lunes, 1 de abril de 2013

Capítulo 5:




El hombre alto y rubio iba abriéndose camino entre la multitud con un paso
tan determinado, que a Lali le hizo recordar a una adicta a las compras en
dirección a un bolso de Gucci en liquidación. Era increíblemente fantástico.

¡Estaba tan jodida!


Si sólo el cerebro de Lali pudiera hacer que los músculos de su mandíbula
funcionaran, ella podría ser capaz de parecer poco afectada por él. Como estaban
las cosas, su boca estaba abierta como una puerta de la escuela el día de
graduación, haciéndola sentir como una total idiota.

El galán media más de un metro noventa de alto y, aunque oculto bajo un
conjunto de ropa casual, su cuerpo se exhibía para que todos lo vieran. Con cada
paso, los músculos vigorosos de su pecho se flexionaban, extendiendo su camisa
polo. Pero no era un físico culturista. Su cuerpo parecía demasiado natural para
eso, como si hubiera sido esculpido así.

Bronceado. Sexy. Y en camino hacia su mesa, la mirada fija en Candela.

Lali sintió el calor elevarse en su cuerpo y trató de abanicarse con las
manos. Ella no había visto nada tan atractivo desde que ella y Candela habían
pasado sus primeras verdaderas vacaciones en una playa en Grecia.

El calor en el club se volvió sofocante. Se abanicó con más fuerza, y un
segundo después ella golpeó su copa con la mano y ésta se inclinó sobre ella. En un
intento desesperado por evitar que se derramara, empeoró las cosas. Un cubito de
hielo errante salió volando de la copa, mientras ella lo enderezaba y rápidamente
cayó en su escote. Y ahí estaba, justo en su nuevo sostén de Victoria Secret que
presionaba sus senos perfectamente formados, pero de tamaño medio para mostrar
sus atributos de una manera más ventajosa.

¡Mierda! Ahora había llamado la atención sobre sí misma, lo cual era lo
último que hubiese querido hacer.

Lali nunca debería haber escuchado a Candela y en su lugar se hubiera
traído su camisa cuello alto en lugar del top que hacía que sus senos casi se
derramaran sobre él. No se atrevió a levantar la cabeza para cerciorarse si el galán
había visto el accidente, ella sabía que sí, y se estaba muriendo de la vergüenza.

Lali trató de salvar lo que pudo de su dignidad y trató de alcanzar el cubo
rápidamente.

— ¿Puedo?

Su voz melódica la sacudió y la sobresaltó de su acción. Ella levantó la
cabeza para mirar al hombre y al instante sintió palpitar su corazón. Estaba a sólo
unos centímetros de ella, su cabello rubio rojizo en perfecto contraste con su cara
bronceada, como si pasara horas en el sol cada día. Sus penetrantes ojos azules
como el océano, brillaban con picardía.

Antes de que el cerebro de Lali pudiera siquiera procesar lo que le había
pedido, su mano se extendió hacia el cubo de hielo todavía atorado entre sus
pechos y lo liberó. Sus dedos rozaron su piel expuesta, y podría haber jurado que
sintió cómo su piel emitía chispas con su toque.

Hipnotizada lo miró mientras tomaba el cubo de hielo y lo hizo desaparecer
en su boca.

— Mmm, refrescante, — comentó y su mirada barrió por encima de su
cuerpo, como si la estuviera midiendo para un vestido. No había ni un solo
centímetro de sus curvas, que pareciera escapar de su lectura. Si el calor que subía a
la cabeza era una indicación, ella diría que estaba roja como un tomate demasiado
maduro.

— ¿Quieres bailar?, — le preguntó.

No, no quería bailar con él y sentir esos brazos alrededor de ella o esas
manos tocándola. Cuanto más lejos se mantuviera de alguien como él, mejor para
ella. Y, además, el galán acababa de demostrar su punto: después de llegar
directamente hacia Candela, al instante cambió de marcha cuando su atención se
desvió hacia las tetas de Lali a causa de su torpe movimiento. Si eso no tenía
“superficial” escrito por todas partes, ella no sabía lo que era.

— Por supuesto que ella quiere bailar, — oyó a Candela responder por
ella.

Lali instantáneamente dirigió a su amiga una mirada de regaño, pero
Candela ni siquiera la miró. Continuó sonriéndole al galán.

— ¿Entonces, vamos?, — le preguntó de nuevo y esta vez tomó su mano en
la suya.

Todos los nervios de su cuerpo reaccionaron a él, mientras una corriente
eléctrica se extendía por ella. Se dio cuenta al instante que el resistirse, le tomaría
toda la energía que tenía. Y ella tenía que resistir. Él era el tipo de hombre que le
haría palpitar su corazón, aumentar su pulso, y al final, la heriría. Una mirada
hacia sus hermosos ojos, confirmó que él sabía que sus encantos estaban
funcionando con ella. Había visto esa mirada autocomplaciente en los hombres
antes. Le decían que sólo estaba interesado en la conquista, lo que ella quería o
necesitaba no importaba.

Sólo que esta vez no caería en eso, se prometió mientras lo dejó que la
levantara de la silla.

Sus pies tocaron el suelo mientras él la depositó, pero bien podría haber sido
una nube... así es como ella se sentía, mareada por su cercanía. Ella luchó con la
sensación sacudiendo la cabeza.

El brazo de él se fue instantáneamente alrededor de su cintura mientras la
dirigía hacia la pista de baile. Presionó sus dedos a través de la tela de su top y sólo
intensificó el calor que sentía irradiando de él. ¿O era la forma en que la miraba,
con la intensa mirada de un cazador mirando a su presa? Por suerte, esta presa
sabía contra lo que se encontraba. Su caza no tendría éxito.

En la pista de baile, la tomó en un apretado abrazo. Los músculos de sus
muslos se frotaban contra ella con cada movimiento que hacía. El olor del mar lo
rodeaba, y ella sintió como si fuera transportada a la playa, con el olor de la arena,
la sal y el viento en el aire.

Lali sintió que su nerviosismo se propagaba. Estar tan cerca de un
paquete tan atractivo de masculinidad, hizo que sus células cerebrales se
desintegraran en una masa pegajosa.

Mientras se sacudían al ritmo de la música, su mano se acercó a acariciar su
cuello, y un escalofrío recorrió su espalda. Un momento después, él la atrajo aún
más cerca y rozó sus labios por su mejilla.

¡Maldición, el tipo era de los que se movía rápido! Tenía que ponerlo en su
lugar antes de que tuviera alguna idea. No le haría las cosas más fáciles.

Incluso Ralph no había llegado a la primera base hasta después de la
segunda cita, y a pesar de ser mariscal de campo de la escuela secundaria y la dura
competencia con una de las animadoras, no había ejercido presión sobre Lali de
ceder. Claro, había sido su primera vez, pero incluso en esos días hacía a los
hombres esperar por lo menos hasta el final de la noche antes de permitirse un beso.

Y este tipo ni siquiera llegaría a ese punto, se juró. No sólo tenía que probarse eso a
sí misma, sino que también estaba muy consciente que Candela los miraba.

Mientras ella trató de alejarse con la esperanza de ganar un poco de
autocontrol sobre sus furiosas hormonas... y ellas estaban haciendo estragos, todas,
las diez millones de ellas... sus labios se acercaron a su oído. Su cálido aliento envió
un escalofrío a lo largo de su piel. Cuando llegó a sus pechos, sus duros pezones se
convirtieron en pequeños capullos dolorosos, que se irritaban contra su apretado
sostén.

Su voz era el más suave susurro, pero sus palabras eran tan cursis como
podían ser. — Hueles bien.

Lali no tenía ninguna respuesta a su obvio halago.

Un momento más tarde, sus labios mordisquearon su oreja, y luego viajaron
más bajo, rozando su cuello que ella... oh, tan amablemente… inclinó para darle un
mejor acceso. La sensación de cosquilleo se extendía sobre su piel, cuando estuvo a
punto de besarla, su boca impidió formar alguna frase coherente.

Ella se puso rígida, tratando de evitar que su cuerpo reaccionara a él, y
haciéndose hacia atrás puso un poco de distancia entre ellos.

— Lo siento, pero eres tan tentadora, — se disculpó..., pero cuando sus ojos
la miraron no mostraron ningún arrepentimiento. Supuso. — Normalmente no soy
tan directo, pero tú eres diferente. — Había una mirada un tanto desconcertada en
su cara. — Mi nombre es Eliseo.

— Mariana — contestó ella secamente. No había necesidad de darle más
ánimo. Por su aspecto, no necesitaba ninguno.

— Qué hermoso nombre. Es griego, — comentó él y la atrajo hacia sí.

El calor se extendió a través de la parte inferior de su espalda mientras la
apretaba contra él. Su cuerpo era duro y al mismo tiempo reconfortante. Y
totalmente pecador... si ella interpretaba correctamente la dura cresta presionada
contra su estómago. Reconoció la humedad en su ropa interior a pesar de que ella
trató de ignorarla al principio. Pero su destreza física era abrumadora y hacía latir
su corazón frenéticamente.

En el momento en que la música de repente se detuvo, Lali agradeció el
respiro. Ella lo miró y se dio cuenta el deseo ardiente en sus ojos. La mirada que le
dio envió un hormigueo por todo su cuerpo que llegó hasta su vientre.

Sin decir una palabra, él la llevó de regreso a su mesa y la ayudó a sentarse
en su taburete, levantándola fácilmente con las manos sobre su cintura.

— ¿Puedo traerles a ti y a tu amiga, una bebida fresca?, — preguntó Eliseo.

— Piña colada, —respondió Candela.

El galán asintió con la cabeza sin siquiera mirarla. En cambio, mantuvo los
ojos fijos en Lali— ¿Y para ti?

— Lo... lo mismo, por favor. — Maldita sea, su voz sonaba profunda, y
sabía exactamente lo que estaba sintiendo: un grave caso de lujuria. Había sólo un
remedio conocido para ella.

Un remedio que estaba decidida a ignorar.


Continuara....


Holaaa :) Lo se, estoy desaparecida pero quieren maratón para remediar eso? Ahora, mas tarde a la noche? 

Cuando lleguen a las 15 firmas subo mas :)

¿Todo bien? ¿Qué tal su finde? Cuenten! 

Yo la pase leyendo, limpiando  fui al campo, me junte con mi familia, comí como si se acabara el mundo y acá estoy con dolor de panza jajaja 


21 comentarios:

  1. No entiendo mucho todavía asi que quieroo mas para comprender mejor
    @22lulii

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  2. Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaas masss capitulos

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  3. huiiiiiii se esta poniendo mas y mas bueno!!!!y es obvioo que Eliseo=Peter!!quiero maaas genteee firmeeeen!!quiero marato!Pero quiero que Lali pierda su vista,osea no me entienden mal no es que quiero que no vea,es solo que eso seria algo temporal y audaria a que Lali y Peter se enamoran verdaderamente,y no solo porque Peter esta buscando una salida,y Lali es atraida de su fisico!!Maaas porfaa

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  4. omg lali es una suertuda

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  5. Dale dale dale dale intervencion creativa para maraton!!!

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  6. Me encanta la idea de la maraton! Espero poder leerla antes de ir a dormir..igual sino comentarè mañana! Me encanto el encuentro Eliseo Mariana jajaj!Espero mas, Giu

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  7. yo pense que era peter :/

    novela solo tu: http://morithalaliter.blogspot.mx/

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  8. aca apareciiiiiiii pequeña saltmaontassssss :3 jajajajaja efijiewfjlew me caso! aahhh re que ni lo conocia bien(? :P me encantooo @LuciaVegA14

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Gracias por leer. Espero tu comentario :)