Capítulo 7:

Lali comenzó a levantarse, pero no pudo hacerlo hasta el final.

Estaba en ese estado de vigilia donde era ligeramente consciente, pero no lo suficiente para abrir los ojos. Después de unos minutos, se dio cuenta de que estaba acostada en el asiento trasero de un coche.

Pero su cabeza no estaba en el asiento. Estaba apoyada en algo más cálido y más firme.

Se movió un poco, disfrutando del placer de dormir conscientemente sin la presión de tener que despertar. Estaba acurrucada en su lado y pasó a ponerse más cómoda, trayendo una de sus manos hacia su rostro.

Su palma descanso en algo que vagamente reconoció como tela.

Se relajó de nuevo y debió haberse dejado llevar a un estado de inconsciencia por una cantidad de tiempo no especificado.

La siguiente vez que se deslizó en la conciencia sin estar preparada para despertarse del todo, se dio cuenta de que una mano le apartaba el pelo de la cara en una suave caricia.

Se sentía bien, así que sólo lo disfrutó durante un largo rato.

Donde fuera el lugar donde su propia mano descansaba parecía ser más grande y más fuerte que antes. Le gustaba la sensación, así que se frotó la palma de la mano contra lo que fuera con un suspiro largo.

Su firme almohada se movió un poco, lo cual era extraño, pero no extraño lo suficiente como para tirar abajo las telarañas de su mente. Entonces la mano que había estado acariciando su pelo se envolvió alrededor de su muñeca y muy suavemente la sacó de lo que había estado frotando.

Ella se reajustó, tirando de sus brazos hacia su pecho. Pronto se dio cuenta de que podía abrir los ojos, pero la idea parecía tan dolorosa que no se atrevió a intentarlo.

Después de un minuto, la mano empezó a acariciar su pelo de nuevo, el toque delicado, casi tierno. La hacía sentir segura. La hacía sentirse apreciada. Descansó en el conocimiento y pronto perdió la capacidad de abrir los ojos. Lo siguiente de lo que fue consciente era su mano siendo movida de nuevo. Debió de haberla llevado de nuevo a la cosa agradable y firme.

Esta vez, ella trató de resistirse, ya que no le parecía bien para su cuerpo ser movido de esa manera. Debía ser capaz de tocar lo que quisiera.

Pero la mano alrededor de su muñeca no podía ser resistida y el esfuerzo finalmente la despertó del todo. De repente se sacudió, consciente de que se había quedado dormida en la parte de atrás del auto de su padre de camino a la cabaña y su cabeza descansaba en el regazo de alguien.

Con una sacudida de conciencia, abrió los ojos y vio la tela de un traje oscuro.

El traje de Peter. El regazo de Peter. Movió la cabeza y parpadeó en los ojos azules de Peter. No había mucha luz en el auto, así que tal vez por eso su expresión se veía diferente. Más suave de a lo que estaba acostumbrada.

—Oh. —Con una ola de timidez se sentó apresuradamente, moviéndose tan rápidamente que la cabeza le dio vueltas.

— ¿Estás bien? —le preguntó. Su voz sonaba extraña, pero ella no estaba orientada lo suficiente como para reconocer su timbre. Él se acomodó en su asiento como si necesitara sentirse más cómodo.

No era ninguna sorpresa. Había estado durmiendo en su regazo.

—Sí. Lo siento. No tenía intención de dormirme sobre ti. Quiero decir... —se interrumpió, sonrojándose un poco, esperando que no hubiera hecho nada tan embarazoso como hablar en sueños.

—No pasa nada. Estabas cansada. Pronto llegaremos a la cabaña.

—Oh. Bien. —Se frotó la cara, tratando de despertar y tratar de empujar lejos su timidez.

— ¿Mi padre está bien?

—Sí. Supe algo de él hace unos veinte minutos. Allí no sucede nada.

Dejó escapar un suspiro y miró hacia la noche.

Había sido mucho más fácil cuando sólo había pensado en Peter como el familiar desagradable y avasallador. Pero tenía miedo de que nunca volviera a pensar en él de forma tan simple.

Continuará...

Así cualquiera duerme bien che! 

Es cortito pero vale la pena ;)
firmen mucho y subo otro! 

@amorxca

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