—Gracias por acercarme, cariño —dijo Angela Esposito tras
salir del coche de Lali—. Ruby Peterson me llevará a casa después de la partida
de bridge y tu padre estará encerrado en la habitación viendo el partido de
fútbol. Disfruta de una velada tranquila.
—Estás segura de que puedes quedarte con Drew? —preguntó Lali,
temerosa de quedarse a solas y tener demasiado tiempo para pensar.
—Por supuesto. Ruby va a traer a su nieto Tommy. Seguro
que lo pasan bien juntos. Dale un beso a tu mamá, Drew.
Este obedeció gustoso y Lali sonrió mientras le ajustaba
el cuello de la camisa.
—La abuela dice que Tommy va a traer sus coches teledirigidos
y que yo también puedo jugar.
—Sobre todo, pórtate bien —repuso Lali mientras le
acariciaba el pelo cariñosamente.
—Mariana, cariño —arrancó entonces Angela, tras mirar con
el ceño fruncido las dos cestas de pastas que llevaba en las manos—.Creo que he
hecho demasiadas pastas. ¿Por qué no te acercas a casa de Peter Lanzani y le dejas
una de las cestas?
Lali sabía que se
trataba de una encerrona. Su madre no había dejado de hablar de lo guapo que Peter
era y de que seguía soltero; pero también sabía que si le decía a Angela que no
estaba interesada en él, ésta insistiría aún más.
—Claro, mamá.
Más tarde, mientras giraba por la carretera Ridgeway,
pensó en tirar las pastas por la ventana, pero la idea de desperdiciar
alimentos la disgustaba. Y si se las comía ella todas, sólo conseguiría acabar
con dolor de estómago.
Pero no quería ver a Peter. Ya lo había visto más que
suficiente. La visita a su taller el sábado anterior, el helado en la ciudad...
Eso había sido lo peor: ver a Peter y a Drew reírse juntos
mientras discutían sobre el mejor sabor de la heladería. Y cada vez que Peter la había mirado, cada vez
que le había lanzado una sonrisa, ella había notado como si se le formara un
nudo en el pecho.
Por eso no quería estar tranquila; porque estaba segura
de que recordaría la escena en el despacho cuando éste había estado a punto de
besarla...
Miró hacia la cesta de las pastas y decidió que la
solución era escribir una nota. La dejaría delante de su puerta y Peter la
encontraría a la mañana siguiente.
En ello resuelta, estacionó en el aparcamiento de su
taller y apagó el motor. Luego garabateó unas líneas en un trozo de papel y
salió del coche.
La noche era cálida, una suave brisa soplaba entre los
árboles, y la luna brillaba en medio del cielo constelado.
Por mucho que le gustara Nueva York, debía reconocer que
el cielo era más hermoso en Wolf River. ¡Había tantas cosas que echaba de menos
cuando no estaba en la casa en que había nacido!
Había pensado en regresar en más de una ocasión. Podría
trabajar como autónoma, o colaborar con algún periódico local. El trabajo en
Nueva York había empezado a hacérsele pesado. Aquella baja temporal le había venido
de maravilla, no sólo por sus padres, sino por ella misma también. Además, quería
que su hijo pudiera ver a sus abuelos todo el tiempo, en vez de comunicarse con
ellos por carta o por teléfono.
Pero ya no podía ver cumplido su sueño.
Ya no podría volver a Wolf River definitivamente; no,
estando allí ya Peter Lanzani.
La puerta del taller estaba abierta, había luz en el
interior, la radio sonaba de fondo y Peter cantaba acompañando la música. Dio
unos pasos y lo vio trabajando, con un destornillador en una mano y un
carburador en la otra.
Se permitió contemplarlo unos segundos, admirar la
extensión de sus hombros y la potencia de sus muslos, ceñidos contra los
vaqueros desgastados...
El pulso se le aceleró y comenzó a respirar con
dificultad. El mero hecho de mirarlo la hacía desear cosas que jamás podría
tener.
Entonces, justo cuando iba a dejar la cesta y darse media
vuelta, Peter se giró y sonrió al reconocerla:
—Vaya, vaya, qué te trae a la cueva del lobo? —preguntó
él mientras se limpiaba las manos con un trapo.
—Mi madre pensó que quizá te apetecerían unas pastas
—repuso Lali.
—Qué detalle! —agradeció Peter, sin quitar la vista de Lali,
mientras aceptaba la cesta.
—Bueno, tengo que irme...
—Quédate un rato —la detuvo Peter—. Al menos tómate una
pasta conmigo. Odio comer solo.
—De acuerdo... —cedió Lali, vacilante—. Pero sólo una.
Mientras Peter se lavaba las manos, ella se acercó a una
motocicleta, grande y potente, con un sillón de cuero negro nuevo. Lo único que
le faltaba era el motor.
— ¿Es tuya? —preguntó cuando Peter hubo vuelto.
—De un amigo. Solíamos montar juntos... ¡Pastas de
chocolate! — Exclamó entusiasmado tras quitar la servilleta que cubría la
cesta—. Están deliciosas —añadió tras dar un primer mordisco y ofrecerle una a Lali.
—Se lo diré de tu parte —aseguró ésta—. ¿Por qué has
dejado el circuito? —preguntó a continuación, devolviendo la mirada hacia la
moto.
—Ya iba siendo hora —repuso Peter sin más—. Demasiados
hoteles, demasiados restaurantes.
—Y mujeres? —preguntó Lali a su pesar.
—No te creas lo que dicen los periódicos sensacionalistas
-contestó él con una amplia sonrisa en los labios.
—Lo siento, no debería habértelo preguntado —se disculpó
ella, ruborizada—. No es asunto mío.
—No tengo secretos —comentó Peter entre dos galletas—. ¿Y
tú, Lali Esposito? ¿Tienes secretos? —añadió susurrante.
El corazón se le detuvo, pero la proximidad de Peter lo hizo
acelerarse al instante. ¿Secretos? Ella nunca podría contarle sus secretos, se
dijo Lali mientras lo veía morder una pasta con sensualidad.
—Damos una vuelta? —prosiguió Peter.
—Una vuelta?
—Alguna vez has montado en moto? —le preguntó él—.
Entonces te estrenarás conmigo—añadió después de que Lali denegara con la
cabeza.
—Pero no tiene motor —acertó a balbucear ésta.
—No hace falta —repuso Peter. Entonces la rodeó con las
manos por la cintura y la elevó. Lali exhaló un suspiro, pasó una pierna sobre
la moto y, de modo instintivo, agarró el manillar—. Tú tienes el control, Lali.
Siéntelo —añadió, tras sentarse detrás de ésta y agarrarla por las caderas.
Y lo sintió. Logró contagiarse de aquel juego ilusorio y
se dejó llevar por la emoción del momento.
—Adónde vamos? —preguntó sin aliento.
—Donde te apetezca, cielo. Tan lejos y rápido como
quieras.
—Es peligroso conducir sin casco —comentó Lali segundos
después con los ojos cerrados, casi sintiendo de verdad el viento contra la
cara.
—Tranquila. Conmigo estás segura.
Pero, a pesar de su estado de ensimismamiento, Lali sabía
que jamás podría estar a salvo con Peter.
—Sigue así —prosiguió éste con sensualidad—. Abandónate
—añadió, acercando la boca al oído de ella.
Lali creyó oír el rugido del motor, pero era su corazón
el que retumbaba en su pecho. Estaban yendo demasiado rápido, y eso la
asustaba. Y la excitaba.
—Hay una señal de Stop —comentó cuando Peter le lamió el
lóbulo de una oreja.
—No hay nadie en un kilómetro. Puedes saltártela —repuso
él mientras bajaba hacia el cuello de Lali.
Y lo peor de todo era que ella deseaba saltársela. Aunque
sabía que aquello no podía durar eternamente, ¿por qué no iba a permitirse
disfrutar unos minutos?
—Te deseo —prosiguió Peter con voz rugosa. No podía respirar,
no podía pensar. Se giró hacia él para decirle que tenían que parar, pero sus
bocas se juntaron y se llevaron todas las palabras, como hojas arrastradas por
el viento.
Continuara....
Iba a subirles un cap más largo pero vamos a dejarlo ahi ;) Firmen y subo otro! +20
¿Qué tal su fin de semana?
Adore el capitulo!! Massss
ResponderEliminarbuenisimoooo...me re encantooo!!
ResponderEliminarSiiiiiiii!! Suuube mas! MAS MAS MAS MAS MAS MAS!!!!!!
ResponderEliminarmas nove
ResponderEliminarbuenisima la nove
ResponderEliminarmas mas mas nove ¡¡¡
ResponderEliminarnoveeeeeee!!!
ResponderEliminarMaaaaaaaaaas!!!!!!!!
ResponderEliminarBuuuueniisimoo! Sube mas por favooor! Maaaas maaaas maaaas!
ResponderEliminarmsdddddddddddddddddddddmasssssssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarfinde demucha agua massssssssssssssssssss nove vane
ResponderEliminarMaaaaaas nove!! Me encanta!
ResponderEliminarmaaas noveeee!
ResponderEliminarestuvo increible massss
ResponderEliminarmaaaaas
ResponderEliminarNaaaaaa!!!! Subi ya el que sigueee!!!!!!!
ResponderEliminar@Fio_JPL
Me encantaaa subi maaaas!
ResponderEliminarQuiero saber ya lo que sigueeee....
ResponderEliminarMe voy enganchandoooo mas mas mas ma mas
ResponderEliminarmassssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarnoveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarMi fin de semana bárbaro hasta q vos tenes la brillante idea de dejar el cap ahí,JAJAJA!
ResponderEliminarEXC cap!Lali cerá tan fácil,creo q su resistencia es algo más fuerte,me parece q Peter tendra q trabajar un poco más para conseguir lo q desea!
Me encanta!
Me encanto el capi más porfis que teng la re intriga d q paso despues :)
ResponderEliminarDaleeee!sube!Quiero mas novela!
ResponderEliminarPD: pasate por la mia(:
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA CAPITULON
ResponderEliminar@SWEETLANZANI
Sube otro Juli!!!! Me encanta!!!
ResponderEliminaraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa me encantaaa!
ResponderEliminarsubi mas por fasss!
ResponderEliminarSubi maaaas esta muy buena la nove!!
ResponderEliminarAhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh BUENISIMO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! @LuciaVega14
ResponderEliminarPeligroso el jueguecito ,tanto k se queman.
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