Luego miró
hacia Lali y Eugenia y les dio una leve sonrisa, asintiendo con la cabeza para
tranquilizarlas. —Lo más probable es que sólo sea una pierna rota. Es doloroso,
pero se siente como una fractura limpia.
Eugenia asintió con la cabeza.
—Gracias—. Luego se dirigió a su empleada y le tomó la mano. —Tómate todo el
tiempo que necesites para recuperarte, ¿me oyes?
Un gruñido bajo salió desde la
camarera antes de que los paramédicos la llevaran a la ambulancia.
Eugenia se volvió de nuevo a Lali,
retorciéndose las manos. —Quería bajar las copas de champaña del estante
superior—. Eugenia cerró los ojos, temblando visiblemente. —La silla se
tambaleó y ella cayó hacia atrás. No fui lo suficientemente rápida como para
atraparla.
Lali le dio unas palmaditas a su amiga
en el hombro. —Tuvo suerte.
—Así es. Jesús, voy a tener que
ingeniármela para encontrar una camarera en tan poco tiempo.
—Me gustaría ayudarte, pero tengo un
grupo que vendrá en la noche para una clase de apreciación de vinos, de lo
contrario...
Eugenia la interrumpió. —No, no. Está
bien. Voy a hacer unas llamadas. Tal vez Molly que está en la Parrillada puede
ayudarme si no están ocupados. Tenemos reservaciones completas para esta
noche—, suspiró. —Entonces, ¿cómo va la reconversión con Peter?—, preguntó Eugenia.
Reconversión no era exactamente como Lali
lo llamaría. —Más o menos.
Su amiga levantó una ceja. —Eso no es
demasiada explicación.
Ella se encogió de hombros. —Yo
realmente no sé qué decir. Algunas cosas parecen funcionar, pero luego...
Bueno, él fue a una reunión de AA, el sábado. Eso es un comienzo.
— ¿Una reunión de AA? No me dijiste
que era un alcohólico—. La expresión de sorpresa en Eugenia habría sido
divertida si Lali hubiera estado de humor para reír.
—Por supuesto que no es un alcohólico,
pero yo tenía que pensar rápido e inventarme algo. Necesitaba una excusa.
— ¿Una excusa para qué?
—Me molestaba acerca del por qué no
teníamos sexo.
Eugenia se rio entre dientes. —Te dije
que lo de la abstinencia no funcionaría.
Lali apoyó los puños en su cintura.
—Por supuesto que va a funcionar. Sólo tengo que conseguir la motivación
correcta. Creo que lo está entendiendo ahora—. Eso esperaba. —Le dije que
habíamos decidido tener sexo una vez que hubiéramos tratado su problema de
alcoholismo.
— ¿Pero no acabas de decir que él no
tiene un problema con la bebida?
—Exactamente.
—Bueno, perdí la pista ahí.
—Puesto que él no tiene un problema
con la bebida, no se puede arreglarlo, por ende, no tendremos sexo—. Tenía un
perfecto sentido.
Eugenia torció los labios en una
mueca. —Y luego nos sorprendemos de que los hombres no nos entienden. Me
pregunto por qué.
—No hay necesidad de ser sarcástica. ¿Qué
habrías hecho tú? Él estaba encima de mí. ¡Tenía que hacer algo!— Y si no hubiera
soltado esa excusa, ella habría ido a
parar a la cama con él de nuevo y no sería mejor que antes.
—Sé exactamente lo que yo hubiera
hecho: dejarlo que estuviera encima de mí y disfrutarlo. Pensé que me habías
dicho que era bueno en la cama. ¿Por qué no puedes disfrutarlo y tomarlo como
lo que es?
—No puedo hacer eso—. El sexo no era suficiente.
No después de lo que había alcanzado a ver en Peter, cuando él había rescatado
a ese niño. Sería un gran padre algún día.
—¿De verdad crees que él sólo lo
abandonará? Si es realmente tan caliente como dices, va a intentarlo de nuevo.
Lali sintió el calor en sus mejillas
cuando recordó el incidente en el almacén.
Todo su cuerpo de pronto se quemaba. Ella
miró hacia un lado, para no encontrarse con la mirada examinadora de Eugenia.
—Oh, no, él lo ha hecho de nuevo,
¿verdad?— La voz de Eugenia cortó a través de ella, dejando al descubierto su
debilidad al instante. — ¡Ese perro!— Su advertencia llevaba demasiada
admiración para ser tomada como una reprimenda.
—Él me arrinconó en la despensa, el
otro día—, admitió Lali, a sabiendas de que no había necesidad de ocultar los
detalles a su amiga. Eugenia podría sacarlos de ella de todos modos. Mejor
ahorraría tiempo haciéndolo voluntariamente.
Los ojos de Eugenia brillaron con interés.
— ¿Y? Vamos, no me dejes en ascuas.
—Él trató de seducirme. Por suerte,
Lisa interrumpió justo a tiempo.
— ¡Ah, eso es una mierda!— Tosió Eugenia.
—Quiero decir, que afortunada eres.
—Escuché eso. ¿De qué lado estás tú?
—Del tuyo, por supuesto—. Volvió el
rostro serio. —Así que, dime, ¿sigues infernalmente empeñada en convertirlo en
un buen tipo?
Lali asintió con la cabeza. Un buen
tipo que se enamorara de ella.
—Entonces creo que tenemos que encontrar
una manera de que el hombre se canse un poco, para que ni siquiera piense en
sexo.
Lali prestó atención. ¿Cansarlo un
poco? ¿Desgastarlo? Sonaba como campo de entrenamiento para ella. Perfecto. — ¿Alguna
idea sobre cómo hacer eso?
Eugenia sonrió como un gato de Cheshire.
—Parece que me falta una camarera...
***
Peter se quedó mirando el corto
delantal negro en sus manos, luego otra vez a Eugenia, la mujer que Lali le
había presentado justo antes de que ella se excusara para regresar a su vinería
para realizar una clase de apreciación del vino. La alta morena, tenía unos
treinta años, con una figura decente, inteligente y muy perceptivos ojos
marrones.
— ¿Soy un camarero?— ¿Cómo era
posible? No se sentía como un camarero.
Peter dejó que sus ojos vagaran por el
pequeño restaurante. Probablemente había unas quince mesas y unos pocos
asientos adicionales en la barra. Tenía un diseño casual, cálido y confortable,
con cortinas de encaje ornamentales en la ventana, de esas que sólo cubrían la
mitad inferior. Sin embargo, él no recordaba haber trabajado allí.
Eugenia asintió con entusiasmo. —Y
cuando Lali me dijo acerca de tu pequeño accidente, fui muy generosa en
permitirte quedarte en casa durante unos días.
— ¿En serio?— Él frunció el ceño en un
gesto profundo, tratando de aceptar su suerte.
Por la forma en que su apartamento estaba
amueblado y por las marcas caras de ropa que llevaba, habría jurado que era
rico. ¿Cómo podría un camarero pagar las cosas que tenía? Su sofá de cuero
parecía haberle costado a un camarero su salario total anual. No tenía sentido.
—Sí. Pero ahora es hora de que vuelvas
a trabajar. No hay nada físicamente mal contigo.
Eugenia pasó los ojos por encima de su
cuerpo durante más tiempo de lo que él creía que era necesario para evaluar su
estado de salud físico, y tuvo la sensación de que a ella le gustaba lo que
veía. Un pensamiento se le vino a la mente: ¿alguna vez había hecho alguna
insinuación con su jefa? ¿Era por eso que se lo estaba comiendo con los ojos
como si fuera un fruto prohibido? ¿Se había tal vez implicado con ella, porque Lali
no estaba dándole lo necesario?
—Ahora, ponte el delantal, y vamos a
empezar. Tenemos un montón de reservas esta noche, y tenemos que atender las mesas
con rapidez—. Ella señaló una pila de carpetas en la barra. —Aquí están los menús,
las especialidades del día están en el tablero detrás de la barra.
Miró hacia arriba en la pizarra grande
donde alguien había escrito varios platos con crayones de colores. Un plato le
llamó la atención: Pescados y mariscos con maíz. Le sonaba familiar. De alguna
manera conocía ese plato.
Señaló hacia la pizarra. —Creo que he
comido eso antes.
Los ojos de Eugenia siguieron su dedo
extendido. —Probablemente. Todo el personal come lo que hay en el menú. A
menudo hacemos los mariscos con sémola de maíz. Es un plato muy popular en
Charleston.
Peter asintió con la cabeza. Tal vez
trabajar en su antiguo puesto de trabajo provocaría que algunos recuerdos
volvieran, a pesar de que no podían ser buenos.
¿Cómo el trabajar esclavizado como
camarero podría ser una buena cosa? Sin embargo, tenía que ocuparse en algo
hasta que Agustín y Candela regresaran de su luna de miel y pudiera
preguntarles acerca de su vida. Y por todo lo que sabía, también podría ser que
necesitara dinero para mantenerse.
Peter se ató el delantal a la cintura
y se puso a trabajar. ¿Qué tan difícil podía ser? Todo lo que un camarero hacía
era recibir órdenes de comida y luego llevar los platos a la mesa. No era una
cirugía cerebral. A pesar de su amnesia, seguramente esto estaba dentro de lo
que podía hacer.
***
Peter puso los platos de comida en
frente a los clientes.
—¿Qué es esto?—, preguntó la mujer delgada,
torciendo la boca en una mueca de disgusto.
—Sándwich de salmón frito con papas
fritas.
Ella apartó el plato como si
contuviese residuos tóxicos. —¿Me veo como si comiera papas fritas?
Peter dejó que sus ojos viajaran a
través de su figura larguirucha. Ella parecía que no comía nada en absoluto y
debería estar agradecida de que él se asegurara de que consumiera algunas
calorías extras. —Están excelentes—. Él había comido unas cuantas de su plato,
antes de habérselo traído para ella, así podría dar fe de su
textura crujiente.
— ¿Yo pedí la ensalada con el aderezo
a un lado, sin papas fritas, sin pan y sin salmón a la parrilla, nada frito!—
Le espetó.
Impaciente, Peter, cambió de postura.
No tenía tiempo para esto. La mesa de al lado ya le estaba molestando sobre la
cuenta. —No sería un sándwich de salmón frito, entonces.
— ¡Yo no pedí un sándwich de salmón
frito, pedí la ensalada de salmón a la parrilla!
Molesto, Peter se inclinó sobre la
mesa. —Acaba de decir que ordenó el sándwich de salmón frito con ensalada al
lado, sin pan y el salmón a la parrilla, no frito. ¡Así que no me cambie la
orden! ¡No tenemos ensalada de salmón a la parrilla en el menú!— ¡Maldita sea!
¿No podía la gente pedir lo que estaba en el menú de mierda?
— ¡Quiero hablar con el dueño!—, dijo
entre dientes la mujer.
—¡Adelante!
Peter se volteó y corrió a la mesa de
al lado, golpeando la cuenta sobre ella.
—No hemos tenido el postre todavía—,
protestó el hombre.
Peter miró su cintura y luego las curvas
excesivamente redondas de su esposa. —Confíe en mí, no quiere postre. Recomiendo
un paseo a paso ligero en su lugar.
El hombre se quedó boquiabierto, y su
esposa, dejó escapar un grito de asombro. — ¿Cómo se atreve a insultarnos?— Él dio
unas palmaditas en la mano de su esposa.
—Eh, sólo estoy diciendo lo que es
bueno para su salud—. ¡Dioses, estas personas eran delicadas!
—¡Camarero!— Escuchó a otro cliente tratando
de llamar su atención.
Aliviado, giró sobre sus talones y se
dirigió a la mesa más cercana a la puerta. — ¿Sí?
—Necesito un poco de mostaza, por
favor.
Peter asintió con la cabeza y tomó el
frasco de mostaza de la mesa junto a él. —Ahí tiene.
— ¡Discúlpeme, yo necesito eso!—,
protestó el tipo sentado en esa mesa.
Peter le lanzó una mirada molesta.
—Bueno, debería haberse servido cuando tuvo la oportunidad. Le serví la
hamburguesa hace veinte minutos—. Él ignoró la próxima protesta del tipo.
Odiaba ese trabajo. Nadie parecía
estar contento con lo que hacía. ¿Cómo habría sobrevivido un solo día sin una
pelea? Este no podría ser el trabajo que él había elegido libremente.
Para cuando el último comensal se
había ido, Peter estaba dispuesto a estrangular a alguien. Arrojó su delantal
sobre el mostrador. Nada se sentía bien.
No podía creer que esto era su vida.
Tenía que haber una confusión o algo así, porque no se sentía como un camarero.
—¿Estás segura que soy un camarero?—,
le preguntó a Eugenia, que estaba limpiando la barra.
Ella se encogió de hombros. —Oye, no
dije que fueras uno bueno.
Continuara....
ajjajajjajajjaja mato peter "estas segura que soy camarero??"
ResponderEliminareuge "oye , no dije que fueras uno bueno"
jajajjajajajja ME ENCANTAAA
MASSS!!!!:d
Hoooolaaaaa Geniaaaa...acabo de leer toda tu.nove..me parece increible..jeje..es Genial..me re encantaaa..poobree Peter..jaja..lo están haciendo volver loco..pobree mi vida..podes avisarme por twitter cuando subis el prox??soy @pl_mialma y si queres..podes pasar por mi blog?? Recien empiezo a subir nove Laliter Siemprejuntoslaliter.blogspot.com besoos Genia!!
ResponderEliminarPobreeesiiiiiito mi vida jajajaja venime a visitar Petersin que yo te hago recordar todo :P
ResponderEliminarMe quede dormidaaa anoche asi que no tubiste el honor de seguir leyendo mis comentarios Julietita<3 Creo que Lali se esta yendo un poquito de tema no? Osea Peter vive en un departamento de la pu** madre y va a trabajar de camarero? la mentira se le va a ir a la mierda u.u
MAAAAS
Beso,Anto
....................................................M
ResponderEliminar.................................................A
.............................................S
..........................................N
......................................O
...................................V
................................E
.............................L
..........................A
Aliado seereeee tuuu angeeel seeereee lalalallalaa
ResponderEliminarUhh pobre Peter! Mas mas mas!
ResponderEliminarHay que pedirlee maas mas mas a Julii asi nos sube mas mas mas novelita lalalalalala MAS
ResponderEliminarMas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
ResponderEliminarMas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
Mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
Mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
Mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
Mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
Mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
Mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
ResponderEliminarMas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
Mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
Mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
Mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
Mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
Mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
M
ResponderEliminarA
S
N
O
V
E
L
A
J
U
L
I
E
T
A
C
A
P
T
A
S
E
L
M
E
N
S
A
J
E
?
S
U
B
I
M
A
S
Las olas y el viento lalalalala la novelaa de juli shalalalal
ResponderEliminarteeeeeengo hambreee ah porquelo decia aca jaja TENGO HAMBRE SUBI MAS
ResponderEliminar<------------------- SUBI MAS -------------------->
ResponderEliminarFourteen Fourteen Fourteen Fourteen
ResponderEliminarFourteen Fourteen Fourteen Fourteen
Fourteen Fourteen Fourteen Fourteen
Fourteen Fourteen Fourteen Fourteen
Fourteen Fourteen Fourteen Fourteen
Fourteen Fourteen Fourteen Fourteen
Fourteen Fourteen Fourteen Fourteen
Y
ResponderEliminarA
H
A
Y
1
5
C
O
M
E
N
T
A
R
I
O
S
I
N
C
L
U
Y
E
N
D
O
E
S
T
E
L
A
L
A
L
A
Maas nove!
ResponderEliminarMaaas!
ResponderEliminarme encanta!!!!!
ResponderEliminarMAS NOVE!!!!!
Mas Noooooveeee Muy bueno el cap...Mato la china con "No dije que eras uno bueno" jajaj
ResponderEliminary las dos se estan metiendo en un proble
ResponderEliminarjajaja ame la idea de Eugenia jaja
ResponderEliminarJAJAJAJAJAJA sabia que lo iban a usar de camarero!!!!!!! @LuciaVega14
ResponderEliminar