A Lali nunca le
habían gustado los hospitales. Después de que había
estado encerrada
en uno durante cuatro semanas, le gustaban mucho menos. Había
tenido suerte: la
caída podría haberle roto el cuello. En su lugar, ella había salido
con varios huesos
rotos, una conmoción cerebral, y dos desprendimientos de retina.
El trauma de la
caída y su cabeza golpeándose contra el suelo de mármol en
la base de la
escalera, había causado que las retinas se desprendieran de sus ojos, lo
que la llevó a una
virtual ceguera. El oftalmólogo volvió a unir ambas retinas en
dos operaciones, y
ahora comenzaba el juego de la espera.
— Tu ojo izquierdo
se está recuperando bien, — dijo el Dr. Zimmerman al
lado de su cama en
el hospital.
Ella movió la
cabeza, pero su visión era tan borrosa como lo había sido hace
una semana atrás
después de la segunda operación. Con su ojo izquierdo, podía
distinguir formas
y colores, pero no podía reconocer rostros. Todo estaba
distorsionado,
como si estuviera mirando a través de un ladrillo de vidrio de siete
centímetros de
espesor.
Su ojo derecho no
presentaba ningún signo de que la operación hubiera
funcionado. Ella
entrecerró los ojos, pero su visión no mejoró. Todo lo que podía
ver era una
persona de baja estatura con una bata blanca. Sólo su voz dejaba
adivinar su
identidad y edad, en algún lugar arriba de cuarenta años.
— Dr. Zimmerman,
todavía no puedo ver nada con el otro ojo, — se quejó,
su voz se mezclaba
con preocupación. Todas las noches desde que había
recuperado la
conciencia, el temor de no volver a ver se apoderaba de ella,
enviándola a una
recaída tras otra.
Lali envolvió el
cordón de sus pantalones de pijama alrededor de su dedo,
haciéndolo un nudo,
y luego liberándolo con el próximo movimiento. Cuántos
nudos había hecho
en las últimas semanas, no lo sabía, pero tenía que ser más de
los que cualquier
marinero hubiera hecho alguna vez. Mantener las manos
ocupadas con algo…
cualquier cosa… le ayudaba a mantener la cordura.
— Señorita Baker,
sé que está impaciente. — Sintió la suave palma de la
mano del médico en
su brazo, apretándola para tranquilizarla. — Pero estas cosas
llevan su tiempo.
He tenido casos como el suyo antes, y con mi experiencia lo
mejor que puede
hacer es seguir adelante con el tratamiento, evitar cualquier
tensión, y ser
paciente. Esto no puede ser apresurado. Si no hay mejora en los
próximos dos
meses, le inyectaré en los ojos aceite de silicona. Va a ayudar a
estabilizar sus lentes
y asegurar que las retinas permanezcan unidas.
— ¿Y si no
funciona? — Lali se tragó las crecientes lágrimas y trató de
deshacer
mentalmente el nudo en su estómago… sin tener éxito.
— Entonces
trataremos con eso. Usted sólo ha tenido dos operaciones hasta
el momento. Hay
mucho más que podemos hacer. Una cosa a la vez. Prométame
que será paciente.
Al pedido
insistente del Dr. Zimmerman, ella asintió con la cabeza
lentamente.
— Y debería
conseguir a alguien que le ayude en casa.
— Es más fácil
decirlo que hacerlo. — Vivía sola en una casa enorme que
estaba siendo
objeto de una renovación importante. Tomarlo con calma y buscar
ayuda, sería
prácticamente imposible.
— ¿Por qué no
decirle a un amigo que se mude con usted por un tiempo?
— Ya se me
ocurrirá algo, — respondió Lali. Pedir ayuda no era algo que
le gustara hacer,
ni siquiera si se trataba de la ayuda de sus amigos. Pero ese no era
problema del
médico, era de ella.
Se oyó un ruido en
la puerta.
— Ah, ya veo que
tienes un amigo aquí de visita. Iré a preparar tus
documentos para el
alta y te daré una cita de seguimiento. Saldrás de aquí antes de
esta noche. — Le
tomó la mano y la apretó para tranquilizarla.
— Gracias, Dr.
Zimmerman.
Tan pronto como el
médico salió de la habitación, otra figura apareció a la
vista. La forma
era borrosa y muy lejana para identificarla. — ¿Candela?
— Hola, Mariana, —
una voz de hombre la saludó.
El corazón de Lali
se hundió. — Michael.
Ella no tenía la
fuerza para tratar con él ahora. Después de que no había
llegado de
inmediato a verla cuando fue admitida por primera vez, ella pensó que
estaba fuera de la
ciudad nuevamente haciendo otro acto de desaparición. Por
desgracia, no era
tan afortunada. Si él estaba ahí ahora, sólo podía significar una
cosa: necesitaba
dinero.
— Vine tan pronto
como me enteré. — La voz de Michael se acercó a
medida que
hablaba, y ella vio su movimiento en el cuarto hasta que se detuvo
junto a su cama.
— No tenías que
molestarte, — ella presionó. La hacía sentirse vulnerable e
indefensa, el hecho
de que ella no podía leer la expresión de su rostro.
El colchón se
hundió al lado de ella, mientras él se sentaba. A Lali no le
gustaba su
cercanía. Michael estaba tramando algo, podía sentirlo. El aire picaba
bastante con la
tensión.
— No voy a quedarme
al margen y pretender que no somos familia cuando
me necesitas.
Puedes contar conmigo, debes saberlo.
Las palabras
sonaron sinceras, pero sin ver sus ojos, ella no podía estar
segura. Michael
siempre había tenido una manera de sonar genuino cuando era
todo lo contrario.
La única cosa que nunca había sido capaz de ocultar era la
frialdad de sus
ojos. — Gracias, Michael, pero no necesito ninguna ayuda.
— Mariana, no seas
tonta, no puedes hacerte cargo de todo por ti misma. Me
mudaré y te
ayudaré.
De repente una
puerta se cerró.
— No lo creo. — La
voz de Candela provenía de la puerta, antes de que
ella se acercara.
Su pelo rojo la hacía fácil de reconocer. Lali suspiro de alivio: la
caballería había
llegado.
— Esta es una
conversación privada entre familia y la última vez que me
fijé, no eras de
la familia, — replicó Michael en un tono sarcástico. La suavidad de
la conversación
anterior había dejado su voz, y el verdadero Michael salió a relucir.
Tal como lo
recordaba.
— Y la última vez
que yo me fijé, todavía eras un ladrón. — Su querida
amiga siempre
podía sostener su posición, y Candela y Michael no se podían ver.
Él se levantó, y Lali
reconoció ambas figuras enfrentándose entre sí. Pero
Lali no quería que
empezaran una pelea en el hospital. Alguien probablemente
podría salir
lastimado.
— Basta, a ambos.
No quiero ninguna pelea aquí.
— ¿Qué, crees que
tu amiga te ayudará? Te lo dije, yo me encargaré de las
cosas. Fue una
estupidez de Eleni que cargaras con toda la responsabilidad de la
casa.
Lali suspiró. —
Puedo manejarlo.
— No, no puedes, —
protestó Michael.
— Ella puede, y
ella lo hará, — interrumpió Candela.
— Mantente fuera
de esto, Candela. Lali, éste es el trato. Te ayudaré a
construir el Bed
and Breakfast a cambio de un interés en la propiedad.
Ella lo sabía. No
acababa de ofrecer su ayuda por la bondad de su corazón.
Por supuesto que
quería algo a cambio. Él siempre lo hacía. Incluso cuando era un
niño había sido
así.
¿Cuánto querría su
querido primo, por su ayuda en esta ocasión? Tal vez
sería más
razonable ahora, que había tenido tiempo para calmarse después de la
lectura del
testamento de Eleni. Tal vez estaba dispuesto a aceptar lo que ella le
había ofrecido
entonces, una pequeña parte de las ganancias por alguna ayuda
ocasional con el
Bed and Breakfast, cuando quisiera tomar tiempo libre. La
curiosidad le hizo
preguntar. — ¿Cuánto?
— No…. — Candela
se quedó boquiabierta.
— Cállate, — la
detuvo Michael, con voz aguda. Un segundo más tarde, se
dirigió a Lali
otra vez. — Te ayudaré, pero tengo que vivir también. Tomaré un
cincuenta por
ciento de la propiedad.
El corazón de Lali
se hundió. — No.
— No seas
estúpida. Estás prácticamente ciega. Tienes una hipoteca del
tamaño del Monte
Hood y un contratista que te engaña a cada paso. Eso no va a
pasar si yo estoy
a cargo.
Lali sintió que su
presión arterial aumentaba. No sólo quería la mitad de
lo que era suyo,
también quería controlarlo todo. Y prefería que el contratista la
engañara, antes
que Michael. — Mi respuesta es no. Eleni me dio la casa por una
razón: para
conservarla. Ella no confiaba en ti, y, francamente, yo tampoco ¿Crees
que no sé qué
harás tan pronto como estés en la escritura?
— He cambiado. Las
cosas son diferentes ahora, — afirmó Michael. El tono
suave en su voz
había vuelto.
Lali respiró
hondo. ¿Y si había cambiado? Tal vez él no jugaba más. Ella
no lo había visto
desde el funeral. La gente podía cambiar, pero lo dudaba. ¿Y si
todo era una
mentira, al igual que le había mentido a ella y a Eleni antes? Siempre
había sido capaz
de decir cuando él estaba mintiendo al mirarlo a los ojos.
Desafortunadamente,
ella no podía confiar en esa habilidad ahora.
Como si supiera lo
que estaba pensando, continuó. — No he hecho una
simple apuesta
desde hace seis meses. Incluso estoy asistiendo a Jugadores
Anónimos. Puedes
comprobarlo. Por favor, Lali. Yo soy de la familia. Te puedo
ayudar.
Lali apretó sus
manos en las sienes, tratando de evitar el dolor de cabeza
que se acercaba.
Ella no quería tomar ninguna decisión en ese momento. — No
puedo. No ahora.
Tengo que pensar.
— Está bien,
piénsalo. Pero te lo digo, me necesitas.
Michael giró y
salió de la habitación, sus pesados pasos resonaban en la
cabeza.
— No estarás
hablando en serio, para dejarlo que se meta en esto,
¿verdad?— Las
palabras de Candela, le recordaron que su amiga todavía estaba
ahí.
— No lo sé. No sé
nada en este momento. — Las lágrimas que no pudo
contener,
comenzaron a rodar por sus mejillas. — ¿Qué voy a hacer? No puedo
vivir por mi
cuenta ahora. Apenas puedo ver algo. ¿Cómo podré asegurarme de que
los contratistas
estén haciendo lo que deben hacer, cuando no puedo ni siquiera
hacer mi propio
desayuno?
Con un par de
pasos, Candela estuvo a su lado y puso sus brazos alrededor
de ella,
abrazándola con fuerza. Se sentía bien saber que había alguien a quien le
importaba.
— No te preocupes,
cariño, te voy a ayudar. Me iré a vivir contigo hasta que
estés mejor.
— ¿Lo harás? — La
esperanza se elevó del estómago de Lali y viajó hasta
su pecho. Nunca le
habría pedido ayuda, pero ella podía escuchar la sinceridad de
Candela en su voz.
— Por supuesto que
lo haré. Por lo tanto, no te preocupes de eso ahora.
Una nueva ola de
lágrimas apareció, esta vez señalaban alivio. — Muchas
gracias. Tú no
tienes…
— Shh. Tú harías
lo mismo por mí. — Candela la liberó de su abrazo.
— Voy a empacar
algunas de mis cosas. Me comunicaré con mi oficina para
asegurarme de que
Leo sepa dónde encontrarme y lo que se necesita hacer en los
próximos días… tal
vez incluso pueda trabajar desde tu casa por un tiempo. Te
recogeré cuando
estén listos para darte el alta.
Cuando Candela
mencionó a su jefe, Lali recordó algo importante.
— ¿Y la feria en
la Costa Oeste?
Candela trabajaba
para una pequeña industria que fabricaba
semiconductores
mayormente para la industria de consolas de juegos.
— No es problema.
Leo irá. No necesitan a ambos. Mientras uno de
nosotros
represente a la empresa, estará bien. Alguien tiene que defender el fuerte
aquí de todos
modos. Estoy segura de que las órdenes empezarán a llegar desde el
primer día en la
feria de Los Ángeles, y voy a tener que asegurarme de que sean
atendidas
rápidamente.
— Eres fantástica.
No sé qué haría sin ti.
Lali vio el movimiento de los rizos rojos de Candela.
— Ya se te
ocurrirá algo, y
saldrás adelante. Como siempre lo haces.
Continuara...
Capítulo dedicado a Florr Ferreyra, estas loquita eh ;) ¿te molesta la letra grande? lo achico si queres, y comenta cuando puedas no te preocupes :)
+ 20 y subo otro! (Pido mas firmas porque ya subi varios hoy asique si quieren seguir leyendo se van a tener que poner las pilas ;) )
Mas nove!
ResponderEliminarMas mas mas mas mas!!
ResponderEliminarMasssssss!
ResponderEliminar@nathies1024
Mas ! spi xapas de hacerte la tarea con tald q subas mas
ResponderEliminarvamos q peter se ofrese de enfermero
ResponderEliminarotro otro @theyareperfect
ResponderEliminarJAAJ ME ESTABA POR IR A DORMIR CUANDO ME LLEGA UNA NOTIFICACION jajajaja me desperte de golpe jajajajaa me encanto el cap ojala q lali no caiga en la trmpa del primo jjajaj quiero q aparezca peter por faa otroooooo. :D
ResponderEliminarMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS
ResponderEliminarmas :D
ResponderEliminarNOVEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
ResponderEliminarmichel es re xhanta :l
ResponderEliminarme encanto el capitulo maas
ResponderEliminarme carga el primo de lali que hdp
ResponderEliminary pobre lali debe ser terrible ver todo borroso
ResponderEliminarque llegue luego peter para ayudar :)
ResponderEliminarplease subi un cap +
ResponderEliminary peter esta hasta las manos por lali :D
ResponderEliminarme encanta! pobre lali. MAS NOVE!
ResponderEliminarme encantoooo maas ojala q aparezcaa peter
ResponderEliminarMAS NOOVE!!
ResponderEliminarN O V E !
ResponderEliminarpobre lali :(
ResponderEliminarmassssssss
hola soy el comentario 23 (creo)
ResponderEliminarMAS NOVE!!!:D
ResponderEliminarME ENCANTA......QUIERO MAAAAAAAAAS!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarmas me encanta!!!
ResponderEliminarmas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas
ResponderEliminarlaliter <3
ResponderEliminarnove nve nove nove nove nove nove nove nove nove
ResponderEliminarque pasara ahora?? pobre lali :( cande es una amiga de fierro :)
ResponderEliminarxfas mas....
mas mas mas !
ResponderEliminaramo a diosono
ResponderEliminarsi ese primo se ve que la va a estar molestando mass porfas!!!
ResponderEliminarme qedo despierta solo x el cap jajaja
ResponderEliminarquiero ver rock laliter ah re satira
ResponderEliminar2 caps mas 1 x el q dijiste y otro de yapa x las 16 firmas mas
ResponderEliminaray si porfavor
EliminarMe copaa, me copaa! ! Maaaas
ResponderEliminarMichael vino a aprovecharse
ResponderEliminarque gran amiga
ResponderEliminarnovela solo tu: http://morithalaliter.blogspot.mx/
Me faltan poquitititos para ponerme al dia :') que orgullo sabes que cada vez que me atraso te lo cuento pero seguro estas en el cole y yo estoy en casa por fuerzas mayores... jajajaja @LuciaVega14
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