Lali entrecerró los ojos en la
oscuridad y leyó los números en la linda casa de dos pisos.
Si su memoria no le había fallado,
esta era la casa de Peter.
Recordaba la dirección de cuando le
había mandado un pedido de vino, pero nunca había estado allí antes. Por lo que
pudo ver en la oscuridad, había dos buzones de correo, de modo que la casa
había sido, obviamente, dividida en dos apartamentos.
— ¿Las llaves?—, preguntó ella y le
tendió la mano.
Una mueca de sorpresa cruzó su rostro.
— ¿No tienes llaves? ¿Quiero decir, no vivimos juntos?
—Por supuesto que no.
—Pero estamos comprometidos—. Lo dijo
como si fuera la cosa más natural del mundo que los prometidos vivieran juntos.
Si ellos de verdad estaban comprometidos, entonces probablemente vivirían
juntos. Así como muchas parejas lo hacían. ¿Qué mejor manera de conocer realmente
a alguien antes del matrimonio?
—No estamos casados todavía—, agregó.
—Deberías tener al menos una llave de
mi apartamento.
—Nunca me la ofreciste—. ¿Y por qué
habría de hacerlo? Sólo habían estado saliendo durante dos semanas.
De repente un ataque de náuseas la
atacó. ¿Qué pasa si Peter recuperaba su memoria en unas pocas horas y hacía
estallar su farsa en la cara? No debió haberle mentido.
No te critiques, la voz en su cabeza
la reprendió. Él necesita que le enseñen una lección.
No, ella tenía que decirle la verdad.
Ella se armó de valor y lo miró de nuevo, pero las palabras que salieron de su
boca no eran lo que había planeado. — Así que, ¿dónde están las llaves?— ¿Por
qué era tan cobarde?
Buscó en los bolsillos del pantalón y
sacó un llavero, pero no se lo entregó y en su lugar abrió la puerta él mismo.
Un momento después, la luz en el vestíbulo se encendió y Lali lo siguió hacia
el interior.
—¿Arriba o abajo?—, preguntó.
El pánico se deslizó a través de ella.
Miró la puerta a su derecha, donde una letra de bronce brillaba. “B” decía
simplemente, lo que significaba que el apartamento A tenía que estar arriba.
Pero ella recordaba con claridad la orden del pedido de vino, ni A ni B se
habían incluido. Sólo había dado el número de la casa.
Desesperadamente, los carretes en su
mente daban vueltas. ¿Viviría arriba o abajo?
Si ella lo llevaba al apartamento
equivocado ahora, nunca creería que estaban comprometidos.
Dejó que sus ojos se deslizaran por
encima de su cuerpo, y a pesar de las ropas arrugadas y manchadas de sangre,
ella sabía que eran caras. El vino que había pedido no había sido de la variedad
barata tampoco y cada vez que la había sacado, había insistido en pagar. Los
restaurantes a los que la había llevado, eran los mejores de la ciudad. No,
ella estaba bastante segura de que Peter era razonablemente solvente. Así que,
¿realmente viviría en un apartamento de planta
baja donde estaría sometido al ruido de pasos del piso de arriba?
—Arriba, por supuesto—, dijo ella y
oró para que su corazonada fuera correcta.
Sus tacones resonaron en los peldaños
de madera mientras lo seguía por la escalera estrecha. Se alegró de que él
caminara adelante. Si ella estaba equivocada y su llave no encajaba, al menos
no quedaría atrapada entre la puerta cerrada y su cuerpo y tener que hacer
frente a la inquisición. Ella simplemente podía desaparecer. Y tal vez ese
sería el mejor curso de acción, en cualquier caso, ya que claramente no había
podido reunir el valor para decirle la verdad. Ella lanzó una mirada cautelosa
sobre su hombro, mirando hacia su ruta de escape y deseando no haber llevado
zapatos de tacón alto.
¡Cobarde! su voz interior la
acusó. Recuerda, quieres darle una lección, porque te hizo daño.
Lali tragó alejando sus dudas y
levantó la cabeza.
¡Ese es el espíritu!
Ahora bien, si ella sólo pudiera dejar
de hablar consigo misma en la cabeza, las cosas serían perfectas.
El chasquido de la cerradura y el
sonido de las bisagras de la vieja puerta, la hizo soltar el aliento que había
estado conteniendo. Golpe de suerte, ¡Sherlock! Al parecer, las muchas horas
pasadas leyendo novelas de detectives, habían agudizado sus poderes de
deducción y finalmente daban sus frutos. El atar cabos había dado lugar a
deducir cuál era su apartamento correctamente.
— ¿No entrarás?— Peter sostenía la
puerta abierta para ella, el apartamento detrás de sus hombros anchos, estaba
inundado de luz.
—Claro, por supuesto—. Lali cruzó el
umbral y lo oyó cerrar la puerta detrás de ella.
El lugar no era grande. No había vestíbulo.
En su lugar, ella ya estaba en la cocina... o más bien, una pequeña cocina, que
rápidamente daba acceso a una sala de
estar bien amueblada, pero totalmente masculina: una gran televisión de
pantalla plana dominaba la pared, y frente a ella un sillón de cuero negro de
gran tamaño se hacía cargo de la mayor parte del espacio en la habitación.
Grabados modernos de buen gusto adornaban las paredes, y alfombras escondían el
gastado y probablemente original... suelo de madera.
Ella vio como Peter inspeccionaba el
lugar como un nuevo inquilino lo haría durante una venta a puertas abiertas.
Caminó hacia otra habitación.
—El dormitorio—, le oyó decir.
Lali plantó sus pies firmemente en la
sala de estar, decidida a no seguirlo hacia el dormitorio. No, ese era sin duda
un lugar donde no tenía ninguna intención
de encontrarse a solas con él.
— ¿No quieres ver?—, le preguntó y se
volvió hacia ella.
—Ya lo he visto—, mintió.
Peter volvió a entrar en la sala de
estar. —Supongo que soy el único para quien esto es nuevo.
Ella le dio una leve sonrisa. —Creo
que deberíamos limpiar tus heridas y ver si necesitas algunos vendajes—. Lo
menos que podía hacer a cambio de engañarlo, era cuidar de sus heridas.
Lali giró sobre sus talones y se
dirigió al cuarto de baño. Cuanto más antes lo ayudara a curar sus heridas, más
rápido podría irse y poner su corazón atronador bajo control. Ella había
esperado de que después de la forma en que la había tratado, no continuaría con
esa atracción por él. Desafortunadamente, ese no era el caso. Viéndolo así,
cuando parecía vulnerable, despojado de su arrogancia como piel muerta, la
hacía sentir casi protectora de él. La necesitaba ahora que no sabía nada de su
antigua vida.
Cuando Peter entró en el pequeño
cuarto de baño detrás de ella, sintió su presencia física. Ella se ocupó de
buscar un botiquín de primeros auxilios, pero no encontró ninguno. Lo supuso.
Sólo tendría que buscar algunas toallas de manos y agua caliente.
Ella levantó los párpados y vio cómo
él inspeccionaba su rostro en el espejo.
— ¡Mierda, me veo como la mierda!
Ella se echó a reír. —No todo el
tiempo—. Dijo antes de que pudiera evitarlo. Y era cierto; Peter era un hombre
apuesto, a pesar de que su rostro estaba en malas condiciones en esos momentos.
Pero en el fondo tenía una belleza que ningún hombre debería poseer.
Él sonrió cuando la escuchó. —Me
alegro de oír eso. Odiaría si te hubieras simplemente conformado conmigo cuando
sé que podrías tener a cualquier hombre que desees—. Él barrió una mirada
apreciativa sobre su rostro, y Lali sintió correr un calor en sus mejillas con
el cumplido oculto. ¿Lo decía en serio? Pero si lo hacía, ¿por qué había roto
con ella? No tenía ningún sentido.
—Pasa y siéntate en el inodoro, allí,
así podré curarte la cara.
Cuando se volvió hacia él, con una
toalla húmeda en la mano, Peter se sentó como un buen chico y la contempló
expectativo. Sus piernas y brazos estaban extendidos, sentado como un hombre
dominante. No dejándole otra opción que ubicarse entre los muslos para acercarse
lo suficiente y limpiar su cara.
Parte de la sangre estaba incrustada a
lo largo de los labios y alrededor de los ojos y la nariz. Lali tomó la
barbilla en una mano y aplicó el borde húmedo de la toalla a la piel, formando
círculos con suavidad para eliminar la sangre, sin poner demasiada presión
sobre los cortes y magulladuras por debajo.
Cuando limpió la sangre alrededor de
su ojo morado, hizo una mueca y se apartó, pero ella no le soltó la cara.
—No te muevas, o va a tomar más
tiempo.
—Gracias por hacer esto.
—Ajá—. Él no tenía idea de lo difícil
que era para ella tocarlo. Le recordaba la noche anterior, y ella no quería que
le recordara eso en ese momento, no cuando sus sentimientos estaban en tal
alboroto, cuando un minuto quería lastimarlo y al siguiente quería hacerle el
amor.
— ¿Cómo te llamo normalmente?
— ¿Qué quieres decir?— Lali se concentraba
en el corte junto a su ojo derecho.
—Como “dulzura” o “querida” o “amor”—,
preguntó.
Con el sonido de las palabras cariñosas,
sintió una calidez atravesarla. Un recuerdo agridulce salió a la superficie: la
había llamado ayer por la noche “mi amor”. —Me dices Lali.
Alzó las cejas con sorpresa. —Creo que
vamos a tener que cambiar eso.
—Ese es mi nombre, y nadie se ha quejado
al respecto—, protestó ella, poniéndose un poco tensa. Bueno, tal vez Peter no
había sido despojado de su arrogancia por la pérdida de su memoria. Algunos
rasgos de su carácter definitivamente se mantenían, con o sin amnesia.
Peter de pronto puso sus manos en la
parte posterior de sus muslos, sorprendiéndola. —Es un nombre hermoso. Pero
creo que me gustaría llamarte “amor”. Se siente bien.
Lali se quedó helada. ¿Quería usar una
palabra de cariño con ella? — ¿Por qué?
Un gesto confuso invadió su rostro.
—¿Tiene que haber alguna otra razón que no sea que yo te amo, obviamente,
teniendo en cuenta que estamos comprometidos?
—Pero, ¿cómo sabes que me amas? Has
perdido la memoria.
—Puedo sentirlo—. Levantó una mano de
sus muslos y tomó la suya, llevándola a su pecho. Bajo su mano, su corazón latía
a un ritmo rápido. —Cuando estoy cerca de ti, mi corazón late más rápido.
Ella trató de tirar de su mano, pero
la mantuvo capturada bajo la suya. — Eso es probablemente debido al trauma que
sufriste.
Él negó con la cabeza. —No, ¿y sabes
por qué sé que no es el caso?
Lali contuvo el aliento. ¿Había
recuperado ya su memoria y ahora estaba burlándose de ella? Ella no se atrevió
a responder, y un momento después, guió la mano por su torso hasta que su palma
de la mano sintió la longitud del pulso caliente de su erección. Sus ojos se
conectaron con los suyos. —Lo sé porque estoy duro cuando estoy cerca de ti.
Apartó la mano. Ella no podía ir por
ese camino tan tentador como fuera.
No había funcionado la primera vez.
—No hay necesidad de ser tímida,
amor—. Levantó la mano a la cara y le acarició la mejilla. —Sé que no puedo
recordar nada acerca de nuestras vidas juntos, pero no quiero que te preocupes
ni por un segundo que yo no te amo más—.
Entonces él la atrajo más cerca. —Mis
labios pueden estar cortados y mi cara puede ser un desastre, pero el resto de
mi cuerpo está funcionando muy bien. Vamos a la cama, amor, y me aseguraré de
que ni siquiera sepas que he perdido la memoria.
Las implicaciones de sus palabras eran
claras como el agua. Pero si ella tenía alguna duda, sus manos las borraron a
medida que se deslizaron por su espalda, acariciándola sugestivamente. Antes de
que pudiera sucumbir a la deliciosa sensación que su toque creaba en ella, se
apartó de su abrazo.
— ¡No podemos hacer eso!— Porque ¿qué
garantía tenía que se iba a quedar con ella una vez que se hubieran acostado?
—Por supuesto que podemos—, dijo y se
levantó, acercándose más a ella. Lali apoyó las manos contra su pecho para que
no pudiera acercarla más, mientras su mente trabajaba frenéticamente en dar una
explicación de por qué no podía saltar a la cama con él a pesar de que ella le
dijo que estaban comprometidos.
—Hemos decidido esperar— dijo
abruptamente.
— ¿Esperar? ¿Esperar qué?
Se apresuró a decir las siguientes
palabras. —Somos célibes.
— ¿Célibes?— Peter arrugó la frente,
como si no entendiera esa palabra tampoco.
—Sí—, dijo ella con más fuerza ahora,
una idea formándose en su cabeza.
—Hemos acordado abstenernos hasta la
noche de bodas.
Continuara...
Un desastre últimamente asique firmen y les subo más para terminar rápidamente con esta nove y así empiezo a subir alguna que les guste más.
Juli ♥
@amorxca
A mi me encanta la nove, vas a hacer maraton? Yo quiero maraton!!
ResponderEliminarEspero mas!!!
A mi me encanta la nove, vas a hacer maraton? Yo quiero maraton!!
ResponderEliminarEspero mas!!!
mas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarme gusta tu novela... sube mas.
ResponderEliminarSe creará lo de célibe?? ja ja!
ResponderEliminarMe encanta más!
Ah nooooooo ABSTINENCIA?! Hace con que Pitt la convenza... MARATON MARATON PORFIIIIIIIIIIS
ResponderEliminara mi me encantaaaaaaaaaaa!! jajajaa pobre pitt abstinencia! jajajaja
ResponderEliminarmasss nove me encanta
ResponderEliminarMaratonnnnn!!!!
<3
jsjaja le sale con k son celibes.Ni van a aguantar
ResponderEliminaray ojala peter se crea lo ultimo
ResponderEliminarA mi me gusta la novela! Jajaja como me rei con Peter q queria ir a la cama con Lali YA! Jajaja
ResponderEliminarespero mas
Besos
awww pero yo amo esta jajajajaja me encanto el cap y Peter esta decidido dejo que los sentimientos salieran a la luz
ResponderEliminarpaso de no mentir a mentir cada cinco segundos pobre encima, tiene que explicarle tdo porque el otro no se acuerda, que quilombo jajajaaj AMO estas noves @LuciaVega14
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