domingo, 4 de noviembre de 2012

Capítulo 10:




—Gracias por acercarme, cariño —dijo Angela Esposito tras salir del coche de Lali—. Ruby Peterson me llevará a casa después de la partida de bridge y tu padre estará encerrado en la habitación viendo el partido de fútbol. Disfruta de una velada tranquila.

—Estás segura de que puedes quedarte con Drew? —preguntó Lali, temerosa de quedarse a solas y tener demasiado tiempo para pensar.
—Por supuesto. Ruby va a traer a su nieto Tommy. Seguro que lo pasan bien juntos. Dale un beso a tu mamá, Drew.
Este obedeció gustoso y Lali sonrió mientras le ajustaba el cuello de la camisa.
—La abuela dice que Tommy va a traer sus coches teledirigidos y que yo también puedo jugar.
—Sobre todo, pórtate bien —repuso Lali mientras le acariciaba el pelo cariñosamente.
—Mariana, cariño —arrancó entonces Angela, tras mirar con el ceño fruncido las dos cestas de pastas que llevaba en las manos—.Creo que he hecho demasiadas pastas. ¿Por qué no te acercas a casa de Peter Lanzani y le dejas una de las cestas?
 Lali sabía que se trataba de una encerrona. Su madre no había dejado de hablar de lo guapo que Peter era y de que seguía soltero; pero también sabía que si le decía a Angela que no estaba interesada en él, ésta insistiría aún más.
—Claro, mamá.
Más tarde, mientras giraba por la carretera Ridgeway, pensó en tirar las pastas por la ventana, pero la idea de desperdiciar alimentos la disgustaba. Y si se las comía ella todas, sólo conseguiría acabar con dolor de estómago.
Pero no quería ver a Peter. Ya lo había visto más que suficiente. La visita a su taller el sábado anterior, el helado en la ciudad...
Eso había sido lo peor: ver a Peter y a Drew reírse juntos mientras discutían sobre el mejor sabor de la heladería.  Y cada vez que Peter la había mirado, cada vez que le había lanzado una sonrisa, ella había notado como si se le formara un nudo en el pecho.
Por eso no quería estar tranquila; porque estaba segura de que recordaría la escena en el despacho cuando éste había estado a punto de besarla...
Miró hacia la cesta de las pastas y decidió que la solución era escribir una nota. La dejaría delante de su puerta y Peter la encontraría a la mañana siguiente.
En ello resuelta, estacionó en el aparcamiento de su taller y apagó el motor. Luego garabateó unas líneas en un trozo de papel y salió del coche.
La noche era cálida, una suave brisa soplaba entre los árboles, y la luna brillaba en medio del cielo constelado.
Por mucho que le gustara Nueva York, debía reconocer que el cielo era más hermoso en Wolf River. ¡Había tantas cosas que echaba de menos cuando no estaba en la casa en que había nacido!
Había pensado en regresar en más de una ocasión. Podría trabajar como autónoma, o colaborar con algún periódico local. El trabajo en Nueva York había empezado a hacérsele pesado. Aquella baja temporal le había venido de maravilla, no sólo por sus padres, sino por ella misma también. Además, quería que su hijo pudiera ver a sus abuelos todo el tiempo, en vez de comunicarse con ellos por carta o por teléfono.
Pero ya no podía ver cumplido su sueño.
Ya no podría volver a Wolf River definitivamente; no, estando allí ya Peter Lanzani.
La puerta del taller estaba abierta, había luz en el interior, la radio sonaba de fondo y Peter cantaba acompañando la música. Dio unos pasos y lo vio trabajando, con un destornillador en una mano y un carburador en la otra.
Se permitió contemplarlo unos segundos, admirar la extensión de sus hombros y la potencia de sus muslos, ceñidos contra los vaqueros desgastados...
El pulso se le aceleró y comenzó a respirar con dificultad. El mero hecho de mirarlo la hacía desear cosas que jamás podría tener.
Entonces, justo cuando iba a dejar la cesta y darse media vuelta, Peter se giró y sonrió al reconocerla:
—Vaya, vaya, qué te trae a la cueva del lobo? —preguntó él mientras se limpiaba las manos con un trapo.
—Mi madre pensó que quizá te apetecerían unas pastas —repuso Lali.
—Qué detalle! —agradeció Peter, sin quitar la vista de Lali, mientras aceptaba la cesta.
—Bueno, tengo que irme...
—Quédate un rato —la detuvo Peter—. Al menos tómate una pasta conmigo. Odio comer solo.
—De acuerdo... —cedió Lali, vacilante—. Pero sólo una.
Mientras Peter se lavaba las manos, ella se acercó a una motocicleta, grande y potente, con un sillón de cuero negro nuevo. Lo único que le faltaba era el motor.
— ¿Es tuya? —preguntó cuando Peter hubo vuelto.
—De un amigo. Solíamos montar juntos... ¡Pastas de chocolate! — Exclamó entusiasmado tras quitar la servilleta que cubría la cesta—. Están deliciosas —añadió tras dar un primer mordisco y ofrecerle una a Lali.
—Se lo diré de tu parte —aseguró ésta—. ¿Por qué has dejado el circuito? —preguntó a continuación, devolviendo la mirada hacia la moto.
—Ya iba siendo hora —repuso Peter sin más—. Demasiados hoteles, demasiados restaurantes.
—Y mujeres? —preguntó Lali a su pesar.
—No te creas lo que dicen los periódicos sensacionalistas -contestó él con una amplia sonrisa en los labios.
—Lo siento, no debería habértelo preguntado —se disculpó ella, ruborizada—. No es asunto mío.
—No tengo secretos —comentó Peter entre dos galletas—. ¿Y tú, Lali Esposito? ¿Tienes secretos? —añadió susurrante.
El corazón se le detuvo, pero la proximidad de Peter lo hizo acelerarse al instante. ¿Secretos? Ella nunca podría contarle sus secretos, se dijo Lali mientras lo veía morder una pasta con sensualidad.
—Damos una vuelta? —prosiguió Peter.
—Una vuelta?
—Alguna vez has montado en moto? —le preguntó él—. Entonces te estrenarás conmigo—añadió después de que Lali denegara con la cabeza.
—Pero no tiene motor —acertó a balbucear ésta.
—No hace falta —repuso Peter. Entonces la rodeó con las manos por la cintura y la elevó. Lali exhaló un suspiro, pasó una pierna sobre la moto y, de modo instintivo, agarró el manillar—. Tú tienes el control, Lali. Siéntelo —añadió, tras sentarse detrás de ésta y agarrarla por las caderas.
Y lo sintió. Logró contagiarse de aquel juego ilusorio y se dejó llevar por la emoción del momento.
—Adónde vamos? —preguntó sin aliento.
—Donde te apetezca, cielo. Tan lejos y rápido como quieras.
—Es peligroso conducir sin casco —comentó Lali segundos después con los ojos cerrados, casi sintiendo de verdad el viento contra la cara.
—Tranquila. Conmigo estás segura.
Pero, a pesar de su estado de ensimismamiento, Lali sabía que jamás podría estar a salvo con Peter.
—Sigue así —prosiguió éste con sensualidad—. Abandónate —añadió, acercando la boca al oído de ella.
Lali creyó oír el rugido del motor, pero era su corazón el que retumbaba en su pecho. Estaban yendo demasiado rápido, y eso la asustaba. Y la excitaba.
—Hay una señal de Stop —comentó cuando Peter le lamió el lóbulo de una oreja.
—No hay nadie en un kilómetro. Puedes saltártela —repuso él mientras bajaba hacia el cuello de Lali.
Y lo peor de todo era que ella deseaba saltársela. Aunque sabía que aquello no podía durar eternamente, ¿por qué no iba a permitirse disfrutar unos minutos?
—Te deseo —prosiguió Peter con voz rugosa. No podía respirar, no podía pensar. Se giró hacia él para decirle que tenían que parar, pero sus bocas se juntaron y se llevaron todas las palabras, como hojas arrastradas por el viento.

Continuara....

Iba a subirles un cap más largo pero vamos a dejarlo ahi ;) Firmen y subo otro! +20 

¿Qué tal su fin de semana? 


31 comentarios:

  1. Siiiiiiii!! Suuube mas! MAS MAS MAS MAS MAS MAS!!!!!!

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  2. mas mas mas nove ¡¡¡

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  3. Buuuueniisimoo! Sube mas por favooor! Maaaas maaaas maaaas!

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  4. msdddddddddddddddddddddmasssssssssssssssssssssssssss

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  5. finde demucha agua massssssssssssssssssss nove vane

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  6. Maaaaaas nove!! Me encanta!

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  7. estuvo increible massss

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  8. Naaaaaa!!!! Subi ya el que sigueee!!!!!!!
    @Fio_JPL

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  9. Me encantaaa subi maaaas!

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  10. Quiero saber ya lo que sigueeee....

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  11. Me voy enganchandoooo mas mas mas ma mas

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  12. massssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss

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  13. noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

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  14. Mi fin de semana bárbaro hasta q vos tenes la brillante idea de dejar el cap ahí,JAJAJA!
    EXC cap!Lali cerá tan fácil,creo q su resistencia es algo más fuerte,me parece q Peter tendra q trabajar un poco más para conseguir lo q desea!
    Me encanta!

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  15. Me encanto el capi más porfis que teng la re intriga d q paso despues :)

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  16. Daleeee!sube!Quiero mas novela!

    PD: pasate por la mia(:

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  17. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA CAPITULON

    @SWEETLANZANI

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  18. Subi maaaas esta muy buena la nove!!

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  19. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh BUENISIMO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! @LuciaVega14

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  20. Peligroso el jueguecito ,tanto k se queman.

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Gracias por leer. Espero tu comentario :)