El orgullo
masculino dictó su respuesta. — Por supuesto que sé conducir.
Sólo que…— Su
mente galopaba. —…he olvidado la licencia de conducir en mi
habitación. — Muy
bien, esto le compraría unos minutos. — ¿Por qué no me
esperas en el
coche?— Él abrió la puerta del pasajero de la maltratada camioneta
estacionada en la
amplia entrada de autos.
Ella sacudió la
cabeza. — Ese no es mi coche, — señaló su mano hacia la
parte trasera del
garaje. — Ese es
mi coche.
La mirada de Peter
llegó hacia el pequeño coche deportivo rojo
estacionado bajo
un dosel de protección. Tragó saliva. — ¿El convertible rojo?
Una sonrisa
maliciosa se curvó alrededor de sus labios. — Me gustan los
coches rápidos.
A Peter mismo le
gustaban las carrozas rápidas y las mujeres rápidas, aún
más. Silbó lleno
de aprecio y la ayudó a subir al asiento del pasajero del elegante
automóvil. — Ya
vuelvo.
Con pasos rápidos,
corrió de vuelta hacia la casa. Tan pronto como él estuvo
dentro, y seguro
de que no hubiera nadie alrededor, exclamó: — Hermes, te
necesito. Trae tu
trasero aquí abajo.
Captó un
movimiento a su derecha y se volvió justo a tiempo para ver al
mensajero de los
dioses deslizarse por la barandilla y aterrizar de lleno en sus dos
pies, completo con
sandalias aladas.
Con indiferencia,
Hermes se apoyó en los paneles de madera del pasillo y
cruzó los brazos
delante de su pecho. — Podrías aprender a ser un poco más cortés
cuando me llames,
sobre todo teniendo en cuenta que soy un dios y tú no lo eres.
Peter apretó los
puños, dispuesto a castigar a su insolente amigo. — ¡Soy un
dios! — Nada iba a
cambiar eso.
— No en este
momento, no lo eres. Por supuesto, sigues siendo inmortal,
pero sin tus
poderes…
Peter tomó a su
amigo por el cuello, levantándolo en el aire tan rápido que
Hermes no tuvo
tiempo de evadirlo. — Tal vez no tenga mis poderes, pero ¿adivina
qué? No los
necesito para moler a palos tu pobre culo. — Nadie tenía el derecho de
atacar su ego, que
en este momento estaba frágil, y mucho menos burlarse de él. No
necesitaba que le
recordaran, lo que Zeus le había hecho.
Con los brazos en
señal de rendición, Hermes estalló en risas. — Dioniso me
dijo que estabas
un poco irritable en estos momentos, pero hombre, eso fue una
descripción
modesta.
Peter sólo gruñó.
Su amigo tenía razón, estaba con los nervios de punta,
pero ¿no era de
esperarse? Su futuro dependía de cómo le fuera con Lali, y
recordó que no
tenía sus poderes divinos para ayudarlo a mover las cosas, era como
ofrecerle un
juguete nuevo a un niño y luego cerrar la tienda.
— ¿Te importaría?
— Le dijo Hermes, señalando para que lo soltara. —Si
me llamaste,
supongo que quieres algo. Al parecer me encuentro menos motivado
cuando estoy
amenazado.
Peter lo dejó en
libertad.
Hermes flotó de
nuevo sobre sus dos pies, las sandalias aladas le ofrecieron
un aterrizaje
suave y arregló su túnica. — Parece que tu estado de ánimo sube y
— Dilo, y no serás
capaz de levantar un dedo durante una semana, y mucho
menos el dígito
más prominente de tu cuerpo, — advirtió Peter.
— Deja de
transferir tu ira hacia mí. Los dos sabemos con quién estás
realmente
enojado—. Sonriendo, Hermes imitó disparar una flecha en el aire.
Peter no estaba de
humor para pensar en Eros. Todavía estaba hirviendo de
enojo por el mal
consejo del dios del amor. — Yo me encargaré de ese idiota
cuando llegue el
momento. Pero ahora, necesito las sandalias.
— No. No va a
suceder. — La negativa de su amigo no era una sorpresa.
— No tienes idea
de cómo usarlas.
— Sabes que sé
hacerlo, así que entrégamelas. — Él extendió su mano
abriéndola.
— ¿Qué hay para
mí?
Siempre uno para
hacer tratos, Hermes siempre terminaba accediendo.
Ahora todo lo que Peter
tenía que darle, era algo lo suficientemente bueno a
cambio.
— ¿Qué quieres? —
Era mejor dejar que su amigo dijera algunas sugerencias
antes de que él
diera una de las suyas. No había necesidad de pagar de más por ese
favor.
— Un vale en
blanco.
Peter al instante
sacudió la cabeza. — Hará un día frío en Hades, cuando
yo emita un vale
en blanco. No estoy lo suficientemente desesperado como para
eso.
— Creo que lo
estás. Por cierto, he echado un vistazo a la mujer con la que
estás trabajando
en estos momentos. Buen pedazo de culo. Tetas firmes, incluso sin
un sostén… fue
todo un espectáculo cuando ella salió de la ducha esta mañana.
Antes de que Peter
supiera lo que estaba haciendo, su puño se conectó con
la cara de Hermes,
golpeándola hacia atrás. — Imbécil, ¿la estuviste espiando?
El dios se tapó la
nariz con sangre. — ¡Hey! ¿Desde cuándo ese es un delito?
—No la mires, ¿me
entiendes?— Dijo entre dientes Peter. Su corazón latía
con fuerza
mientras su mano se cerraba en un puño y se abría. ¿Cómo se atrevía
Hermes a mirarla
desnuda? Nadie podía mirarla, sino…
Peter detuvo sus
pensamientos en seco. Haber visto a Lali en ropa
interior esa
mañana, había sido lo suficientemente excitante. La idea de que
Hermes la hubiese
visto sin una prenda de ropa, era inaceptable. Él no permitiría
que eso volviera a
suceder. A partir de ese momento, estaría a su alrededor
constantemente.
¿Sería capaz de sentir a un dios que se haya escondido de los ojos
humanos?
Normalmente sí, pero sin sus poderes divinos, Peter no estaba
seguro
de que podía. Eso
lo ponía en una situación de desventaja. Sin embargo, tenía que
proteger a Lali de
las miradas indiscretas.
— Creo que será
mejor que te vayas, — le aconsejó a Hermes con una voz
calmada, — antes
que se me olvide que somos amigos.
— Te has
convertido en un aguafiestas, — se quejó Hermes, y se fue en una
nube.
— Esto no es un
juego, — murmuró en voz baja Peter.
Él sólo tendría
que improvisar, de lo contrario su coartada sería destruida.
¿Qué tan difícil
podía ser conducir un coche? Tal vez no era tan diferente de un barco.
Continuara...
UH!!!! jajajaj Estas loco! mas noveee
ResponderEliminarJajaja se enojó Peter jajaja quiero massss
ResponderEliminarEsto va a estar bueno!! Más!! Me encanta!
ResponderEliminarme encanta el peter celoso , no quiere ni que la miren a lali
ResponderEliminarMAS!!
Me encantaa!!!! Maaaas
ResponderEliminarLo suyo k no lo mire nadie,jajaja sabia k le vendria un golpe a Hermes.
ResponderEliminarawwwwwwwwwwwww se puso celoso!! ♥ jajaja me encantooo!!!!! la pregunta es... que va a hacer ahora?? porque no se puede improvisar manejar!? jajajaja massss noveee por fas @LuciaVega14
ResponderEliminarn
ResponderEliminaro
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ResponderEliminaro
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ResponderEliminara
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Buenisiiimo Peter celosooo! Jajajajjajaja Maaas me encantaaaaa! Breen
ResponderEliminarME ENCANTA! MAS! :D
ResponderEliminarsubo otrooo
ResponderEliminarmas mas mas
ResponderEliminarMmmmmaasss
ResponderEliminarmas! me encanto!
ResponderEliminarnovela solo tu: http://morithalaliter.blogspot.mx/
Peter celoso lo que me hizo reir, màs capis
ResponderEliminar@Masi_ruth
Opa!! huelo a celos ajjaja!Me encanto el capitulo, espero mas!Giu
ResponderEliminarHolaaaa!!! Si volvi! jajajajja Espeo que pueda firmar cada vez que subas, pero no lo se!
ResponderEliminarEsta novela me encanta!!! Y espero Mas!!!
Estoy haciendo maraton en mi blog, si quieres, pasa :) http://laliteritaly.blogspot.it
Besos
jujuju me gusta el cuento de los dioses es distinto y divertido jajajjjaja apero no me gustaria estar en los zapatos de Lali cuando arranque ese carro jajajajaj
ResponderEliminarmassssssssss
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