Lali miró sus alrededores. ¡Olimpo! En
realidad, era el Monte Olimpo, el lugar mítico donde los dioses griegos se
suponían vivieran. Nunca se le había ocurrido que el lugar existiese realmente,
y mucho menos creer que alguna vez lo vería.
Sus ojos recorrieron los olivos que
crecían en las laderas de la montaña en la que varias casas de campo estaban
separadas a poca distancia las unas de las otras.
Las casas eran hermosas, con grandes
balcones y terrazas con vistas al mundo de los mortales debajo. Cualquiera de
esas casas podría haber competido con la Casa Blanca en belleza, tamaño y
opulencia.
Pero en la parte superior de la
montaña donde ella y Peter se pararon, estaba la más impresionante de todas
ellas: un palacio, de hecho. Construido en mármol blanco y se veía como si
hubiera sido cincelado de un bloque macizo, representaba pura elegancia y
belleza. Desde la terraza, un gran arco llevaba hacia el palacio, enmarcado por
columnas corintias. Unas fuentes estaban repartidas por el edificio. Lali
instintivamente dio unos pasos más, atraída por la belleza del lugar cuando Peter
tiró de su mano. Se dio la vuelta para mirarlo.
—Esta es la casa de mi padre, Zeus.
—¿Tú vives aquí?— Lali se quedó
boquiabierta. Recordó a Hera decir que Peter era el hijo de Zeus. No era de
extrañarse que hubiera estado enojado con ella.
¡Es probable que tuviera cientos de
sirvientes, y Lali le había hecho trabajar como camarero de entre todas las
cosas!
—Mi padre y yo no nos llevamos bien.
Yo vivo allá abajo—, señaló a una de las grandes villas sobre la ladera.
—También tengo casas en el mundo mortal.
Ella lo miró boquiabierta. —¿Al igual
que el apartamento en Charleston?
Pero es tan... tan modesto.
Peter sonrió. —Me gusta que sea así.
Aquí arriba, hay demasiadas puñaladas por la espalda. Yo prefiero el mundo de
los mortales—. Entonces sus ojos se volvieron más oscuros. —Prefiero estar
contigo.
Lali sintió sus mejillas ruborizarse.
La estaba haciendo sentir toda caliente y confundida de nuevo.
***
Peter se percató alegremente que Lali
todavía reaccionaba a él. Ella no había renunciado a él, y todavía lo amaba.
Ahora sólo tenía que convencerla de que podía confiar en él. Y Zeus le ayudaría
a lograrlo.
—¡Zeus!— gritó hacia el palacio. Sabía
que su padre ya habría percibido su llegada, por lo que era extraño que el dios
de los dioses no apareciera instantáneamente en la terraza de su palacio, donde
prefería saludar a sus visitantes. Sería impertinente entrar a la residencia de
Zeus, sin invitación previa.
—¡Zeus! ¡Tengo que hablar contigo! —Pero
su padre no se mostró. Peter nunca habría pensado que él sería un cobarde que
lo evitaría porque había roto su promesa de mantener a Hera alejada. Algo no
estaba bien.
—Ven—. Él llevó Lali hacia el palacio.
—No estoy vestida adecuadamente para
conocer a tu padre.
Él le dirigió una mirada de reojo y
sonrió. —¿Me estás diciendo en realidad que estás nerviosa por conocer a Zeus?
Lali tembló. —No todos los días
conoces a un dios. Demonios, yo ni siquiera sabía que existían los dioses...—
Se tapó la boca con la mano por un momento. — Oh, probablemente no debería
decir “demonios” aquí.
—Puedes decir lo que quieras—,
respondió Peter al entrar en el palacio a través del arco. El aire del interior
era agradable. —Zeus es un idiota de todos modos.
Lali se sacudió al oír su insulto. —Si
no te cae bien, ¿por qué me arrastras hasta aquí?
—Zeus te va a decir lo que Hera es en
realidad—. Y luego Lali reconocería que él podía ser de confianza… y ser amado.
—Pero, yo ya...
—No, Lali. Por favor, dame una
oportunidad. Si no me crees, tal vez le creerás a Zeus. No es porque sea mi
padre, sino porque conoce a Hera mejor que nadie.
Caminaron por el pasillo con mucha luz
que se iluminaba por un atrio que se extendía en toda su longitud. Los murales
adornaban las paredes y techos, y podrían haber eclipsado los de la Capilla Sixtina
en cualquier momento. Él permitió que sus sentidos lo llevaran a Zeus. Cuanto
más se acercaba a la habitación de su padre, más enojado estaba. Se imaginaba
que Zeus se estaría divirtiendo, cuando debería haber distraído a Hera en su
lugar.
Peter calmó su ira. Él no quería
molestar a Lali con un arrebato emocional y se prometió tratar a Zeus
civilizadamente frente a ella. Después de todo, lo necesitaba para confirmarle
a Lali que Hera lo había engañado y había fabricado la verdad a su gusto,
simplemente para joderlo una vez más.
Sin golpear, Peter abrió la pesada
puerta del aposento privado de Zeus y entró, empujando a Lali detrás de él para
poder darle a Zeus la oportunidad de ponerse decente. Al final resultó que la
precaución no era necesaria: Zeus estaba suficientemente cubierto por una
sábana ocultando sus atributos. Y también estaba o dormido o inconsciente… y
esposado a su cama.
—¡Ah, mierda!— Peter se precipitó a la
cama de gran tamaño que se situaba sobre una plataforma elevada y se inclinó
sobre su padre. —¡Zeus! ¡Despierta! —Él sacudió su hombro, pero Zeus no se
movió. —¡Padre!— Nunca había utilizado el apodo, pero esta vez se sintió
obligado.
—¿Qué pasa?— Lali dio un paso junto a
él.
—Está inconsciente—. Si hubiera estado
durmiendo, ya se habría despertado. Y con un humor de perros.
—¡Oh!— Él vio a Lali echando un
vistazo a las esposas de oro. Sus mejillas se coloreaban de un rojo oscuro.
—Tal vez sólo está... agotado.
—Lali, el sexo no agota a un dios...
como deberías saber—. ¿Acaso no se lo había demostrado durante la última
semana? —Alguien lo venció. Y juzgando por la evidencia…— Hizo un gesto a los
puños. —yo diría que Hera tiene que ver con esto.
No era de extrañarse que Zeus no hubiera
sido capaz de mantener la promesa a Peter.
Hera se había asegurado de eso.
—Pero él es un dios. ¿No se supone que
ustedes sean invencibles?
Sonrió a su analogía de superhéroe. —A
nosotros nos gusta pensar que sí, pero todos tenemos un punto débil, un talón
de Aquiles, si quieres, y si lo conoces, nos hace vulnerables. Hera sabe cuál
es el punto débil de Zeus. Es la única manera que ella podría haberlo...
—...esposado?— Lali terminó por él.
—No, las esposas vinieron antes, estoy
bastante seguro de eso.
—¿Quieres decir que...— Lali parecía
no tener problemas para seguir su proceso de pensamiento. Zeus y Hera habían
participado en un pequeño juego sexual.
—Eso es, nena.
—Bueno, ¿él estará bien?
—Él es inmortal, así que no te preocupes—.
Al no ver ninguna lesión, Dio tiró de la sábana antes de que se detuviera y se
volviera hacia Lali. —¿Te das la vuelta y miras hacia otro lado por favor?
—¿Qué vas a hacer?
—Encontrar dónde lo incapacitó. Y como
Zeus parece estar desnudo... —
No tenía que explicar nada más. Lali
se dio vuelta con la cara sonrojada. —Gracias, amor, aunque dudo que a Zeus le
importaría ser admirado por una mujer hermosa—. De hecho, probablemente se
excitaría si lo supiera. Pero Peter no permitiría eso: Lali era suya, y si ella
excitaba a alguien, ese sería él.
Mientras levantaba la ropa de cama y examinaba
el cuerpo de Zeus, Peter sacudió la cabeza. ¿Cómo Hera había sido más hábil que
su marido esta vez? Esto sería un evento para los libros de historia. Peter barrió
sus ojos sobre el cuerpo de su padre, revisando con una mirada eficiente pero
rápida. Cuando llegó a la ingle de Zeus y notó un brillo dorado entre la mancha
oscura del vello púbico, dejó escapar una maldición.
—¡Ah, mierda! ¿En serio?
—¿Qué pasa?— La voz de Lali sonaba
alarmada.
—No quieres saberlo. Simplemente no mires,
¿de acuerdo?— Porque ser visto sacando una horquilla dorada clavada profundamente
en la ingle de Zeus era lo más asqueroso que jamás había hecho. Y él había
hecho un montón de cosas asquerosas. Tan pronto como la horquilla de diez centímetros
de largo estuvo fuera, la piel alrededor del pequeño agujero se cerró
reparándose.
Zeus se movió al instante, un gemido
salió de sus labios. —Esa maldita, malvada, tramposa...
—No podría estar más de acuerdo—. Peter
lo cubrió con la sábana mientras los ojos de Zeus se abrieron de golpe,
mirándolo.
Un momento más tarde, Zeus rompió las
esposas liberando sus manos, como si estuvieran hechas de papel maché. —¡Hijo!—
El saludo exuberante se eclipsó rápidamente por su ceño fruncido. —Nunca podrás
decir a nadie lo que pasó aquí.
Peter odiaba que lo mandaran. —No
hagas que me arrepienta por haberte ayudado.
Zeus se incorporó, pero antes de decir
otra cosa, su mirada se desvió más allá de Peter, y una sonrisa se extendió
sobre su rostro. —¡Oh, vaya! Ella se ve aún más hermosa de cerca.
***
Lali se sintió ruborizarse por enésima
vez ese día. Ella nunca se había imaginado que Zeus se vería de la forma en que
lo hacía: joven, vibrante, hermoso… no viejo y con una barba blanca como los
libros de la mitología griega en los que aparecía. Y este hombre, no, dios, ¿pensaba
que ella era hermosa? Sin embargo, por extraño que pareciera, mientras que el
cumplido era halagador, no sentía el mismo tipo de sensaciones que se
apoderaban de su cuerpo cuando Peter la miraba. Peter hacía que su cuerpo
pudiera convertirse en una hoguera de llamas con una mirada. Su padre no tenía
nada de eso.
Cuando alejó su mirada de Zeus, se
encontró con Peter mirándola intensamente. Al instante, sus entrañas se
fundieron, sus rodillas se convirtieron en gelatina, y su estómago se volcó. El
corazón le latía en la garganta cuando se dio cuenta que sus ojos se volvieron
más oscuros.
—No se preocupen por mí—, interrumpió
Zeus y rompió el hechizo.
Ella y Peter se giraron hacia él.
—¿Asumo que tengo que felicitarlos?
Peter sacudió la cabeza, y el gesto
partió su corazón. —Desafortunadamente, tu entrometida esposa, ha convencido a
mi prometida que no la quiero y sólo estaba pensando en vengarme de ella. Hera
le hizo creer a Lali que yo iba a dejarla en el altar.
Zeus dio un puñetazo en el colchón.
—Esa mentirosa, manipuladora, intrigante...— Se detuvo y miró a Lali, pegando una
sonrisa en su rostro. —Yo me encargaré de ella más tarde. Ahora, mi hijo no es
lo suficientemente bueno para ti, ¿eh?— La voz tronante de Zeus llenó la sala,
por lo que el nerviosismo se arrastró por su espalda. ¿Estaba pensando en
castigarla?
—Eso no es lo que...
Él la cortó. —Él es un buen hombre.
Ella ya sabía eso. Desde el momento en
que ella lo había visto de pie en el jardín esperándola en el pequeño podio, se
había dado cuenta de eso. Sin embargo, pequeñas dudas seguían permaneciendo, y
era difícil quitarse de encima las imágenes que Hera le había mostrado. Además,
Peter no pudo negar que había dicho que no habría un novio.
¿Qué se suponía que tenía que hacer
con eso?
—Hera lo odia, siempre lo ha hecho—,
Zeus continuó. —Ella haría cualquier cosa para arruinar la vida de Peter.
¿Quieres una prueba de que Peter te ama y quiere que seas su esposa?
Ella asintió con la cabeza y miró a Peter
que estaba a pocos metros de ella.
—Francamente, hasta un ciego podría ver
qué tan enamorado está de ti, pero quieres una prueba, por lo que tendrás tu prueba—.
Zeus movió sus brazos en círculos, y la mitad de la cama se convirtió en un
estanque. Era el mismo tipo de ilusión óptica que Hera había utilizado. Zeus le
mostraría algo.
Lali dio un paso para acercarse y se
quedó mirando el reflejo en la superficie del estanque.
Peter miró hacia las
colinas de un viñedo antes de que él se volviera hacia las puertas francesas a
sus espaldas. La habitación en la que había entrado era un dormitorio, que
estaba dominado por una cama King-size con una chimenea en frente de ella.
Chasqueó los dedos y de la nada, tres pequeñas criaturas aparecieron. Ellos
eran humanos en apariencia, sin embargo, había una cualidad de hadas en sus
movimientos.
—Oh, poderoso dios Peter,
¿cómo podemos servirte?—, dijeron los tres al unísono.
—Quiero que preparen
el viñedo para esta noche. Flores, champán, fruta. Quiero que
todo sea perfecto.
Una de las hadas
asintió con la cabeza. — ¿Debemos decorar para un tema específico?
Peter sonrió. —Sí,
para mi luna de miel. Traeré a mi esposa aquí esta noche. Preparen
la habitación para
nuestra noche de bodas. Quiero rosas rojas y suaves sábanas blancas, todo lo
que puedan imaginar para que Lali esté cómoda: toallas tibias en el baño, una
bata, todo lo que pueda desear. Quiero que sea feliz.
Lali trató de contener las lágrimas,
pero sin embargo se le escapó un sollozo.
Él realmente la quería. Se volvió
hacia él.
Peter se arrodilló delante de ella.
—Te amo, Lali. ¿Quieres casarte conmigo?
Ella le echó los brazos alrededor de
él y se le tiró encima, aterrizando sobre él.
Peter se echó a reír. —Lo tomo como un
sí.
—Ahora salgan de aquí—, ordenó Zeus,
—Creo que tienen a un ministro esperándolos en el sol de la tarde. Y yo tengo
una esposa a la cual castigar.
—Gracias, Padre—, dijo Peter antes de
que la besara y todo se volviera negro a su alrededor.
***
Peter tuvo problemas para concentrarse
en tele-transportarse de nuevo al hostal con Lali apretándose contra él, las
manos entrelazadas detrás de su cuello y sus labios conectados con los suyos.
Casi se estrelló en una de las habitaciones y evitó un desastre al dejarse caer
sobre la cama, Lali aterrizando encima de él. El brusco aterrizaje lo llevó a
romper el apasionado beso.
—Amor, sígueme besando así y nunca
vamos a llegar a nuestra propia boda.
Ella le sonrió. —Siento que no te creí
al principio, pero Hera fue muy convincente.
Él le acarició los nudillos en la
mejilla. —No escuches más a Hera a partir de ahora. Zeus se ocupará de ella.
Lali se apoyó sobre sus brazos.
—Todavía no puedo creer que tú eres un dios, y que Zeus sea tu padre.
—Ya te acostumbrarás a ello. Tiene sus
ventajas. Estoy seguro de que llegarás a apreciarlas.
—¿Qué ventajas tiene?
—Estas—. Él chasqueó los dedos,
quitándole la ropa con sus poderes.
—¡Oh!— Jadeó por la sorpresa.
Peter sonrió. —¡Oh, sí!— Él corrió sus
manos sobre su espalda desnuda y hasta su trasero, llenando sus manos con su
cálida piel. Él sabía exactamente lo que quería en ese momento... lo mismo que
él quería para la eternidad: a Lali.
—Llamo a eso una ventaja injusta—. Lali
sonrió.
—No es mi forma de verlo—. Él robó un
beso rápido, pero sabía que no podía disfrutar más. Todavía no. Él estaba plenamente
consciente de que sus invitados a la boda estaban cocinándose en el sol de la
tarde. —Ahora, amor, vamos a casarnos.
Un ceño fruncido al instante se formó en
su cara. —No podemos hacerlo. Mi vestido de novia. Lo dejé en mi apartamento.
Hizo chasquear los dedos y dirigió su
mirada hacia el armario. —¿Te refieres a ese?— En el exterior de la puerta del
armario colgaba el más hermoso vestido blanco que jamás hubiera visto. Ella se
vería como una diosa en él… su diosa.
— ¿Cómo...— Entonces se interrumpió ella
sola. —Supongo que del mismo modo que nos llevaste del hostal al Olimpo y de
regreso.
Peter la levantó de su pecho y se
levantó. —Es tele-transportación. Puede ser muy útil. Así como esto—. Otro
chasquido de sus dedos, y Lali delante de él, ya vestía su traje de novia.
Dio un paso atrás para admirarla. —Dioses,
eres hermosa. Soy un afortunado hijo de dios.
Lali rozó sus manos sobre su vestido y
se miró. Cuando alzó los ojos para conectarse con su mirada, frunció
ligeramente el ceño arrugando la frente. —Se te olvidó mi ropa interior.
Los labios de Peter se curvaron en una
sonrisa. —Amor, no me olvidé.
—Pero yo no estoy usando…— Ella se
detuvo, la comprensión inundó sus hermosos rasgos. Sus labios formaron un
círculo perfecto. —Oh.
Él asintió con la cabeza. No, no lo
había olvidado.
Un rubor se apoderó de sus mejillas, y
se veía casi virginal. —Pero no puedo ir por ahí sin ropa interior.
Él negó con la cabeza. —Tus pechos no
necesitan un sostén. En cuanto a que no llevas bragas, ¿qué tal si lo
consideramos como tu regalo de bodas para mí?
—Eres imposible.
Peter se encogió de hombros. —Ya te
acostumbrarás.
Cuando extendió la mano para tomar la
suya, ella se arrojó en sus brazos.
—Te amo.
Todo su cuerpo se inundó de calor mientras
las palabras llegaban a su corazón y entraban por las puertas abiertas. Sin
decir una palabra, él la besó antes de guiarla al jardín.
Cuando salieron a la luz del sol, el
murmullo de los invitados desapareció, y todos los ojos los miraron caminar de
la mano hacia el podio.
—Hay algo más que me olvidé
mencionarte— le susurró.
Lali le dio una mirada de reojo y
respondió en voz baja, —¿Qué otra cosa podría haber?
Él sonrió. —Concebimos un bebé la
noche que me dijiste la verdad.
Su cabeza viró hacia un lado mientras
ella lo miraba con incredulidad. Sus labios temblaban y sus ojos se llenaron de
lágrimas. Peter sintió como si un puño se estrellara contra sus entrañas. —¿No
quieres mi hijo?
Ella se detuvo, con la mano alcanzó su
rostro. Instintivamente se acercó más. A pesar de las lágrimas que ahora
corrían por sus mejillas, sus ojos y sus labios le sonrieron. —¡Oh, Peter!—
Susurró ella y apretó sus labios contra los suyos.
—¿Quieres a mi hijo?—, preguntó.
Ella asintió con la cabeza, sacando el
peso de su corazón.
—Entonces, ¿por qué lloras, bebé?
Alzó los ojos para mirar los suyos.
—Porque nunca he sido tan feliz.
Él se rió entre dientes. —Creo que vas
a llorar mucho entonces, porque estoy pensando en hacerte muy feliz.
Continuara...
+30 y otro!
massssssssssssssssssss me encanto
ResponderEliminaraiiiiiiiiiiii sube masssssssssss quiero leer el final
ResponderEliminarme encantooooooooooooo
ResponderEliminarmas mas me encanta
ResponderEliminarMuy tierno!! Más!
ResponderEliminarsubeeeeeeeeee el otrooooooooooooo
ResponderEliminarSeguilaaaaaa
ResponderEliminarMas, mas, falta mucho para el final?
ResponderEliminarM
ResponderEliminarA
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ResponderEliminarA
ResponderEliminarS
ResponderEliminarS
ResponderEliminarS
ResponderEliminarMAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS, MAS
ResponderEliminarhola te puedo aser una pregunta de que pais sos?...
ResponderEliminarcambiando de tema mas mas mas mas mas
Me voy a hacer un face dedicado se va a llamar "Amor por Zeus" es uun grosoo de la vidaaaa, matalaaa a tu esposaaaaa y ojala encuentres a muchas minaspara ser feliz jajaja
ResponderEliminarHAAAY LOS AAAMO me encantaaaaan
Mas Mas MAAS
Beso, yo
mas mas mas mas mas mas mas mas
ResponderEliminarMAAAAAAAS
ResponderEliminarVEINTEEEE MAAAAAAAAAAAAAAAAAAS
ResponderEliminar21 MAS MAS MAS MAS
ResponderEliminarM
ResponderEliminarA
S
N
O
V
E
K
A
Y fuiiiii luuuuuuz y fuiii destelloooooo y fuiii humanaaaaaaa lalalal MAS
ResponderEliminarNananannanaa batmaan nanannan batmaaan MAS
ResponderEliminarYa te dije que amo aZeus? y que quiero a hera muerta? y que a ellos dos tambien los amo[? kjhgbyhuil
ResponderEliminarMaas mas mas mas
ResponderEliminarSoooy un ser de luzz sintieendo vuelvo a casaaa vuelvooooo a tieeeeeempooo MAS
ResponderEliminarTREEEINTAAA DALEE JUU SUBII MAAS como andas de la mano?
ResponderEliminar+30 jajaja dale
ResponderEliminarmas mas mas mas mas mas mas mas
ResponderEliminarYa llegamos a los 30:D MAS!
ResponderEliminarmas mas mas me encanta ya yegamos a 30 mas
ResponderEliminarmasssssssss!!! porfas
ResponderEliminarmasssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarmas nove
ResponderEliminarMas nove
ResponderEliminarawwwww jajajaj no tengo mucho mas para decir
ResponderEliminarMORI ACAAAAA FORWIJGFWELFJWLEJWE CASI ME PONGO AL DIA AMO ESTA NOVE TODO ES PERFECTO <3
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