Un chirrido llegó
a ser percibido por Lali la sacó de sus sueños. Se sentó en la cama, envuelta
en la oscuridad. El reloj digital en la mesita de noche indicaba tres y diecisiete de la madrugada. Apenas había dormido un par de horas.
Ahí estaba el
ruido de nuevo. Ahora que estaba despierta, no habría manera de que ella fuera
capaz de dormirse nuevamente, a menos que pudiera detener el maldito sonido… si
se enteraba de lo que era.
Con un frustrado
jadeo, ella estiró las piernas fuera de la cama. Sin molestarse en buscar sus
zapatos, caminó descalza por la habitación y espió por la puerta hacia el
pasillo. El sonido se hizo más fuerte.
Presionó el
interruptor de la luz, pero no pasó nada. Había estado funcionando muy bien
antes de que ella se hubiera ido a la cama. Lali maldijo al contratista en voz baja. No sería
la primera vez que alguna de las nuevas instalaciones eléctricas hiciera un cortocircuito,
debido a que el subcontratista no
se había molestado
en actualizar los amperios suficientes en la caja de fusibles.
Bueno, había una factura que no iba a pagar hasta
que el muchacho remediara la situación. Por lo menos tenía cierta influencia.
El dinero hablaba. El entarimado de madera se sentía áspero debajo de sus pies
mientras avanzaba hacia el sonido. La luz de la luna entraba por una de las
puertas abiertas
de los dormitorios
y proporcionaba un poco de orientación. El polvo parecía danzar en la tenue luz
con los movimientos de remolino que ella causaba. Se preguntó si alguna vez se
iría a deshacer de la suciedad en la casa. Parecía haberse deslizado en cada
grieta, en cada habitación.
Con el siguiente
paso, Lali golpeó un obstáculo y se dio en el dedo gordo del pie.
— ¡Ay! ¡Malditos
idiotas! — Sus maldiciones hacían eco a través de la casa vacía. El extraño
sonido la hizo estremecer con su camiseta puesta. No se había molestado en
ponerse el pantalón de pijama, porque el termómetro estaba en los treinta
grados centígrados y el ventilador instalado encima de su cama no funcionaba.
Ella ya le había dicho al contratista que lo arreglara pronto, de lo contrario
no podría sobrevivir el calor del verano.
Se agachó para
recoger el objeto, un martillo, antes de que continuara en su búsqueda del
inquietante sonido. Y allí estaba otra vez: un sonido como si alguien estuviera
rasguñando contra una superficie dura, un chirrido que ponía de punta los vellos
de su cuello.
Con más cautela
que antes, se movió hacia adelante, hacia la zona donde se encontraba su
estudio privado. Ya se había construido un nuevo muro, dando una clara
separación entre las habitaciones privadas de la casa y las habitaciones de los
huéspedes en el tercer piso. La puerta del estudio estaba abierta. Podría haber
jurado que la había cerrado cuando se había ido a dormir horas antes.
Apretando el
martillo con más fuerza en su mano, Lali abrió la puerta por completo y se
asomó a la oscuridad. El sonido claramente provenía del nuevo vestidor.
Algo estaba allí.
O alguien.
El corazón le
martillaba en su pecho y su respiración se volvió más errática.
La adrenalina se
disparó por sus venas. ¿Habría entrado alguien a esconderse, mientras los
contratistas estaban haciendo su trabajo durante el día? ¿O es que los contratistas
habían dejado una puerta o una ventana abierta por la cual un ladrón podría
haber entrado?
La casa estaba
llena de valiosas reliquias, y cualquier ladrón se sacaría la lotería si se
escapaba con ellas. Ella había guardado todo en grandes baúles antes de que
comenzara la renovación, de modo que ninguno de los trabajadores pudiera verse
tentado a robar objetos de valor, o peor, romper alguno de ellos. Pero en lugar
de almacenarlos fuera del sitio, todos los objetos de valor estaban encerrados
en la casa.
Lali levantó el
martillo sobre su cabeza mientras se acercaba al armario. Vacilante, extendió
el brazo y tomó el picaporte de la puerta.
— Estoy armada.
¡Será mejor que salga, o disparo! — Bueno, unas cuantas mentiras la llevarían
bien lejos. Ella sólo podía esperar que fuera algún muchacho que huiría en
cuanto la viera.
No hubo respuesta,
pero el rasguño continuaba.
Conteniendo la
respiración, lista para golpear con su martillo, dio la vuelta a la perilla y
abrió la puerta en un movimiento brusco. Una fracción de segundo más tarde,
algo chocó contra sus piernas, haciéndola dar un grito y caer hacia atrás.
— Miauu.
Lali se sostuvo
contra la pared antes de que pudiera caerse y exhaló bruscamente.
La suave piel de
un gato se agitaba entre sus tobillos, haciendo cosquillas en su piel desnuda.
Aliviada, se
agachó. — Eh, gatito, gatito. Me has dado un susto.
El gato ronroneaba
contento. Lali puso el
martillo en el suelo.
— ¿Cómo llegaste
aquí?
A pesar de la
tenue luz, Lali reconoció al gato como el de su vecino.
— ¿Los niños te
han jugado una broma de nuevo y te encerraron aquí?— Los tres pequeños bribones
que vivían al lado, le habían jugado un montón de bromas al pobre gato en su
corta vida.
Ella tomó al
animal y lo apretó contra su pecho. — Vamos a llevarte a casa, ¿eh?
Con una
respiración más estable, Lali volvió a entrar en el pasillo. Cerró la puerta
del estudio detrás de ella y bostezó. Podía dejar al gato a través de la entrada
de la cocina y estar de regreso en su cama en menos de dos minutos.
Dormir sonaba
maravilloso en ese momento.
Sosteniendo al
gato con un solo brazo, llegó a la barandilla de la escalera.
Un crujido le
advirtió demasiado tarde. Bajo su mano, la madera se astilló.
Lali perdió el
equilibrio y se resbaló. Las garras del gato de inmediato se hundieron en su
otro brazo.
Ella se sacudió
por el dolor, liberando el gato al caer hacia adelante.
Con las dos manos,
trató de suavizar su caída, pero nada pudo detener su descenso por las
escaleras.
Ella se desplomó,
las piernas y los brazos golpeaban los escalones, la barandilla y la pared en
una sucesión rápida, sin disminuir la velocidad de su caída.
Su grito nunca
abandonó su garganta, pues cayó de cabeza hacia el suelo de
mármol. La
oscuridad se apoderó de ella al instante.
Continuara....
Anónimo: si esa novela la subí yo también se llama un Amante de Ensueño y esta para descargar si queres :)
Bel: si, después subo Ciegamente Enamorados me falta terminarlo de escribir ;)
Me fui a comer por eso tarde, + 15 y otro!
MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS
ResponderEliminarNOOOOOOOOOOOOOVEEEEEEEEEE
ResponderEliminarY sigue la MARATON TON TON
ResponderEliminarmasssss no nos dejes con la intriga si dalee :)
ResponderEliminarMas nove!!!!
ResponderEliminarMasssssssssssssssss
ResponderEliminarOtroooo
ResponderEliminarCapituloooo
ResponderEliminarMaaaaaaaaaaaaaas
ResponderEliminarPorfavorr
ResponderEliminarpobre lali le paso de todoo!! gracias por contestar mi duda genia!
ResponderEliminarmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas! exijo nove:c jajajaj
ResponderEliminarHay pobre Lali
ResponderEliminarpobre lali, primero se asusta un monton y desp se cae y se pega por todos ladoooos! maaaas!!
ResponderEliminarMAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS MAS
ResponderEliminarNOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE
ResponderEliminarmás me encanta!!!! Que lali no salga tan lastimada del accidente!!
ResponderEliminarme encanta la nove soy nueva jajajaaj y recien me puse aldi con las noves jaja por que no tengo mucho tiempo pero me entanta como escribis.
ResponderEliminarmas!
ResponderEliminarla de un amante de ensueño fue una de las mejores novelas que lei en mi vida soa una grosa,me encanta las novelas de mitologia griega y laliter
ResponderEliminarestoy tratando de comentar hace 30 min y no me deja.. ojala no le haya pasado nada a lali.. estare esperando ciegamente enamorados, muchas gracias por contestar genia!! besos bel
ResponderEliminarLali se queda ciega??? Dime que no le paa nada
ResponderEliminarOtroooooooooooooooooooooooooooo
Besitos!!!
ay... ojala este bien
ResponderEliminarnovela solo tu: http://morithalaliter.blogspot.mx/
Keee mala suerte tiene
ResponderEliminar:( bueno si nos lo ponemos a ver bien... Peter tendria que estar agradecido pero pobrecitaaaaaa u.u @LuciaVega14
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