Sintió el calor
aumentar en sus mejillas.
—Toma, ten
cuidado, está en una cuchara, así que no muerdas demasiado
fuerte.
Tomó la cuchara
que estaba llena de una sustancia cremosa, y estaba a
punto de cerrar la
boca cuando un fuerte golpe de arriba la hizo sacudirse. Peter
tuvo que haberse
sacudido también, porque la cuchara se movió y parte de la
sustancia cremosa
cayó sobre su barbilla.
—¿Qué fue eso?,—
preguntó.
—No tengo idea.
Lali quería
levantarse para investigar, pero él la detuvo. —Espera, tienes
el yogur por toda
la barbilla.
Antes de que
pudiera usar sus propios dedos para limpiarlo, ella sintió que
pasaba su dedo por
encima y la limpiaba. —Abre,— le ordenó y llevó su dedo
cubierto de yogur
a sus labios. Ella cumplió de forma automática y atrajo su dedo
hacia su boca,
lamiéndolo para limpiarlo, antes de que ella se diera cuenta de lo que
estaba haciendo.
Peter no hizo nada
para detenerla, en lugar de eso arremolinó el dedo en su
boca jugando con
su lengua. Su cabeza se acercó, y ella dejó su dedo. Sus manos se
fueron a sus
hombros, y en ese momento ella sabía que iba a besarla.
El corazón de Lali
se aceleró como el de un velocista, y sus manos
temblaban con la
anticipación. Con su siguiente respiración, inhaló su aroma y
cerró los ojos. Su
olor, y la manera en que esas manos se sentían en su cuerpo, le
recordaban algo.
Su mente evocaba imágenes de música, baile, un cuerpo duro
presionándose
contra el suyo. Tan familiar, y sin embargo tan emocionante.
Sus labios se
cernían sobre ella, su aliento se mezclaba con el de ella.
— ¡Señorita Esposito!
¡Señorita Esposito!
La brusca
interrupción provino de Greg, uno de los trabajadores. Peter se
echó hacia atrás y
se apartó al instante.
—Tenemos un
problema arriba,— insistió Greg.
Peter cambió de
posición a su lado y se levantó. —¿Qué pasa? ¿Qué fue ese
ruido?
—Tuvimos un
pequeño colapso. El conducto de la chimenea era inestable.
Será mejor que
eche un vistazo. Quiero decir... venga arriba.
—¿Hay alguien
herido?,— preguntó.
—No, no. Todo el
mundo está bien. Es un verdadero desastre.
Lali dio un
suspiro de alivio. Por lo menos nadie resultó herido. No es
que estuviera de
humor para hacer frente a una chimenea derrumbada en estos
momentos. Ella se
resistía a levantarse, pero tenía responsabilidades. Ella no
debería estar
sentada dejándose encantar por Peter, cuando sabía que nada podría
resultar de eso, y
el trabajo se estaba acumulando.
—Estaremos ahí
arriba en un minuto,— dijo Peter al trabajador.
Escuchó de nuevo a
Greg pisando las escaleras.
—Acerca de lo que
sucedió…
Lali lo
interrumpió. —Lo siento. Nos dejamos llevar. No volverá a
suceder. — No
podía permitirlo. Confiaba en él, y perder su ayuda ahora, haría las
cosas aún peores.
Peter se metió en
la ducha y dejó escapar un suspiro de frustración. Dejó
que el chorro
tibio de agua corriera sobre su piel y alcanzó el jabón. Todo el día,
Lali lo había
ignorado. Si no hubiese sido interrumpido por ese maldito fiasco de
chimenea, ella
habría estado jadeando en sus brazos esa noche. Pero no, la
interrupción había
estropeado su estado de ánimo y, obviamente, había cambiado
de parecer. Había
estado tan cerca.
Por supuesto había
jugado a ser el perfecto caballero, pretendiendo que nada
había sucedido, y
que no le molestaba en lo más mínimo que ella estuviera
evadiendo su
toque, cuando en realidad quería presionarla contra la superficie
plana más cercana
y cogerla hasta más no poder.
¡Ah, mierda! Se miró a sí mismo. Su
erección había crecido hasta el tamaño
de un garrote,
duro y lo suficientemente grueso como para noquear a un toro. Y no
se podría bajar,
si no dejaba de pensar en Lali. Lali, quien estaba durmiendo
en la habitación
de al lado, a tan sólo unos pasos de distancia.
Tendría que
hacerse cargo él mismo, de lo contrario, sabía lo que vendría
sobre él en medio
de la noche. Se sentía como un arma cargada, susceptible de
dispararse a la
menor provocación.
Con las manos
enjabonadas, Peter se apoderó de su erección y sus bolas y
bombeó sus
caderas. Con la ayuda de la lubricación, su pene se deslizó suavemente
en la palma de su
mano, la cual mantuvo firmemente sujeta a su alrededor,
imitando la
sensación que la apretada concha de Lali le daría.
Cerró los ojos, y
con un ritmo constante se empujó hacia atrás y hacia
adelante,
acariciando sus testículos como él quería que ella lo hiciera. Apretó con
más fuerza,
imaginando su concha mojada apretándose en torno a él mientras ella
terminaba. Y él
seguiría a través de su orgasmo, a través de los jugos que ella
liberaba, hasta
que estuviera lista una vez más, hasta que él la llevara a otro
orgasmo antes de
que él se lo permitiera a sí mismo…
—Por los dioses, Peter
¿has llegado a eso?
Continuara.....
+ 15 y subo otro!
MAS!! ME ENCANTA!! HAY ESE PETER xD
ResponderEliminarMAAAAS!!
ResponderEliminarMAAAAAAAAAAAAAAAAS!!!!! MUGRE GREG LE ARUINO LAS COSAS A PETER JAJAJA
ResponderEliminarAyyyy por Dios!! posta, como llego a eso? ajajajajja me mata lo que piensaaa jajjajajaj ME ENCANTAAA, MAAAAS PORFAAA :) Breen
ResponderEliminarJajajjajajajaja Quien sera?
ResponderEliminarMe encantaa!!!! maaaas
ResponderEliminarOtro capitulo!!!!
ResponderEliminarComo llego a eso peter?!?!?!?!?jajajjajaaajajajJajajajajajaaja
ResponderEliminarmasssssssss!!!!! x favor
ResponderEliminarSube massss
ResponderEliminarquien sera el que le pregunto a peter ???
ResponderEliminarMe encantaaaaa
ResponderEliminarme encanta, mas!!
ResponderEliminarMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSS!!! :D
ResponderEliminarSUBI MAS POR FIS!! :)
ResponderEliminarMas nove! Ya.hay mas de 15
ResponderEliminarjajajajjaja pobre el muriendose en semejante situación jajajjaja
ResponderEliminarmas
ResponderEliminarque asco jejeje
ResponderEliminarnovelas laliters: http://morithalaliter.blogspot.mx/