sábado, 20 de abril de 2013

Capítulo 17:




¿Qué le hacía pensar que él tenía derecho a tomar decisiones por ella?
Por una fracción de segundo Peter se preguntó si podría ser su novio, o peor aún, su
prometido, pero rechazó la idea al instante. La parte de la conversación que había
escuchado, le sugirió que era de la familia, y una parte de él se sintió aliviado de
que no fuera de su interés amoroso… y a su otra parte no le gustaba la idea de que
estuviera siendo acosada por un miembro hostil de su familia. Y Peter sabía un
poco acerca de miembros hostiles de la familia.

— No, va a quedarse — insistió Lali.

— ¿Por qué quieres pagar por algo, cuando te lo he ofrecido de forma
gratuita?— Le preguntó Michael, con las mejillas aún más rojas que antes.

— ¡Porque tu ayuda no es gratis! Por favor, vete.

Peter notó que su mano temblaba y le puso una mano para tranquilizarla
sobre su brazo.

— No puedes hacer eso. ¡Yo soy de la familia! — Protestó Michael.

Familia o no, era el momento de deshacerse de él. Estaba poniendo agitada
a Lali — ¿Es ésta su casa, señorita Esposito? — Peter le preguntó, manteniendo la
calma.

Ella asintió con la cabeza. — Sí.

Peter giró completamente hacia Michael sin soltar la mano de Lali.

— Entonces creo que no hay nada aquí que usted pueda hacer. Michael, ¿verdad?
Creo que será mejor que se vaya.

— ¡No me puedes echar! — Los ojos de Michael se clavaron en Peter,
quien se quedó sin inmutarse. Si Lali quería que el hombre se fuera, se
aseguraría de que él saliera de la casa… de una manera u otra. Francamente no le
importaba si él se iba voluntariamente o si tenía que tirarlo por la ventana. De
hecho, una salida a través de la ventana, parecía muy apropiada justo ahora.

Yo, no puedo, — dijo Peter y asintió con la cabeza hacia Lali, — pero
ella sí puede. Y dado que soy su empleado en este momento, sólo seguiré y
ejecutaré sus órdenes. — Le dio una sonrisa evasiva.

Tenía la ventaja en esta lucha, y Michael lo sabía.

— Por favor, — dijo Lali. — Quiero que te vayas, Michael. — Ella
sonaba mucho más tranquila ahora, y Peter se preguntó si el hecho de que aún
estaba sosteniendo su mano, tenía algo que ver con eso. De seguro, a él le gustaba
la sensación de la misma. Podía imaginar cómo se sentirían sus manos sobre su piel
desnuda, cómo calentarían su sangre.

Michael se fue hacia la puerta.

— Esto no ha terminado. Si crees que me puedes quitar lo que es
legítimamente mío, ten cuidado. — Hizo hincapié en la amenaza con la mandíbula
apretada y una mirada gélida, la cual Peter estaba seguro que estaba dirigida más
para él que para Lali, ya que Lali no sería capaz de poder ver su expresión
facial.

Un momento después, Michael se fue furioso. Sólo cuando se estrelló la
puerta de entrada segundos más tarde, la rigidez de Lali se desmoronó. Sus
hombros se hundieron al instante, y Peter por instinto se apoderó de su brazo para
darle su apoyo.

— ¿Estás bien?, — preguntó.

Ella asintió con la cabeza. — Tal vez debería sentarme por un momento.

— Por supuesto. — Él la guio fuera de la cocina hacia la habitación de al
lado, la cual estaba amueblada como una recepción. Había un sofá grande contra
una pared.

— Aquí está. — Peter le ayudó a sentarse y se sentó a su lado. Con pesar, le
soltó la mano y se vio sorprendido por la extraña sensación de vacío que la acción
generó.

— Así que, ¿quién era ese? — le preguntó Peter, sin poder contener su
curiosidad.

— ¿Michael? Mi primo.

— Oh, ya veo.

— Así que, ¿la agencia te envió? — Ella continuó con su conversación
anterior.

Peter se aclaró la voz. — Lo siento, yo no me he presentado. Soy Peter.

Antes de que pudiera frenarse, ya había soltado su verdadero nombre. Casi
se dio una patada. Su plan había sido el de dar un nombre más común para no
despertar ninguna sospecha, pero su plan se había esfumado en el momento que le
tocó la mano. Él no quería que gritara el nombre de alguien más cuando terminara
en sus brazos. No, él quería oír su propio nombre saliendo de sus labios cuando él
la penetrara.

Peter se secó una gota de sudor de la frente, se dio cuenta con susto de lo
rápido que esta mujer podía excitarlo, y ella ni siquiera estaba haciendo nada.

— ¿ Peter? Ese es un nombre poco común. Eso me recuerda algo... Oh, sí,
¿no es el nombre de un dios griego?, — preguntó.

Peter se tragó su sorpresa. La mayoría de los mortales sabían muy poco
acerca de la mitología griega, por lo menos fuera de Grecia. — Sí, eh, mis padres
me dieron el nombre de un dios menor griego. A ellos les gustaba mucho la
mitología y la historia.

— ¿Eres griego? Puedo escuchar un poco de acento. — Le sonrió Lali,
pero sus ojos no lo enfocaban. Sin duda no podía distinguir sus rasgos, ni siquiera a
una distancia tan cercana, de lo contrario ya se hubiera dado cuenta de que lo había
conocido antes. Después de lo que había pasado entre ellos, estaba seguro de que
no lo había olvidado.

— Sí, soy griego. — Peter se mantuvo callado, sin querer dar demasiada
información. No había pensado demasiado sobre lo que le diría sobre sí mismo, por
lo que era mejor mantener las cosas básicas hasta que supiera qué decir, para no
equivocarse más tarde.

— Mi familia también. Mi madre era griega. — ¿Por qué no lo había
adivinado? Ahora que la miraba, podía ver claramente sus fuertes rasgos griegos.

No era extraño que se sintiera atraído por ella. Eso lo explicaba todo.

— ¿Hablas el idioma?, — preguntó Peter.

Ella sacudió la cabeza. —Por desgracia, sólo lo básico. Mi tía siempre
insistía en hablar inglés en casa.

La interrumpió: — ¿Tu tía? ¿No dijiste que tu madre era griega? ¿No te
hablaba en griego?

La sonrisa de Lali fue solemne. — Eran hermanas, Eleni y mi madre.

Pero mi madre murió cuando yo tenía cinco años. Mi tía crio a Michael y a mí,
aquí en esta casa.

***
Lali dejó de barrer su mirada por la habitación, tratando de abarcar todo
lo que ella pudiera ver, pero eran sólo formas y colores. No importaba. Lo que ella
realmente necesitaba era distraerse del hombre sentado a su lado en el sofá.

Todo lo que podía decir era que él era alto y de tez clara. Su cabello parecía
ser rubio. En cuanto a sus rasgos, no sabía si era guapo o no.

Lo único que sabía era que el simple toque de su mano, la había hecho
calmarse cuando estaba en medio de la discusión con Michael y la había excitado
cuando él no la había soltado. Ella trató de calmar su corazón que palpitaba con
rapidez, diciéndose a sí misma que era lo que los enfermeros hacían. Ayudaban a la
gente con discapacidad… cómo odiaba esa palabra… a encontrar su camino y, a
veces eso significaba que tenían que tocar a sus pacientes.

Eso es lo que era: un paciente. Y él era su enfermero, su muy alto y fuerte
enfermero. Su mano había sido prácticamente tragada por la suya, mientras la
agarraba. A pesar de que él no la estaba tocando ahora, casi podía sentir el poder
que irradiaba de él, como un aura positiva que la rodeaba. Había algo extraño pero
reconfortante acerca de él, y lo atribuyó a su origen. Los extranjeros siempre habían
mantenido una cierta fascinación para ella.

— Eh, probablemente deberíamos de revisar tu horario a menos que la
agencia ya te haya explicado todo, — tartamudeó.

— En realidad, no hubo tiempo. Pareció ser muy urgente, así que no me
detuve primero por la oficina. Tal vez podrías explicarme lo que necesitas, — dijo
él, disculpándose.

— Por supuesto. Bueno, creo que ya que soy madrugadora, probablemente
sería bueno si pudieras llegar temprano en la mañana, ¿tal vez alrededor de las siete
y media?, — preguntó Lali, y esperó que no le importara. Ella necesitaba ayuda
con el desayuno y necesitaba a alguien para escoger la ropa de su armario, para no
estar corriendo como un payaso.

— ¿Venir temprano? Pero, yo ya estaré aquí de todos modos. — Hubo una
confusión en su tono.

— ¿Aquí? ¿Qué quieres decir?

— Bueno, es un trabajo para vivir en esta casa, ¿no?, — preguntó Peter.

Lali casi se ahogó con su propia saliva. No había pensado en ello y
asumió automáticamente que el que le ayudara, vendría en la mañana y se iría por
la noche. — ¿Vivir en esta casa? — ¿Cómo podría ese extraño estar con ella en la
casa, cuando ella estaba sola? Sobre todo desde que hacía acelerar su corazón a cien
latidos por minuto… y eso era cuando no la estaba tocando.

Sintió que él se volvía hacia ella. — Lo siento, pero me dijeron que esto era
un trabajo para vivir en la casa, y, francamente, esa es una de las razones por las
que acepté de inmediato. Estoy buscando un apartamento en este momento y no
tengo un lugar para quedarme. Supongo, que podría quedarme en el sofá de un
amigo durante unas noches, pero será un poco difícil, y probablemente yo no
estaría lo suficientemente descansado para hacer mi trabajo aquí.

— Oh. — Lali al instante se sintió mal. Una punzada de culpa se levantó
en su estómago. Tal vez era costumbre que los enfermeros se quedaran con sus
pacientes. Ella ni siquiera había preguntado a la agencia, pero eso era su propia
culpa.

Claramente, ella tenía el espacio. Dos de las habitaciones ya habían sido
renovadas y estaban habitables. Ella ocupaba una de ellas, y no había realmente
ninguna razón por la cual él no pudiera quedarse en la otra. No había ninguna
razón para ser egoísta.

Y, además, la agencia era de buena reputación y habría investigado los
antecedentes de todos sus empleados, teniendo en cuenta que se hacían cargo de
personas vulnerables. Ella no debería tener nada que temer de Peter … aparte de su
propia atracción irracional hacia él. Teniendo en cuenta que ella no sabía qué
aspecto tenía, y sólo podía oír su melódica voz y sentir su tacto, y sí, oler su aroma
puramente masculino de sal, mar y arena, no podía explicar su atracción hacia él en
absoluto. ¿Sal y mar? Raro. ¿Dónde había sentido ese aroma antes?

— Por supuesto, — Lali se apresuró a decir antes de que el silencio se
hiciera incómodo. — Hay un montón de habitaciones. Siento no haber pensado en
ello antes. De todos modos eso es lo más práctico que se puede hacer, ¿no? Estoy
segura de que eso es lo que la agencia hace todo el tiempo, ¿verdad?

¿Y por qué demonios balbuceaba como una colegiala de dieciséis años que
corre tras su ídolo adolescente favorito?

— Correcto, es lo habitual. — Peter dijo tranquila y serenamente.

¿Qué debe pensar de ella? Tal vez sólo se lo atribuiría a su condición y no
pensaría más detenidamente en ello. Seguramente, si viviera aquí con ella durante
unas pocas semanas hasta que sus ojos se hubiesen curado y pudiera ver de nuevo,
se acostumbraría a él y no sentiría ese nerviosismo inexplicable, por tenerlo cerca.

Por una vez se alegró de que no pudiera leer la expresión de su rostro,
salvándola de la vergüenza de verlo temblar por su inepto balbuceo, o peor aún,
darle una mirada de lástima.

— Entonces, ¿dónde voy a dormir?

Con esa voz tan sensual, podrías dormir en mi cama.

Lali se compuso y tragó saliva. — Eh, yo, eh... los dormitorios están en el
tercer piso—, ella balbuceó y sintió a los folículos de su cabello volverse escarlata.

Ni siquiera podía pronunciar la palabra dormitorio en torno a él… ¿qué locura era
esa?


Continuara....


Holaaaa :) ¿Quieren maratón? hoy ando con tiempo, aprovenchenme! 

+ 15 y otro!

(si no hay gente ahora, la hacemos a la noche)

besos

Juli ♥

@amorxca

20 comentarios:

  1. Por mi hace ahora la maraton, esta noche no puedo... pero veo que no somos muchas ahora!

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  2. mas Juli queremos maraton maraton!!!1

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  3. ay ya se va poniendo buenoo si subi otro

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  4. mas nove por faa!!!!

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  5. no estaba por eso no comente antes :(
    AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH ME ENCANTOOOO ME ENCANTOOOOOOOOOO :$ AMO esta nove esta MUY buenaaaaa mass por fass @LuciaVega14

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  6. wiii! dormira en su casa

    novela solo tu: http://morithalaliter.blogspot.mx/

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  7. Juliiii!!! aunq me este adelantando creo q es bueno q te firme (acabo de caer en cuante de una cosa un poco bolida por cogerla a esta hora pero antes q no se acabo la nove jajajjaja ) tus dos noves tienen a lali ciega bue q descubrimiento el mio jajajaj besos

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Gracias por leer. Espero tu comentario :)